martes, 13 de marzo de 2018

TRIDUO A MARIA SANTISIMA DE LA DIVINA PROVIDENCIA






TRIDUO A MARÍA SANTÍSIMA DE LA DIVINA PROVIDENCIA

Se hace un Acto de contricción y luego se recitan estas oraciones:
I. Así como a nosotros con sobrada justicia es debido el humillante nombre de pecadores; hacia Vos, o gran Virgen, es mucho más debido el glorioso título de Refugio de pecadores, que os da la Iglesia; pues que siendo Vos Madre del Divina Salvador, sois también Madre de Misericordia, y Reina poderosa del cielo y de la tierra, y tenéis corazón y poder para ayudar a todos. Por lo mismo amparadnos también, o Virgen piadosísima, para que con amargura de nuestro corazón nos confesemos pecadores, y alcanzadnos dolor y perdón de nuestros pecados por los que Dios justamente nos castiga, y la gracia feliz de llorarlos siempre y de no pecar más.
Ave María.

L/: Refugio de pecadores

R/: Ruega por nosotros


II.  Quién jamás podrá consolarnos en nuestras necesidades, sino Vos Virgen amabilísima, que sois proclamad» por la Iglesia, Consoladora delos afligidos, Vos consolasteis a nuestros infelices progenitores coa la promesa, que Dios les hizo de Vos, y consolasteis á lodo el mundo con darle el grande Reparador de nuestros, males, y habéis consolado a todos los que han acudido á Y os con confianza. Consoladnos también, os pedimos, o amorosísima Abogada nuestra, mientras que afligidos y llorosos a Vos suspiramos, alcanzándonos del Padre de misericordia y Dios de toda Consolación, socorro en todas nuestras indigencias y tribulaciones.

Ave María

L/: Consuelo de los Afligidos
R/: Ruega por nosotros

III.  Habiendo sido Vos destinada por Dios, Oh Virgen inmaculada, para ser el auxilio del pueblo cristiano en sus ^necesidades, todos cuantos acuden a Vos, ya sean los enfermos en sus enfermedades, ya los pobres en sus indigencias, los atribulados en sus aflicciones, los navegantes en las tormentas, combatientes en las batallas, los agonizantes en la muerte, hallan en vuestro maternal corazón alivio, y remedio. Nosotros también desde ahora nos ponemos bajo vuestro Patrocinio, o Madre de la Divina Providencia, y llenos de confianza en vuestra inefable piedad os suplicamos, que os dignéis escuchar nuestras necesidades; librarnos de todos los peligros y males; alcanzarnos todos aquellos bienes que necesitamos; y guiarnos después felizmente al deseado puerto de la salud eterna.

Ave María 


L/: Auxilio de los Cristianos
R/: Ruega por nosotros.

DEPRECACIONES

Oh amabilísimo Corazón de María, por vuestro amor be resuelto en el día de hoy no consentir á pensamiento alguno malo, ni a juicio temerario. María Santísima, ayudadme a desecharlos al instante. Ave María.

Oh amabilísimo Corazón de María, por vuestro amor he resuelto no decir mentira alguna, ni palabra indecente: purificad, benignísima Madre, esta mi lengua.  Ave María.

Oh amabilísimo Corazón de María, por vuestro amor he resuelto guardarme en este día de toda acción mala, y evitar las ocasiones: alcanzadme, Virgen Santísima, el precioso don de la castidad, y que en todas mis acciones agrade al Señor, y dé gusto a vuestro purísimo corazón. Ave María.
Virgen María Madre de Dios, rogad a Jesús por mí.


ORACIÓN
Santísima Virgen Madre de Dios María, ved aquí a vuestros pies un alma llena de miserias. Yo soy aquel, que con mis pecados he crucificado tantas veces a vuestro Hijo; yo lo he pisado, yo lo he pospuesto a la misma nada. No merezco, por tanto, que os dignéis mirarme con ojos de misericordia. Mas no obstante acordaos, que sois refugio de pecadores; ni se sabe, que hayáis nunca abandonado a quien recurre a Vos con confianza, ¿Queréis Vos empezar por mí? ¡Ah!  no sea así. Mirad, que imploro vuestro auxilio para salir del pecado, y para no volver jamás a él, ni ofender más para siempre a mi Criador y á mi Dios. Alcanzadme de la misericordiosa divina Providencia esta gracia tan justa, Vos que lo podeis todo ante el Señor, y hacedlo de modo, que para hoy y para siempre elija yo antes morir, que pecar más. Así sea.

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