miércoles, 14 de marzo de 2018

NOVENA A SAN FRANCISCO JAVIER




NOVENA Y DECENA A SAN FRANCISCO JAVIER, DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS, APÓSTOL DE L A S INDIAS.


NOVENA


ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Glorioso S. Francisco Javier, apóstol de las Indias; si es para gloria de Dios y honra vuestra, que yo consiga lo que deseo y pido en esta Novena, alcanzadme esta gracia del Señor; y si no, enderezad mi petición, y pedid para mí a Dios aquello que más me conviene para gloria suya y provecho de mi alma. Amen.

DIA PRIMERO
Dios y Señor de los ángeles, á los cuales encomendáis la guarda de los hombres; ofrezcos los merecimientos de estos soberanos espíritus, y los de vuestro siervo S. Francisco Javier, llamado ángel por su pureza, y porque guardaba á los hombres de muchos peligros de alma y cuerpo: suplicoos que me concedáis aquella pureza angélica de alma y cuerpo que concedisteis á vuestro santo apóstol, y la gracia que pido en esta Novena, á mayor honra y gloria vuestra. Amen.

Aquí se rezarán tres Padre nuestros y tres Ave Marías, y se dirá á San Francisco Javier la siguiente:

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Santísimo Padre Francisco Javier, que de la boca de los niños inocentes sacáis vuestras alaban zas; por la preciosísima sangre de Jesús, y por la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, imploro humildemente vuestra benignísima caridad, para que me alcancéis de la bondad infinita de Dios, que cuando llegare la hora de mi muerte se recoja y aparte mi corazón de todas las distracciones y diversos pensamientos del mundo á un ardentísimo amor suyo y deseo de la eternidad, para que dejadas las muchas cosas que hasta ahora me han perturbado, diligentísimamente busque, y perfectamente consiga aquel uno necesario, que es morir y descansar en paz en el amparo de María Santísima, en las llagas de Jesús, su Benditísimo Hijo, en el ósculo suavísimo de mi Dios y Señor, y en vuestra presencia, por cuya intercesión espero alcanzar esta gracia. Pero mientras la eterna disposición de la divina Providencia me quisiere conservar la vida, ruegos, Protector mío amantísimo, y suavísimo Padre mío, que me alcancéis de la divina Majestad, que yo viva como quien ha de morir, y como quisiera haber vivido en la hora de mi muerte, imitando vuestras virtudes, y cumpliendo perfectamente su santísima voluntad, para que la muerte temporal sea puerta de la vida eterna. Y también os suplico me alcancéis lo que pido en esta Novena, si es para mayor gloria de Dios, y bien de mi alma. Amen.

DIA SEGUNDO
ORACIÓN
Dios y Señor de los arcángeles, a los cuales encomendáis los negocios gravísimos de vuestra gloria, y utilidad de los hombres; ofrezcos los merecimientos de estos diligentisimos espíritus, y los de vuestro gran siervo S. Francisco Javier, á quien hicisteis ministro de vuestra gloria, y encomendasteis la salud espiritual de innumerables almas: suplicoos me concedáis que yo cumpla con las obligaciones en que me ha puesto vuestra santísima y divina voluntad, y también la gracia que os pido en esta Novena, á mayor honra y gloria vuestra. Amen.

DIA TERCERO
ORACION
Dios y Señor de los Principados, los cuales, por medio de los ángeles y arcángeles, alumbrando, instruyendo y mandando, cuidan de la salud de los hombres, según la disposición de vuestra divina voluntad; ofrezcos los merecimientos de estos celosísimos espíritus, y los de vuestro siervo S. Francisco Javier, el cual no solamente por sí, mas también por medio de sus discípulos é imitadores, instruyendo, enseñando y mandando, alumbró y convirtió muchos reinos y provincias, y en ellas innumerables almas: suplicoos que me concedáis el celo de este santo apóstol, y la petición que os hago en esta Novena á mayor honra y gloria vuestra. Amen.

DIA CUARTO
ORACION
Dios y Señor de las Potestades, que tienen especial poder para refrenar los demonios; ofrezcos los merecimientos de estos poderosísimos espíritus, y los de vuestro siervo S. Francisco Javier, a quien disteis singular eficacia para echar los demonios de los cuerpos y de las almas: suplicoos que me concedáis gracia para vencer todas las tentaciones del demonio, y me deis lo que os pido en esta Novena, á mayor honra y gloria vuestra. Amen.

DIA QUINTO
ORACION
Dios y Señor de las Virtudes, por las cuales hacéis milagros y prodigios propios de vuestro soberano poder; ofrezcos los merecimientos de estos prodigiosisimos espíritus, y los de vuestro siervo S. Francisco Javier, á quien hicisteis nuevo taumaturgo de nuevos y estupendos milagros, renovando en él las señales y prodigios de los sagrados apóstoles, para que anunciase el Evangelio á nuevas gentes: suplicoos que me concedáis la humildad con que en tantos milagros no buscaba San Francisco Javier su honra, sino la vuestra, y me deis lo que os pido en esta Novena, a mayor honra y gloria vuestra. Amen.

DIA SEXTO
ORACION
Dios y Señor de las Dominaciones, que presiden á todos los espíritus inferiores, ministros de vuestra providencia, y ellos se sujetan á vuestra voluntad, prontos siempre para ejecutarla; ofrezcos los méritos de estos excelentes espíritus, y los de San Francisco Javier, que siendo superior á muchos, se sujetaba con rendida obediencia á todos sus superiores, reconociendo en ellos á vuestra Majestad, y ejecutando con prontitud sus mandatos: suplicoos que me concedáis una pronta y perfecta obediencia á todos mis superiores, y la petición que os hago en esta Novena á mayor honra y gloria vuestra. Amen.

DIA SEPTIMO
ORACION
Dios y Señor de los Tronos, en que descansáis como en trono de vuestra gloria, y asiento de vuestra majestad; ofrezcos los merecimientos de estos altísimos espíritus, y los de S. Francisco Javier, trono de vuestra gloria, vaso de elección para llevar vuestro nombre á nuevas gentes, el cual se negó á sí mismo y á todas las cosas del mundo, echándolas fuera de su corazón para que en él entraseis vos solo: suplicoos me concedáis que yo desprecie todas las cosas del mundo, y en vos solo descanse, y otorgadme la petición que os hago en esta Novena á mayor honra y gloria vuestra. Amen.

DIA OCTAVO
ORACION
Dios y Señor de los Querubines, que están adornados de perfectísima sabiduría; ofrezcos los merecimientos de estos sapientísimos espíritus, y los de vuestro siervo S. Francisco Javier, á quien adornasteis de sabiduría eminente, y revelasteis altísimos secretos para que enseñase vuestra ley á muchas naciones y gentes: suplicoos me concedáis que yo sepa temeros y agradaros, que es la verdadera sabiduría, y con mi ejemplo y palabras enseñe á otros á guardar vuestros mandamientos, y también me otorguéis la gracia que os pido en esta Novena á mayor honra y gloria vuestra. Amen.

DIA NOVENO
ORACION
Dios y Señor de los Serafines, que os aman con un amor ardentísimo; ofrezcos los merecimientos de estos abrasados espíritus, y los de vuestro siervo S. Francisco Javier, que como si fuera un serafín humano se abrazaba en vuestro amor, venciendo innumerables trabajos y peligros de la vida por agradaros, y porque os conociesen y amasen los que no os conocían y ofendían: suplícoos me concedáis que yo os ame a vos, único Dios y Señor mío, y procure traer á todos los hombres á vuestro conocimiento y amor, y me deis lo que os pido en esta Novena, á mayor honra y gloria vuestra. Amen.


DECENA O DEVOCIÓN DE LOS DIEZ VIERNES


MODO DE HACER ESTA DEVOCIÓN

En cada uno de los diez viernes se ha de confesar y comulgar, ayunando o haciendo otra penitencia, como cilicio, disciplina, etc., y si no se pudiere, conmútese en otra buena obra. Después de comulgar se han de decir delante del altar del Santo, ó de alguna imagen suya, diez Padre nuestros y diez Ave Marías con diez Gloria Patri, y después con grande confianza y devoción la siguiente:

ORACIÓN
Glorioso S. Francisco Javier, Apóstol de las Indias, poderoso en las obras; por vuestra gran piedad que usáis con todos, y por aquel ardentísimo celo con que por espacio de diez años continuos trabajasteis en el Oriente por la salvación de las almas, os pido que intercedáis eficazmente con Dios por la conversión de los gentiles, y de todos los pecadores, reguéis por las afligidas almas del purgatorio, y por la verdadera prosperidad y paz entre cristianos, especialmente de vuestros devotos, y que me alcancéis de nuestro Señor esta gracia y merced que os pido con el mayor afecto que puedo. Santo mío, pues os mostráis benigno y amoroso con todos, sedlo también conmigo, aunque indigno pecador; concededme el despacho de esta petición para gloria de Dios, y honra vuestra. Amen.





No hay comentarios:

Publicar un comentario

ANOTACIONES

Al hablar sobre la piedad popular, es referirnos a aquellas devociones que antaño se hacían en nuestros pueblos y nuestras casas, cuando se...