VISITA DOMICILIARIA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
RECIBIMIENTO
Sagrado Corazón de Jesús, que habéis manifestado a Santa Margarita Maria el deseo de reinar en las familias cristianas, no sabemos como pagaros esta honra que nos haceis al venir hoy a visitarnos en nuestra casa. Os recibimos con el corazón lleno de agradecimiento a vuestra misericordia. Queremos vivir en adelante de vuestra vida, haciendo florecer en nuestro hogar las virtudes a las cuales habeis prometido la paz aquí en la tierra y desterrando lejos de nosotros el espíritu mundano que Vos maldijisteis. Os pedimos que reineis en nuestras inteligencias por la sencillez de nuestra fe, y en nuestros corazones por el amor sin limites en que arderán por Vos, y cuya llama alimentaremos con la recepción frecuente de la divina Eucaristía. Si alguno de nosotros tuviera la desgracia de afligiros, recordadle ¡oh Corazón de Jesús! que sois bueno y misericordioso para el pecador arrepentido. Sirvanos de aliento y consuelo el pensamiento de que gracias a vuestra Realeza sobre nuestras almas, llegará un dia en que toda la familia reunida en el cielo cantará para siempre vuestra gloria y vuestros beneficios.
¡Bienvenido seáis a esta casa!
¡Alabado sea el Corazón de Jesús, nuestro Rey y nuestro Padre!
¡Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío!
(Un Credo).
DESPEDIDA
¡Oh Jesús! Ha llegado el instante de despediros hasta vuestra próxima visita. Que vuestro recuerdo no se aparte de nosotros durante el mes de vuestra ausencia. Iluminad nuestra fé para que siempre esté firme en la confesión de nuestras más queridas creencias y calentad nuestro corazón con la llama de la caridad para que el amor a vuestro Sagrado Corazón no se enfríe jamás en nosotros. Dulcísimo Jesús: miradnos humildemente postrados delante de vuestra imagen: vuestros somos y vuestros queremos ser y a fin de poder vivir más estrechamente unidos con Vos, renovamos en este día nuestra consagración a vuestro Sacratísimo Corazón. Tened misericordia de todos, de los que jamás os han conocido y de los pródigos que os abandonaron; que acudan pronto a la casa paterna para que no perezcan de hambre y miseria. Amparad también a los que siempre os fueron fieles. Que seamos siempre vuestros ¡oh Jesús! y que al volver de nuevo el mes próximo, nos reconozcáis como los amigos que están impacientes por hospedaros otra vez.
Corazón Sacratísimo de Jesús, tened piedad de nosotros. (3 veces).
(Un Padre nuestro…)
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