SEMANA DEVOTA DE NUESTRA SEÑORA DEL SAGRADO CORAZÓN

  

SEMANA DE NUESTRA SEÑORA DEL SAGRADO CORAZÓN.

 

DOMINGO

¡Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón! Adoro, en unión contigo, al Padre de las luces, y a su Hijo Jesucristo, luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo, y al Espíritu Santo, que es luz y amor. Doy gracias a la adorable Trinidad por los inestimables favores con que os ha enriquecido; Doy especialmente gracias al Hijo de Dios por haberte tomado por Madre, y te dio poder inefable sobre su Corazón. ¡Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón! pide para mí, a las tres Personas divinas, la luz para conocerlas y para conocerte a ti mismo, el amor para responder a su amor y al tuyo.

 

-Dulce Corazón de Maria, sé mi salvación. (300 días de indulgencia.)

 

-Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón , ruega por nosotros. (100 días de indulgencia)

 

LUNES

¡Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón! Adoro más particularmente hoy, en unión contigo, al Espíritu Santo, Dios como Padre y como Hijo, procediendo del uno y del otro. Obtén para mí de este Espíritu divino, del cual eres el Esposa, y del Corazón de Jesús, del cual eres la Tesorera, las luces y las gracias necesarias para santificar el trabajo de esta semana, para sobrellevar las pruebas de él. y hacer volver todo a la gloria de Dios, a la vuestra, a la edificación de mi prójimo, a mi propia santificación.

 

¡Acuérdate, Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón! de las almas en el Purgatorio.

 

- Dulce Corazón de María, etc. (Como el domingo.)

 

MARTES

¡Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón! Te saludo hoy como la Reina de los Ángeles; Ruego al Arcángel Gabriel y a todos los Coros celestiales y más particularmente a mi Ángel de la Guarda, que te saluden, que te amen, que te invoquen por mí, para que el tributo de su homenaje, el fervor de sus oraciones, el ardor de su amor, supliendo mi insuficiencia, ayúdame a convertirme en un ángel de virtud en la tierra, y que así merezco ir a celebrar eternamente, con la Corte celestial, tu poder y tu bondad ¡Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón!

 

 

MIÉRCOLES

¡Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón! Os saludo hoy como esposa de san José; Doy gracias a este glorioso patriarca por el cuidado respetuoso que tuvo de ti y de tu divino Niño. Lo invoco con confianza, convencido de que tiene un gran poder sobre tu purísimo Corazón, ¡oh María! y por Ti, sobre el Sagrado Corazón de Jesús; Le pido que me ayude a hacer mi corazón cada vez más como estos tres modelos, y así merecer

 

¡Cada vez más tu poderosa protección, oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón!

 

 

JUEVES

¡Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón ! éste es el día que te está especialmente consagrado, ya que a Ti te toca disponernos para honrar mañana el Sagrado Corazón de Jesús; Le damos gracias hoy, en unión contigo, por la institución de la divina Eucaristía, que nos pone en posesión de todos los tesoros de su Corte. Ayúdame a recibirlo siempre dignamente y a mostrar en mi comportamiento los efectos saludables de este alimento divino.

 

 

VIERNES

¡Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón! he aquí el día de vuestros grandes dolores; pero es también el día en que Tú conquistaste, con el más generoso de los sacrificios, el nuevo título bajo el cual Te invocamos con tanto amor como confianza. Cuanto más simpaticemos con los dolores que te ha costado, más seguros estaremos de sentir sus efectos saludables. Consíguenos del Corazón divino, con el que tanto has sufrido, la gracia de seguirlo generosamente contigo hasta el Calvario, para luego unirnos a Ti en el Cielo.

 

 

SÁBADO

¡Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón! este día te ha sido consagrado desde hace mucho tiempo; Fuiste honrada allí con diferentes títulos, tan glorioso para ti como saludable para el mundo; pero nos gusta resumirlos todos en el que la Iglesia acaba de otorgaros, y que es al mismo tiempo el más dulce para nuestro corazón, y el más apto para inspirarnos una confianza inalterable incluso en medio de la mayores pruebas. Te saludamos por última vez ,oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón, ¡Esperanza de los desesperados! Ayúdanos a terminar bien esta semana, y sobre todo a terminar bien la peregrinación de esta vida, para ir a bendecirte por los siglos de los siglos. Que así sea.