domingo, 16 de octubre de 2022

OFICIO PARVO DE SANTA ÚRSULA, VIRGEN Y MARTIR


 

EJERCICIOS DEVOCIONALES EN HONOR A LA SANTÍSIMA VIRGEN Y MÁRTIR ÚRSULA Y SU SANTA COMPAÑÍA.

 

Publicado por Nikolaus Doll. Augsburgo, Alemania. Año 1843.

 

 

OFICIO LITURGICO EN HONOR DE LA SANTISIMA VIRGEN Y MARTIR URSULA Y SUS SANTAS ACOMPAÑANTES.

 

 

ORACIONES INICIALES

 

¡A Ti sea Señor por siempre todo el poder, el honor y la gloria! ¡Has creado para ti un ejército de vírgenes, que en su tierna juventud permanecieron dedicadas a la virtud, amantes de la castidad hasta la muerte! Inflámanos con igual amor; ¡Que nosotros entre estos coros de doncellas te cantemos a Ti, Santísimo Dios!  Alabado seas para siempre!

 

A MAITINES

 

V. Señor abre mis labios.

R. Y mi boca proclamará tus alabanzas.

V. ¡Dios mío! ¡Ven en mi ayuda!,

R. Señor! apúrate a ayudarme.

V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

R. Como era en el principio, eternamente y por los siglos de los siglos. Amén.

 

DESDE NIÑA, ÚRSULA DESPRECIA GENEROSAMENTE AL MUNDO.

 

Una hija de buena familia desde temprana edad

Despreció el esplendor del mundo y su vanidad;

Rechazó los lujos y lisonjas de la Corte

Pues Dios la había escogido para sí mismo,

La había elegido para ser su consorte.

Oración unida a la verdadera virtud,

Un corazón puro según la mente de Cristo

Era ya el adorno de su juventud,

Poderoso amor que la atrajo al cielo.

 

Meditemos, pues Úrsula nos muestra,

Que no es excusa nuestra juventud,

Para emplearnos tempranamente en obras de virtud,

Y así ganar la gloria del cielo, con dignidad cierta.

 

Antífona. No améis al mundo porque en él todo es vanidad, temed a Dios y guardad sus mandamientos.

 

V. Acuérdate de tu Hacedor en los días de tu juventud,

R. Y sabed que Él os llamará antes de Su juicio.

 

Oración. Oh Dios! Tú que concediste a santa Úrsula la gracia de conquistar y vencer al mundo y sus goces: haz que, siguiendo su ejemplo, no nos dejemos engañar por los ilusorios bienes de los mismos, sino que luchemos con anhelo activo por los tesoros eternos en el cielo. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

 

 

A LAUDES

 

V. ¡Dios mío! ¡Ven en mi ayuda!,

R. Señor! apúrate a ayudarme.

V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

R. Como era en el principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

 

URSULA DESEA PERMANECER VIRGEN PARA SIEMPRE.

 

Totalmente entregada al amor de Dios,

Como virgen, casta y pura, y consagrada al Señor

Durante toda la vida, sólo para casarse con Jesús:

Pero deja a la voluntad de Dios lo que Él decida

Según su sabio consejo,  Él ha decretado

Y ella cumple su designio bien aceptado.

 

Qué tranquila fluye mi vida, entretanto

Cuando imitando a Úrsula, también yo,

Devotamente me entrego a la voluntad de Dios:

Y puedo dedicarme a Su servicio santo.

 

Antífona. Qué hermosa es la virtud de la castidad, porque nos coloca en constante memoria delante de Dios y de los hombres. La santificación es la voluntad de Dios.

 

V. Modelad la sana enseñanza que habéis oído en el amor de Jesús;

R. Y custodiad los bienes depositados por el Espíritu Santo que habita en nosotros.

 

Oración. Oh Dios!,  de donde brotan los santos deseos, las buenas intenciones y las justas obras: ilumíname en todo lo que me propongo hacer por tu Espíritu Santo, para que quiera siempre, como santa Úrsula, sólo lo que te agrada y lo que tu Señor deseas. Infúndeme gracia para hacer vigorosamente tu voluntad. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

 

 

A PRIMAS

 

V. ¡Dios mío! ¡Ven en mi ayuda!,

R. Señor! apúrate a ayudarme.

V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

R. Como era en el principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

 

ÚRSULA OBEDECE Y SU ORACIÓN ES ESCUCHADA POR DIOS

 

Un príncipe quiere elegirla como esposa,

Por su voto de castidad tiene miedo de casarse,

Pero Dios escucha su súplica silenciosa.

Ella se embarca en el mandato de los Padres por amor a Dios;

Un coro de doncellas, su séquito quiere acompañarla en esta misión.

 

 

Oh, la Suprema Voluntad sea santa para mí,

Como guía de Dios; yo le obedeceré sin escarceo

¡Entonces Dios siempre tendrá misericordia

 Y otorgara la plenitud de la gracia a más de un deseo!

 

Antífona. Obedezcan a sus gobernantes y estén sujetos a ellos: porque ellos velan como los que tienen que dar cuenta de sus almas.

 

V. Dios resiste a los soberbios.

R. Pero a los humildes les da su gracia.

 

Oración. Oh Dios! Tú que quieres que obedezcamos a nuestros superiores por ti y que premias la obediencia por la humildad: inculca en nosotros estas virtudes para que, siguiendo el ejemplo de santa Úrsula, mostremos a nuestros padres y superiores el amor y la obediencia que debemos, para que todo sea guiado por vuestra prudencia, para el fin determinado por Vos para la salvación de nuestras almas. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

 

 

A TERCERAS

 

V. ¡Dios mío! ¡Ven en mi ayuda!,

R. Señor! apúrate a ayudarme.

V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

R. Como era en el principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

 

ÚRSULA CONFÍA EN DIOS EN LA TEMPESTAD DEL MAR

 

Ya se acerca a la tierra de los francos,

Pero de repente se levanta una tormenta.

La furia del mar, el estremecimiento del barco

Aterroriza al coro de las tiernas doncellas.

Pero a Úrsula no se la ve con temor,

No le teme a la muerte ni su proximidad;

Ella encomienda toda la vida al Señor,

Quien rápidamente mandó calma a la tempestad.

 

Como Úrsula, también yo confío plenamente

En Dios en los momentos de peligro.

Él puede lejos del mal mantenerme,

Él me salva de todos los problemas.

 

Antífona. No os dejéis asombrar por las tribulaciones que os vienen a prueba; El Señor guardará a los piadosos y los librará de los males.

 

V. El Señor sabe rescatar del peligro a los justos.

R. Los que esperan en El no serán avergonzados.

 

Oración. ¡Oh Santa Úrsula! Tú que, junto con tus compañeras, pusiste siempre confianza inmutable en Dios en los mayores peligros y fuiste graciosamente protegido por Él: obtenedme gracia para que no me desanime en mis tribulaciones, sino aprender a confiar más en Dios, mi Padre que está en los cielos, mi única esperanza edificada, para que yo pueda tener su consuelo y salvación para descansar. Por Cristo nuestro Señor. Amén

 

 

A SEXTAS

 

V. ¡Dios mío! ¡Ven en mi ayuda!,

R. Señor! apúrate a ayudarme.

V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

R. Como era en el principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

 

POR AMOR A LA VIRTUD DE LA CASTIDAD, ÚRSULA SALIÓ AL ENCUENTRO DE LOS HUNOS.

 

Al llegar cerca de Colonia en el Rin,

Se ve amenazada por un peligro ruin;

Está cerca, emanando de una furia como ninguno

La terrible multitud de los hunos.

Ella llega y confronta al enemigo inspirada:

'¡La confianza en Dios es mi estandarte!

No temo ni a la flecha ni a la espada,

Yo permanezco en Jesús, Él en mí, nada nos aparte.

 

Con la ayuda de Dios, conquistamos con valor

Al diablo, la carne y el mundo,

Pero perderán en la lucha, por error,

Quienes cayeron en el vicio inmundo.

 

Antífona. Bienaventurado el que soporta la tentación; si es aprobado, recibirá la corona de vida que el Señor ha prometido a los que le aman.

 

V. Todos los que viven piadosamente en Cristo Jesús, serán perseguidos por su causa.

R. Y los que son de Cristo tienen la carne mortificada contra los malos deseos.

 

Oración. Oh Dios! Tú que impusiste severas tentaciones contra la pureza a Santa Úrsula y su compañía, pero concediste la ayuda de Tu fuerza divina para la victoria en esa prueba: protégenos con gracia de todos los peligros del pecado, y ayúdanos siempre con tu gracia, para que podamos vencer con firmeza todas las tentaciones y permanecer fieles y agradables a ti con un cuerpo casto y un corazón puro. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

 

 

A NONAS

 

V. ¡Dios mío! ¡Ven en mi ayuda!,

R. Señor! apúrate a ayudarme.

V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

R. Como era en el principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

 

ÚRSULA EXHORTA A SUS COMPAÑERAS A MANTENER LA CASTIDAD Y SEGUIR EL MARTIRIO.

 

¡Oh, hermanas! Dice Úrsula resueltamente,

Permaneced fieles a Jesús hasta la muerte;

Y nuestra sangre será derramada también,

¡Confiad! Pues ayuda a los castos el Sumo Bien.

Ahora queremos jurarle lealtad,

Que nuestra sangre fluya por su Santidad;

Él escuchará las súplicas de los suyos,

Él nos conducirá a los cielos castos y puros.

 

La salvación de nuestro prójimo

Y la gloria de Dios Es nuestro placer

Y promoverlas es nuestro deber,

Entonces, con el ejército santo,

Allí veremos su rostro con gozo y encanto.

 

Antífona. Consolaos unos a otros, edificándose el uno al otro. Servíos unos a otros, cada uno según el don que ha recibido, como fieles dispensadores de los diversos dones de Dios.

 

V. Al llevar la palabra de Dios a los hermanos, serás un siervo fiel de Jesucristo,

R. Como alguien que ha sido educado en los principios de la fe y la verdadera doctrina.

 

Oración. ¡Oh Santa Úrsula! Tú que, con riesgo de tu vida, has animado a tus compañeras a mantener la pureza virginal y a hablar firmemente sobre Jesús: obtén para mí la gracia de que yo, como tú, esté lleno de santo celo por la gloria de Dios y la salvación de mi prójimo, en cuanto pueda, anime a los pecadores al arrepentimiento, pero fortalezca a los justos en las buenas enseñanzas y especialmente en la conducta intachable, para que pueda reemplazar las ofensas que puedan surgir, y por la santificación del nombre divino merezca mayor gloria en el cielo. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

 

 

A VISPERAS

 

V. ¡Dios mío! ¡Ven en mi ayuda,

R. Señor! apúrate a ayudarme.

V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

R. Como era en el principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

 

ÚRSULA SUFRE EL MARTIRIO CON SUS COMPAÑERAS.

 

Úrsula y las vírgenes todas dan sus vidas,

Con un sentido de heroísmo por Dios fortalecidas,

En la lluvia de flechas se revela su sacrificio

Y la heroína se hunde sobre la heroína.

Mil coronas brillan en el cielo con gran gloria,

Para recompensar su martirio y su memoria.

Todas ellas mueren, y en lo alto entronizadas 

Con Jesús su Dios eternamente desposadas.

 

Oh, ¿no tenemos también nosotros

Vida como Úrsula, sólo de Dios?

Queremos dárselo todo como sacrificio

Y luchar por él hasta el último suspiro.

 

Antífona. El que me confiese delante de los hombres, yo también me confesaré delante de mi padre celestial.

 

V. No temáis al que sólo mata el cuerpo.

R. Sino al que puede sumergir cuerpo y alma en el infierno al mismo tiempo.

 

Oración. Oh Dios! Tú que diste a Santa Úrsula y a su compañía una extraña fortaleza, por la cual entregó sangre y vida por la virtud de la castidad y por tu santa fe: fortalécenos también a nosotros, que todos luchamos por tu santa religión, y especialmente por la virtud de la castidad como un ejército santo, y estemos más dispuestos a sacrificar sangre y vida antes que pecar para seros infieles y perder el cielo. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

 

 

A COMPLETAS.

 

V. ¡Conviértenos, oh Dios nuestro Salvador!

R.Y aparta de nosotros tu ira.

V. ¡Dios mío! ¡Ven en mi ayuda!,

R. Señor! apúrate a ayudarme.

V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

R. Como era en el principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

 

ÚRSULA CON SU COMPAÑÍA EN LA GLORIA.

 

¡Mirad hacia cielo y contemplemos todos!

Úrsula está en el trono de Dios: feliz, dichosa

Con un manto de luz, que la reboza,

Brilla allí con una corona de oro, bien ganada

La palma de la victoria en su mano agarrada.

Los coros de ángeles de Dios están afinados.

Llena de regocijo en su canto de alabanza:

"A Dios y al Cordero sea la gloria y el honor"

Será por siempre su canto de loor.

 

Yo también quiero adquirir el cielo,

Úrsula nos precede en el caminar;

Quiero morir al placer terrenal

Y caminar el camino de la cruz con gran celo.

 

Antífona. Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni la mente humana entendió lo que Dios ha preparado para los que le aman.

 

V. Bienaventurados los de limpio corazón

R. Porque ellos verán a Dios.

 

Oración. ¡Oh Santa Úrsula, virgen firme y ahora mártir glorificada de Jesucristo! tú que tienes intacta la corona de la virgen unida a la palma del martirio, y tú y tus Santas Compañeras, a quienes con tu ejemplo llevaste al cielo, deben sentirse recompensadas de tantas maneras: ruega junto con ellas por mí, para que pueda pensar continuamente en las alegrías del cielo, y así animarme a imitar tu constancia, y con una muerte feliz llegue a estar en tu compañía en el cielo; Y así seguir al Cordero para siempre, y poder regocijarme en cantar el cántico de la santidad. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

 

 

CONCLUSION

 

Oh Dios! para mostrarte nuestra fe cristiana te hemos de alabar

Cantamos este himno; ¡Guíanos a la Patria celestial,

Para que seamos castos de cuerpo, de alma pura,

Siempre gratos a ti! Como la gran Santa Úrsula,

Por sus ruegos, concédenos bondadosamente

El perdón de nuestras pecados copiosamente.

Fortalécenos, para que demos vida y sangre

Antes que aprobar un pecado que a Dios desaire;

Que sobrevivamos bien a la batalla de la virtud,

Y sigamos fielmente tu camino, oh Cristo Jesús.

Ayúdanos al final de la vida, y así lograrte:

Para que tu cielo sea en premio nuestra mejor parte.


-Colaboración de Carlos Villaman 

miércoles, 12 de octubre de 2022

TRES LUNES A SAN NICOLÁS DE BARI


 

DEVOTA CAMINATA DE LOS TRES LUNES

EN HONOR DEL GLORIOSO SAN NICOLÁS DE BARI

OBISPO DE MIRA

 

Barcelona, año de 1947

 

ORACIÓN PRIMERA

PARA TODOS LOS DÍAS

Creo fiel y verdaderamente en la Santísima Trinidad, tres personas distintas y un solo Dios verdadero, y propongo vivir y morir en la fe y dar mi vida por ella y por los misterios que tiene y cree nuestra Santa Madre Iglesia, espero igualmente en la misericordia infinita de Dios nuestro Señor, que por los méritos de tu siervo San Nicolás, me ha de conceder lo que pido en este día, si conviene a mayor gloria suya y aprovechamiento de mi alma, sujetándome en todo a su Divina Majestad, para que disponga de mi según sea su santísima voluntad. Amén.

 

ORACIÓN SEGUNDA

PARA TODOS LOS DÍAS

¡Oh Dios! Que en la benditísima alma de tu siervo San Nicolás, Obispo, infundiste la confianza en Ti, para que con ella obrara tantos milagros a mayor gloria tuya y bien de sus prójimos. Suplicamoste Señor, rendidamente, que por tus méritos infundas Tú en nosotros la misma confianza para servirte con ella, por medio de nuestras palabras, obras y pensamientos, enderezados a todos a confiar en Ti, y a esperar de tu infinita bondad y misericordia nos des tu santo temor, para que te sirvamos en gracia y vayamos a gozarte en tu compañía en la gloria. Amén.

-Se rezan tres Padres nuestros, Aves Marías y Glorias en honra del misterio santísimo de la Trinidad.

 

LUNES PRIMERO

ORACIÓN

Oh Glorioso San Nicolás, por la preciosa Sangre de mi Señor Jesucristo que derramó en la calle de la Amargura, por la corona de espinas que pusieron en su santísima cabeza, por la bofetada que le dieron en su santísimo rostro, por la lanzada que le dieron en su santísimo costado, ¡oh, divino amor! por los azotes que le dieron en sus santísimas espaldas, por el dolor que sintió su Santísima madre en la calle de la Amargura, cuando le vio caer con la cruz a cuestas por nuestras culpas; por todo lo que sintió en su santísima Pasión y por la copiosísima sangre que El derramó, te suplico, señor San Nicolás, que te intereses por las necesidades y aflicciones que me rodean, y me des una respuesta favorable en todas mis aflicciones.


-Hacer la petición y decir tres veces: "Señor San Nicolás, óyeme" Después se reza un Ave María y Gloria y se dice: Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, en los cielos y en la tierra y en todo lugar. Sea para siempre alabado en todo lugar.

Para terminar, se dice lo siguiente:

 

ALABANZA

San Nicolás, Padre amado,

Siervo de Dios el más fiel,

Se mi abogado con Él

En este trance apurado.

Tú, que jamás te has negado

De tus devotos al ruego

Y en tu corazón el fuego

De la caridad no muere,

Haz que mi pena acelere

Pues en tus manos me entrego.

 

ORACIÓN

¡Oh San Nicolás bendito! Cuya humildad te ha hecho predilecto de Dios, acoge benigno la súplica que te hago en esta tribulación y preséntala a Cristo nuestro Señor. Amén.

 

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

¡Oh gloriosísimo San Nicolás! Mi corazón se llena de gozo, porque la Majestad Soberana de nuestro Creador y Señor te hizo un gran santo, adornándote de tantas prerrogativas, por todas las cuales doy a la Santísima Trinidad repetidas gracias. Por lo mismo, te pido te dignes interceder por mí ante el Divino Jesús, por la prosperidad de nuestra Santa Madre Iglesia, paz entre las naciones, extirpación de las herejías, conversión de los infieles y pecadores, perseverancia de los justos, alivio y descanso de las benditas Almas del Purgatorio, y porque logre los favores que deseo, si son para mayor honra y gloria de Dios y bien de mi alma. (Pida la gracia) Ampárame Santo mío, con tu poderoso brazo, y porque reconozco no merecer lo que pido, encamino mi petición presentando antes delante de Dios todos tus méritos. De ti se predica que eres muy poderoso para con Dios, y así confiado en tantos favores por todos recibidos, espero no seré desairado. Compadécete de mí, que, aunque no soy devoto tuyo como debo, lo deseo ser y espero de tu patrocinio el logro de mis súplicas, y, de no convenirme, una perfecta resignación con la santa voluntad de Dios. Amén.

 

-Una Salve a María Santísima de Guadalupe por los devotos del Santo y luego la siguiente:

 

ORACIÓN

Oh Dios, que adornaste al bienaventurado Nicolás, Obispo, con el don de innumerables milagros, concédenos, por sus méritos y ruegos, seamos libres de las llamas eternas. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.

 

 

SEGUNDO LUNES

-Se reza la misma oración del primer lunes, después se hace la petición y se dice tres veces: "Señor San Nicolás, guíame", el Alabado y luego esta:

 

ALABANZA

Glorioso San Nicolás,

Venerado Santo mío,

Yo en tus bondades confío

Que mi pena sanarás,

Espero que rogarás

Por este gran pecador,

Y que a mi acerbo dolor

Ministrarás el consuelo,

Ya que tú eres en el cielo

De los pobres protector.

 

ORACIÓN

Beatísimo y perfecto modelo de virtudes, San Nicolás glorioso, no desoigáis el llamamiento que te hago y auxíliame en el duro trance en que te imploro con toda la fe de mi corazón. Óyeme, Santo bendito, óyeme. Amén.

 

TERCER LUNES

Se reza la misma oración del primer lunes, después se hace la petición y se dice tres veces: "Señor San Nicolás, vengo por mi petición; Señor San Nicolás, vengo por mi petición; Señor San Nicolás, vengo por mi petición" luego el alabado y se concluye con la alabanza y oración final.

 

ALABANZA

Lleno de dulce esperanza

hoy vengo a ti, santo mío,

pues en tu bondad confío

de encontrar mi bienandanza.

Yo se bien que mi confianza

No ha de salir defraudada,

y que veré despachada

mi ferviente petición

pues calmarás la aflicción

de esta alma atribulada.

 

ORACIÓN FINAL

Gloriosísimo San Nicolás, humilde y virtuoso Arzobispo de Mira, acuérdate que no se ha oído decir que no alcance tu favor quien a ti se acerca en sus tribulaciones. Confío en ti, espero en ti y te pido seas mi intérprete para con Dios Nuestro Señor, a fin de obtener esta gracia que con toda mi alma te he pedido. Sé mi guía, sé mi salvaguardia y purifica mi alma Amén.

domingo, 9 de octubre de 2022

TRECE MIÉRCOLES A SAN NICOLÁS DE BARI




DEVOCIÓN DE LOS TRECE MIÉRCOLES EN HONOR DE SAN NICOLÁS DE BARI

 

Barcelona, año de 1947

 

ADVERTENCIA

En cualquier tiempo del año puede practicarse la devoción de los trece miércoles, pero el más oportuno es el inmediato a la festividad de San Nicolás, que se celebra el día 6 de diciembre. El modo de hacerlos será confesarse y comulgar cada miércoles, oír misa y practicar algún acto de las virtudes de que dio ejemplo, viviendo San Nicolás, como humildad, mortificación, ayunos, limosnas, oración, etc.

 

-Por la señal de la santa cruz, etc.

 

ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío Jesucristo, Criador y Redentor mío, en quien creo, en quien espero y a quien amo sobre todas las cosas, me pesa de haberos ofendido, solo por ser Vos bondad infinita, y propongo, asistido de vuestra gracia, nunca más ofenderos. Amén.

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Poderoso abogado y prodigioso taumaturgo San Nicolás, modelo nuestro por los raros ejemplos de virtud que dejasteis a los venideros, más para la admiración que para la imitación perfecta: de hoy os elijo y tomo por abogado y protector mío y de todos mis negocios, pero especialmente para que únicamente me importa, que es una feliz y santa muerte. Alcanzadme Santo mío, que yo viva y muera en la confesión de la Santísima Trinidad, que vos tan firmemente defendisteis, y en el amor de mi Jesús a quien vos tan ardientemente amasteis, y a quien sea dada honra y gloria por todos los siglos de los siglos. Amén.

 

MIÉRCOLES PRIMERO

ORACIÓN

Oh Dios, trino y uno, que habiendo sublimado a vuestro grande siervo San Nicolás a una virtud tan heroica, que sus fundamentos se zanjaron en los montes de la mayor santidad, le concedisteis al mismo tiempo una humildad tan profunda, que se tenía por indigno de pisar la tierra que hollaban los animales y de vivir entre los hombres, cuando todos le juzgaban digno de morar entre los ángeles: concededme la virtud de la humildad, que es el fundamento de los demás, y lo que os pido en este trecenario a mayor gloria vuestra. Amén.

 

-Pídase ahora lo que se desea alcanzar por intercesión del Santo.

 

L/: Señor, escucha mi oración

R/: Y mi clamor llegue a tus oídos.

 

L/: El Señor este con vosotros.

R/: Y con tu espíritu

 

ORACIÓN

Oh Dios, que adornaste al bienaventurado obispo Nicolás con innumerables milagros, te rogamos nos concedas que, por sus méritos y preces, nos libremos del fuego del infierno. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

 

 

-El auxilio divino permanezca siempre con nosotros.

 

 

MIÉRCOLES SEGUNDO

ORACIÓN

Oh Dios, trino y uno, que anticipando en San Nicolás con el uso de la razón las luces de la fe, le concedisteis la gracia que ejercitaste luego de nacido en los actos más heroicos de nuestra religión: avivad en mi la luz de esta sagrada virtud, de suerte que en todas mis obras sean conformes a la fe católica que profeso, y concédeme lo que os pido en este trecenario, a mayor gloria vuestra. Amén.

 

MIÉRCOLES TERCERO

ORACIÓN

Oh Dios, trino y uno, que disteis a San Nicolás tal conocimiento de vuestra bondad, que, desconfiando totalmente si, tenía puestas todas sus esperanzas en Vos solo, y con ellas mereció,  cuando fugitivo de los gentiles y herejes, la gracia de que unos visibles ángeles le suministrasen el sustento que le negaban los hombres: concededme que yo me deje de tal suerte con los brazos de vuestra misericordia, que por ella y por los merecimientos de mi Redentor Jesucristo, espere confiadamente alcanzar la bienaventuranza eterna, y lo que os pido en este trecenario, a mayor gloria vuestra. Amén.

 

MIÉRCOLES CUARTO

ORACIÓN

Oh Dios, trino y uno, que encendisteis en el corazón de San Nicolás tal llama de perfecta caridad que, transformado en Vos, no buscaba sino como amaros y agradaros más, abrasad mi corazón con una chispa de este puro amor, para que, purificado de las aficiones a las cosas terrenas, merezca la gracia que os pido en este trecenario, a mayor gloria vuestra. Amén.

 

MIÉRCOLES QUINTO

ORACIÓN

Oh Dios, trino y uno, que llenasteis el espíritu de San Nicolás de un amor para con los prójimos tan abundante, que, apenas veía sus aflicciones, luego las remediaba: concédeme que yo ame de tal suerte a mis hermanos, que luego que vea sus necesidades, las remedie, pudiendo y si no puedo, me compadezca de ellas como si fuesen propias, lo que os pido en este trecenario a mayor gloria vuestra. Amén.

 

MIÉRCOLES SEXTO

ORACIÓN

Oh Dios, trino y uno, que no contento de haber dotado a San Nicolás de una caridad extremada para con los prójimos, mientras vivían en este mundo, hicisteis que la continuase para con ellos después de muertos, ejercitándola en favor de las almas, que se hallan detenidas en la cárcel del purgatorio: concededme una devoción ferviente a estas benditas almas, y la gracia que os pido en este trecenario, a mayor gloria vuestra. Amén.

 

MIÉRCOLES SÉPTIMO

ORACIÓN

Oh Dios, trino y uno, que disteis a San Nicolás tal pureza de cuerpo y alma, que viviendo en carne acá en el mundo, parecía ángel del cielo, juntamente con la gracia de infundir en los que le trataban esta angelical virtud, en premio de la cual, concediste a su cuerpo ya difundo un olor y fragancia celestial y el saludable bálsamo que de sus pies y cabeza mana continuamente: haced que yo de tal suerte, aborrezca toda clase de impureza, que imitando siquiera las imágenes de Nicolás, que volvieron alguna vez la espalda a acciones menos  decentes, jamás manche mi alma ni mi cuerpo con tan repugnante vicio, y lo que os pido en este trecenario, a mayor gloria vuestra. Amén.

 

MIÉRCOLES OCTAVO

ORACIÓN

Oh Dios, trino y uno, que pusisteis a San Nicolás en vuestra Iglesia como dechado de abstinencia, pues niño de pocos días empezó a ayunar, y guardó inviolablemente esta costumbre toda su vida: concededme que yo sepa de tal suerte mortificar mis sentidos, que alcance una perfecta abstinencia de las cosas ilícitas, y la gracia que os pido en este trecenario, a mayor gloria vuestra. Amén.

 

MIÉRCOLES NOVENO

ORACIÓN

Oh Dios, trino y uno, que concediste a San Nicolás un ánimo tan superior a todas las adversidades de este mundo, que, en medio de las mayores aflicciones, mantuvo una paciencia admirable, y lo que es más tocado en el punto de su estimación y honra, sufrió la afrenta con la mayor paciencia, mereciendo por esto que María Santísima le visitase en la cárcel y le vistiese un ornamento labrado por manos de ángeles: concédeme que yo lleve con paciencia cualesquiera trabajos de esta vida, y la gracia que os pido en este trecenario, a mayor gloria vuestra. Amén.

 

MIÉRCOLES DÉCIMO

ORACIÓN

Oh Dios, trino y uno, que concedisteis a San Nicolás una conformidad tan grande con vuestra santísima voluntad, que, según el mismo Santo reveló a Santa Brígida, tuvo el don de manar aceite de su cuerpo difunto, porque, a la manera de la llave untada con aceite, él había estado todo el tiempo de vida fácil, pronto y dispuesto para serviros, resignado totalmente en vuestra santa y divina voluntad: concededme también a mí una total conformidad con esta misma voluntad, y un gran pesar de haberme apartado tantas veces de ella, juntamente con la gracia que os pido en este trecenario, a mayor gloria vuestra. Amén.

 

MIÉRCOLES UNDÉCIMO

ORACIÓN

Oh Dios, trino y uno, que infundisteis en el corazón de San Nicolás una devoción tan tierna a vuestra querida Hija, Madre y Esposa, María Santísima, que entre todos los bienaventurados no quiso elegir a otro la gran Reina, para manifestar a los fieles cuan de su gusto sería que se comenzasen en la Iglesia las fiestas de su Presentación y Concepción Inmaculada, haced que yo de tal suerte ame a la purísima Señora, que todo me dedique a promover los cultos de sus misterios, y particularmente el de su Concepción sin mancha, juntamente con lo que os pido en este trecenario, a mayor gloria vuestra. Amén.

 

MIÉRCOLES DUODÉCIMO

ORACIÓN

Oh Dios, trino y uno, que elevasteis a San Nicolás a un grado altísimo de oración, pues le amaestrasteis en el santo ejercicio de la contemplación, de tal suerte, que pudieron aprender de Nicolás niño aun los maestros más consumados en el arte de orar: concédeme este sagrado don de la oración, a fin de que por tal medio alcance de vuestra bondad las virtudes necesarias para la vida eterna, y lo que os pido en este trecenario, a mayor gloria vuestra. Amén.

 

MIÉRCOLES DÉCIMO TERCERO

ORACIÓN

Oh Dios, trino y uno, que concedisteis a San Nicolás una voluntad tan firme y constante en proseguir el camino de la virtud, que nunca pudieron apartarle de su carrera todas las contradicciones del infierno, antes bien, perseverando con fortaleza, llevó hasta el último de su vida lo que empezó desde su nacimiento: que por esto en la muerte de vuestro fiel siervo, se oyeron celestiales músicas que le convidaban a entrar en posesión de los gozos de su Señor, concédeme que persevere en el bien hasta el final de mi vida, para que por la gracia final, merezca la corona de la gloria, y juntamente lo que os pido en este trecenario, a mayor gloria vuestra. Amén.

 

 

ANOTACIONES

Al hablar sobre la piedad popular, es referirnos a aquellas devociones que antaño se hacían en nuestros pueblos y nuestras casas, cuando se...