NOVENA DEL SANTO INOCENTE MÁRTIR CRISTÓBAL, NIÑO DE LA GUARDIA
A HONOR SUYO Y AUMENTO DE LA DEVOCIÓN
DEDICADA AL SANTO NIÑO POR UN DEVOTO PRESBITERO PREBENDADO DE LA SANTA IGLESIA DE TOLEDO, PRIMADA DE LAS ESPAÑAS
CON UN BREVE RESUMEN DE LA HISTORIA DEL SANTO NIÑO INOCENTE CRISTOBAL
Que se venera en la capilla de La Balesquida.
Calle de San Juan - OVIEDO
CON LICENCIA
IMP. CARDIN Y ROJO CALLE G. DEL VALLE, 11-OVIEDO
Año de 1931
Puestos de rodillas ante la Imagen del Santo Niño, se dice el Acto de Contrición Señor mío Jesucristo, y se da principio a la Novena como sigue:
INVOCACIÓN
¡Dios Santo! ¡Dios eterno! ¡Dios inmortal! ¡Uno en esencia y trino en Personas! En confesión de esta fe invocamos vuestro sacrosanto nombre, y reconociéndoos como único y verdadero Dios y Señor infinitamente bueno, sabio, poderoso, principio y fin de todas las cosas, imploramos el auxilio de vuestra gracia para alabaros, bendeciros y glorificaros, glorioso en vuestro siervo el inocente Niño Cristóbal, recordando y celebrando vuestra sagrada pasión y muerte, renovada e imitada en el martirio de este inocente Niño en esta devota Novena que le consagramos para conseguir de vuestra Divina Majestad las gracias que os pedimos por su intercesión, diciéndole Amén.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
¡Salve, inocente Niño Cristóbal! ¡Niño inocente! ¡Niño mártir! ¡Niño bienaventurado!, flor de los mártires, ¡como mártir el más semejante al ejemplar de los mártires, Cristo Jesús, en el modo de tu martirio!, dignate recibir estas salutaciones que te dirigen vuestros devotos en medio de la más grande admiración, tributándote el más justo homenaje que nace del fuego de sus corazones al contemplaros en tu admirable singular martirio. Tu eres aquel inocente Niño, que la dañada mano del hijo de la cruel sinagoga, arrebatado en la tierna edad de tres años, cual naciente rosa a impulso del fuerte torbellino, y desarraigado del seno de tu madre, cual tierna planta a impulso del arado, fuiste conducido para dar el buen olor de tu paciente inocencia a aquel monte de mirra semejante al Gólgota, en el que exhalaste el último suspiro pendiente en una cruz. Tú eres el Mártir más ejemplar y práctico en todo tu martirio, en tu pasión y muerte a nuestro Redentor Jesucristo en su sacratisima pasión y muerte. Tú eres el cordero sin mancilla, que en la mayor semejanza seguiste al cordero de Dios, que quitó los pecados del mundo, que sufrió pasión y muerte hasta expirar en el Gólgota en el leño sacrosanto de la cruz. Tú fuiste quien en tu tierno cuerpecito sufriste la grande y recia tempestad de tu prisión, de malos tratamientos, falsas acusaciones, copiosas blasfemias, execrables dicterios, crueles bofetadas, asquerosas salivas, dolorosos azotes, corona de punzantes espinas, horrenda crucifixión con penetrantes clavos en tus tiernas manos y pies, y para colmar tanta maldad, tanto crimen de parte de los hijos de la reprobada sinagoga, sufriste el rasgar tu tierno pecho hasta arrancarte y extraer tu inocente corazón sin mancilla. Tú así exhalaste tu último suspiro, ofreciendo desde aquella cruz como en una ara el holocausto de tu vida en olor de santidad en honor de aquel que es el autor de la santidad y de la vida, Cristo Jesús, que a la letra lo padeció a los treinta y tres años en el Gólgota para redimirnos del pecado y librarnos de la eterna muerte, pagando así la deuda a que el género humano era deudor a tu eterno Padre. Así fuiste tan insigne Mártir y su tan fiel imitador. Al considerar nosotros tanto tormento, tanto martirio como padeciste en aquella noche de tu pasión, se abisma nuestro entendimiento, que no alcanza a penetrar su grandeza en los pérfidos fines de la saña y ceguedad de los obstinados hijos de la sinagoga; y solamente hace pie en medio de tanta admiración, implorando, puestos a tus pies, tu protección, tu amparo y tu intercesión, diciéndote en reconocimiento de tus virtudes y santidad, y confesándote con fe piadosa caminando tu alma (y aún tu cuerpo) desde el árbol de tu cruz el alto solio del empireo. ¡Oh, glorioso niño inocente Cristóbal!, dígnate ser nuestro ángel tutelar, nuestro insigne protector, nuestro benéfico patrono en tantas calamidades y tribulaciones como por todas partes nos circundan en este valle de lágrimas. Alcánzanos del Padre de las misericordias el remedio eficaz en los peligros de la vida, la salud de alma y cuerpo, el don de la paz de nuestro reino y de nuestras familias, la regularidad de las estaciones, la abundancia de nuestros campos en los frutos de la tierra. Ahuyenta las pestes terribles, los violentos huracanes, los espantosos terremotos, los rayos que arroja el espíritu de las tempestades la horrible hambre, las malhadadas guerras y las espantables muertes repentinas. Disipa el espiritu del error, de la herejía del cisma y de la impiedad e incredulidad, que pulula y se acrecienta en demasia. Y por último, consíguenos del Dios de la verdad el don tan apreciable de la fe, para que iluminados con tan superior luz, caminemos sin declinar a la diestra ni a la siniestra, vivamos y muramos con la observancia de los divinos mandamientos en nuestra sacrosanta religión católica apostólica romana. Amén.
Aquí se rezará un Padre nuestro y Ave María con Gloria Patri, pidiendo al Señor la gracia que cada uno intente conseguir del Señor en esta Novena por la intercesión del Santo Niño inocente Cristóbal.
DÍA PRIMERO
PRENDIMIENTO Y ROBO DEL SANTO NIÑO
ORACIÓN
¡Oh, glorioso inocente Niño Mártir Cristóbal! Al considerarte en el atrio de la puerta del Perdón de la Santa Iglesia Primada de las Españas en la gran festividad de la Asunción que consagra en 15 de Agosto a la venerable imagen de Nuestra Señora del Sagrario, en compañía de los demás niños y el innumerable concurso que allí acudieran, no podemos menos de dirigirnos a aquel fiero judío Juan Franco, que para consumar el pérfido proyecto de su gente, estaria avizorando la víctima que había de llevarse para el sacrificio de muerte; y echando su sañuda vista y sacrilega mano sobre ti, te sorprendió con arteria, cual lobo carnicero que arrebata al inocente cordero de en medio de la grey, para llevarte al sitio de tu prisión. No sin fundamento creemos que a impulso de la naturaleza, como el cordero que bala al separarle de la leche de su madre, llamarías con voz trémula y balbuciente a tu tierna madre, que lejos en su pobre morada Parroquia de San Andrés, no podía oir la voz de su querido hijo, ni acudir a su llamamiento; y entre la zozobra y llanto sucumbirías por miedo a aquel fiero sayón. ¡Lance doloroso para ti que le pasaste y para nosotros que le repasamos! Por él, pues, ¡oh inocente Niño Cristóbal! os pedimos nos alcances del autor de todo don, que nos separemos de grado de todos los vinculos de la carne y de la sangre, vistiendonos con el escudo de la fortaleza para resistir a los impulsos del fiero dragón que anda alrededor para devorarnos, inclinando nuestros sentidos para las obras de la carne y de la sangre, y además la gracia que esperamos conseguir del Señor por medio de esta devota Novena, a gloria suya, culto vuestro y bien de nuestras almas. Amén.
GOZOS AL SANTO NIÑO CRISTOBALITO DE LA GUARDIA
De Jesus trasunto hermoso
sobre ser tan pequeñito
Niño Juan Cristobalito
sed nuestro amparo glorioso.
Vuestra madre ya de edad
por sucesion suspirando,
a San Juan de Mata orando,
logró la fecundidad,
a la Sacra Trinidad
debió fruto tan dichoso.
Nacisteis fragante flor,
mas deshojaros intenta
la parca menos atenta
muy presto con su rigor;
y el Hábito Redentor
de ella os libra milagroso.
De muy tiernecitos años
unos Judíos os prenden
lo que en su casa pretenden
callan con muchos engaños;
mas despues allí los daños
llevais cual Cristo amoroso.
Un Angel os confortó
para entrar en la pasion,
y un terrible bofeton
un fiero Judío os dió,
en el rostro os escupió
sin mostraros vos medroso.
En una columna atado,
tantos azotes os dieron,
que como á Cristo os pusieron
el cuerpo desfiguradó,
y todo despedazado,
lo que sufrís valeroso.
Con espinas coronado,
burlado y escarnecido,
sois á Jesus parecido.
y mas con la cruz cargado,
en la que sois enclavado
como su retrato hermoso.
Vuestro tierno pecho abrió
el bote de una lanzada,
y la sangre derramada
á vuestra madre curó,
pues la vista le volvió
con milagro portentoso.
Por la puerta del costado
el corazon os buscaba
el Judio y no lo hallaba,
hasta haberle vos mostrado;
mas despues el desalmado
os lo arrancó furioso.
Ya despues de sepultado,
buscándoos la devocion,
ni cuerpo ni corazon
pudo ser jamas hallado;
que al cielo sois trasladado
puede pensar el piadoso.
En Sagunto venerado,
y en la guardia muy querido,
sois en Valencia aplaudido,
y en Toledo muy honrado;
porque por vos remediado
se encuentra el menesteroso..
Los Cofrades admirados
de los milagros que haceis,
que á enfermos convaleceis,
y sanais a los quebrados,
todos os rinden postrados
culto por tan milagroso.
Los niños, de alferecía
de mal de corazon,
con vuestra proteccion,
alcanzan la mejoría;
y de vos la salud confia
todo enfermo y achacoso.
Ya que sois tan poderoso
aunque seais tan pequeñito:
Niño Juan Cristobalito
asistidnos amoroso.
L/: Signasti Domine servum tuum Christophorum.
R/: Signis redemptionis nostræ.
OREMVS
Deus, ad cujus Unigeniti Fitii imitationem innocens martir Christophorus toleravit opprobria, sustinut irrisiones, flagella non timuit, crucemque subirit: concede propitius, ut crucem ferrendo passioni ipssius conformari mereamur. Per eundem…
DÍA SEGUNDO
ESTANCIA EN LA GUARDIA
ORACIÓN
¡Oh glorioso inocente Niño Mártir Cristóbal! Ya te vemos salir de Toledo para la Guardia, lugar dispuesto para tu sacrificio por los pérfidos judíos sin tú saber nada, en manos del hipócrita judío Juan Franco, que semejante al alcón con la inocente avecilla entre sus uñas, o león hambriento con la presa entre sus garras para saciar su hambre en la caverna, te lleva a su casa a merced suya, asegurado de la victima para el día del sacrificio según su ley de Moisés. Allí en su propia casa a su vista, en tu lóbrega secreta estancia, por espacio de siete meses te sustenta con el pan de lágrimas y el agua de la tribulación, aumentando tu dolor con palabras injuriosas, con denuestos y feos dicterios, y de vez en cuando, agitado por el espíritu malo de odio al ungido del Señor Cristo Jesús, con crueles golpes dirigidos contra tu tierno cuerpo en persona del mismo Jesús en tan largo hospedaje, sufriéndolo todo con inalterable paciencia. Alicionados, pues, nosotros en esta tu escuela, os pedimos que nos alcances del Dios de la paciencia la tolerancia en los malos tratamientos del mundo, y la mas perfecta sumisión para sufrir los azotes con que la mano de Dios nos castiga como Padre a queridos hijos, y además la gracia que intentamos conseguir del Señor por medio de esta devota Novena, a gloria suya, culto vuestro y bien de nuestras almas. Amén.
DÍA TERCERO
SALIDA PARA EL MARTIRIO
ORACIÓN
¡Oh glorioso inocente Niño Mártir Cristóbal! Corrió el círculo del tiempo y se acercó la llena de la luna de Marzo día 14, en cuya víspera de la gran pascua de los judíos era necesario matar el cordero para el sacrificio solemne según la ley de Moisés. Y huyendo de la luz del sol, ya por temor, ya como avergonzados los judíos de tamaña maldad, te sacan de la casa del pérfido judío Juan Franco y te conducen por el camino áspero, escabroso y espinoso hacia la parte del que se nombra Carreto caña, al monte en dó está la gruta y cueva que siendo abrigo de pastores en las incomodidades de las estaciones, va a ser el atrio de Anás, Caifás, Herodes y Pilato, en donde se va a formar en una noche el expediente de tu pasión, muerte y muerte de cruz, todo en acto seguido. No podemos, por más que lo consideramos, penetrar los límites de la sorpresa y congoja que aquejaría a tu alma en medio de la razón pueril (si ya no es que Dios te adelantó su uso) al ver y oir el conjunto de circunstancias de tiempo, lugar, personas y medios que presentaba en aquel momento aquella horrible y oculta gruta; pero siempre tenemos por cierto que tu tristeza, si no te hizo brotar sangre por todos los poros de tu cuerpecito, te traspasaría el dolor tu tierno corazón, al ver que ya se preparaba y comenzaba el sacrificio de la víctima. Aunque tristes al considerar tu dolor, nos consuela al ver que en él y por él tenemos el apoyo de tu protección, pidiéndoos nos alcancéis del Señor, que consuela a los desconsolados, el espíritu de resignación y alegría en los dolores que en todo momento nos afligen y aquejan en la carrera de nuestros años en el cuerpo y en el alma, para lograr como tú el gozo eterno de la gloria, y además la gracia que esperamos conseguir del Señor por medio de esta devota Novena, a gloria suya, culto vuestro y bien de nuestras almas. Amén.
DÍA CUARTO
IMPROPERIOS E INSULTOS
ORACIÓN
¡Oh glorioso inocente Niño Mártir Cristóbal! ¿Cuál es la causa de tanta saña de los judíos para meditar tan vanas tramas con sus hechizos, mancomunándose en el conciliábulo de la prueba contra el Señor y su Cristo? No otra que no pudiendo crucificar otra vez al que resucitó para no volver a morir, el renovar al menos su pasión y muerte en tu tierna persona. Así es que acuden a una a esta cueva los judíos, que representando en escena a los pérfidos pontifices y principes Anás, Caifás, Herodes y Pilato, y tomando cada cual de ellos el oficio de cada cual de éstos, empiezan a aguzar sus lenguas de serpientes, apellidándote alborotador, endemoniado, traidor, embaucador, profeta falso y demás improperios que sus padres dieron a nuestro Señor Jesucristo, dando así principio a tu dolorosa pasión; y no siendo tu respuesta otra que el profundo silencio, diste ejemplo de imitar a tu Maestro, que no abrió su boca para contestar a tamaños improperios. Alcánzanos, Santo Niño, de la Divina Majestad el buen uso de nuestra lengua para que siendo universidad de iniquidad, la hagamos la universidad de la santidad con el saludable remedio de un santo silencio, y además la gracia que esperamos conseguir del Señor por medio de esta devota Novena, a gloria suya, culto vuestro y bien de nuestras almas. Amén.
DÍA QUINTO
SALIVAS Y BOFETADAS
ORACIÓN
¡Oh, glorioso inocente Niño Mártir Cristóbal! De las palabras, pasaron aquellos infames judíos a las obras. Y hé aquí, que empiezan por el vituperio de escupir y llenar de inmundas salivas tu inocente cuerpecito, en señal del oprobio más feo que intentaran contra tí. Y no contentos con esta infame burla, levantan con la mayor insolencia sus crueles y pesadas manos, castigandote cada cual a su antojo, dándote crueles bofetadas y golpes descomunales en tu tierno cuerpecito. Cuál sería tu dolor, nosotros lo consideramos, no obstante de ver el sufrimiento y tolerancia con que los sufriste, y deseando imitaros en tu resignación; y para ello suplicamos nos consigas la paciencia y sufrimiento en tantos goipes como el mundo apresta a todos y en todo momento para seguir tus huellas edificantes, y además, la gracia que esperamos conseguir del Señor por medio de esta devota Novena gloria suya, culto vuestro y bien de nuestras almas. Amén.
DÍA SEXTO
AZOTES
ORACIÓN
¡Oh, glorioso inocente Niño Mártir Cristóbal! No apagaron los judíos la sed rabiosa contra Jesucristo en tu persona, con los baldones y golpes que sobre ti descargaron, y armados de cuerdas y varas cargan de nuevo sobre tu delicado cuerpecito una, la más recia tempestad de azotes, capaces de abatir al más fuerte de los hombres, y que solo pudiste sobrellevar fortalecido con la divina virtud, que te daba fuerzas para conservar tu vida hasta la consumación de ella en la cruz. Asi sufriste tamaño castigo con resignación inaudita en tu edad de tres años, imitando a tu divino Maestro cuando fué azotado en la columna por orden de Pilato, diciendo prácticamente... Heme aquí, preparado para los azotes... Dignaos, pues, oh Santo Niño, por estos tus azotes alcanzarnos del que fué azotado por nuestros pecados Cristo Jesús una perfecta resignación como tú tuviste en tan terrible castigo para sufrir los azotes con que el Padre de las misericordias nos castiga en esta vida para la enmienda de ellos y para evitar así los que tiene preparados en la eternidad para los pecadores impenitentes, y además la gracia que esperamos conseguir del Señor por medio de esta devota Novena, a gloria suya, culto vuestro y bien de nuestras almas. Amén.
DÍA SÉPTIMO
CORONA DE ESPINAS
ORACIÓN
¡Oh, glorioso inocente Niño Mártir Cristóbal! Para no dejar sana parte alguna de tu tierno cuerpecito, aun faltaba un castigo singular en tu delicada cabeza. Y una corona formada de ahulagas, abrojos y demás yerbas punzantes que brotan en el terreno de aquel monte, fué la insignia de honor con que la ornaron los judíos, tan crueles enemigos, en seguida a tus azotes, y cuyas punzantes espinas taladraron en rededor tu delicada cabeza, ajena de todo vicio de soberbia, vanidad y vanagloria, y solo asiento de la verdadera inocencia de los párvulos, de quienes es el reino de los cielos. Por tanto dolor como sufriste en esta parte como asiento y centro de la sensibilidad y del dolor, os rogamos con las mayores veras, nos alcances del que fué coronado de espinas en su sagrada pasión Cristo Jesús, el espiritu de humildad para resistir los estímulos de la soberbia, de la vanidad, de la ira y vanagloria, para conseguir el reino celestial que está prometido a los humildes de corazón y además la gracia que esperamos conseguir del Señor por medio de esta devota Novena, a gloria suya, culto vuestro y bien de nuestras almas. Amén.
DÍA OCTAVO
CRUCIFIXIÓN
ORACIÓN
¡Oh, glorioso inocente Niño Mártir Cristóbal! Ya no restaba en tu tierno cuerpecito parte alguna que atormentar a tus crueles enemigos los judíos, y para llevar a cabo su rabia y odio a Jesucristo Redentor nuestro, en tu persona forman una tosca cruz para en ella crucificarte como lo hicieron sus padres con el Salvador del mundo en el horrendo deicidio. No desisten de su bárbaro proyecto y ese, tu tierno cuerpecito plagado a golpes, desgarrado a fuerza de los azotes, y exánime por tanta sangre vertida, es colocado en ella, traspasando tus pies y manos con penetrantes agudos clavos. Ya pendès en ella, ¡oh, inocente Niño!, asemejado a tu divino ejemplar y Redentor en el madero de la Cruz pendiente en ella. Postrados, pues, ante ese trono, a la sombra de ese santo árbol nos acogemos con la más ferviente devoción bajo tu protección poderosa, y con la más firme confianza esperamos conseguir del Señor el auxilio de su gracia santificante para crucificar todas nuestras pasiones, despojándonos de todos los hábitos del hombe viejo según la carne y revestirnos de los del hombre nuevo en el ejercicio de las virtudes cristianas y además la gracia que esperamos conseguir del Señor por medio de esta devota Novena, a gloria suya, culto vuestro y bien de nuestras almas. Amén.
DÍA NOVENO
EXTRACCIÓN DEL CORAZÓN
ORACIÓN
¡Oh, glorioso inocente Niño Mártir Cristóbal! Aún no habéis concluído la carrera del martirio. Resta aún el holocausto de esa victima la total destrucción con el acto más horrendo e inaudito que jamás vieran los hijos de los hombres en la historia universal. Y tus últimos alientos vitales van a acabar con el fin más trágico y horrendo que jamás se ha visto en la carrera de tantos siglos como cuenta la creación del mundo. Tu inocente corazón va a ser la parte última, que será quemada en holocausto en honor al Dios de la vida. El cuchillo en la mano del judío Benito García de las Mesuras rasga inhumanamente tu tierno pecho, contra su sacrilega mano, le arranca, extrae y le entrega a Mosen Franco, que le recibe en un lienzo para la confección del soñado hechizo, que inventaron los hijos de la sinagoga para el exterminio de los cristianos. ¿Quién jamás vió u oyó cosas más horribles que esta, que ha cometido en demasía la reprobada para siempre sinagoga por mano de sus hijos?, acabemos. Acabaste tú, ¡oh, Santo Niño!, tu carrera en el corto espacio de solos tres años de tu vida. Consumaste tu inaudito martirio apurando el cáliz de tu pasión hasta sus heces. Si. Acabaste, ¡oh, Santo Niño!, tu martirio; pero que no acabe (os rogamos) tu protección a favor de tus devotos, que te invocan e imploran tu patrocinio. Proteged este tu reino, manteniéndole en la profesión de la Santa Fé Católica, Apostólica y Romana. Proteged tu suelo natal, la imperial Toledo. Proteged el suelo de tu martirio, la villa de la Guardia, que por espacio de más de tres siglos te honra con culto religioso como a su patrono. Y alcanzanos a todos la verdadera paz en esta vida y la eterna en la gloria, y además la gracia que esperamos conseguir del Señor por medio de esta devota Novena, a gloria suya, culto vuestro y bien de nuestras almas. Amén.
Nihil obstat
Fr. Esteban G. Vigil, O. P.
Oviedo 16 de junio de 1931.
Imprimatur
+JUAN, Obispo
de Oviedo.



