domingo, 15 de septiembre de 2019

CONSAGRACIÓN Y NOVENA A NSTRA. SRA. DE LA MERCED

CONSAGRACIÓN Y NOVENARIO 
A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA 
BAJO EL TÍTULO DE 
NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED
VENERADA EN SU SANTUARIO
EN LA MUY NOBLE Y LEAL
CIUDAD DE SANTIAGO DE LOS CABALLEROS DE
LEÓN


CONSAGRACIÓN 
A la Virgen de Mercedes
Ideal para todo tiempo pero en especial para el 24 de cada mes. 


Santísima Virgen de Mercedes, Madre queridísima y Reina soberana de mi corazón. Yo os consagro en este día todo mi ser y os pido Mercedes para todas mis necesidades. Os consagro mi inteligencia para que Vos la iluminéis con una fé viva; os consagro mi corazón para que Vos lo gobernéis con la dulce y segura fuerza de vuestro amor; os consagro mi voluntad para que jamás se aparte del bien; os consagro mi alma con sus potencias y mi cuerpo con sus sentidos para que nunca ofendan a Dios; os consagro, en fin, mi vida entera para que siempre esté a vuestro amor y servicio. 


Y humildemente os pido Mercedes para todas mis necesidades; la Merced de vuestro poderoso auxilio contra los tres mortales enemigos del alma: mundo, demonio y carne; contra las asechanzas y tentaciones del demonio, contra las pompas y vanidades del mundo, contra las malas inclinaciones de la carne. Os pido la perseverancia en la Divina Gracia para salvarme.


Os pido vuestra bendición para vivir y morir en la dulce esclavitud de vuestro amor. No me abandonéis, oh mi amada Virgen de Mercedes; guiadme en la vida, asistidme en la muerte y recibidme en la gloria. Amén. 


NOVENA
Por la señal… En el nombre...
SEÑOR MÍO JESUCRISTO...


ORACIÓN INICIAL 
¡Oh Virgen de Mercedes, consuelo de las almas atribuladas! A Vos acudo en este día lleno de confianza en vuestra poderosa protección para que me socorrais en la necesidad que aflige mi angustiado corazón, miradme con ojos de misericordia Madre Mía y alcanzadme de vuestro divino Hijo y mi Señor Jesucristo, la gracia especial que os pido humildemente sí ha de ser para mayor Gloria de Dios, honra vuestra y provecho de mi alma. Amén. 



Día Primero 
SALUD DE LOS ENFERMOS 


¡Oh potentísima Virgen María, salud de los enfermos, Madre de Mercedes! Yo os suplico me socorráis en esta presente necesidad en que me hallo por la falta de salud, compadeceos de mí, dulce Señora mía, y alcanzádmela sí conviene para la de mi alma, a fin de que una vez recobrada, pueda servir a Dios fielmente en esta vida y después con una santa muerte llegar a gozarle en el cielo en compañía vuestra por toda la eternidad. Amén.


Ahora se rezan cinco Ave Marías en honor a Nuestra Señora de Mercedes 


ORACIÓN FINAL 
Acordaos ¡Oh piadosísima Virgen María, Madre mía de Mercedes! que jamás se oyó decir que ninguno de los que se han acogido a vuestra protección, implorando vuestra ayuda, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza vengo a Vos, soberana Señora, y postrado ante vuestra milagrosa imagen os presento mi necesidad y pongo en vuestra reales manos mi petición. 


Día Segundo 
CONSUELO DE LOS AFLIGIDOS


¡Oh mi Señora, Madre de Mercedes! Grande es la tribulación que yo padezco, y a Vos acudo en busca de consuelo y remedio, poniendo en vuestras manos la resolución de esta aflicción. Alcanzadme la gracia de verme libre cuanto antes de los pesares que me atormentan, si conviene para mayor gloria de Dios, honra vuestra y bien de mi alma. Amén.


Ahora se rezan cinco Ave Marías en honor a Nuestra Señora de Mercedes 


Día Tercero 
REFUGIO DE LOS PECADORES
¡Abogada y refugio de los pecadores, Madre de Mercedes! Aquí me tenéis postrado a vuestras virginales plantas y lleno de confusión y de vergüenza, imploro vuestro poderoso valimiento. Confieso que he sido un ingrato alejándome de Dios por el pecado, y un loco poniéndome en riesgo inminente de eterna condenación, pero ya que Vos sois Madre de la divina misericordia, usadla conmigo, que soy pecador muy necesitado. Alcanzadme la gloria de un sincero arrepentimiento de mis culpas, y la de acercarme al Sacramento de la Penitencia con las debidas disposiciones para merecer el retorno a la amistad de Dios. Amén.


Ahora se rezan cinco Ave Marías en honor a Nuestra Señora de Mercedes 


Día Cuarto 
AUXILIO DE LOS CRISTIANOS


¡Oh Maria , Madre de Misericordia, que con vuestra intercesión habeis librado tantas veces a los cristianos de la peste, de la guerra y de las otras calamidades! libradnos ahora de la irreligión y del vicio, que por medio de la prensa , de la asociaciones y de las escuelas impías, aleja a los fieles de la iglesia y de la virtud. Madre mia , animad a los buenos, para que perseveren; fortaleced a los débiles y haced que se conviertan los descarriados y a los pecadores, a fin de que triunfando la verdad aquí en la tierra y estableciéndose el recuerdo de Jesucristo, sea mayor vuestra gloria y mayor el número de los elegidos del cielo. Amen.


Ahora se rezan cinco Ave Marías en honor a Nuestra Señora de Mercedes 


Día Quinto 
MADRE DE MISERICORDIA


Santísima María, Madre de bondad y de misericordia, que con vuestro visible patrocinio habéis librado tantas veces al pueblo cristiano de los asaltos y de la barbarie de los musulmanes, librad, os suplico, a mi alma de la asechanzas del demonio, del mundo y de la carne ; y concédedme en todo tiempo la más completa victoria sobre los enemigos de mi alma. No quiero ofender a Dios, sino amarle con todo mi corazón. Amen.


Ahora se rezan cinco Ave Marías en honor a Nuestra Señora de Mercedes 


Día Sexto 
DEFENSA DE NUESTRA FE


Poderosísima reina de los cielos, que solo pudisteis triunfar de las innumerables herejías que pretendían arrancar a tantos hijos del seno de nuestra Madre Iglesia . Ayudadme, por piedad, a permanecer firme en la fe y a conservar puro el corazón en medio de tantas asechanzas y del veneno de tan perversas doctrinas, para que así pueda amar y servir a Dios con fidelidad. 
Amen.


Ahora se rezan cinco Ave Marías en honor a Nuestra Señora de Mercedes 


Día Séptimo 
CAUSA DE NUESTRA ALEGRÍA.


¡Madre de Mercedes! Compadeceos de mi, consoladme, aliviad mi pena que me aflige y puesto que Vos, Señora, sufristeis tanto en la pasión y muerte de vuestro divino Hijo, socorredme en esta tribulación y haced que brille para mi la alegria interior santisima de mi Dios. Amen.


Ahora se rezan cinco Ave Marías en honor a Nuestra Señora de Mercedes 


Día Octavo
ESPERANZA NUESTRA


¡Oh gran Señora, esperanza dulcísima de los que te invocan, madre de Mercedes!
Alcanzadme el don singular de la perseverancia final para que, mereciendo por vuestro favor y socorro la gracia de una cristiana muerte, consiga después de ella entrar en las moradas eternas de la gloria, donde alabe y glorifique al Señor por los siglos de los siglos. Amen


Ahora se rezan cinco Ave Marías en honor a Nuestra Señora de Mercedes 


Día Noveno 
CELESTIAL MEDIADORA.
¡Oh Purisima Virgen Maria, escala misteriosa que une el cielo con la tierra, Madre de Mercedes! Puesto que Vos Señora, os complacéis en desempeñar el consolador oficio de Mediadora entre Dios y los hombres, a Vos acudimos hoy, suplicandoos hoy ofrezcáis al Señor el tributo de nuestro agradecimiento por los beneficios que nos ha dispensado usando con nosotros de infinita misericordia. Alábenle por ello los cielos y la tierra y no cesen nuestras lenguas de bendecir y publicar sus grandezas y bondades. Amen.


Ahora se rezan cinco Ave Marías en honor a Nuestra Señora de Mercedes 


jueves, 12 de septiembre de 2019

Salmos al nombre de MARÍA

CINCO SALMOS
En honor del nombre santísimo de
MARÍA




La práctica de recitar cinco salmos cuyas iniciales corresponden a las cinco que componen el nombre de María


Esta práctica piadosa que ya se conocía  en el siglo XII, era muy querida por el Beato Ioscio, monje benedictino  de Saint-Bertin en Francia, un gran devoto de la Virgen María, cuya muerte en 1163, estuvo acompañada  por un milagro al aparecer en letras doradas el nombre de Maria.


La práctica alcanza  amplitud máxima y popularidad después de que, en 1683, el papa Inocencio XI (1676-1689) hace que sea universal para toda la Iglesia la fiesta del Santo Nombre de María, en recuerdo de la victoria sobre los turcos.


La recitación de los salmos con la antífona que   une a los cinco, fue aprobada por el Papa Pío VII (1800-1823)


Ant. Mariæ nomen *
(Canticum B. Mariæ Virginis * Luc. 1:46-55)
1:46 Magníficat * ánima mea Dóminum.
1:47 Et exsultávit spíritus meus: * in Deo, salutári meo.
1:48 Quia respéxit humilitátem ancíllæ suæ: * ecce enim ex hoc beátam me dicent omnes generatiónes.
1:49 Quia fecit mihi magna, qui potens est: * et sanctum nomen ejus.
1:50 Et misericórdia ejus, a progénie in progénies: * timéntibus eum.
1:51 Fecit poténtiam in brácchio suo: * dispérsit supérbos mente cordis sui.
1:52 Depósuit poténtes de sede: * et exaltávit húmiles.
1:53 Esuriéntes implévit bonis: * et dívites dimísit inánes.
1:54 Suscépit Israël púerum suum: * recordátus misericórdiæ suæ.
1:55 Sicut locútus est ad patres nostros: * Ábraham, et sémini ejus in sǽcula.
V. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
R. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, * et in sǽcula sæculórum. Amen.
Ant. Mariæ nomen * cunctas illustrate ecclesias, cui fecit magna qui potens est, et sanctum nomen ejus.


Ant. A solis ortu *
Psalmus 119 
119:1 Ad Dóminum cum tribulárer clamávi: * et exaudívit me.
119:2 Dómine, líbera ánimam meam a lábiis iníquis, * et a lingua dolósa.
119:3 Quid detur tibi, aut quid apponátur tibi * ad linguam dolósam?
119:4 Sagíttæ poténtis acútæ, * cum carbónibus desolatóriis.
119:5 Heu mihi, quia incolátus meus prolongátus est: habitávi cum habitántibus Cedar: * multum íncola fuit ánima mea.
119:7 Cum his, qui odérunt pacem, eram pacíficus: * cum loquébar illis, impugnábant me gratis.
V. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
R. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, * et in sǽcula sæculórum. Amen.
Ant. A solis ortu * usque ad occasum laudbile nomen Domini, et Mariæ matris ejus.

Ant. Refugium est *
Psalmus 118(17-32) 
118:17 (Ghimel) Retríbue servo tuo, vivífica me: * et custódiam sermónes tuos:
118:18 Revéla óculos meos: * et considerábo mirabília de lege tua.
118:19 Íncola ego sum in terra: * non abscóndas a me mandáta tua.
118:20 Concupívit ánima mea desideráre justificatiónes tuas, * in omni témpore.
118:21 Increpásti supérbos: * maledícti qui declínant a mandátis tuis.
118:22 Aufer a me oppróbrium, et contémptum: * quia testimónia tua exquisívi.
118:23 Étenim sedérunt príncipes, et advérsum me loquebántur: * servus autem tuus exercebátur in justificatiónibus tuis.
118:24 Nam et testimónia tua meditátio mea est: * et consílium meum justificatiónes tuæ.
118:25 (Daleth) Adhǽsit paviménto ánima mea: * vivífica me secúndum verbum tuum.
118:26 Vias meas enuntiávi, et exaudísti me: * doce me justificatiónes tuas.
118:27 Viam justificatiónum tuárum ínstrue me: * et exercébor in mirabílibus tuis.
118:28 Dormitávit ánima mea præ tædio: * confírma me in verbis tuis.
118:29 Viam iniquitátis ámove a me: * et de lege tua miserére mei.
118:30 Viam veritátis elégi: * judícia tua non sum oblítus.
118:31 Adhǽsi testimóniis tuis, Dómine: * noli me confúndere.
118:32 Viam mandatórum tuórum cucúrri, * cum dilatásti cor meum.
V. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
R. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, * et in sǽcula sæculórum. Amen.
Ant. Refugium est in tribulationis Mariæ nomen omnibus illud invocantibus.


Ant. In universa terra *
Psalmus 125 [1]
125:1 In converténdo Dóminus captivitátem Sion: * facti sumus sicut consoláti:
125:2 Tunc replétum est gáudio os nostrum: * et lingua nostra exsultatióne.
125:2 Tunc dicent inter gentes: * Magnificávit Dóminus fácere cum eis.
125:3 Magnificávit Dóminus fácere nobíscum: * facti sumus lætántes.
125:4 Convérte, Dómine, captivitátem nostram, * sicut torrens in Austro.
125:5 Qui séminant in lácrimis, * in exsultatióne metent.
125:6 Eúntes ibant et flebant, * mitténtes sémina sua.
125:6 Veniéntes autem vénient cum exsultatióne, * portántes manípulos suos.
V. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
R. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, * et in sǽcula sæculórum. Amen.
Ant. In universa terra * admirabile est nomen tuum, O Maria


Ant. Annuntiaverunt *
Psalmus 122 
122:1 Ad te levávi óculos meos, * qui hábitas in cælis.
122:2 Ecce, sicut óculi servórum * in mánibus dominórum suórum,
122:2 Sicut óculi ancíllæ in mánibus dóminæ suæ: * ita óculi nostri ad Dóminum, Deum nostrum, donec misereátur nostri.
122:3 Miserére nostri, Dómine, miserére nostri: * quia multum repléti sumus despectióne:
122:4 Quia multum repléta est ánima nostra: * oppróbrium abundántibus, et despéctio supérbis.
V. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
R. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, * et in sǽcula sæculórum. Amen.
Ant. Annuntiaverunt cœli nomen Mariæ, et videberunt omnes populi gloriam ejus. 


V. Sit nomen Virginis Mariæ benedictum
R. Ex hoc nunc et usque in sæculum.


Orémus
Concéde, quǽsumus, omnípotens Deus: ut fidéles tui, qui sub sanctíssimæ Vírginis Maríæ Nómine et protectióne lætántur; ejus pia intercessióne, a cunctis malis liberéntur in terris, et ad gáudia ætérna perveníre mereántur in cælis. 
Per Christum Dóminum nostrum.
R. Amen.

sábado, 7 de septiembre de 2019

TRIDUO A SAN NICOLÁS DE BARI





TRIDUO EN REVERENCIA DEL SANTÍSIMO PADRE Y ARZOBISPO DE MYRA 
SAN NICOLÁS EL MAGNO


AL DEVOTO LECTOR
Acuérdate que toda devoción
es inútil sino lleva el amor de
Dios y del prójimo.
El primero, te exige vivir en
gracia de Dios y el segundo,
practicar la limosna con generosidad.
Con licencia eclesiástica.


HIMNO
Insigne Prelado y Santo glorioso,
Recibe propicio la humilde oración
Del pueblo, que acude constante y piadoso
A tí de milagros portento asombroso,
Que a todos prodigas tu gran protección.

ORACIÓN
Oh Dios, que adornaste al bienaventurado Nicolás Obispo, con el don de innumerables milagros, concédenos por sus méritos y ruegos, seamos libres de las llamas eternas, por Jesucristo, Nuestro Señor, Amén.


ACTO DE CONTRICCIÓN
Dios de infinita santidad, que odias el pecado y aborreces la iniquidad, humildemente postrado ante tu soberana Majestad y convencido de mis innumerables faltas, detesto desde lo íntimo de mi alma las culpas con que tantas veces he ofendido a tu inmensa bondad con temerario desprecio de tu poder y vil ingratitud por los incontables beneficios que de tí he recibido y recibo cada día. Quisiera que el dolor que ahora siento por causa de mis iniquidades y el amor a tu bondad ultrajada redimiese mi corazón de los pecados y yerros, reconciliándome contigo, fuente inagotable de misericordia. Hacedlo así por los méritos de Jesucristo y la gloria de tu Santísima Madre y de los Santos todos que reinan en el cielo, y atendiendo a los ruegos de San Nicolás, cuyo favor imploro y espero alcanzar en este triduo. Amén.


DIA PRIMERO
Glorioso San Nicolás, que dejaste en la Iglesia ejemplos admirables de tu vivísima fé apacentando a los fieles con los puros pastos de la doctrina revelada, que supiste inculcar con fidelidad de buen pastor y que defendiste con ardor contra las insidias de los porfiados herejes que en tu tiempo quisieron contaminarlas, llegando a padecer tormentos y destierro por confesarla; haz que, por tu intercesión, se fortalezca y acrezca mi fé, para poder luchar contra los enemigos, que con diabólica impiedad pretenden borrarla de nuestras almas y destruir toda la obra de Jesucristo sumergiendo al mundo en un torpe materialismo, desviando al hombre de su legítimo fin y haciéndole esc1avo de sus pasiones; y alcánzame de la Suprema Bondad que muera confesando a Cristo, para que merezca reinar con él en tu compañía en el cielo. Amén.
Pídase la gracia que se desea conseguir.


ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Providentísimo pastor de las almas San Nicolás, fiel instrumento de la divina bondad y constante propugnador de la fidelidad de Dios en sus promesas; haz que cada día sea en mí más firme la fé en la divina providencia y que todos mis actos sean informados por esta virtud, acatando en todo momento los designios de Dios; y alcánzame la gracia que espero confiado en tu valiosísima protección y, que nunca niegas a tus devotos, para que, favorecidos con tus bondades, sepa cantar las misericordias del Señor y las maravillas con que glorifica a sus Santos. Amén.


DEPRECACIONES
Por el celo ardiente que movió tu corazón a evitar la ruina espiritual de la primera hija de aquél cristiano, a quién fuiste a socorrer en la primera jornada de caridad en favor de aquella familia en peligro; concédeme que yo evite todo mal pensamiento en mí, y sepa evitar la ruina espiritual de mis prójimos, principalmente de aquellos que me están encomendados de alguna manera; y alcánzame la gracia, que imploro de tu protección.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Por la encendida caridad que movió tus pasos en la segunda jornada a la casa del mal aconsejado cristiano, con que quisiste continuar tu hermosa obra de misericordia, haz que yo no desmaye en el buen camino emprendido hasta la muerte; y alcánzame la gracia que por tu intercesión imploro.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Por la prudente' reserva con que quisiste ocultar la admirable providencia con que tu generosidad proyectó a aquella familia, colmándola de gozo y admiración en tu tercera jornada de caridad al dotar a la última de las tres hermanas; haz que yo no busque la recompensa de mis buenas obras en el humano reconocimiento, sino en Dios, que ve nuestras interioridades, y sabe apreciar el valor de nuestros merecimientos; y concededme la gracia que te imploro, para que cante perpetuamente tus bondades, y sea Dios en ti glorificado. Amén.
Padre Nuestro; Ave María y Gloria



ORACIÓN FINAL
¡Oh bienaventurado San Nicolás! a quién Dios ha glorificado con innumerables milagros manifestando su voluntad de que acudamos confiados a tu protección; en tí deposito mis deseos, bien seguro de que los acogerás benigno; retirándome hoy de tu altar lleno de confianza en la caridad que siempre animó todos tus actos en la tierra, tanto mayor en el cielo, cuanto más cerca estás del foco inextinguible del amor divino. Con esta confianza animado (me propongo repetir esta visita y petición, para merecer el favor prometido a la perseverancia); y, en reverencia de las, tres jornadas con que inmortalizaste tu amor al prójimo en la tierra, defiéndeme de todo mal; y haz que merezca ser atendido, para que, reconocido, publique tus bondades, y crezca en el mundo tu devoción, que nos ayude a salvarnos, y poder algún día reinar en tu compañía en el cielo. Amen.



DIA SEGUNDO
¡Gloriosísimo San Nicolás, dechado admirable de confianza en el Señor! que no dudaste renunciar a todos tus bienes arrojándote por completo en los brazos de la divina providencia y que, con gran seguridad en la asistencia celestial, mandabas a los elementos y a la misma muerte y, hasta ejercías dominio sobre las almas haciendo retroceder a los hombres de sus malévolas determinaciones; que teniendo por norma de todos tus actos en esta vida la gloria de Dios, caminaste imperturbable por la senda del bien, sin desmayar ante los peligros y dificultades, que supiste vencer afianzado en la protección divina; alcánzame del Señor esa saludable confianza, de que tan admirables ejemplos nos dejaste, para que mire tranquilo las borrascas de la vida, hasta que, libre ya de todo peligro; goce de la eterna seguridad del cielo. Amén.
Pídase la gracia que se desea conseguir.


DIA TERCERO
¡Oh portento de caridad, llama inextinguible de amor a Dios ya los hombres!, que dejaste huellas saludables, que nos indicasen el camino que conduce al sol de la infinita bondad, moviéndole siempre a impulsos de aquel fuego que ardía en tu pecho, olvidándote de tí para consagrarte enteramente al servicio del Señor, sin perdonar trabajos, sufrimientos ni fatigas; que, a imitación del Maestro Divino, no podían tus ojos ver las necesidades y miserias del prójimo sin apresurarte a socorrerlas y remediarlas; mírame postrado ante tu bendita imagen en demanda de este favor que hoy te pido; no dudando, que quien en la tierra tan unido estuvo a la divinidad y tan misericordioso se mostró con sus hermanos, ahora, más cerca de la fuente de caridad, ha de manifestarse más tierno y compasivo con los que todavía caminamos por este destierro. Hacedlo así para que esta caridad que usas conmigo, aumente en mi alma aquel fuego divino, que me obligue a servir más de veras al Señor, cantando sus bondades, y glorificándote como instrumento de sus infinitas misericordias; hasta que tenga la dicha de gozar en tu compañía de la eterna bienaventuranza. Amén.
Pídase la gracia que se desea conseguir.












ANOTACIONES

Al hablar sobre la piedad popular, es referirnos a aquellas devociones que antaño se hacían en nuestros pueblos y nuestras casas, cuando se...