viernes, 9 de marzo de 2018

VIERNES TERCERO DE MES A LA VIRGEN DOLOROSA




VIERNES TERCERO DEL MES CONSAGRADO A LOS DOLORES DE MARIA SANTISIMA



L/: Abre, Señor, mis labios
R/: Y mi lengua anunciará tu alabanza
Gloria al Padre etc.

I. Te compadezco ¡oh afligida María! madre de los dolores, por el que experimentó tu tierno Corazón con la profecía del santo anciano Simeón, y te suplico, ¡Madre Amantísima! por ese tu corazón tan afligido me alcances la virtud de la humildad y el don del santo temor de Dios.

Ave María.

II. Contigo me duelo ¡oh María! madre del dolor, por las angustias que tu sensibilísimo corazón sintió en la huida a Egipto; y por este tu corazón angustiadísimo, alcánzame la virtud de la misericordia especialmente para con los pobres y el don de piedad.

Ave María.

III. Duélome contigo ¡oh María, madre afligidísima! por las congojas que tu solícito Corazón experimentó al perder a tu Hijo amantísimo; y por este tu dolorosísimo y angustiadísimo corazón, te suplico, oh amabilísima Madre mía, me alcances la virtud de la castidad y el don de la sabiduría.
Ave María.

IV. Compadézcote ¡oh María Madre afligidísima! por la consternación que tu maternal corazón experimentó al encontrar a Jesús con la cruz a cuestas; y por este tu amoroso Corazón traspasado de dolor, te suplico ¡Madre amantísima! Me alcances la virtud de la paciencia y el don de la fortaleza.
Ave María.

V. Compadézcote ¡oh afligidísima Señora! Madre dolorosísima por el martirio que sufrió tu corazón generosísimo al hallarse presente en la agonía de Jesús; por este martirio de tu corazón te suplico ¡oh Amada Madre mía! me alcances la virtud de la templanza y el don de consejo.
Ave María.

VI. Te compadezco ¡oh María Madre dolorosa! por la herida que recibió tu piadoso corazón con la lanzada que abrió el costado de Jesús y traspasó tu corazón sacratísimo; por la aflicción que entonces sufriste, Suplicote ¡oh amada Madre mía! me alcances la virtud de la caridad para con mis prójimos y el don
de entendimiento.
Ave María.

VII. Corapadézcote ¡oh María Madre dolorosísima! por el excesivo dolor que experimentó tu corazón amantísimo al dejar sepultado el cuerpo de Jesús. Por este tu corazón de tal modo angustiado, suplicóte ¡oh Madre mía! me alcances la virtud de la diligencia y el don de sabiduría.
Ave María.

L/: Ruega por nosotros Virgen dolorosísima.
R/: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

ORACIÓN

Suplicamoste ¡oh Señor Nuestro Jesucristo! interceda por nosotros ante el trono de tu clemencia, ahora y en la hora de nuestra muerte, la Bienaventurada Virgen María Madre tuya, cuya sacratísima alma fué traspasada por un cuchillo de dolor durante tu Pasión. Por Tí mismo Jesucristo, Salvador del mundo que con el Padre y el Espíritu Santo vives y reinas por los siglos de los siglos. Así sea.

300 dias de indulgencia. Pio VII. 14 de enero de 1815.



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