DEVOTO QUINARIO AL ANGÉLICO PADRE SAN PEDRO TOMÁS O.C. MÁRTIR, CARDENAL Y PATRIARCA
ACTO DE CONTRICCION
Señor
mío Jesucristo Dios, y Hombre verdadero, Criador, Redentor mío, aquí se postra
a vuestras divinas plantas la más ingrata de todas las criaturas; pues exceden mis
pecados a todos los momentos que he vivido: ya, Señor, por dignación vuestra
conozco lo abominable de mis culpas, y detestándolas con toda mi Alma me pesa de
todo mi Corazón haberlas cometido, solamente por ser ofensas contra ti, y ser
tu quien eres, tan bueno y digno de ser amado. Propongo firmísimamente el no volver
a caer en ninguna de ella y espero de tu benignísima Piedad me has de perdonar
las cometidas, y concederme una entera confesión, y arrepentimiento de todas
mis culpas. Por los méritos de tu soberana Pasión y Muerte. Amen.
DIA PRIMERO
ORACION
Benditísimo Dios, y Padre de nuestro Señor Jesucristo,
Padre de Misericordias y Dios de todo consue1o. Yo te bendigo, alabo, y glorifico
por ayer enriquecido el Alma de Ínclito Mártir San Pedro Tomas, con el tesoro
de una Misericordia tan benigna, que no hubo peregrino que no hospedase, pobre
que no remediase, huérfano que no amparase; Viuda, que no patrocinaste,
afligido, que no consolase, errado que no encaminase, y enfermo que no curase.
Suplicote Señor, por los méritos de tan Piadoso Padre, que, así como viviendo
en este Mundo le concediste el que, por su Oración, liberaste de la peste al
Reino de Chipre, me alcance ahora, que reina en tu Gloria, que 'ahuyente de mi
todo contagio, y el que, compadeciéndome de las miserias de mis prójimos, ejercite
con ellos las obras de piedad que nos disponen a cantar eternamente tus
misericordias. Amen.
ORACION PARA TODOS LOS DIAS
Omnipotente,
y Eterno Dios, Criador de todas las cosas, Uno en Esencia, y trino en Personas,
cuyo inefable Misterio, con todos los Artículos que cree, y confiesa la Santa
Iglesia Católica, Apostólica, Romana, rendidamente confieso, y creo, como uno
de sus hijos, y miembros en cuya conformación, y creencia vivo gustoso, y
quiero exhalar el último aliento de mi vida. Yo te bendigo, y doy gracias,
porque entre las Almas puras, que has criado para lustre de tu Militante
Iglesia, infundiste en el Cuerpo de tu valeroso Mártir San Pedro Tomás, un tan capaz espíritu, que ni lo atemorizaron
las penas, ni lo engrieron las dignidades, ni lo turbaron las persecuciones, ni
lo vencieron los peligros: antes bien corriendo por honor tuyo todo el estudio
de las lides, dio la última respiración en defensa de tu Santo Nombre. Humildemente
te suplico, que pues en premio de las batallas de la temporal Vida, lo
coronaste en la eterna con la Laureola de Virgen, Doctor, y Mártir, y lo constituiste
en tu iglesia, por especial Abogado contra todo género de Peste, y Epidemia; así
a mí me concedas, mediante su Patrocinio, que de corazón imploro, el que
resistiendo a las asechanzas del común enemigo, venza sus ardides por tu gracia,
y sea libre de toda enfermedad contagiosa, para que, sin el estorbo de sus
furias, y fiereza, alabe de modo tu poder en este Mundo, que merezca continuar
tus aplausos en la Gloria. Amen.
5
padres nuestros, Aves Marías y Glorias
GOZOS DEL GLORIOSO SAN
PEDRO TOMÁS
Mártir de Alejandría
Pedro
Tomás celestial
Líbranos
de todo mal
Por
el Nombre de María
De
Padres Pobres naciste;
Y
también Pobre te criaste;
Como
Pobre mendigaste,
Y
hasta morir Pobre fuiste:
Riquezas
solo tuviste
De
Infusa Sabiduría:
De
Dios el santo temor
Desde
Niño hizo a tu Pecho
Un
llorido, y casto lecho
Donde
descansé su Amor:
tus
acciones al Señor
Siempre
llevaron por Guía:
A
los Claustros del Carmelo,
Dándolo
al Mundo de mano,
Te
recogiste temprano
Por
madrugar para el Cielo;
De
Elías el fogoso celo
En
tus palabras ardía:
Tu
estreno en la Religión
Con
presta solicitud,
fue
practicar la Virtud,
Y
dar dé Ciencias lección
En
París, y en Aviñón
Asombro
tu Teología:
Tus
Nombres Pedro, y Tomás
Te
muestran Piedra, y Abismo
Piedra
del Catolicismo,
Y
Abismó, ¿qué tal serás?
Pues
la Iglesia más, y mas
Sus
créditos de Tí fía:
General
Inquisidor
Fuiste
Legado, y Patriarca,
Obispo,
arzobispo, y Arca
Del
Crucero, y de su Honor;
Con
esfuerzo, y con valor
Destrozaste
la Herejía:
Contra
la Peste Abogado
Te
conoce el mundo entero,
Y
por su Patrón primero
Chipre
te tiene jurado;
Con
dardos fuiste pasado
Por
la Fe en Alejandría:
El
hermoso resplandor
De
tu Cuerpo ya Difunto,
Y
el manantial, o conjunto
De
Aromas en su sudor,
Pruebas
fueron del dolor,
Que
en la Vida difundía:
María
su Nombre Sagrado,
Porque
conozcan quien eres,
Con
expresos caracteres
Puso
en tu pecho gravado;
Corazón
tan señalado
¿Cuantos
méritos tendría?
L/: Ruega por nosotros
¡Oh Padre San Pedro Tomás!
R/:
Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo
ORACIÓN: Señor
Dios nuestro, que concediste al obispo carmelita Pedro Tomás la fuerza de tu
Espíritu para promover la paz y la unidad de los cristianos; por su ejemplo y
su intercesión, haz que vivamos con lealtad nuestra fe y trabajemos sin
descanso para conseguir la paz verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo que vive
y reina por los siglos de los siglos. Amén.
SEGUNDO
DIA
ORACION
Amantísimo
Señor, Dios, y Criador nuestro, que entre las Criaturas racionales que formaste
del polvo de la tierra, para que te sirvieran, y amaran, una de ellas fue tu
Esclarecido Doctor, Virgen, y Mártir S. Pedro Tomás, en cuyo Pecho se
levantaron tales llamas del celo de tu honra, y Amor Divino, que, sin poder
contenerse en sus señaladas lindes, y propios espacios, discurrió como Serafín
alado, y encendido por varias partes, Reinos, y Provincias, surcando mares,
rompiendo tierras, posponiendo fama, tolerando injurias; a fin de arrojar de sí
centellas a los corazones de los fieles, encendiendo la caridad, y rayos
abrasadores
a los Infieles, y Cismáticos, para alumbrarlos, o consumirlos, como lo consiguió,
triunfando en Jerusalén de los Moros; destruyendo la herejía; en Creta, uniendo
húngaros y Venecianos, con otras portentosas acciones, que fueron parte del
fuego de su amor. Te suplico por los incendios de caridad con que este hombre
Seráfico agregó tantas Almas a tu Iglesia, me concedas; el de aquí adelante se
emplee mi alma sin intermisión de un momento en tu Amor: dame Señor, (si es
posible) el amor con que me amas Tú a mí, para que con él te amé yo á Tí,
Conozco, Dios mío, que nací para quererte, y así nada quiero que Tú no quieras;
si quieres que padezca, vengan tribulaciones; si gustas enviarme necesidades,
estoy pronto a sufrir desdichas; quiero, que en todo se cumpla tu Voluntad, y
es mi voluntad (ojalá, y así la viera cumplida ) que ni mi alma, ni ninguna de
las que están, y han de estar en el Mundo hasta la fin de él, nos apartemos un
punto de Tí; sino que caminando por; la senda de tus amabilísimos Mandamientos;
lleguemos a aquella mansión feliz, donde tendremos seguro el estar sin fin
amándote a Tí. Amén.
TERCER
DIA
ORACION
Sapientísimo
Jesús, Redentor, y Padre nuestro, Maestro de toda perfección, que
en
las Aulas que abriste en la Universidad de este Mundo nos enseñaste, que el
único sendero que hay para caminar en pos de Ti al Cielo, es el desapego de la
tierra, de cuya lección se aprovechó tanto tu Glorioso Siervo San Pedro Tomás,
que no solo abandonó Patria, y Padres; sino que despidiéndose de todo lo
terreno, se guareció en los Claustros Carmelitas de la Religión de su Santísima
Madre, donde Vivió con tal Retiro, y abstracción de Criaturas, que en varias
necesidades no tuvo a quien pedir un socorro, y aun exaltado a los Tronos más sublimes,
por los bullicios de las Cortes, andaba en este Mundo, como si en el no
viviera. Ruégote por la intercesión de este Santo tan contemplativo, me
concedas, el que dando de mano a todo lo transitorio, solicite solo lo
perpetuo, y que medite de continuo la permanencia de aquellos Palacios, que,
para los que te buscan en esta vida, tienes preparados en tu Gloria. Amen.
CUARTO
DIA
ORACION
Supremo
Dios y Señor mío. Fuente de toda pureza, cuyas graciosas aguas hacen
inmaculadas
a tus Criaturas, beneficio, que disfrutó tu Purísimo Mártir San Pedro Tomas,
quien guarneciendo la Joya de su Alma desde la infancia tierna con tu santo
temor, la conservo toda vida con los candores de la Inocencia, sin admitir, ni
en los juguetes de Niño, ni en los fervores de Mancebo, ni en los alientos de Varón,
obra, o palabra, que tiznaste su blancura, como testimoniaron la luz sobrenatural,
que rodeó su Cuerpo en el Túmulo, y el licor suavísimo, odorífero bálsamo, que con
pasmo del Orbe manó su Cadáver. Encarecidamente te pido, por la fragrante
limpieza de Varón tan puro, que, pues Tu solo eres restituidor de la Inocencia,
me concedas aquellas lágrimas de contrición, que lavan las manchas de las
culpas, y vuelven a los pecadores a tu amistad. Limpia, Señor, con ellas mis delitos,
y haz que, purificado de mis maldades, no vuelva yo a pisar el lodo de la
Babilonia del Mundo, ni a revolearme en los cenagales de la
tierra; sino que, justificándome más, y más cada día, merezca seguir las
huellas del Cordero Soberano, hasta lograr el bendecirlo con aquella dichosa
innumerable turba, que viste Estolas blancas en tu Gloria. Amén.
QUINTO
DIA
ORACION
Clementísimo,
y Sempiterno Dios, que criaste admirablemente al Hombre, y más admirablemente
lo redimiste, enviando al Mundo para obra de tanta excelencia a tu Unigénito
Hijo mí Señor Jesucristo, que se abatió del Solio de su Divinidad a tomar
nuestra humana naturaleza, enseñándonos desde los atrios del Pesebre, hasta la
Cátedra de la Cruz, que solo la humildad es la basa de toda elevación:
Doctrina, que tu ilustre Mártir San Pedio Tornas, aprendió tan entrañablemente
que aun elevado a los mayores puestos, y Dignidades de la Iglesia, se publicaba
un vil hombrecillo, y muy pecador, pidiendo antes de morir, un pobre saco, o habito
roto de su Religión, para con una soga al cuello vertérselo,
y confesar, que merecía por sus, culpas, la muerte más afrentosa: acciones, que
manifestaban el Corazón humilde en que cimentó la crecida fabrica del Palacio
de sus Virtudes, cuyos buques los dilató tanto la depresión de sí mismo, que
mereció cupiese en el gravado el Dulcísimo Nombre de María. Y que se le pedirá a Santo tan devoto de esta
Divina Emperatriz, por su Nombre Soberano, llego al punto no se constituya
Abogado en tu Tribunal, y Presencia. Pues, piadoso Padre mío San Pedro Tomás,
yo confiado en tu benigna protección, me postro a tus Plantas, y te pido por el
Dulcísimo Nombre de María, me libertes de la necesidad en la cual me hallo, y
pues tan repetidamente te suplico. Alcánzame de Dios nuestro Señor un conocimiento
de mi propia vileza, para que meditando lo que fui, y he de ser, solo aspire a
conseguir la gracia, que es el premio de la humildad verdadera. Extiéndase tu
Patrocinio a remediar las necesidades de nuestra Madre la Católica Iglesia. Concédeles
el alivio a las Benditas Animas del Purgatorio; paciencia a los atribulados;
consuelo a los Cautivos; auxilio a los moribundos; arrepentimiento a los
Pecadores, y socorro a los encarcelados; amparo a los pobres; fortaleza a los
flacos; perseverancia a los Justos; hospedaje a los Peregrinos; salud a los
enfermos; puerto a los Navegantes, y a todos mis Padres, Parientes, Amigos,
Bienhechores, encomendados, y a cuantos por cualquier título debo tener
presentes con Dios nuestro Señor, el favor' especial que a todos nos mire con ojos
de misericordia, para que en nada nos apartemos de su santísima voluntad. Amén.
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