sábado, 10 de marzo de 2018

NOVENA A SAN ANTONIO ABAD


 NOVENA AL GLORIOSO PADRE SAN ANTONIO ABAD
ABOGADO DE LOS ANIMALES DOMÉSTICOS Y EL MAL DE LAS LLAGAS DE FUEGO

ACTO DE CONTRICIÓN

Dame un corazón Señor
con tal fineza y con fe
que me duela mi delito
sin interés, ni temor.

Mi duro pecho atraviesa
con los dardos de tu amor diga con fino dolor: pésame, mi Dios, me pesa.

ORACIÓN PREPARATORIA

Gloriosísimo Padre San Antonio Abad, terror del abismo, azote formidable contra el hereje, asombró, y admiración del mundo, excelso padre y maestro de anacoretas, grande en la tierra, pero aún mayor en el Cielo: ya que es tan poderosa vuestra intercesión, y valimiento en presencia de la Santísima Trinidad, si es para gloria de Dios lo que pendimos, ayudad con vuestra protección, y amparo nuestras suplicas, y sino pedid para nosotros lo que más nos convenga. Amen.


DIA PRIMERO
Omnipotente, y Soberano Dios, Trino, y Uno, si es tan de vuestro Divino gustó la virtud; de la Humildad, como base, y fundamento de la perfección Cristiana, de fuerte, que les tenéis prometido a los pequeñuelos, y humildes la mayor exaltación, y amenazado el mayor abatimiento a los soberbios: suplicoos, Señor, por la que practico en grado tan heroico mi gran Padre, y Protector San Antonio Abad, me deis un perfecto conocimiento de esta Virtud para qué humillándome á imitación suya en esta vida, merezca después ser exaltado en el Cielo, y que alcance por su intercesión lo que os pido en esta Novena, si ha de ser para gloria vuestra, y bien de mi alma. Amen.

Aquí se rezarán tres Padre nuestros, tres Ave Marías, y tres Gloria Patris.


OFRECIMIENTO

Castísimo y amabilísimo Padre mío San Antonio Abad, Triunfador del infierno, y Abogado contra el inmenso fuego; a quien vivó aplaudieron los Cielos, y muerto lloraron los elementos, entre los Santos el Grande, y por esto admirable para amigo, y prodigioso para abogado: yo desde ahora os escojo para Protector, Patrono, y Padre de mi alma, por todo el discurso de mi vida, pero señaladamente por la hora de mi muerte, y os pido por vuestro amado Jesús, de quien fuisteis tan valeroso Soldado me alcancéis el me viva y muera , imitándote , con vuestra, resistencia á todas las tentaciones, para que sacándome victorioso de todas ellas pueda seguiros en el camino de la virtud, y perfección hasta coronadme en el Cielo en compañía vuestra. Amen.
Aquí se hará la petición.

SEGUNDO DIA

Dios, y Señor de los Cielos y de la tierra, qué siendo infinitamente poderoso, por el amor de los hombres bajasteis a la tierra, pobre, y necesitada: suplícoos Señor, que por este amor tan grande, y por el generoso despreció, que hizo vuestro grande Siervo San Antonio Abad do los bienes de la tierra, y del mundo, dejando crecidos mayorazgos para, imitar vuestra suma pobreza, y generosidad, me concedáis por los méritos de este vuestro Siervo un verdadero desprecio de los bienes temporales, merezca lograr por su intercesión los eternos, y la que os suplicó Señor en esta Novena, si ha de ser para honra vuestra y bien da mi alma. Amen.

TERCERO DIA

Clementísimo Dios y Señor de las eternidades que para salvar a los hombres sufristeis con indecible gozo, y paciencia, tantas, y tan grandes penas, y tan exorbitantes dolores: suplícoos Señor, por vuestra Invictisima paciencia, y por la de vuestro Siervo San Antonio Abad, con que sufrió tantos tormentos de mano de los Demonios, que conjurados á porfía, intentaron varias veces quitarle la vida, dejándole muchas de ellas por muerto, porque naturalmente con tanta copia de llagas era pesasteis confundida, y condenada por falsa la de los Escribas, y Fariseos: suplícoos, Señor, por la grande sabiduría, que tenéis, y por la qué comunicasteis a vuestro Siervo San Antonio Abad, que sin a ver estudiado, ni cursado las escuelas, leyó en la Universidad de Alejandría condenada la Ley Arriana, convenciendo con sus argumentos a los Doctores de aquella Secta, volviendo a los Altares las Imágenes sagradas: me concedáis una incompatible la vida y me concedáis por su intercesión una, paciencia santa, para que resignado a vuestra santísima voluntad, lleve gustoso los trabajos, y penalidades de esta vida, y lo que os suplico en esta Novena, si ha de ser para gloria vuestra, bien de mi alma. Amen.

CUARTO DIA

Dios de Verdadera Sabiduría, para establecer en mi corazón vuestra Santa Ley, con que alcance lo que os pido, por intercesión de vuestro Siervo San Antonio Abad, en esta Novena, si ha de ser para gloria vuestra, y gloria vuestra, y bien de mi alma. Amen.

QUINTO DIA

Soberano Dios Trino, Uno, ya que es tan de vuestro divino agrado la virtud de la Penitencia que les tenéis vinculado a los penitentes las mayores felicidades, y gustos, escogiéndolos para vuestro digno Tabernáculo: suplícoos Señor, por la que hizo San Antonio Abad en los desiertos de Egipto, reduciendo con ayunos, vigilias, y aflicciones su cuerpo a una suma flaqueza, y más penosa servidumbre, para ¿arle mayores esfuerzos a su espíritu: me concedáis un perfecto conocimiento de mis culpas, con que haga penitencia de mis pecados, sujetando la rebelión de la carne al espíritu y merezca mi alma conseguir la gracia, y lo que os pido en esta Novena, si es para gloria vuestra, y bien de mi alma. Amen

SEXTO DIA

Señor y Dios de Abraham, que infundisteis a los Apóstoles la virtud de la Fé, con una perfecta inteligencia de todos sus Arcanos, y Misterios, para que así iluminasen, publicasen, y extendiesen por toda la tierra, suplícoos, Señor, por la Fe del glorioso padre y Protector San Antonio Abad, quien la avivó siempre, y extendió con la más clara explicación de sus verdades: me concedáis que per la intercesión de mi Abogado, avive continuamente esta virtud, para que practicándola de continuo, merezca tener un perfecto conocimiento de todos sus Misterios, y consiga la merced que os pido en esta Novena, si es para gloría vuestra, y bien de mi alma. Amen.

SEPTIMO DIA

Glorioso y sempiterno Dios, que infundisteis en el hombre la virtud de la Esperanza, áncora firme, para que se mantuviese seguro entre las mayores borrascas, tempestades, é inconstancias dé este mundo: suplícoos Señor, por la singularísima Esperanza de mi glorioso Padre y Protector San Antonio Abad, que nunca puso su esperanza en cosa alguna de la tierra, si únicamente en Vos, Dios mío, me concedáis una firmísima; esperanza, con que merezca vuestras divinas piedades, y nunca aparte de Vos mi confianza, con la cual llegue a gozaros; eternamente en el Cielo, y la merced, que os pido; en esta Novena, si es para gloria vuestra, y bien de mi alma. Amen.

OCTAVO DIA

Señor amabilísimo, que con infinito amor amáis a los que os aman con todo su corazón! asegurándoles, el que como amigo fiel os tendrán siempre a su lado para el consuelo, alivio, y defensa, Ruegoos Señor, por el grande amor, que os tuvo vuestro Siervo, y Abogado mío San Antonio Abad, quien únicamente por vuestro amor padeció tantos trabajos, e incomodidades en fríos, nieves, escarchas, penitencias, ayunos, cilicios, vigilias, oraciones, y persecuciones de los Demonios: me concedáis un puro, y perfecto, amor, con que os ame sobre todas las cosas, sin buscar más motivo, ni más premio, que el mismo amor puro, y desinteresado, y la gracia, que os pido en esta Novena, si es para gloria vuestra, y bien de mi alma. Amen.

NOVENO DIA

Amantísimo Dios de los Ángeles y amparo de las miserias humanas, para remediar nuestras infelicidades, cargo sobre sí vuestro amor santísimo todas nuestras culpas, como si fueran propias, tomando a su cargo el satisfacer por ellas; suplícoos Señor por esta tan ardiente caridad y por la que tuvo vuestro glorioso Siervo S. Antonio Abad para con los prójimos, de suerte que llevaba, y lloraba los pecados ájenos, como si fuesen propios, y del mismo modo, que si él los hubiese cometido, repitiendo lo de San Pablo: quien enferma, y yo no estoy enfermo, me concedáis, que yo logre por intercesión de mi glorioso Abogado S. Antonio Abad una caridad ardiente para llorar sobre las mías, las ajenas culpas, como si fueran, propias, y lo que os suplico en esta Novena, si es para honra y gloria vuestra, y bien de mi alma. Amen





No hay comentarios:

Publicar un comentario

ANOTACIONES

Al hablar sobre la piedad popular, es referirnos a aquellas devociones que antaño se hacían en nuestros pueblos y nuestras casas, cuando se...