NOVENA A SANTA LUCIA DE SIRACUSA
Dada a la
luz por el Rvd. P. Roque Alberto Fassi, de la Orden del Carmen
1863
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Omnipotente Señor, que criasteis la bellísima criatura de
la luz, para que con su claridad viésemos las obras admirables de vuestra
Omnipotencia, y alabásemos á buenas luces vuestra bondad infinita comunicada a
tantas criaturas y después disteis a vuestra Iglesia en vuestra esposa Santa
Lucía otra bella luz, para que los pecadores ciegos no tropezaran en tantos peligros,
que el Demonio siembra en el mundo, y los hace caer; y en esta misma luz
virginal, que no hace humo, colocasteis en vuestra Iglesia una lámpara de
perpetua claridad y resplandor, con que adornaste todas las almas, como
vírgenes prudentes, para parecer en vuestro tremendo juicio prevenidas de
buenas obras: os rogamos nos concedáis por los méritos de vuestra amada esposa
Sta. Lucía, luz de auxilios divinos, para no errar el camino que nos muestra el
santo Evangelio; y viendo a esa luz nuestras faltas las lloremos arrepentidos
para lograr vuestra gracia y después la gloria. Amen.
DIA PRIMERO
ORACIÓN
Gloriosa Virgen Santa Lucía, que conminada de la luz,
fuisteis elegida por el divino Padre de las lumbres para guía de los pecadores
ciegos, que siguiendo las tinieblas, dejan el camino del Cielo y la que arde en
sus corazones, una luz natural que desprecian; y vos como esposa fiel de Jesús
le consagrasteis vuestros bellos ojos para que no vieran vanidad, sino amor
divino y virginal pureza, y para más agradable sacrificio, provocada de un
joven lascivo, que dijo estar enamorado de vuestros ojos, los arrancasteis del
cielo de vuestro bellísimo rostro, donde lucían como dos soles, y para que
jamás sirviera sino para ejemplo de pureza, los enviasteis al engañado joven,
para que en ellos viera si desengaño; y vuestro esposo Jesús, como más de vos
enamorado os los restituyó más bellos: alcanzadnos de vuestro Jesús, modestia
cristiana, y el retiro de nuestras ojos, para que viendo solamente la grandeza
de Dios estimemos la pureza que hermosea al alma, y su custodia puntual nos
aumente del divino Criador la gracia. Amen.
GOZOS
Pues
quien devoto confía
En
vos, halla intercesora
Sednos
nuestra protectora
Gloriosa
santa Lucía.
De
nobles padres nacisteis
En
Zaragoza de Sicilia,
Y
a vuestra ilustre familia
Nuevo
esmalte la añadiste;
En
tu Oriente al mundo diste
Y
al Cielo nueva alegría.
Ave
María.
Tu
eficaz meditación
Con Águeda, dio la vida
A
tu madre, que afligida
Suplicó
su intercesión;
Lo
sanó vuestra oración
Del
flujo que padecía.
Ave
María.
Si
a un joven le diste en ojos,
Que
abrasaba impuro fuego,
Fué
porque viéndolo ciego
Le
distes tus propios ojos;
Del
triunfo fueron despojos,
Que
tu candor conseguía.
Ave
María.
Del
Cielo fué inspiración
Resolución
tan, briosa,
Con
que salís victoriosa
Del
fuego de su pasión;
En
tan proclamada acción
Os
lleváis la primacía.
Ave
María.
De
liberal blasonasteis
Dándole
tus ojos bellos;
Si
él se desojó por ellos,
Tú
por él te desojaste:
Amor
con amor pagaste,
Mas
tu amor a otro quería.
Ave
María.
Pascasio,
Juez, te prendió,
Sabiendo
que eras cristiana,
Y
a la casa más profana
Que
le llevasen mandó;
Por
este medio pensó
Que
tu candor mancharía.
Ave
María.
Se
desengañó, cuan loca
Su
vana presunción era,
Cuando
al juzgarte ligera;
Te
halló que eras firme roca
Pues
de donde tu pie toca,
Moverte
en vano porfía.
Ave
María.
Viendo,
no os puede arrancar
Porque
raíz es tu planta,
Manda
en tu blanca garganta
Un
cuchillo traspasar;
Que
no podía faltar,
Hierros
a su tiranía.
Ave
María.
Por
eso, según recelo
Vuestro
esposo celestial
Se
os mostró tan liberal,
Enviándoos
el pan del Cielo;
Al
tener cuchillo al cuello
Tal
convite se seguía.
Ave
María.
Sois
de la vista abogada,
Admitid,
pues, nuestros ruegos
Y
a vuestros devotos ciegos
Dadnos
vista mejorada;
En
la gloria tan deseada
Veros
piden con fé pía.
Ave
María
Antífona: ¡Oh
Lucia, Esposa de Jesucristo! eres columna firme: todo el pueblo cristiano
aguarda que recibas la corona de la vida.
L/: La gracia fue, derramada en tus
labios.
R/: Por
esto Dios te bendijo para siempre.
ORACIÓN: Señor
Dios Salvador nuestro, escuchad benigno nuestras súplicas, para que, así como
nos alegramos en la solemnidad de la bienaventurada Santa Lucía, vuestra virgen
y mártir, así también seamos encendidos con piadosos afectos de devoción. Por
nuestro Señor Jesucristo vuestro Hijo, que contigo vive y reina en unidad del
Espíritu Santo, por todos los siglos de los siglos. Amén.
ORACIÓN FINAL
Señor mío Jesucristo, verdadero Dios y hombre, que por
solo vuestro infinito amor descendisteis del cielo a la tierra, y os vestisteis
el saco de la naturaleza humana en el purísimo vientre de María Santísima,
Madre y Señora nuestra, y compadecido de que el enemigo común, como lobo
carnicero, hubiese hecho presa en mi pobre alma, padecisteis cruelísimos
tormentos, hasta morir afrentosamente clavado en un madero, resucitando
glorioso al tercer día triunfando de la muerte y del demonio. No permitáis,
Señor que por mi fragilidad vuelva yo a ser esclavo de tan fiero enemigo, antes
bien dadme auxilios de vuestra gracia para formar un acto de verdadera
contrición, con que me pese de haberos ofendido, sólo por ser Vos quien sois,
con propósito firme de no volver más a ofenderos: y concededme la petición que
hago en esta novena, y el perseverar en vuestro santo servicio hasta el fin de
mi vida, para que mi alma logre después veros y gozaros por eternidades en la
gloria, donde vives y reinas en unidad del Padre y del Espíritu Santo, por los
siglos de los siglos. Amén.
DIA
SEGUNDOORACION
Gloriosa Santa Lucía, que como otros mártires nos
muestran, los instrumentos de sus martirios, nos hacéis ostentación de vuestros
bellos ojos en un plato, y no porque el tirano os los quitara, sí solo vuestro
amor a la pureza virginal, y que los renunciasteis para no mirar ni ser mirada
de otro que de vuestro esposo Jesús; y si en los ojos, como espejos naturales
se representan entrañados cuantos miran, siendo los vuestros de cristal de roca
en la fortaleza, entrañadnos en ellos para que quietos y sosegados de
pasiones, quedemos tan modestos, que se conozca somos discípulos vuestros en
esa y restantes virtudes; vuestros ojos hermosos nos miren benignos, como soles
de vuestro rostro, para que dejando toda vanidad y curiosidad queden los
nuestros de alma y cuerpo tan sanos, que no miren sino al Cielo, esperando de
vuestro esposo Jesús la gracia que os pedimos en esta Novena. Amen.
DIA
TERCERO
ORACION
Gloriosa Patrona nuestra,
que agradecida a vuestra madre Eutiquia, enferma de un flujo de sangre,
peregrinasteis al sepulcro de vuestra paisana Santa Águeda para pedir la salud
de vuestra amada madre, que con tanta pureza y recogimiento os había educado, y
hecha oración á aquella heroína celestial esta os honró llamándoos hermana mía
Lucia, y os exhortó al martirio por vuestro esposo Jesús que a ambas adoptó por
bijas y esposas y así hermanas por amor y pureza: os suplicamos pidáis al Señor
se digne hacernos hermanos por la caridad divina, y quedemos libres de toda
enfermedad de carne y sangre, esto es, de todo amor propio y curados de todo
accidente de ojos, para que empleados estos en el culto de vuestro esposo, no
miren sino las grandezas de Dios, que se ven en la naturaleza y gracia; y firmes
en tan santa ocupación, queden nuestros ojos cerrados a todo lo terreno, y
abiertos para veros en la eternidad de la Gloria. Amen.
DIA
CUARTO
ORACION
Gloriosa Patrona de los pobres, que habiendo alcanzado en
el sepulcro de vuestra Santa hermana Águeda la salud de vuestra madre, para
pagar a vuestro esposo Jesús tan gran beneficio, le ofreciste todo vuestro
cuantioso dote temporal repartido a los pobres; y replicando pía vuestra madre
reservaseis esa acción para después de sus días, no sufrió vuestro amor a Jesús
tanta dilación, sino que luego donasteis a Jesús en sus pobres todo vuestro
patrimonio copioso: os rogamos inspiréis a todos los que abundan de bienes
temporales, sea su voluntad última y primera la distribución de aquellos en los
pobres, para que depositado en sus manos les sirvan de precio para comprar
barata la gloria, que la limosna da a los que le ejercitan voluntarios; y á vos
resulta mucha gloria accidental por haber dado ejemplo de piedad a los
limosneros, y por haber renunciado por vuestro esposo tantas riquezas. Dios por
vuestra intercesión mueva a todos a hacer limosna, para que en vuestra compañía
logren las bellas riquezas del Cielo. Amen.
DIA QUINTO
ORACION
Gloriosa Santa Lucía, que, habiendo sabido el esposo
terreno, a quien contra vuestra voluntad os habían vuestros padres ofrecido
esposa, que habíais repartido a los pobres vuestro copioso dote, y el ciego y
avaro impío llamó a esta bizarría cristiana desperdicio de su casa, fuisteis
baldonada, y sufristeis tantos oprobios con paciencia cristiana, y acusada por
el mismo esposo terreno delante del tirano Pascasio, respondisteis con denuedo
y valor cristiano, alegre porque así os veíais digna de padecer por vuestro
esposo celestial: os suplicamos nos alcancéis del mismo igual desprecio de
bienes temporales, que tan asidos nos tienen a la tierra y atendamos solamente
al celestial patrimonio que tiene Dios reservado para los limosneros, que
habiendo empleado sus caudales en limosnas, dejaron todo por el que es todo
nuestro consuelo, y que es espejo de los Bienaventurados en el Cielo, a quien
miren nuestros ojos por la eternidad. Amen.
DIA SEXTO
ORACION
Admirable maestra de humildad y modestia cristiana Santa
Lucía, que preguntada por el tirano Pascasio, si estaba en vos el Espíritu
Santo, respondisteis con verdad católica y modesta: Los que viven castamente,
son templos del Espíritu Santo, y enojado el tirano sobre no conocer al Espíritu
Santo, sentenció cruel y abominable fuerais llevada al lugar público de las
mujeres perdidas, para que os dejara el Espíritu Santo; y vos llena de
confianza cristiana le dijisteis que Dios os guardaría pura: os suplicamos
pidáis a vuestro esposo celestial nos libre de nuestras pasiones carnales, que
nos arrastran tras sí, para que puros nos gloriemos en Dios, y por Dios de la
victoria que el Espíritu Santo ha ofrecido a los que pelean con valor en el
campo de tantas batallas como se ven en el mundo, y así los engañosos placeres
cedan a nuestra fortaleza, que Dios comunica a cuantos quieren recibirla, y
podamos cantar la victoria de la castidad hermosa entre los ángeles, a que
aspiremos con anhelo celestial, para ver a Dios con más puros ojos. Amen.
DIA
SEPTIMO
ORACION
Singular Protectora de las vírgenes y castos Sta. Lucía,
que con el peso milagroso que Dios pesador de espíritus os comunicó, lograsteis
fortaleza para resistir á todas fuerzas humanas, y quedasteis tan inmóvil, que
jamás os pudieron mover para ser llevada al infierno de la lascivia, y enojado el
tirano os mandó cercar de pez y de otros incendios, y celebrarlos con fuego,
para que quedareis abrasada; pero venerando el fuego material al que ardía en
vuestro corazón encendido por el Espíritu Santo, y cortés no se atrevió a
abrasaros, antes si olvidado de su natural activo os lució y hermoseó: os
suplicamos pidáis al Espíritu Santo, abrase en su divino amor a los castos y
vírgenes; y que el fuego de la lascivia jamás nos abrase, y resistiendo á
sugestiones diabólicas, quedemos seguros de esta y de su fuego infernal, á
tanto que nuestros corazones sean templo vivo y puro del Espíritu Santo ahora y
en la eternidad, celebrando la santidad y pureza vuestra, que hoy y siempre
logra lauta gloria y esperemos acompañaros en ella. Amen.
DIA
OCTAVO
ORACION
Celestial discípula del Espíritu Santo Santa Lucía, que
doctrinada en las eternas verdades del Sto. Evangelio por el mismo Espíritu
Divino, resististeis a las porfiadas disputas del tirano, que con sus falacias
de gentil quería llevaros a la adoración sacrílega de sus ídolos, y le
respondisteis con tanta sabiduría celestial, que si no quedó convencido del Evangelio
porque no lo merecía, sino que lo desmerecía, al menos quedó confuso y
avergonzado, no pudiendo responder a las verdades que le predicabais, y agitado
de rabia de verse vencido de vuestra rara sabiduría, no pensó sino en tormentos
con que atormentaros, y oyéndoos que a los siervos de Dios nunca faltarán
palabras ni sabiduría para confundir los errores, porque el que habla en ellos
es el Espíritu Santo, quedó el tirano sin poder hablar: os suplicamos pidáis
al Espíritu Santo, vuestro único maestro, nos enseñe con sus santas
inspiraciones lo que debemos obrar para ver en el Cielo en compañía vuestra la
verdad de la santa Iglesia católica, conformada con vuestra celestial
sabiduría. Amen.
DIA
NOVENO
ORACION
Amante esposa de Jesús Sacramentado Sta. Lucía regalada en
vuestra muerte, con el suave maná del Santísimo viático, que apenas dicha tal
leemos de otro mártir, por no permitirle los tiranos, quedáis por tanto favor
celebrada esposa Eucarística en nuestra memoria, Moisés murió en el ósculo del
Señor, como fiel amigo suyo y vos; que recibido el Santísimo Viático le
entregasteis vuestro espíritu, ¿cómo moristeis? En el ósculo de vuestro esposo
Eucarístico, dando amorosa a este aquel aliento que dé el mismo recibisteis, al
criaros para esposa suya, y creo píamente lo depositó Jesús en su corazón para
uniros toda a su amor consumado. La luz del primer día cree muchos que fué
símbolo de Jesús Sacramentado, y así accidente sin arrimo de substancia alguna;
y siendo vos conminada de la luz, símbolo de Jesús Sacramentado, al morir se
unió con vos en lazo más estrecho amor lucido, para entrar vos en el Cielo
adornada de joya la más bella y admirada de todos los cortesanos celestiales.
Ojalá os veamos triunfante con vuestro Jesús en la Gloria y la santa Iglesia
católica logre en sus Monarquías aquella paz que antes de morir la
profetizasteis, muertos los tiranos que la afligían. Amen.
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