NOVENA Y DECENA A SAN FRANCISCO JAVIER,
DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS, APÓSTOL DE L A S INDIAS.
NOVENA
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Glorioso S. Francisco Javier, apóstol de las Indias; si es
para gloria de Dios y honra vuestra, que yo consiga lo que deseo y pido en esta
Novena, alcanzadme esta gracia del Señor; y si no, enderezad mi petición, y
pedid para mí a Dios aquello que más me conviene para gloria suya y provecho de
mi alma. Amen.
DIA PRIMERO
Dios y
Señor de los ángeles, á los
cuales encomendáis la guarda de
los hombres; ofrezcos los merecimientos
de estos soberanos espíritus, y los de vuestro siervo S. Francisco Javier, llamado ángel por su pureza, y porque guardaba á los hombres de
muchos peligros de alma y cuerpo: suplicoos que me concedáis aquella pureza angélica de alma y cuerpo que concedisteis á vuestro
santo apóstol, y la gracia que pido en esta Novena, á mayor honra
y gloria vuestra. Amen.
Aquí se rezarán tres Padre nuestros y tres
Ave Marías, y se dirá á San Francisco Javier la siguiente:
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Santísimo Padre Francisco Javier, que de la boca
de los niños inocentes sacáis vuestras alaban zas; por la preciosísima sangre
de Jesús, y por la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y
Señora nuestra, imploro humildemente vuestra benignísima caridad, para que me
alcancéis de la bondad infinita de Dios, que cuando llegare la hora de mi
muerte se recoja y aparte mi corazón de todas las distracciones y diversos
pensamientos del mundo á un ardentísimo amor suyo y deseo de la eternidad, para
que dejadas las muchas cosas que hasta ahora me han perturbado,
diligentísimamente busque, y perfectamente consiga aquel uno necesario, que es
morir y descansar en paz en el amparo de María Santísima, en las llagas de
Jesús, su Benditísimo Hijo, en el ósculo suavísimo de mi Dios y Señor, y en
vuestra presencia, por cuya intercesión espero alcanzar esta gracia. Pero mientras
la eterna disposición de la divina Providencia me quisiere conservar la vida,
ruegos, Protector mío amantísimo, y suavísimo Padre mío, que me alcancéis de la
divina Majestad, que yo viva como quien ha de morir, y como quisiera haber
vivido en la hora de mi muerte, imitando vuestras virtudes, y cumpliendo
perfectamente su santísima voluntad, para que la muerte temporal sea puerta de
la vida eterna. Y también os suplico me alcancéis lo que pido en esta Novena,
si es para mayor gloria de Dios, y bien de mi alma. Amen.
DIA SEGUNDO
ORACIÓN
Dios y Señor de los arcángeles, a los cuales encomendáis los
negocios gravísimos de vuestra gloria, y utilidad de los hombres; ofrezcos los
merecimientos de estos diligentisimos espíritus, y los de vuestro gran siervo
S. Francisco Javier, á quien hicisteis ministro de vuestra gloria, y encomendasteis
la salud espiritual de innumerables almas: suplicoos me concedáis que yo cumpla
con las obligaciones en que me ha puesto vuestra santísima y divina voluntad, y
también la gracia que os pido en esta Novena, á mayor honra y gloria vuestra.
Amen.
DIA TERCERO
ORACION
Dios y Señor de los Principados, los cuales, por medio de
los ángeles y arcángeles, alumbrando, instruyendo y mandando, cuidan de la
salud de los hombres, según la disposición de vuestra divina voluntad; ofrezcos
los merecimientos de estos celosísimos espíritus, y los de vuestro siervo S.
Francisco Javier, el cual no solamente por sí, mas también por medio de sus
discípulos é imitadores, instruyendo, enseñando y mandando, alumbró y convirtió
muchos reinos y provincias, y en ellas innumerables almas: suplicoos que me
concedáis el celo de este santo apóstol, y la petición que os hago en esta Novena á mayor honra y
gloria vuestra. Amen.
DIA CUARTO
ORACION
Dios y Señor de las Potestades, que tienen especial poder
para refrenar los demonios; ofrezcos los merecimientos de estos poderosísimos
espíritus, y los de vuestro siervo S. Francisco Javier, a quien disteis
singular eficacia para echar los demonios de los cuerpos y de las almas: suplicoos
que me concedáis gracia para vencer todas las tentaciones del demonio, y me
deis lo que os pido en esta Novena, á mayor honra y gloria vuestra. Amen.
DIA QUINTO
ORACION
Dios y Señor de las Virtudes, por las cuales hacéis
milagros y prodigios propios de vuestro soberano poder; ofrezcos los
merecimientos de estos prodigiosisimos espíritus, y los de vuestro siervo S.
Francisco Javier, á quien hicisteis nuevo taumaturgo de nuevos y estupendos
milagros, renovando en él las señales y prodigios de los sagrados apóstoles,
para que anunciase el Evangelio á nuevas gentes: suplicoos que me concedáis la
humildad con que en tantos milagros no buscaba San Francisco Javier su honra,
sino la vuestra, y me deis lo que os pido en esta Novena, a mayor honra y
gloria vuestra. Amen.
DIA SEXTO
ORACION
Dios y Señor de las Dominaciones, que presiden á todos los
espíritus inferiores, ministros de vuestra providencia, y ellos se sujetan á
vuestra voluntad, prontos siempre para ejecutarla; ofrezcos los méritos de
estos excelentes espíritus, y los de San Francisco Javier, que siendo superior
á muchos, se sujetaba con rendida obediencia á todos sus superiores, reconociendo
en ellos á vuestra Majestad, y ejecutando con prontitud sus mandatos: suplicoos
que me concedáis una pronta y perfecta obediencia á todos mis superiores, y la
petición que os hago en esta Novena á mayor honra y gloria vuestra. Amen.
DIA SEPTIMO
ORACION
Dios y Señor de los Tronos, en que descansáis como en
trono de vuestra gloria, y asiento de vuestra majestad; ofrezcos los
merecimientos de estos altísimos espíritus, y los de S. Francisco Javier, trono
de vuestra gloria, vaso de elección para llevar vuestro nombre á nuevas gentes,
el cual se negó á sí mismo y á todas las cosas del mundo, echándolas fuera de
su corazón para que en él entraseis vos solo: suplicoos me concedáis que yo
desprecie todas las cosas del mundo, y en vos solo descanse, y otorgadme la
petición que os hago en esta Novena á mayor honra y gloria vuestra. Amen.
DIA OCTAVO
ORACION
Dios y Señor de los Querubines, que están adornados de perfectísima
sabiduría; ofrezcos los merecimientos de estos sapientísimos espíritus, y los
de vuestro siervo S. Francisco Javier, á quien adornasteis de sabiduría
eminente, y revelasteis altísimos secretos para que enseñase vuestra ley á muchas
naciones y gentes: suplicoos me concedáis que yo sepa temeros y agradaros, que
es la verdadera sabiduría, y con mi ejemplo y palabras enseñe á otros á guardar
vuestros mandamientos, y también me otorguéis la gracia que os pido en esta Novena
á mayor honra y gloria vuestra. Amen.
DIA NOVENO
ORACION
Dios y Señor de los Serafines, que os aman con un amor
ardentísimo; ofrezcos los merecimientos de estos abrasados espíritus, y los de
vuestro siervo S. Francisco Javier, que como si fuera un serafín humano se abrazaba
en vuestro amor, venciendo innumerables trabajos y peligros de la vida por agradaros,
y porque os conociesen y amasen los que no os conocían y ofendían: suplícoos me
concedáis que yo os ame a vos, único Dios y Señor mío, y procure traer á todos
los hombres á vuestro conocimiento y amor, y me deis lo que os pido en esta Novena, á mayor honra y gloria
vuestra. Amen.
DECENA O DEVOCIÓN DE LOS DIEZ
VIERNES
MODO
DE HACER ESTA DEVOCIÓN
En cada uno de los
diez viernes se ha de confesar y comulgar, ayunando o haciendo otra penitencia,
como cilicio, disciplina, etc., y si no se pudiere, conmútese en otra buena
obra. Después de comulgar se han de decir delante del altar del Santo, ó de
alguna imagen suya, diez Padre nuestros y diez Ave Marías con diez Gloria Patri,
y después con grande confianza y devoción la siguiente:
ORACIÓN
Glorioso S. Francisco Javier, Apóstol de las Indias,
poderoso en las obras; por vuestra gran piedad que usáis con todos, y por aquel
ardentísimo celo con que por espacio de diez años continuos trabajasteis en el
Oriente por la salvación de las almas, os pido que intercedáis eficazmente con
Dios por la conversión de los gentiles, y de todos los pecadores, reguéis por
las afligidas almas del purgatorio, y por la verdadera prosperidad y paz entre cristianos,
especialmente de vuestros devotos, y que me alcancéis de nuestro Señor esta
gracia y merced que os pido con el mayor afecto que puedo. Santo mío, pues os
mostráis benigno y amoroso con todos, sedlo también conmigo, aunque indigno pecador;
concededme el despacho de esta petición para gloria de Dios, y honra vuestra.
Amen.
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