lunes, 12 de marzo de 2018

ANTIGUA NOVENA A LA VIRGEN DEL ROSARIO




PRIMITIVA NOVENA A MARIA SANTISIMA DEL ROSARIOQUE SE VENERA EN LA BASÍLICA DEL ROSARIO DE LIMA, PERÚ
 1866

ORACIÓN

Soberana Reyna de los Ángeles y de los hombres: Serenísima Emperatriz de los cielos y dela tierra; Santísima María del Rosario, sola Virgen entre las madres, y sola madre entre las Vírgenes: como única Virgen Madre de Dios, Señora nuestra y abogada de pecadores en el acatamiento divino, yo el mayor pecador de todos, os saludo como a muy amada Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo, Esposa del Espíritu Santo. Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad: yo os suplico humildemente con todo el afecto de mi corazón puesto a vuestros sacratísimos pies, que os dignéis poner en mí esos vuestros ojos misericordiosos: pues no se ha oído jamás que los apartáis de quien así implora vuestro favor: el mayor que os pido, juntamente con el que sabéis que deseo es, que me admitáis en el número de vuestros dichosos esclavos; pues como tal os quiero servir perpetuamente, y ser perpetuo esclavo de la que se llamó Esclava del Señor, cuando fué anunciada por Madre suya; y pues María quiere decir Señora, sed María siempre para mí: sed mi Señora de aquí adelante, que como mi Señora os ofrezco mi corazón, mi alma, mi cuerpo, mis pensamientos, palabras y obras ahora y en la hora de mi muerte, para lo cual me dispongo con esta escritura de mi esclavitud, que quisiera firmar con la sangre de mi corazón. Entre tanto, Señora dispongo traer siempre conmigo la cadena de esclavo vuestro, en vuestro sagrado Rosario rezando todos los días y celebrando entre año vuestras principales festividades: haced que así lo cumpla perfectamente, y que en mi vida y en mi muerte experimente la eficacia de vuestro poderoso patrocinio, pues Dios gusta de que todos los bienes se nos comuniquen por vuestro medio, y que el miserable pecador que no os invocare en esta vida temporal, no le goce a él en la vida eterna. Amen.

ANTÍFONA

Tu Rosario sagrado Virgen, Madre de Dios, causó a todo el mundo grande gozo, porque de tí nació el Sol de justicia, Jesucristo Dios nuestro, el cual nos dio su divina bendición contra la antigua maldición y confundiendo a la muerte nos dio la eterna vida.

L/: Celebremos con alegría espiritual, la presente solemnidad de la Virgen María.
R/: Para que ella misma interceda por nosotros a nuestro señor Jesucristo

 ORACION: Rogámoste señor Dios nuestro, que nos concedas a tus esclavos el don de tu gracia celestial, para que a los que fue principio de su salud, el parto de la Virgen Madre bienaventurada María sea también aumento su Concepción según lo presente de toda paz y felicidad, por Cristo Nuestro Señor Amen.

DIA PRIMERO

Señor Dios Trino y Uno, en quien creo, en quien espero a quien estimo sobre todas las cosas: os doy muchas gracias, porque os dignasteis de hacer y coronar á María Santísima que por sus merecimientos y por su Concepción Purísima me con cedáis una pureza de ángel, buena vida y buena muerte, y lo que especialmente os suplico en esta Novena. Amen.


GOZOS
Cantemos con devoción
Á la que es de Dios Sagrario,
Señora por tu Rosario
logre yo mi salvación.

De Jesucristo la vida
el Rosario nos propone,
y en eso a todos impone
que es su imitación debida:
también es cosa sabida
que es regla sin excepción.

Entre clases divididos
estos misterios verás,
y en ellos meditarás
como fuimos redimidos:
tus sentidos recogidos
ten en su meditación.

En los misterios gozosos
hallarás alta doctrina,
y de afectos una mina
los más tiernos y amorosos:
son los verdaderos gozos
en nosotros su fruición.

Si meditas con fervor
los dolorosos misterios,
sacarás. afectos de ellos
de compasión y dolor:
Por ellos tu Redentor
te exijo su imitación.

Todo el bien que de Dios viene
con sus tesoros preciosos,
en los misterios gloriosos
hallarás que se contiene:
medítalos cual conviene
y en ellos pon afición.

Todos pues con voluntad
el Rosario lo recemos,
y con él siempre alabemos
a la Madre de piedad:
toda la divinidad
puso aquí su habitación.

Es remedio universal
el Rosario sacrosanto,
de toda pena y quebranto
y en todo peligro y mal:
su virtud es tanta y tal,
que sana toda aflicción.

Aquel que el Ave María
devotamente rezare,
y a la Virgen saludare
 con virtud y oración pía:
del juicio en el grande día.
no verá su perdición.

El justo, el ángel y el santo
con acorde melodía,
á su Emperatriz María.
la alaban con este canto:
el Cielo se alegra en tanto
con esta salutación.

El Rosario bien rezado
es remedio universal,
de todo quebranto y mal
señal para el de hombre
 predestinado atribulado:
es tan santa ocupación.

Venid todos y alabemos
á nuestra reina María,
y en toda hora cada día
devotos la veneremos:
si así fuere, no dudemos
de su gran retribución.

Por tí benditos seamos
como humildes lo pedimos,
y pues por tí a Dios tuvimos
Por tí también lo veamos:
por vuestro medio esperamos
verle en la celestial Sion.

Que Dios ha de perdonarte
ten por cierto, si a María,
invocaras con fé pía
tratando tú de enmendarte:
tu conseguirás salvarte.
sí alcanzas su protección.

Si quieres asegurar
los divinos beneficios.
no omitas los ejercicios
del Rosario bien rezar:
 Por aquí podrás llegar
á su firme posesión.

A todos pues, Madre amable
que ahora en vida os alabamos
en la gloria haced veamos
Al Dios trino inefable:
cuyo nombre es admirable
por eterna duración.



ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Dios te salve, Virgen Sagrada, Purísima María, Lirio purísimo de la Santísima Trinidad, especial cuidado de la Omnipotencia de Dios, con fé muy constante invocamos vuestro dulcísimo nombre, gloriosísima Madre para que al intento que esta Novena se dirige, logre su piadoso efecto nuestra esperanza: la gracia de tu Soberano Hijo está contigo; y pues la tienes toda de su mano, haz benignísima Señora, que sea tan poderosa para nuestras miserias y necesidades, como lo es para librar al mundo de los combates del infierno, y sea eficaz a nuestras humildes súplicas, como os es, para llenar en el Cielo a todos los bienaventurados de gloria: llena eres, Señora, del poder y gracia de la Trinidad Santísima. Bendita seas por toda la eternidad: Criatura excelentísima, preciosísima, poderosísima; toda la Omnipotencia se emplea en vuestro Santísimo Nombre (dulcísima María,) y pues después del Nombre Soberano de vuestro preciosísimo Hijo, no hay otro de tan segura defensa: haz que a la invocación se doblen las rodillas quebrantados cuantos enemigos amenazan nuestra fé. Y lo repetimos, Señora, doblando con nuestros corazones los suspiros. Bendita seas, Purísima María, Excelentísima María, sed para nosotros siempre María; María en nuestros ojos, María en nuestros corazones, María en nuestras almas; y pues a tu dulce invocación se regocija el Cielo, se alegra la tierra, se gozan los ángeles y los demonios tiemblan, estremézcanse y vuelvan la espalda derrotados los enemigos que tenemos como secuaces del infierno: sosiega las turbaciones que nos congojan; bien sabemos y humildes confesarnos Madre Misericordiosísima, que rehúsa la pronunciación de vuestro purísimo nombre, la indignación de nuestros labios; que lo traemos ofendido con nuestros delitos; que hemos irritado a vuestro Sacratísimo Hijo con el desahogo de nuestras culpas, que son causa de estas amenazas; pero a eso venimos Señora, a que penetres los ánimos obstinados, a que nos enseñes a huir los vicios y ejercitar las virtudes, para que con estas prevenciones aplaquemos el justísimo enojo del Cielo: sea inefable vuestro aliento para ampararnos. Pues no permites tú que se pierda un hombre que pudo decir MARIA, no nos perdamos. y no nos pierdan nuestros delitos, que ya gritamos todos MARIA. Rompe con los enemigos: a ellos, Señora, disípelos vuestro nombre, como a nubes fáciles; y el Sol de vuestro Hijo que en vos es bendito como fruto soberano de vuestro vientre, acompañe la mirada risueña de tus misericordiosísimo ojos, á las lágrimas de vuestras congojas, al dolor de nuestros corazones con que arrepentidos pedimos perdón de nuestros delitos; y pues no ha menester vuestra misericordia que os repita sus daños nuestras miserias, regocijaos, Señora, con el Sol que tenéis en vuestros brazos, para que aplaque su justicia, alcanzándonos penitencia. con que le desagraviemos, y gracia con que le agrademos, para que vivamos seguros con el aliento de vuestro Hijo y con el vuestro. Y tú Rosa divina, pues eres la flor de los de deleites de María, ponte a sus ojos, para que por ese medio seamos bien vistos en su presencia, tus hijos, siervos y paisanos: cerca estás del corazón de Jesús, y tan cerca, que eres su mismo corazón: ponle en el vuestro, pasándolo por tu mano, y con afecto ardiente a Jesús tu dulce Esposo amante, pon estas súplica: rendidas para que por tí, en tí y por María, vivamos seguros en este valle de lágrimas, se mantenga firme tu Patria en la fé, líbranos de enemigos en la tierra, y alcance nuestra esperanza las promesa de tu gloria. Amen.


DIA SEGUNDO

Señor Dios Trino y Uno, en quien creo, en quien espero, a quien amo y estimo sobre todas las cosas: os doy muchas gracias porque os dignasteis de hacer y coronar a María Santísima Reyna de los Arcángeles, a quienes excedió incomparable mente en la confianza que hicisteis de ella para el conocimiento de la Encarnación anunciada por uno de ellos; y os suplico, que por sus merecimientos y por su Natividad santísima, me concedáis que en mi se logre el fruto de tan gran beneficio con una buena vida y buena muerte; y lo que especialmente os suplico en esta novena. Amen.


DIA TERCERO

 Señor Dios Trino y Uno, en quien creo, en quien espero, a quien amo y estimo sobre todas las cosas: os doy muchas gracias porque os dignasteis de hacer y coronar á María Santísima reina de los Principados, a los cuales excedió incomparablemente en su ministerio, que es cuidar de su salud eterna de los hombres; y os suplico que por sus merecimientos y por su devotísima presentación, me concedáis buena vida y buena muerte, y lo que especialmente os suplico en esta novena. Amen.


DIA CUARTO

Señor Dios, Trino y Uno, en quien creo, en quien espero, a quien amo y estimo sobre todas las cosas: os doy muchas gracias porque os dignasteis de hacer y coronar á Manía Santísima Reyna de las Potestades; a quienes excedió incomparablemente en el poderío sobre los demonios; y os suplico, que por sus merecimientos y por su castísimo desposorio con el Patriarca Señor San José, me concedáis verme libre de sus diabólicas sugestiones, en una buena vida y buena muerte, y lo que especialmente os suplico en esta Novena. Amen.


DIA QUINTO

Señor Dios, Trino y Uno, en quien creo, en quien espero, a quien amo y estimo sobre todas las cosas: 05 doy muchas gracias porque os dignasteis de hacer y coronar a María Santísima, Reyna de las Virtudes a quienes excedió incomparablemente en la virtud de hacer milagros, y os suplico por sus merecimientos y por su admirable Anunciación, me concedáis buena vida y buena muerte, y lo que especial mente os suplico en esta Novena. Amen.


DIA SEXTO

Señor Dios, Trino y Uno, en quien creo, en quien espero, a quien amo y estimo sobre todas las cosas: os doy muchas gracias porque os dignasteis de hacer y coronar a María Santísima, Reyna de las Dominaciones, a quienes excedió incomparable mente en la superintendencia de los demás espíritus inferiores a ellos, y os suplico que por sus merecimientos, y por su humilde Visitacion, me concedáis buena vida y buena muerte, y lo que especialmente os suplico en esta Novena. Amen.

DIA SÉPTIMO

Señor Dios, Trino y Uno, en quien creo, en quien espero, a quien amo y estimo sobre todas las cosas: os doy muchas gracias porque os dignasteis de hacer y coronar a María Santísima, Reyna de los Tronos, a quiénes excedió incomparablemente en ser el mejor y más sublime Trono de vuestra Divina Majestad; y os suplico que por sus merecimientos y por su fervorosa Expectación, me concedáis buena vida y buena muerte, y lo que especialmente os suplico en esta Novena. Amen.

DIA OCTAVO

Señor Dios, Trino y Uno, en quien creo, en quien espero á quien amo y estimo sobre todas las cosas: os doy muchas gracias porque os dignasteis de hacer y coronar a María Santísima, Reyna de los Querubines, a quienes excedió incomparablemente en sabiduría; os suplico que por sus merecimientos y por su pronta Purificación me concedáis buena vida y buena muerte, y lo que especialmente os suplico en esta Novena. Amen.


DIA NOVENO

Señor Dios, Trino y Uno, en quien creo, en quien espero, a quien amo y estimo sobre todas las cosas: os doy muchas gracias porque os dignasteis de hacer coronar a María Santísima Reyna de los Serafines, a quienes excedió incomparablemente en el ardor de vuestro amor: os suplico por sus méritos y por su dichoso Tránsito, Asunción, Coronación gloriosa, y por la Corona de su Sacrosanto Rosario, en que se ostenta la mejor Rosa de Jericó con sus quince misterios Gozos, Dolorosos y Gloriosos, me concedáis buena vida y buena muerte, y lo que especialmente os suplico en esta Novena. Amen.



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