Nuestra misión es rescatar la tradición y la piedad católica, contenida en las formas de expresión hacia Cristo, María, los Angeles y los Santos: Las Novenas, Triduos, Quinarios y aquellas devociones que enriquecen nuestra fe.
viernes, 25 de julio de 2025
CORONA DE PERLAS Y FLORES A NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO
SEMANA DEVOTA A NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO
LA SEMANA DE NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO
POR
M. J. E. U.
BARCELONA
TIPOGRAFÍA CATÓLICA calle Pino, 5
Año de
1896
DOMINGO
Os alabamos joh NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO! y os saludamos en el augusto Misterio de vuestra Concepción sin mancha de pecado original. En ella os veneramos con todos vuestros privilegios, con todas vuestras altísimas prerrogativas de Madre de Dios y de Virgen concebida sin pecado. Vos sois la Perla singular y preciosísima del género humano. Sois el Lirio candidísimo de la más perfecta inocencia, y el suavísimo perfume de vuestras virtudes regala al cielo y se esparce por toda la tierra. ¡Oh Inmaculada María, llena de gracia, MADRE DEL PERPETUO SOCORRO, rogad por nosotros!
¡Bendita sea la Santísima Trinidad, que tan bella y perfecta os crió! ¡Bendita y alabada sea la Santa é Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios!
¡Oh Madre del amor, venid en mi socorro!
¡Oh MADRE DEL PERPETUO SOCORRO, concededme vuestro omnipotente auxilio, y haced que yo os lopida sin cesar!
¡Protector mío San Alfonso, haced que en todas mis necesidades recurra siempre A María! Amén.
Tres Glorias a la Santísima Trinidad en reparación de las blasfemias.
LUNES
¡Oh NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO! Yo os saludo en vuestra gloriosa Natividad, y os venero en ella en todas vuestras advocaciones, especialmente en la dulcísima de MADRE DEL PERPETUO SOCORRO. Vinisteis al mundo como Aurora fulgentísima, precediendo al Sol de Justicia Cristo Jesús, vuestro Hijo dilectísimo. Alcanzadme de su Sacratísimo Corazón la gracia que necesito para santificarme en medio de los trabajos de esta vida, y que todos mis pensamientos, palabras y obras sean siempre dirigidos a la mayor gloria de Dios y vuestra, a la edificación del prójimo y a mi propia santificación.
Bendita sea, etc.
Tres Glorias, etc.
MARTES
¡Oh MADRE DEL PERPETUO SOCORRO! que en vuestra Presentación en el Templo a los tres años de vuestra edad erais ya perfecto dechado de toda virtud y santidad. ¡Oh blanca y fresquísima Azucena de suavidad divina! ¡Oh Nardo odorífero, cuyo perfume llega al cielo y embalsama la tierra! que todos los Angeles os saluden por mí, especialmente mi Angel custodio, a quien pido me acompañe y guíe en el camino de la virtud, para que sea yo también algún día presentado en el Templo eterno de la gloria, adornada mi alma con la preciosa estola de la gracia, y para lograrlo, socorredme en todo tiempo y lugar, ¡oh NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO !Amén.
Bendita sea, etc.
Tres Glorias, etc.
MIÉRCOLES
¡Oh dulcísima MADRE DEL PERPETUO SOCORRO! que en vuestro castísimo y virginal desposorio con el purísimo Patriarca San José, ejercitasteis la virtud de la obediencia y sumisión a la soberana voluntad de Dios juntamente con la de la más perfecta caridad; haced, ¡oh preciosísima Rosa de encendido amor de Dios! sepa yo cumplir en todo con las obligaciones de mi estado, y que tenga especial devoción a vuestro castísimo Esposo San José, para que, con su protección y vuestro perpetuo socorro, viva santamente en la tierra y os contemple un día por toda la eternidad en el cielo. Amén.
Bendita sea, etc.
Tres Glorias, etc.
JUEVES
¡Oh Santísima Virgen María del PERPETUO SOCORRO! Vos sois verdadera Madre de Dios, Reina Soberana de los Angeles y de los hombres y augusta Emperatriz de cielos y tierra. Por ello os felicito, y doy gracias a la Trinidad augustísima que os sublimó a tan superior altura. Alcanzadme la gracia de ser, en la medida de mis fuerzas, perfecto dechado de virtud y buen ejemplo entre mis prójimos, y pues sois la preciosa Margarita de los cielos y bellísimo y escogidísimo Clavel matizado de todas las gracias y de todas las virtudes, adornadme con ellas, Señora y Madre mía, para que pueda un día contemplaros en el jardín eterno de la gloria. Amén, Jesús.
Bendita sea, etc.
Tres Glorias, etc.
VIERNES
¡Oh dulce Madre del PERPETUO SOCORRO, que al pie de la Cruz fuísteis constituída Madre del género humano! Os contemplo en este día llena de penas, transida de amargura y atravesado vuestro purísimo Corazón con la espada del más agudo dolor, como os lo había profetizado el anciano Simeón. ¡Oh modesta Violeta de exquisito perfume y morada con los tormentos y augustos sufrimientos del Redentor! Ya que me disteis a luz a costa de tan acerbos dolores, mostrad que sois verdaderamente mi Madre, socorriéndome en todos los trances apurados de la vida, y haciendo que en los momentos de prueba me someta resignado a la santa voluntad de Dios, imitando vuestra admirable fortaleza al pie de la Cruz, y así sea, con vuestro perpetuo socorro, la mía menos pesada. Amén, Jesús.
Bendita sea, etc.
Tres Glorias, etc.
SABADO
¡Oh Reina incomparable, Madre del PERPETUO SOCORRO! que llena de merecimientos y colmada de gracias y favores del Altísimo, subisteis en cuerpo y alma al cielo a recibir el premio de vuestras excelentes virtudes, y a gozar a la diestra de vuestro Divino Hijo la recompensa que merecieron también las penas y trabajos que en la tierra padecisteis. ¡Oh fragantísimo Jazmín de los cielos, magnífico Iris de paz entre Dios y los hombres, María Inmaculada! ¡Yo os felicito al contemplaros vestida del Sol, calzada de la Luna y coronada de estrellas, con magnífica diadema por la Trinidad Beatísima y superior a todo lo que no es Dios! Os pido, pues, me concedáis el socorro perpetuo, el constante auxilio de vuestra poderosa protección en la tierra, para que os vea eternamente en el cielo. Amén.
Bendita sea, etc.
Tres Glorias, etc.
TRIDUOS DE SÚPLICAS Y ACCIÓN DE GRACIAS
TRIDUOS DE SÚPLICAS
SEGUIDOS DE OTRO DE ACCIÓN DE GRACIAS A NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO
POR
M. J. E. U.
BARCELONA
TIPOGRAFÍA CATÓLICA calle Pino, 5
Año de 1896
Después de rezado el Señor mio Jesucristo, etc., se dirá el siguiente ofrecimiento:
OFRECIMIENTO PARA LOS TRIDUOS DE SÚPLICAS
¡Madre amantísima y Señora Nuestra del PERPETUO SOCORRO! Ofrecémoste humildemente este devoto Triduo, para alcanzar el remedio de la presente necesidad en que nos hallamos, si así conviene a la mayor gloria de Dios, honra vuestra y bien de nuestras almas. Amén.
TRIDUO PARA ALCANZAR EL REMEDIO DE UNA NECESIDAD
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Ofrecimiento...
DÍA PRIMERO
¡Oh dulcísimo consuelo de las almas atribuladas, NUESTRA SEÑORA Y MADRE DEL PERPETUO SOCORRO! A Vos acudo en la presente necesidad que tanto aflige á mi angustiado corazón; miradme con ojos de misericordia, bondadosísima Madre mía, y alcanzadme de vuestro Divino Hijo, mi Señor Jesucristo, la gracia de... (expóngase la necesidad) si ha de ser para mayor gloria de Dios, honra vuestra y provecho de mi alma. Amén.
Ahora se rezarán cinco Ave Marías, con la siguiente invocación en cada una:
¡Oh Madre de amor! ¡venid en misocorro!
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS TRIDUOS
Acordaos ¡oh piadosísima Virgen María, Madre mía del PERPETUO SOCORRO! que jamás se oyó decir que ninguno de los que se han acogido a vuestra protección, implorando vuestro perpetuo socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, vengoa Vos, Soberana Señora, y postrado ante vuestra milagrosa Imagen, os hago presente mi necesidad, y pongo en vuestras reales manos mi petición. No la desechéis ¡oh Señora mía! sino por el contrario oídme bondadosa, y despachad esta mi súplica favorablemente. Así sea.
Bajo de tu manto nos ponemos, Santa Madre de Dios del PERPETUO SOCORRO: no despreciéis nuestras súplicas en nuestras necesidades, antes bien libradnos de todos los peligros de alma y cuerpo, ¡oh Virgen siempre gloriosa y bendita! Amén.
L/: Vos habéis sido dada, Señora, como refugio.
R/: Como auxilio oportuno en la tribulación.
ORACIÓN
Dios omnipotente y misericordioso, que nos disteis a venerar la imagen de vuestra bienaventurada Madre, bajo el título especial del PERPETUO SOCORRO: concedednos propicio que en todas las vicisitudes de nuestra peregrinación en esta vida, seamos de tal manera asistidos por la continua protección de la misma Inmaculada y siempre Virgen María, que merezcamos conseguir los premios de nuestra eterna redención. Vos que vivís y reináis por los siglos de los siglos. Amén.
Se concluirá con la Salve y oración correspondiente si el Triduo se hace públicamente en la iglesia. Esto mismo se hará con los demás Triduos.
DÍA SEGUNDO
¡Oh Santísima Virgen María, augusta Madre de Dios! que para inspirarnos una confianza sin límites, queréis llamaros y ser para nosotros PERPETUO SOCORRO en todas nuestras necesidades; ved el apuro en que me encuentro y las penas que estoy pasando; haceos cargo, benditísima Señora mía, de esta mi angustiosa situación, y alcanzadme del Corazón Sacratísimo de vuestro Hijo Jesús el remedio á esta mi presente necesidad, si conviene para la salvación de mi alma. Amén.
DÍA TERCERO
¡Oh benignísima Señora y MADRE DEL PERPETUO SOCORRO! Grande es la tribulación que padezco, y a Vos acudo en busca de consuelo, de luz y de remedio, poniendo en vuestras manos la resolución de este grave y trabajoso conflicto. Si perpetuas son las penas que merezco por mis pecados, perpetuo es también vuestro socorro, y poderosa vuestra intercesión con Dios Nuestro Señor. Alcanzadme la gracia de verme libre cuanto antes de estos pesares y cuidados que me atormentan, si conviene para mayor gloria de Dios, honra vuestra y bien de mi alma. Amén, Jesús.
TRIDUO PARA ALCANZAR UNA GRACIA TEMPORAL O ESPIRITUAL, O LA ADQUISICIÓN DE ALGUNA VIRTUD
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Ofrecimiento.
DÍA PRIMERO
¡Oh Soberana Princesa María, MADRE DEL PERPETUO SOCORRO ! Vos estáis llena de gracia y sois Reina de las virtudes, y a vuestra protección recurre este miserable pecador, para que le hagáis participante, en alguna manera, del caudaloso río de vuestras excelentes virtudes, que asombran a la tierra y regocijan a los cielos. Pobres y miserables somos, Señora, pero Vos sois rica y generosa, y nos acogemos a vuestro especial patrocinio, a fin de que nos alcancéis el favor que os pedimos en este devoto Triduo, si ha de ser conveniente a nuestra salvación eterna, y la gracia de practicar fielmente todas las virtudes acá en la tierra, para gozar un día de su premio en el cielo. Amén.
DÍA SEGUNDO
¡Oh Luna hermosa, sin menguante de culpa, María Santísima del PERPETUO SOCORRO! A Vos acudimos de nuevo para lograr la gracia que solicitamos; y, a quién hemos de acudir, sino a la que es remedio y socorro del pobre pecador? Acoged, pues, nuestras súplicas benignamente, y alcanzadnos el favor que os pedimos en este Triduo, y que sepamos practicar con constancia y fidelidad las virtudes cristianas, de las que sois perfecto y acabado modelo, para que, adornada nuestra alma con la esplendente vestidura de la gracia santificante, cumpla bien sus obligaciones en la tierra, y sea un día para siempre dichosa en el cielo. Amén.
DÍA TERCERO
¡Oh Sol brillante y hermoso, nunca empañado por la culpa, Lucero de la gracia, Estrella de la mañana, Iris de paz y esperanza, Madre y Señora nuestra del PERPETUO SOCORRO! Concebida sin la mancha del pecado original, fuísteis desde el primer instante de vuestro ser purísimo llena de gracia, de toda virtud y santidad. Alcanzadnos, pues, altísima Señora, lo que pedimos en este Triduo, si es para gloria de Dios y bien de nuestras almas, y también el amor a la pureza y a la constante mortificación de la carne, para que perseverando siempre en el camino del bien y practicando la piedad, siguiéndoos a Vos que sois perfecto dechado de la más alta perfección, podamos un día cantar en el cielo, por toda la eternidad, el himno eterno de la bienaventuranza. Amén, Jesús.
TRIDUO PARA ALCANZAR LA CONVERSIÓN DE UN PECADOR
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Ofrecimiento.
DÍA PRIMERO
¡Oh especial abogada y refugio de pecadores, MADRE DEL PERPETUO SOCORRO! Aquí nos tenéis postrados a vuestras virginales plantas, implorando vuestro poderoso valimiento a favor del desventurado pecador, por quien os ofrecemos este devoto Triduo de preces. ¡Oh, Señora! muévaos a compasión el miserable estado de su alma, en riesgo inminente de una condenación eterna. Alcanzadle la gracia de un sincero arrepentimiento de sus culpas; que llore amargamente sus extravíos y tibiezas, que conciba en su corazón un odio grande al pecado, y que desde hoy se acerque al sacramento de la Penitencia con las debidas disposiciones; que emprenda con paso firme el camino de la virtud y persevere en él hasta la muerte. Amén.
DÍA SEGUNDO
¡Oh Soberana Señora y MADRE DEL PERPETUO SOCORRO! De nuevo volvemos a pediros la conversión de aquel pobre pecador. Miradle con ojos de misericordia; hacedle comprender el tristísimo estado de su alma, y pues sois PERPETUO SOCORRO de todos los que os invocan, escuchad nuestras súplicas y socorred al desventurado por quien nos interesamos y que eficazmente os recomendamos. Haced, Señora, que vuelva a la amistad de Dios, y que en adelante persevere en ella hasta que logre un día entrar en la eterna gloria. Amén.
DÍA TERCERO
¡Oh MADRE DEL PERPETUO SOCORRO! De nuevo os importunamos en favor de aquel desventurado pecador. ¡Tened compasión de su pobre alma, tan alejada de Dios! enviadle un rayo de luz que le haga ver su miseria; convertidla, purificadla por medio del arrepentimiento de sus culpas. Por los dolores que padecisteis al pie de la Cruz salvadla, os lo suplicamos, clementísima Señora, Socorred a ese desgraciado pecador con el suave influjo de vuestra poderosa intercesión, y alcanzadle la gracia de salir del miserable estado de la culpa, para que, conducido por Vos a la senda de la virtud, persevere firme en ella hasta veros en el cielo. Amén, Jesús.
TRIDUO PARA ALCANZAR LA SALUD DE UN ENFERMO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Ofrecimiento.
DÍA PRIMERO
¡Oh potentísima Virgen María, salud de los enfermos, MADRE DEL PERPETUO SOCORRO! Os suplicamos os intereséis por el enfermo que os recomendamos eficazmente en este devoto Triduo. Socorredle en la necesidad en que se halla de la falta de salud; compadeceos de él, dulce Señora mía, y ya que sois Madre de la verdadera vida y salud del que os invoca, alcanzádsela, si conviene para la de su alma, a fin de que, una vez recobrada, pueda aún servir a Dios fielmente en esta vida y después, con una santa muerte, pueda gozarla en vuestra compañía en el cielo. Amén.
DÍA SEGUNDO
¡Oh Reina y Señora nuestra, MADRE DEL PERPETUO SOCORRO ! De nuevo venimos a pediros la salud del enfermo por quien nos interesamos. Alcanzadle del Sagrado Corazón de vuestro Divino Hijo Jesús, la gracia de verse libre de la enfermedad que le aqueja. Compadézcase vuestro corazón maternal de ese pobre enfermo, y haced ¡oh gran Señora! que recobrada la salud que desea y que con tanta confianza os pedimos, sirva a Dios agradecido a tan soberano beneficio, y persevere en su divina gracia hasta conseguir la salud eterna de la gloria. Amén.
DÍA TERCERO
¡Oh compasiva Señora, MADRE DEL PERPETUO SOCORRO! De nuevo recurrimos a Vos en este último día del Triduo, que os dedicamos a favor del enfermo que recomendamos a vuestra misericordia y especial protección. Aunque es grave y peligrosa su enfermedad, aunque su estado es ya desesperado, todo lo podéis con vuestro Hijo Divino. El es la resurrección y la vida, la fuente perenne de todo bien, y Vos sois el canal por donde se nos comunican todas sus gracias, la llave dorada que nos abre todos sus tesoros. A los innumerables enfermos que habéis sanado, agréguese también éste por quien os rogamos. Alcanzadle la salud si le conviene, para que, recobrada con ella la alegría interior del espíritu, sirva fielmente al Señor en esta vida, y después vaya a cantar sus misericordias y las vuestras en el cielo por toda la eternidad. Amén, Jesús.
TRIDUO PARA BIEN ELEGIR ESTADO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Ofrecimiento.
DÍA PRIMERO
¡Oh clementísima Señora, MADRE DEL PERPETUO SOCORRO! A Vos que sois luz, guía y amparo de los pobrecitos pecadores, recurro hoy implorando humildemente vuestro especial patrocinio. Iluminadme, Señora y Madre mía, para que conozca la voluntad de Dios en negocio tan grave como es el de la elección de estado, pues quizá dependa de él la salvación de mi alma. Dadme consejo, ayuda y socorro para seguir con resolución las inspiraciones divinas; removed los obstáculos que se oponen a los fines amorosos de la Providencia, y alcanzadme la gracia de que, sirviendo a Dios como El desea ser por mí servido aquí en la tierra, logre un día la dicha de gozarle para siempre en el cielo. Amén.
DÍA SEGUNDO
¡Oh dulcísima MADRE DEL PERPETUO SOCORRO! En vuestras soberanas manos pongo mi suerte. Terrible y poderosa es la tentación que padezco y aflige sobremanera mi espíritu; pero Vos, Señora, sois más fuerte que un ejército formado en línea de batalla. Protegedme, benditísima Abogada mía, otorgadme vuestro favor y socorro para que no sucumba en esta ruda prueba, y alcanzadme la gracia de acertar el estado a que Dios me llama; prestadme todos los auxilios que necesito, y, una vez elegido el que sea más conforme a la voluntad soberana de Dios Nuestro Señor, persevere en el camino de la santidad, para que después descanse de las luchas y fatigas de este mundo en la patria deliciosa de los cielos. Amén.
DÍA TERCERO
¡Oh excelsa Emperatriz de los cielos, encanto de los bienaventurados y consuelo de los mortales, MADRE DEL PERPETUO SOCORRO! Vos sois también la Madre del Buen Consejo, y no se lo negáis al que humildemente os lo pide, con el deseo de acertar la elección del estado en que quiere Dios que se le sirva. Negocio es este de suma trascendencia, de singular importancia, ¡oh dulce Señora mía! A Vos lo encomiendo, pues, muy especialmente en este último día del Triduo que vengo haciéndoos con tal motivo. Sedme brillante luz y seguro consejo, socorriéndome con vuestra asistencia y con el auxilio de vuestra protección poderosa, para que, una vez colocado en el estado en que he de llenar mi misión sobre la tierra, según la santa voluntad de mi Dios y Señor, le sirva en El fielmente toda la vida y luego le goce para siempre en el cielo. Amén, Jesús.
TRIDUO PARA ALCANZAR EL REMEDIO DE UNA CALAMIDAD PÚBLICA
(Como la peste, la guerra, ú otras desgracias)
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Ofrecimiento.
DÍA PRIMERO
¡Oh Soberana Virgen María, MADRE DEL PERPETUO SOCORRO! A Vos acudimos, contritos y humillados, a pediros confiadamente por medio de este devoto Triduo, el remedio a la calamidad que, en castigo de nuestros pecados padecemos justamente. ¡Oh Madre de Dios y Madre nuestra! ¡apiadaos de nosotros! Atrevidos pecadores somos, Señora, y siervos desagradecidos al Dios de las bondades; miserables criaturas que sin pudor ni vergüenza, con todo descaro, nos hemos rebelado muchas veces contra nuestro Criador y Padre. Pero Vos sois Madre llena de clemencia y refugio de pecadores; presentad, pues, al Señor nuestras súplicas y clamores, y desarmad su justa ira contra nosotros. Desde este momento prometemos la enmienda: cese la calamidad que nos atormenta y brille de nuevo la misericordia de Dios sobre el mundo desgraciado y culpable, y pronto cantemos, regocijados y perdonados, el himno de gracias por el deseado beneficio. Amén.
DÍA SEGUNDO
¡Oh gloriosa Virgen María, Madre de Dios del PERPETUO SOCORRO, Reina Soberana de los Angeles, Perla preciosísima de la gracia! ¡Compadeceos de vuestro pueblo, que contrito y humillado se acoge a Vos! ¡Acordaos que por nosotros pecadores fuísteis constituída Madre de Dios! Pedidle, pues, Señora, a vuestro dulce Jesús, que tienda sobre este su pueblo arrepentido una mirada de misericordia, y haga retirar al Angel exterminador la espada de la Divina Justicia que pesa sobre nosotros en justo castigo de nuestras prevaricaciones. ¡Perdón, Dios mío! ¡piedad para vuestro pueblo, en nombre del Sagrado Corazón de Jesús! ¡Oh Madre y Señora nuestra! socorrednos, alcanzadnos misericordia y la gracia de vernos libres de la calamidad que nos aflige. Amén.
DÍA TERCERO
¡Oh Inmaculada Virgen María, augusta MADRE DEL PERPETUO SOCORRO! Ya que en persona de San Juan nos engendrasteis y paristeis al pie de la Cruz a costa de dolores tan acerbos, mostrad que sois nuestra Madre, y alcanzadnos el perdón de nuestros pecados, y la gracia de vernos libres del azote que sobre nosotros descarga merecidamente la justicia de Dios. Arrepentidos de veras de todas nuestras culpas, nos volvemos a nuestro amantísimo Padre, Criador y Redentor nuestro, y por medio de Vos, en este último día del Triduo, le pedimos gracia y misericordia. Por aquellas necesidades y angustias que al pie de la Cruz sentisteis, compadeceos de las nuestras, y alcanzadnos, Señora, del Corazón Sacratísimo de vuestro Hijo Jesús la merced de que, vueltos a su amistad por medio de una sincera confesión de nuestros pecados, cese... (la guerra, la peste, ó la desgracia) con que el Señor nos castiga, y vuelvan a lucir para nosotros días de paz y de alegría al vernos libres de tantos males, y que, agradecidos a la bondad divina y a vuestro favor y socorro, perseveremos hasta la muerte en el camino de la virtud, y luego cantemos, por toda la eternidad, las misericordias de Dios, y por habérnoslas alcanzado os demos perpetuas gracias en el cielo. Amén, Jesús.
TRIDUO EN ACCIÓN DE GRACIAS POR UN FAVOR ALCANZADO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
OFRECIMIENTO
¡Soberana Señora, MADRE DEL PERPETUO SOCORRO! Os ofrecemos este Triduo en acción de gracias por todos los beneficios recibidos de Dios por medio de vuestra poderosa intercesión, y especialmente por éste que nos habéis al presente alcanzado. Amén.
DÍA PRIMERO
¡Oh Purísima Virgen María, Escala misteriosa que une el cielo con la tierra, MADRE DEL PERPETUO SOCORRO! Somos indignos de comparecer ante el acatamiento de la majestad soberana de Dios; pero puesto que Vos, Señora, os complacéis en desempeñar el consolador oficio de Medianera entre Dios y los hombres, a Vos acudimos en este devoto Triduo, suplicándoos de lo íntimo de nuestras almas, presentéis y ofrezcáis al Señor el tributo de nuestro agradecimiento por el especial favor que nos ha concedido, en atención a vuestra amorosísima intercesión. Alábenle por ello los cielos y la tierra, y no cesen nuestras lenguas de bendecir y publicar la grandeza y multitud de las bondades divinas, no menos que vuestra caridad y benevolencia de interceder por estos pobres pecadores. Sepamos viviros siempre agradecidos ¡oh Madre y Señora nuestra del PERPETUO SOCORRO! para que, perseverando firmes en la virtud, podamos un día daros las gracias en el cielo. Amén.
DÍA SEGUNDO
¡Oh Serenísima Señora, MADRE DEL PERPETUO SOCORRO! A Vos, que sois Espejo de justicia y dechado perfectísimo de santidad, recurrimos en este segundo día del Triduo de gracias que os dedicamos para manifestaros el justo tributo de nuestro agradecimiento por el señalado beneficio que, de la infinita bondad de Dios, nos habéis alcanzado. Que sepamos corresponderlo viviendo desde hoy en adelante más estrechamente unidos á Vos, para que, perseverando firmes en la senda de la perfección cristiana, vivamos santamente y podamos un día cantar en el cielo el himno eterno de la gloria. Amén.
DÍA TERCERO
¡Oh gran Señora, Esperanza dulcísima de los que os invocan, MADRE DEL PERPETUO SOCORRO! El amor y la gratitud nos conducen de nuevo a vuestros pies, para rendiros el homenaje de nuestra profunda gratitud por todos y cada uno de los beneficios que vuestra intercesión poderosísima nos ha alcanzado de Dios Nuestro Señor. Haced, Soberana Reina, que vivamos en el santo temor y amor de Dios, y sepamos ser agradecidos a los innumerables beneficios que con pródiga mano nos concede, y que, amándole sobre todas las cosas, nada en este mundo, ni la vida ni la muerte, sea capaz de separarnos de su amistad y gracia. Amén, Jesús.
jueves, 24 de julio de 2025
Novena a San Joaquín y Santa Ana
NOVENA DE LOS GLORIOSOS ESPOSOS SAN JOAQUÍN y SANTA ANA
PADRES DE MARÍA SANTÍSIMA Y ABUELOS DE JESUCRISTO SR. NUESTRO
Que En Su Obsequio Ofrece La Piedad y Devoción Cristiana Á Tan Benéficos Protectores, A Expensas De Sus Devotos
Barcel. Por la compañía de Jordi, Roca, Gaspar.
MODO DE HACER ESTE NOVENARIO
En el día del Patriarca San Joaquín, ó de su Santa Esposa Ana, o bien en alguna de las festividades de María Santísima, en que ha de empezarse esta Novena, ó en qualquier otro dia, que la devoción te inste; puesto de rodillas delante de una Imagen de los dos Santos Esposos, avivarás, en cuanto puedas, la fe y confianza, que por la intercesión de tan grandes Santos te consolará el Todo Poderoso, en todo lo que le pidieres, con especial resignación, que sea no más que lo que fuere de su mayor gloria y provecho de tu alma; у te ofrecerás interiormente por su leal siervo y devoto suyo con deseo fervoroso de servirles, como a Bienhechores tuyos y de imitar sus virtudes, principalmente aquellas que son más propias de tu estado y en especial la gracia y amistad del Sr. que podrás prometerte por medio de una verdadera Confesión, que te aconsejo, en uno de los días de la Novena y con esta disposición empezarás por el Acto de Contrición, como se sigue:
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesu-Christo, Dios y Hombre verdadero, Padre y Redentor mío, por ser quien sois bondad infinita y por los inmensos beneficios, que me habéis hecho, siento no haber correspondido como debía y me pesa de todo corazón de haber pecado. Por vuestra infinita piedad os suplico, me perdonéis: y por los altos merecimientos de vuestros Abuelos Joaquín y Ana y por los de su Amabilísima Hija y Purísima Madre vuestra la Virgen María os digneis concederme gracia eficaz para enmendarme y para perseverar hasta la muerte en vuestro santo servicio. Amen.
PRIMERA ORACIÓN
común para todos los días
Santísimos Esposos Joaquín y Ana, Poderosos Abogados y Protectores míos, pues sois la Raíz y Tronco, de quienes procedió, para beneficio de todo el Universo, la hermosa flor María y el Sagrado Fruto Jesús: os suplico que por lo mucho que podéis con vuestro Precioso Nieto me alcancéis perdón de mis culpas, constancia en los santos propósitos, valor para resistir las tentaciones, fortaleza para vencer los peligros, una recta y sana intención en todos mis pensamientos, palabras y obras, una exemplar vida, una feliz muerte y lo que os pido en esta Novena y si no me conviniere alcanzarlo, una perfecta resignación en la Divina voluntad. Amén.
DÍA PRIMERO
MEDITACIÓN DEL GOZO
en su Desposorio
Considerad, Devotos Christianos, cuán grande gozo fue para nuestros gloriosísimos Joaquín y Ana, cuando después de haber precedido muchas y muy fervorosas oraciones, súplicas y plegarias al Altísimo, para la elección del estado, que fuese mas conforme á su santísima voluntad; se efectuó, habiendo antes tenido para ello revelación celestial, su Santo Casamiento, hechos espectáculo de grande complacencia para los hombres, para los Ángeles y para toda la Beatísima Trinidad, siempre agradables y acceptos al Señor, viviendo en santa conformidad de ánimo.
Anhelemos nosotros su imitación, procurando que todas nuestras acciones sean muy acceptas y siempre agradables á su Majestad y vivamos en todo tiempo en santa conformidad con todos nuestros próximos; y de este modo merezcamos ( como ellos la merecieron ) la Divina Piedad en todas nuestras elecciones, necesidades y tribulaciones; y consigamos de Jesu-Christo su Dulcísimo Nieto el favor que en esta Novena pedimos, si es conveniente para su santo servicio y para nuestro eterno bien. Amén.
SALUTACIONES
Ahora se saludará á los Santos por sus cinco prerrogativas especiales en esta forma :
1. Dios os salve, San Joaquín y Santa Ana, escogidos entré los hombres por cabeza de la Sagrada familia de Dios humanado.
Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.
2. Dios os salve, San Joaquín y Santa Ana, Padres de la Virgen María Madre de Dios y Reina de Cielos y Tierra.
Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.
3. Dios os salve, San Joaquín y Santa Ana, Suegros del castísimo Patriarca San Joseph.
Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.
4. Dios os salve, San Joaquín y Santa Ana, Abuelos de Jesús, Dios y Hombre verdadero.
Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.
5. Dios os salve, San Joaquín y Santa Ana, venerados de todos los nueve Coros de los Santos Ángeles y demás Bienaventurados del Cielo por vuestra excelsa dignidad. Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.
( Concedo 40 días de Indulgencia por cada Padre Nuestro, Ave María y Gloria Patri, en cada una de estas Salutaciones. Barcelona y Agosto 6 de 1800. ) Pedro Obispo de Barcelona.
JESÚS, MARÍA, JOSEPH, JOAQUÍN y ANA, en vida y en muerte, amparad mi alma.
( Diciendo esta Deprecación el Ilustrísimo Señor Don Pedro Rubio Benedicto y Herrero Obispo de Mallorca concede 40 días de Indulgencia. )
Ahora con una fervorosa confianza se pedirá a los Santos Abuelos el favor, que se pretende conseguir y se concluirá con la siguiente oración.
SEGUNDA ORACIÓN
común para todos los días
Piadosísimos Abuelos míos, San Joaquín y Santa Ana, pues vivisteis entre tantas aflicciones, injurias y desprecios y con vuestra gran paciencia merecisteis, que el Altísimo os consolase tan cumplidamente; espero, que vuestra piedad no se negará á compadecerse de mi gran miseria y que oyendo los tristes clamores de mi súplica, ejercitaréis en mi necesidad vuestra protección, alcanzándome de vuestro Divino Nieto y mi Redentor Jesús, que las tribulaciones, afrentas y trabajos los mire como venidos de su Providencia Santísima; y admitiéndoles con verdadera conformidad, sepa mi alma sacar el fruto que su Divina Majestad desea y me conviene, Amén.
Ahora se cantan los Gozos, que están con el verso y oración al último.
GOZOS
A Los Gloriosísimos Abuelos de Jesús y Padres dignísimos de María San Joaquín y Santa Ana.
PUES de Nuestro Salvador
sois los Santos más validos:
socorred Padres queridos,
à quien os pide favor.
De Reyes Sangre y Nobleza
á los dos el Cielo dió,
tanta, que el Verbo la unió
a su infinita Grandeza;
¡oh, qué admirable fineza!
¡Qué raro y sublime honor!
socorred Padres queridos,
à quien os pide favor.
Fuisteis Luces refulgentes
desde la primera edad,
insignes en Santidad,
y en virtudes eminentes ;
en vuestros pechos ardientes
os abrasaba el amor ;
socorred Padres queridos,
à quien os pide favor.
Por larga infecundidad
padecisteis irrisiones,
afrentas y mil baldones
con grande conformidad;
Apremió Dios vuestra humildad
con daros la Hija mejor;
socorred Padres queridos,
à quien os pide favor.
De vuestra familia honrosa
Joseph justo es Santo Yerno,
María candor eterno,
vuestra Hija toda hermosa,
en Santidad Prodigiosa
Madre digna del Señor
socorred Padres queridos,
à quien os pide favor.
De todas gracias fecundo
os hizo el Eterno Padre o
dándoos por Hija á la Madre
mejor, que conoce el mundo;
favor raro y sin segundo,
privilegio superior,
socorred Padres queridos,
à quien os pide favor.
María á Dios ofrecisteis
noble don y el más precioso
que fuera de Dios, dichoso
ofrecer a Dios pudisteis;
y por Dios os deshicistéis
de esta Prenda de valor;
socorred Padres queridos,
à quien os pide favor.
Con vuestro fruto bendito
á la Iglesia dais aumento,
mas que quantos ¡ oh Portento!
Justos hay en su distrito,
y perdió Luzbel maldito
con su insolente furor;
socorred Padres queridos,
à quien os pide favor.
De sí misma por deudora
tenéis á la Virgen Madre,
la Querida de Dios Padre,
de todo Reina y Señora;
de sus Padres honradora,
con dulce y tierno primor;
socorred Padres queridos,
à quien os pide favor.
Jesús Nieto Liberal
por tanta Prenda y talento,
y grande merecimiento
os dió gloria Celestial:
después de la Maternal
cualquiera le es inferior;
socorred Padres queridos,
à quien os pide favor.
¿Cuál será vuestro Poder,
pues os honran los mejores,
y más excelsos Señores,
que en el Cielo puede haber?
feliz quien al fenecer..
alcanzará vuestro amor;
socorred Padres queridos,
à quien os pide favor.
Pues de Nuestro Salvador
sois los Santos más validos,
socorred Padres queridos,
á quien os pide favor.
℣. Potens in terra erit semen eorum.
℟. Generatio rectorum benedicetur.
OREMUS.
Deus, qui præ omnibus Sanctis tuis Beatos Joaquim, & Annam Genitricis Filii tui Parentes esse voluisti : concede, quæsumus, ut quorum merita veneramur, eorum quoque perpetuò patrocinia sentiamus. Per eundem Christum Dominum nostrum. Amen.
(TRADUCCIÓN DE LA MISMA)
℣. Su posteridad será poderosa en la tierra.
℟. La generación de los justos será bendita.
OREMOS
Oh Dios, que preferiste ante todos tus Santos a los bienaventurados Joaquín y Ana para ser los Padres de la Madre de tu Hijo: concédenos te suplicamos, que cuantos veneramos sus méritos podamos gozar siempre de su patrocinio. Amén.
Fin del Novenario..
DÍA SEGUNDO
Después del Acto de Contrición y de la oración común para todos los días que empieza Santísimos Esposos, &c. se prosigue con la siguiente:
MEDITACIÓN DEL GOZO
en la Concepción de María Santísima
Considerad, piadosos oyentes, cuán incomprehensible fue el gozo de nuestros Gloriosísimos Abuelos Joaquín y Ana, que infundió el Cielo en su amoroso corazón, cuando les dio el feliz anuncio de haber ya llegado el término de su esterilidad y que les concedía el Altísimo por fruto de bendición á la Virgen María ; siendo este celestial aviso el hermoso Iris, que serenó sus congojas y enjugó sus lágrimas..
Con la consideración de este su inefable gozo y de los singulares privilegios, que logró su Benditísima Hija y Madre nuestra en su Concepción Inmaculada; aprendamos á tener muy puro nuestro corazón, que nuestros pensamientos sean los más castos, nuestras palabras las más edificativas y nuestras acciones las más modestas; y con esta santa disposición consigamos de la Divina Bondad, mediante la poderosa intercesión de nuestros Santísimos Abuelos y de su Purísima Hija, la gracia especial que pedimos en esta Santa Novena, si ha de ser para gloria de Dios y bien de nuestras almas. Amén.
Ahora se rezarán los cinco Padrenuestros con las Avemarías y Gloria Patri ; hecha luego la deprecación á los Santos, se concluirá con la oración segunda común para todos los días, que empieza Piadosísimos Abuelos míos. Esto mismo se ejecutará en todos los demás días.
DÍA TERCERO
MEDITACIÓN DEL GOZO
en el Nacimiento de la Virgen María
Considerad todos los que os preciáis de muy devotos de nuestros esclarecidos Patronos, Abogados Joaquín y Ana, el grande gozo, que ellos tuvieron, cuando de las entrañas de la bendita Santa Ana salió á luz la Purísima Virgen María y en su misma habitación vieron nacida, á la que desde la eternidad era predestinada para Madre del Hijo de Dios, Emperatriz de Cielos y tierra, Templo vivo del Espíritu Santo y resplandeciente luz del Universo.
O! Cuánto nos debe alentar esta Consideración ; que pues estos felicísimos Padres dieron al mundo el resplandor más brillante, que nacía para dichoso instrumento de la humana Redención, el que trabajemos; para que con su luz se destierren de nuestro corazón las lobregueces de nuestras culpas y con su actividad se afervorice nuestra alma ; de suerte, que ardiendo en las llamas del Divino amor, sea digna de gozar en su gloria y de alcanzar en esta Novena, lo que pedimos, si nos conviniere. Amén.
DÍA CUARTO
MEDITACIÓN DEL GOZO
en la imposición del Nombre de María
Considere hoy la Piedad Christiana á nuestros Magníficos Patronos y Refugio nuestro Joaquín y Ana, en el inexplicable gozo de su corazón, cuando a los ocho días del feliz Nacimiento de su Benditísima Hija por ordenación Divina manifestada por el Seráfico Arcángel Gabriel la impusieron el Dulce Nombre de María. De muchos Santos se lee que no les era posible nombrar este Nombre dulcísimo de María, sin que se les inflamase el corazón en amor; ni pensar en él, sin que se les derritiese en ternura, que afectos pues de amor, ternura y gozo produciría en el corazón de sus dichosísimos Padres en aquella primera vez y en cuantas le pronunciaron después?
Siendo así, véase nuestro corażon armado con el escudo de tan poderoso Nombre, é invoquémosle con fervor y con frecuencia ; para que con su protección logremos en los trabajos alivio, o en las enfermedades salud, en las tentaciones victoria y en la hora arriesgada de la muerte su eficaz patrocinio y después su amable compañía en la Gloria; y alcancemos también ahora lo que solicitamos en esta Novena, si nos conviene. Amén.
DÍA QUINTO
MEDITACIÓN DEL GOZO
en tener a la Hija en sus brazos.
Consideremos en el presente día aquel extremado gozo que recibieron Nuestros Bienaventurados Protectores y Consoladores Joaquín y Ana, cuántas veces lograron dichosos tener en sus tiernos brazos á la Divina Niña María, contemplando en ella su belleza y su hermosura de cuerpo y de alma ; y el tesoro mayor de cielos y tierra, solo á Dios inferior y superior á todas las criaturas : como se derretirá su corazón amante en ternura y sus ojos en dos fuentes de dulces lágrimas, reconociendo con profunda humildad, que este incomparable favor dimanaba de la Divina misericordia.
Ya pues que la verdadera devoción con los Santos debe principalmente fundarse en la imitación de sus heroicas virtudes; alentémonos en imitar tan heroica humildad, considerando, que, si en nosotros hay algo de bueno, debemos reconocerlo, que únicamente nos ha venido de la mano liberalísima de nuestro Buen Dios; y con esta santa disposición merezcamos conseguir, si ha de ceder para la mayor gloria de su Divina Majestad y beneficio de nuestras almas, lo que en esta santa Novena pedimos. Amén.
DÍA SEXTO
MEDITACIÓN DEL GOZO
en la Presentación de María.
Contemplemos, Cristianos míos, en Nuestros adorados Bienhechores y Abuelos Joaquín y Ana, su aventajado gozo presentando en el Templo á su Purísima Hija María. Cumple esta los tres años de edad; ofrécenla a Dios en su Santo Templo, en donde es recibida por Hija del eterno Padre, por Madre del eterno Hijo y por Esposa del Espíritu Santo. Tomad esta Niña ( podían decir al Sacerdote ) tomadla, como Templo vivo de Dios, más venerable que el Templo en que la ofrecemos; tomadla como un Sacrario de la Santísima Trinidad; como la verdadera Arca del Testamento. Recíbela el Sacerdote, que en solo mirarla, queda suspenso de su singular gracia y belleza, lleno interiormente de un júbilo extraordinario.
¿Cuál sería el de nuestros felicísimos Joaquín y Ana? Y cuál debe ser el nuestro, para sacrificarnos del todo al servicio de Dios Nuestro Señor, cumpliendo exactamente los preceptos de su Santísima Ley, manteniendo los firmes propósitos de no ofenderle jamás y asistiendo á los Templos con la mayor reverencia; con que nos admita su Majestad después en el Templo de su gloria ; y nos conceda ahora la gracia, que le pedimos en esta: Novena, si conviene para lograr tan venturoso fin. Amén.
DÍA SEΡΤΙΜΟ
MEDITACIÓN DEL GOZO
en su preciosa muerte.
Considera, alma Devota, a Nuestros Santísimos Abuelos y Medianeros Joaquín y Ana en aquel tan elevado gozo, que tuvieron en su Santa muerte. Feliz, santa, preciosa, llama el Espíritu Santo, la muerte de los Justos, Santos y Amigos de Dios; porque puestas sus almas en las manos de su Divina Providencia en aquellas últimas agonías se ven libres de los tormentos, que consigo lleva la misma muerte y acaban en la paz del Señor. Conozcamos ya, cuan feliz, santa, preciosa y aun preciosísima fue la muerte de nuestros felicísimos Abuelos y cuan llena de gozo y júbilo espiritual; pues, piadosamente se juzga, murieron á la fuerte, pero suave violencia de su amor con Dios.
O! Y cuánto deberíamos nosotros procurar para aquella triste hora, que armados con su poderoso auxilio, sepamos disponernos con frecuentes actos de verdadera contrición! Para Que así no perturbe el demonio con sus infernales astucias nuestro corazón; y que enardecido nuestro espíritu en las llamas del Divino amor, logremos entregar dichosamente nuestra alma en manos del Criador y el favor que en esta Novena pedimos, si conduce para tan dichoso fin. Amén.
DÍA OCTAVO
MEDITACIÓN DEL GOZO
en la Resurrección de Jesu-Christo.
Considerad en el día de hoy el gozo tan exultante de Nuestros Gloriosísimos Patronos y Abogados Joaquín y Ana en la triunfante Resurrección de Jesu-Christo. Expiró el Divino Redentor en la Cruz; bajó su Santísima alma al limbo de los Santos Padres; convirtió en brillantes resplandores de Gloria aquellas oscuras cavernas; en el tercero día acompañada de aquellas almas santas y de numerosa muchedumbre de Santos Ángeles fue al Sepulcro; reunióse con su Cuerpo muerto y desfigurado, revistiéndole con la estola de su Gloria, e inmortalidad.
Qué gozo tan inefable sería el de Nuestros ya Glorificados Abuelos ; y mayor aún, cuando con su dulcísimo Nieto Jesús gloriosamente resucitado se aparecieron á María Santísima, cuya amable compañía merecieron gozar hasta la subida del Redentor á los Cielos. Aliéntese pues nuestro corazón á emprender una tan perfecta vida, que manteniéndonos siempre firmes en la Divina gracia, merezcamos ser participantes de tanta gloria y conseguir ahora el favor que pedimos en este sagrado novenario, si es que convenga para mejor lograrla. Amén.
DÍA NONO
MEDITACIÓN DEL GOZO
tendrán siempre en el Cielo
Consideremos en Nuestros Bienaventurados Protectores Joaquín y Ana el gozo excelente, que perpetuamente tendrán en el Cielo por la Grandeza de su gloria, proporcionada á su elevada dignidad; viendo á su Dulcísimo Nieto Jesu-Christo sentado á la diestra de Dios Padre todopoderoso sobre los nueve coros de los Ángeles y a su amantísima Hija María coronada Emperatriz de Cielos y tierra, colocada al lado de su Hijo, adorada de los Ángeles y obedecida de todos los Santos y celestiales Jerarquías.
¿Cuánto será el gozo de Nuestros adorados Abuelos; cuando también todos los Ángeles, Santos y Bienaventurados se precian de poderlos obsequiar y tributar los más honrosos homenajes, dándoles en todos los días mil parabienes por su elevada Grandeza? Con esta consideración esforcémonos en imitar sus heroicas virtudes, con que merezcamos alabar eternamente tanta Grandeza, admirar su Poder, engrandecer su dignidad, celebrar las Excelencias de su Gloriosísima Hija la Virgen María, venerar la Majestad de su Sagrado Nieto Jesús; y conseguir ahora, lo que pedimos en esta Devota Novena, si conduce para la salvación de nuestras almas. Amén.
31 Barcelona 8 Mayo 1806. Por lo que á nos toca puede reimprimirse.
Basart V. G.
Barcelona 10 de Mayo de 1806.
Reimprímase.
Vega.
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