domingo, 22 de diciembre de 2024

VISITA DOMICILIARIA DE SAN ANTONIO DE PADUA


 VISITA MENSUAL DOMICILIARIA DE SAN ANTONIO DE PADUA

ORACION PARA RECIBIR LA IMAGEN DEL SANTO

¡Gloriosísimo San Antonio, que, lleno de inefable bondad, os dignáis visitar esta casa y familia! Postrados a vuestras plantas humildemente, reconocemos el inmerecido honor que nos dispensáis, porque vuestra visita será de paz y consuelo para todos vuestros devotos. Nos enseñareis lo que debemos hacer para mejor agradar a Dios, cumpliendo fielmente con nuestros respectivos deberes, y nosotros aprenderemos vuestras celestiales enseñanzas. Frecuentaremos más los santos sacramentos y despreciaremos el miedo al ridículo, que tantos daños espirituales nos acarrea, y seremos luz del mundo con nuestro comportamiento edificante. 

 Interceded con ese encantador Niño Dios que tenéis en vuestros brazos, con la Inmaculada Virgen María y el glorioso San José para que bendigan este hogar y derramen sobre él los tesoros del cielo, para que esta familia imite a aquella otra de Nazaret en la conformidad con la voluntad del Señor y en todas las demás virtudes que en ella resplandecieron. Así sea.


ORACIÓN PARA DESPEDIR LA SANTA IMAGEN.

 ¡Amadísimo Protector nuestro San Antonio! Nuevamente congregados a vuestras plantas os damos expresivas gracias por haberos dignado permanecer entre nosotros este día. Nunca olvidaremos las lecciones que nos habéis dado y los buenos propósitos que os hemos ofrecido. Y, antes de abandonar esta morada, os suplicamos fervorosamente que socorráis a todos los que os invocan, a todos los que sufren abandonos y desamparos, persecuciones y calumnias, a los que sufren en sus cuerpos y en sus espíritus, a los que tienen hambre y viven en noche perpetua, a causa de su rudo padecer. Os rogamos también que llaméis dulcemente a todos los que viven olvidados de su santificación y que nos alcancéis del Divino Niño el remedio de todas nuestras necesidades espirituales y temporales; que toda la tierra sea renovada y todos los corazones reconozcan el reinado absoluto de Cristo y todas las lenguas confiesen que no hay salvación fuera de sus doctrinas, enseñadas por su santa Iglesia y predicadas por sus ministros.

 Bendecidnos a todos y alcanzadnos el don inestimable de la paz. Así sea.


(Tomado del libro “Devociones antonianas” por Fray Antonio Corredor, O.F.M. Ediciones Cruzada Mariana, Cáceres, España, Año 1958)


Colaboración de Carlos Villaman

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