FIESTA DE LA
CORONA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.
5 DE MAYO
A VISPERAS Y
MAITINES.
1- Alabe
todo el Orbe reunido la memoria
Del triunfo de la
Corona de Espinas de Cristo
Pues por ella el
hombre reconquistó la Gloria
Por el rescato que
de él nuestro Señor hizo.
2- El hijo
del Padre Eterno nos libró
De las punzadas de
la culpa al haber
Ser atormentado
por duras espinas
Que coronaron su
cabeza en su padecer.
3- Sufrió
Jesucristo por nosotros esa afrenta
Coronado de
espinas tan punzantes
Para darnos en
cambio una corona
De inmarcesible
gloria sempiterna.
4- Con
regocijo aplaudamos todos este trofeo
Pues por el
tormento de espinas nos perdona
El hijo de Dios
que recibió esta cruel corona
Librándonos de
culpa y abriéndonos el Cielo.
5- Oh Jesús
libra de la muerte del pecado
A los que de la
gracia hemos sido llamados,
Para renacer por
ti en gozo y vida eterna
Para que tú seas
el dueño de nuestras almas.
6- Sea
dada la Gloria a Dios Padre Eterno
A su Hijo que
resucitó de entre los muertos
Al Espíritu Santo
Paráclito consolador
Por los siglos de
los siglos sempiternos. Así sea.
A LAUDES
1- Entonen
los fieles con devoción en este día
Cánticos de
alabanza a nuestro Rey con alegría,
Alabando por
siempre su inmensa gloria
Por celebran de su
corona sagrada la memoria.
2- Una
diadema de oprobio corona a nuestro Soberano
Que se hizo hombre
para redimir al género humano,
Y por su Pasión triste
y dolorosa
Nos granjea una
corona gloriosa.
3- De
espinas entretejidas es la corona
Que posan sobre la
cabeza de Jesucristo,
Pero esta tiene un
poder que desmorona
Los planes del
Infierno y sus ministros.
4- La
corona de espinas de Jesucristo
Que hizo brotar
sangre de su cabeza,
Lava las manchas
de los pecadores
Quedando
satisfechas sus debidas penas.
5- Oh
Jesús libra de la muerte del pecado
A los que de la
gracia hemos sido llamados
Para renacer por
ti en gozo y vida eterna
Para que tú seas
el dueño de nuestras almas.
6- Sea
dada la Gloria a Dios Padre Eterno
A su Hijo que
resucitó de entre los muertos
Al Espíritu Santo
Paráclito consolador
Por los siglos de
los siglos sempiternos. Así sea.
(Tomado del Libro “Versión Parafrástica castellano-prosaica de todos los
himnos del Rezo Divino”; Por Don Narciso de Guindos. Librería de la Viuda e
Hijos de Mayol; Calle de Fernando No. 7. Jaén, España. Año 1846)
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