DEVOCION PARA EL
DIA DIEZ Y NUEVE DE CADA MES EN HONRA DEL SEÑOR SAN JOSE.
Impreso en Córdoba
en la Imprenta Real, a expensas del Sr. D. Rafael Ramos y Ximenez.
Córdoba, España.
Año 1791.
ACTO DE CONTRICION.
Señor mío
Jesucristo, mi Padre, mi Dios, mi Redentor, que interesado en mi salud eterna,
te dignaste hacerte hombre, padecer, y morir en una Cruz para librarme del
pecado: mas yo ingrata criatura despreciando tu amor me aparté de ti, quebrantando
tus Santos Mandamientos. Asi lo conozco, y arrepentido de mi ingratitud me
postro a tus pies, doliéndome con todo el corazón de haber agraviado a tu
inmensa bondad. Me pesa mi Jesús de todos mis pecados, que han sido ofensas
tuyas, y humillado te pido perdón de todas ellas, deseando amarte con toda mi
alma, con todas mis potencias, con todos mis sentidos, sobre todas las cosas, y
proponiendo firmemente no volver a pecar en cuanto yo tuviere de vida.
Creo
que eres infinitamente misericordioso: y confiado espero que me has de recibir
en tu gracia, por los méritos de tu Sagrada Pasión, por tu Muerte Santísima,
por tu preciosa Sangre, derramada para mi remedio, por los benditos Dolores de
tu Soberana Madre, y Madre mía María Señora, y por los ruegos poderosos del
Señor San José, tu estimativo Padre y Patrón mío; esperando por su medio
perseverar en tu santo servicio hasta la muerte, y después de esta amarte, bendecirte
y gozarte por una eternidad de Gloria. Amen.
ORACION AL PADRE
ETERNO.
Todo
Poderoso y Eterno Dios, Padre de las misericordias y Dios de toda consolación,
que atendiendo al bien de los hombres determinasteis que vuestro Unigénito Hijo
se hiciese hombre en las virginales entrañas de María Santísima, por virtud de
vuestro soberano espíritu, y con altísima providencia elegisteis entre los
Santos al Señor San José para que fuese verdadero Esposo de la Madre Virgen, y
haciendo de legitimo Padre los oficios, educase al Hijo Dios, para cuyo fin lo
enriquecisteis con los tesoros de la gracia, y ahora lo tenéis en el Cielo
sobre un eminentísimo Trono de Gloria: Siendo este Santo felicísimo mi especial
abogado os suplico que me atienda vuestra inmensa bondad como a cosa suya, y
recibiendo los afectos con que lo reconoce mi devoción, uséis conmigo de
misericordia perdonando mis culpas, y
dirigiendo mis pasos al fin de una muerte preciosa en vuestros divinos ojos,
que sea principio de una eterna bienaventuranza. Amen.
Siete Padre Nuestros y siete Ave Marías,
Gloria Patri, etc.
ORACION AL SEÑOR
SAN JOSE.
Gloriosísimo
Patriarca Señor San José, Esposo legítimo de la mejor Madre, y llamado Padre de
su Soberano Hijo: Yo te doy los plácemes de tu dignidad, y me gozo de tus
excelencias, bendiciendo y alabando al Señor que te las concedió, y se recrea
en la eminentísima santidad con que enriqueció a tu bendita Alma: Y aunque yo
no merezco que tu grandeza me oiga, mas invocándote mi devoción, y reconociéndote
mi afecto en este día consagrado a tu veneración, Protector mío, espero que me miréis
compasivo, y me favorezca tu dignación. En esta confianza, Santo mío, te
encomiendo mi alma, para que por el espacio de este mes cuides de ella, librándola
de todo pecado: y si me aconteciere morir en el intermedio, la asistas en aquel
trance; para el cual te requiero desde ahora como a Patrón mío, que no has de
permitir se pierda quien puso en ti sus esperanzas. Te encomiendo mi cuerpo y
mi casa, para que desterrando de sus cercanías al demonio, a las pestes, a los
rayos, a los incendios y desgracias, me asegures el consuelo que necesito en
esta vida. Te encomiendo mis bienes temporales y mi honra, para que mirando por
todo cuanto puede tocarme, todo lo dirija tu providencia al mayor obsequio de
la Divina Majestad. Finalmente te encomiendo la Santa Iglesia Católica, este
Reino, y este Pueblo, para que haciendo sus causas y las de Dios, consiga tu
valimiento que nuestra Santa Fe se aumente, que florezca la paz, y reine la
caridad verdadera en todos los cristianos, especialmente en los que son devotos
tuyos: a quienes te ruego ampares, mientras peregrinan en el mundo, y hallándose
después en el Purgatorio les alcances por tus méritos salgan de sus penas para
que te acompañen en el Cielo, y engrandeciendo allí tu patrocinio, den a Dios
las gracias por todos los siglos de los siglos. Amen.
Dos Salves a la Santísima Virgen.
ORACION Á LA MISMA
SEÑORA.
Soberana
Virgen María, que escogida por el Eterno Padre para Madre verdadera de su
encarnado Hijo, te dio por compañero al Señor San José, para que como tu
legitimo Esposo protegiese tu virginidad, mirase por tu honra, y educase a tu
Hijo; asimismo para que con las obras de sus manos te alimentase, para que te condujese
en tus peregrinaciones, y para que en tus trabajos te consolase: lo que el
Santo exactamente ejecutó, amándote, sirviéndote, y reverenciándote como a
Madre de su Señor. Conozco Señora que te agrada mucho que los hombres lo
reverenciemos en la tierra, le tributemos honra, y nos valgamos de su
patrocinio; y por darte gusto le consagro este día, dedicándolo a sus cultos,
lo escojo por Protector mío, para que en este mes, y lo que puedo vivir tenga
cuidado de mi alma, de mi cuerpo y de todas mis cosas. Haz Señora mía, que
siquiera tuyo reciba mis deseos por respeto tuyo, y se digne patrocinarme en
todos mis pasos, dirigiéndolos en la constante observancia de la ley divina,
para que por medio de una muerte en gracia, llegue al término deseado, donde
acompañe a Jesús, María y José por los eternos siglos de la Gloria. Amen.
ANTIPHONA. Joseph,
fili David, noli timere, accipere Mariam, conjugem tuam: quod enim in ea natum
est, de Spiritu Sancto est.
V. Dedisti mihi protectionem
salutis tuæ.
R. Et dextera tua
suscepit me.
OREMUS. Deus, qui
inefabili providentia Beatum Joseph Sanctisimæ Genitricis tuæ Sponsum eligere
dignatus es: præsta quæsumus; ut quem Protectorem veneramur in tærris,
intercesorem habere mereamur in cœlis. Qui vivis, et regnas in sæcula sæculorum.
Amen.
ANTIFONA. José,
Hijo de David, no temas recibir a María por tu esposa, pues lo que nacerá de
ella es por obra del Espíritu Santo.
V. Nos diste tu
salud para nuestra protección.
R. Y tu diestra
nos sostuvo.
ORACION. Oh Dios
que por tu inefable providencia te dignaste elegir al bienaventurado San José
por esposo de tu santísima Madre, concédenos que así como le veneramos en la
tierra como protector alcancemos que sea nuestro intercesor en los Cielos. Dios
que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
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