NOVENA A JESUS SEPULTADO
SEÑOR DE LA CUEVITA DE IZTAPALAPA
ORACIÓN
Amabilísimo
Jesús, que te dignaste de vestir nuestra naturaleza para sacarnos del poder de
satanás, dirigirnos al desierto de la penitencia, y regalarnos con el pan de
los ángeles en la mesa de su gloria, de lo íntimo del corazón te pedimos que te
apiades de nosotros, y que mediante tu poder nos libres de los estragos de la
culpa, nos separes de los soberbios, nos apartes de los idolatras, y nos
extraigas de las llamas de la impureza a fin de que solo contemplemos tus
trabajos, y consigamos lo que te pedimos en esta santa novena en gloria tuya, y
bien de nuestras almas. Amen.
DÍA
PRIMERO
ORACIÓN
Amorosísimo
Jesús, que por nuestro amor bajaste del cielo a las purísimas entrañas de María
, naciste en un pesebre, sufriste el dolor de la circuncisión, peregrinaste a
Egipto, y que restituido á Jerusalén permitiste que le persiguieran, hasta
crucificarle en medio de dos ladrones y te rogamos, Señor, con toda humildad
que nos infundas esta virtud , para que nos humillemos a las justicias y a
nuestros mayores de modo que alcanzarnos lo que pedimos en esta novena en
gloria tuya, bien de nuestra patria y nuestro. Amen.
3 Padres nuestros, Aves Marías y Glorias.
GOZOS
Pues
eres el Redentor,
mi
dulce Jesús, del mundo,
destierra
de él al inmundo
espíritu
engañador.
De
los cielos descendiste
sin
dejar tu eterno trono
para
poner en buen tono
lo
que libremente hiciste:
al
hombre perdido viste,
porque
perdió el pudor y honor:
Té
encarnaste en las entrañas
de
María Virgen Pura,
cuya
humildad y cordura
nos
dieron grandes hazañas:
y pues las
juzga patrañas
el demonio
por rencor:
Elegiste
por tu cuna
El pesebre
de animales;
para
quitamos los males,
efecto de
la alta fortuna:
tu divino
amor nos una
á ti; y
por grande favor
Y por
cumplir con la ley
al rigor
te sujetaste,
y tu
sangre derramaste;
cómo sino
fueras Rey:
así
juntaste tu grey
padeciendo
por su amor:
Por huir
de la crueldad
de Herodes
fuiste a Egipto
así de su
cruel rescripto
te libertó
tu humildad:
sin rasgo
de vanidad
viviste
allá sin temor:
Vuelto a
tu patria cumpliste
con lo que
estaba anunciado,
y también
vaticinado
por
profeta, que elegiste;
aquí
generoso diste
principio
a tu dolor:
Te
prendieron, te azotaron,
te
coronaron de espinas,
tan
punzantes, como finas,
y en cruz
por fin te elevaron:
aquí todos
admiraron
Jos
quilates de tu amor.
Te bajaron
de la cruz
A los
brazos de María,
siendo más
que el mediodía
la
claridad de tu luz:
un
sepulcro fué el capuz
de tu
excesivo dolor:
L/: Sea el Señor bendito
R/: Ahora y siempre en todo el mundo
ORACIÓN: Oh Dios, que redimiste al
mundo del poder de satanás mediante tu preciosísima sangre, concédenos por tu
infinita bondad que, así como honramos a vuestra Majestad en la tierra, así
gocemos de tu presencia en el cielo. Tú, que vives y reinas con el Padre, y el
Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos. Amen.
DIA SEGUNDO
ORACION
Dulcísimo
Jesús, que te humillaste para ensalzarnos, haciéndonos participantes de las
bendiciones celestiales, te pedimos. Señor, con todo rendimiento, que nos hagas
sentir la fuerza de tu gracia para que, humillándonos a tu ejemplo, seamos
dignos de ser exaltados a la gloria, y en el interno consigamos lo que pedimos
en esta santa novena para más servirte, y merecer muchos grados de gloria.
Amen.
DÍA TERCERO
ORACIÓN
Clementísimo
Jesús, que te dejaste daros ósculo del infame Judas, prender de los malvados, y
maltratar de crueles verdugos, haz, Señor; que nosotros sepamos sufrir con
resignación las persecuciones de nuestros émulos, las calumnias de nuestros
enemigos, y los trabajos que nos dan nuestros opresores, para que podamos
conseguir lo que pedimos en esta santa novena, y merezcamos asimismo la eterna
bienaventuranza. Amen.
DÍA CUARTO
ORACIÓN
Benignísimo
Jesús, que sufriste con tanta paciencia los ultrajes, blasfemias y baldóneselo
los sayones, que le prendieron, azotaron, coronaron y crucificaron para enseñarnos
tan preciosa virtud, postrados ante tu divino acatamiento te suplicamos nos la
aleamos con lo que te pedimos en esta santa novena, para que así nos resignemos
en tu santísima voluntad en todos los acontecimientos de esta vida con el
objeto de vivir por toda la eternidad. Amen.
DÍA QUINTO
ORACIÓN
Pacientísimo
Jesús, que permitiste que te desnudasen de tus vestiduras pura recibir en tu
inocente cuerpo tantos y tan fuertes azotes, y que te desnudaran segunda vez
para renovar tus dolores, te pedimos, Señor, de todo corazón que jamás nos
olvidemos de tu amor excesivo a fin de que por tan dulce memoria nos alances lo
que te pedimos en esta santa novena a gloria tuya, y bien de nuestras almas.
Amen.
DÍA SEXTO
ORACIÓN
Generosísimo
Jesús, que, desde árbol de la cruz en medio de las mayores injurias, que te hacian,
te dignaste sin embargo de nuestra ingratitud de encomendarnos en la persona de
S. Juan a tu santísima Madre, y encargarle a que la tuviese por tal, te rogamos
Señor, que por este tu excesivo amor consigamos lo que te pedimos en esta santa
novena en gloria tuya y bien de nuestras almas. Amen.
DÍA SÉPTIMO
ORACIÓN
Misericordiosísimo
Jesús, que elegiste la cruz por cátedra para enseñamos el camino del cielo,
dándonos desde ella lecciones de todas las virtudes concédenos, Señor, lo que
te pedimos en esta santa novena, y también eficaces auxilios para que sepamos
conducirnos en este valle de lágrimas y nos armemos contra el mundo, demonio y
carne, en especial en la hora de la muerte pura conseguir la eterna felicidad.
Amen.
DÍA OCTAVO
ORACIÓN
Sapientísimo
Jesús, que quisiste morir en un cadalso para dar á el hombre la vida eterna, te
suplicamos, Señor, que, pues elegiste tan ignominiosa muerte para redimirnos a
todos, nos concedas mediante tu gracia lo que te pedimos en esta santa novena,
y sobre todo la eterna salud para vivir contigo después de esta vida por todos
los siglos de los siglos. Amen.
DÍA NOVENO
ORACIÓN
Soberano
Jesús, que del patíbulo de la cruz: ordenaste que bajaran tu sacrosanto cuerpo
lo entregaran a tu dolorosísima Madre, y le dieran sepultura para acordarnos en
todos estos piadosos pasos de tu pasión, de nuestra eterna libertad de la
servidumbre de satanás, dígnate, Señor, de concedernos lo que te pedimos en
esta santa novena, y mucho más tus soberanos auxilios para reinar después
contigo en las eternas mansiones de la gloria. Amen.
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