martes, 13 de marzo de 2018

NOVENA A SAN AMARO






NOVENA AL PEREGRINO JACOBEO

SAN AMARO

ESCRITA POR D. E. MELENDO

BURGOS 1954

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Omnipotente y siempre eterno Dios, principio de todo principio y fin de todo fin, abismo infinito de perfecciones infinitamente perfectas; que te dignaste criar al hombre a tu imagen y semejanza, y aún después de su prevaricación en el paraíso, le miraste con ojos de misericordia, dejándole la luz de la razón natural, dándole luego la ley escrita y últimamente la de gracia, que es el perfeccionamiento y coronación de las demás; para que, viviendo en justicia y santidad, pasara rectamente por el desierto de este mundo y pudiera arribar felizmente al puerto de la gloria. Por estas tres grandes muestras de tu amor ¡oh Dios mío! y por la muchedumbre de los justos que se han santificado especialmente en la ley de la gracia, te suplico, Señor, que fortalezcas al pueblo cristiano para que persevere con fervor y espíritu de verdad en tu servicio; hasta que lleguemos a ver vuestro divino rostro en la patria de los justos. Amén.
Aquí se rezan tres Padre nuestros, tres Ave-Marías y tres Gloria Patris, en reverencia del misterio de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

PRIMER DÍA

¡Oh amantísimo Jesús! luz divina de las almas que iluminaste a tu siervo Amaro, para que dé remotas tierras emprendiera su peregrinación al Apóstol Santiago de España, y al llegar al Hospital del Rey, en Burgos, le hiciste conocer por una nueva inspiración divina el deseo de emplearle en tu servicio asistiendo a los pobres enfermos que se hallaban en aquel Santo Hospital. Por esta muestra de tu amor con que diste a conocer tus designios a este humilde siervo tuyo; te suplico, Señor, que infundas en mi corazón los sentimientos de caridad que infundiste en el bienaventurado San Amaro, para que haciendo obras dignas de un buen cristiano mientras estuviese en este mundo, consiga alcanzar algún día la corona inmortal de la gloria y la gracia que al presente os pido en esta Novena si es para la gloria vuestra, aumento del culto de este Santo y utilidad de nuestras almas. Amén.

AFECTOS

 Vos sois nuestro Dios y os alabaremos siempre. Vos sois nuestro Padre y os respetaremos como humildes hijos. Vos sois en fin el Señor de las virtudes; a Vos es dada toda la gloria, toda la alabanza y bendición por los siglos de los siglos. Amén.
Con la siguiente oración se concluye todos los días.

ORACIÓN

Oh Dios de bondad y padre amorosísimo, que siendo dueño del universo y majestad infinita os dignáis comunicar vuestras luces a las más humildes criaturas, y no desoís la oración del pobre que a Vos acude; inflamad. Señor, las almas nuestras en vuestro divino amor, para que en todas las adversidades y peligros espirituales y corporales acudamos a vuestro soberano amparo; perseverando hasta el fin de nuestra vida en el ejercicio santo de las virtudes cristianas, para que podamos vivir libres de las muchas calamidades que nos rodean y seguros de toda perturbación, por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

GOZOS

Pues estáis en la mansión
de nuestro Dios infinito:
intercede por nosotros
Amaro, Santo bendito.

Viniste de tierra extraña,
tal vez de nación francesa,
a cumplir una promesa
al grande Apóstol de España,
Santiago, y toda tu hazaña
fue amparar al pobrecito:

Con mucho gozo volviste
desde Galicia a Castilla
cumplida con fé sencilla
la ofrenda que al Santo hiciste;
y a ser consuelo viniste
del enfermo cual medito:

Si el demonio tentador
en figura de mendigo
quiere habérselas contigo
astuto y engañador,
tu gran caridad y amor
te elevan a lo infinito:

Más de una vez te encontraron
esperando en los caminos
a los pobres peregrinos
que a tí cansados llegaron,
y cargártelos miraron
con un esfuerzo inaudito:

Si al más llegado doliente
de más repugnante cura
asistías con ternura
edificando a la gente,
y ahuyentabas felizmente
su angustia, pena y conflicto:

Del Rosario de María
la constante devoción
de tu predestinación
viste que prenda sería;
por eso en el Cielo un día
se leyó tu nombre escrito:

Con penitente dolor
tu cuerpo mortificabas
y cada día aumentabas
tu humildad y tu fervor,
y así te elevó el Señor
de su gloria al finiquito:

Siempre es la muerte del justo
el principio de la vida,
y así la ve fenecida
sin penas, ayes ni sustos;
por eso Amaro, con gusto
la recibiste contrito:

Si en la noche de tu muerte
las campanas se tañían
y resplandores venían
desde el Cielo a esclarecerte,
por tu venturosa suerte
con mayor gozo repito:

Pues estáis en la mansión
de nuestro Dios infinito
intercede por nosotros
Amaro, Santo bendito




V. —El Señor le amó y le distinguió.
R. —Le vistió vestidura de gloria.

ORACIÓN: Suplicamoste Señor que nos haga recomendables la intercesión del bienaventurado Amaro, humilde siervo tuyo, para conseguir por su patrocinio lo que no podemos por nuestros merecimientos. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

DIA SEGUNDO
ORACION
Oh divino Jesús, manantial de todo bien y fuente de toda consolación, que alentáis a vuestros siervos para que cumplan los votos que os ofrecen como lo hicisteis con el peregrino San Amaro; que cumplido el voto que ofreció al Apóstol Santiago, volvió gozoso al Hospital donde os había prometido emplearse en el ejercicio de las virtudes, asistiendo cuidadosamente a los pobres enfermos de aquel establecimiento. Por aquella santa resolución que Vos infundisteis en su alma, os suplico humildemente que deis aliento a mi flaqueza con vuestra gracia divina; para que forme yo también una resolución firme de serviros y agradaros, y me concedáis las gracias que os pido por medio de esta Novena, si es para gloria vuestra, culto de este Santo y bien de las almas. Amén.

DÍA TERCERO
ORACION
Oh amorosísimo Jesús, vigilante pastor de nuestras almas, que al verlas en peligro de perderse como ovejas extraviadas del redil las avisáis los riesgos que corren si se separan de los pastos saludables de vuestras gracias espirituales, como lo verificasteis con vuestro siervo Amaro a quien el demonio en figura de mendigo quiso burlar; y conocido por el Santo quedó corrido y avergonzado huyendo en precipitada fuga de su presencia; por esa solicitud divina con que avisáis a vuestros siervos de los peligros que corren, os suplico, Señor, os dignéis avisarme en todos los peligros que pueda correr en este mundo de perderme y me concedáis la gracia que os pido en esta Novena, si es para gloria vuestra, aumento del culto de este Santo y bien de las almas. Amén.

DÍA CUARTO
ORACIÓN
Oh amabilísimo Jesús, cuya ardiente caridad hace inflamar a las almas en vuestro divino amor, y con los ejemplos de esta virtud que Vos mismo practicasteis viviendo en este mundo, encendéis los corazones de los justos hasta abrasarlos en la hoguera de vuestro amor. Por la caridad que abrasaba el corazón del bendito San Amaro, la cual le obligaba a salir a los caminos en busca de los pobres enfermos y peregrinos que llegaban cansados y a cargárselos sobre su espalda conduciéndolos al Santo Hospital para curarlos y asistirlos, os suplico, Señor, humildemente encendáis en mi corazón la llama de la caridad, para que ame a Dios y al prójimo como a mí mismo y me concedáis la gracia que os pido en esta Novena, si es para gloria vuestra, aumento del culto de este Santo y bien de las almas. Amén.

DIA QUINTO
ORACIÓN
Oh divino Jesús, Rey de la gloria y Señor de las virtudes, que las practicasteis todas en grado heroico desde el pesebre de Belén hasta la cumbre del Calvario, y nos dejasteis ejemplos sublimes que imitar. Por las que a imitación vuestra tuvo el glorioso San Amaro, cuando asistía a los enfermos de las dolencias más repugnantes, con la mayor ternura y edificación de cuantos le veían; os suplico. Señor mío, que deis aliento a mi flaqueza, para que siempre que tenga ocasión de emplear mi caridad con los enfermos la haga de una manera eficaz y cariñosa y me concedáis la gracia que os pido en esta Novena, si es para gloria vuestra, aumento del culto de este Santo y bien de las almas. Amén.

DÍA SEXTO
ORACIÓN
Oh reina del cielo y poderosísima Señora para defender a vuestros devotos, estrella del mar que los guiais al puerto de la gloria en donde os alaban y contemplan. Por la devoción tiernísima que tuvo el peregrino San Amaro, a vuestro Santo Rosario, os suplico ¡oh madre mía! me alcancéis el fervor y la perseverancia en el ejercicio de vuestro Santísimo Rosario, que es prenda segura de nuestra predestinación, y pidáis a vuestro divino Hijo la gracia que espero conseguir en esta Novena, si es para gloria suya y vuestra, aumento del culto católico y bien de las almas. Amén.

DÍA SÉPTIMO
ORACIÓN
Oh pacientísimo y amabilísimo Jesús, que siendo la inocencia misma y el santo de los santos, quisisteis sufrir por nosotros como pecador y penitente las humillaciones, los trabajos y las afrentas en toda la carrera de vuestra vida santísima, coronándola por fin con los tormentos inauditos de la sagrada pasión y muerte de Cruz. Por el espíritu de penitencia que tuvo el bienaventurado San Amaro, con el cual mortificaba su cuerpo en la soledad, os suplico me alcancéis espíritu de resignación en vuestra divina voluntad, para que mortificando aquí mis pasiones rebeldes, pueda veros algún día en el cielo, y me concedáis al presente la gracia que os pido por medio de esta Novena, si es para gloria vuestra, aumento del culto católico y bien de las almas. Amén.

DÍA OCTAVO
ORACION
Oh Jesús, soberano bien, que siendo inmortal y eterno quisisteis sujetaros a la muerte por redimirnos y darnos la vida eterna, y para enseñarnos y fortalecernos con vuestro ejemplo. Por el espíritu de resignación con que abrazó gustoso la muerte el bendito San Amaro, mirándola como el principio de la vida venidera; os suplico humildemente me alcancéis la resignación y fortaleza que necesito para morir como verdadero cristiano, y esperar con fé viva en la bienaventuranza eterna de la gloria, y me concedáis al presente la gracia que os pido por medio de esta Novena, si es para gloria vuestra, aumento del culto católico y bien de las almas. Amén.

DIA NOVENO
ORACIÓN
Oh Dios omnipotente, cuyos antiguos prodigios ilustraron tanto a vuestro pueblo, y los habéis repetido tantas veces con vuestros siervos, para dar a conocer vuestro beneplácito con las almas que fielmente os sirven. Por el milagro que hicisteis en la muerte de vuestro fidelísimo siervo Amaro, permitiendo se tocaran solas las campanas en la noche de su dichosa muerte, así como que cubriera un resplandor celestial la morada donde el Santo había muerto, con gran admiración de las gentes que lo vieron; hacedme. Señor, manso y humilde de corazón, para que perseverando fielmente en vuestro servicio merezca en la hora de mi muerte tener el consuelo y la esperanza de que me recibáis en vuestra gracia en la patria del descanso eterno y me concedáis al presente la gracia que os pido en esta Novena, si es para gloria vuestra, aumento del culto de este Santo y bien de las almas. Amén

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