PIADOSA
NOVENA A LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LA BALA
ACTO DE CONTRICCIÓN
Señor mío Jesucristo que para darme a conocer el infinito amor
que me tienes, quisiste darme por Madre a María Santísima en el monte Calvario,
en medio de tus mayores congojas y agonías: confieso, Señor, que es la mayor
fineza que he recibido de tu dulcísimo corazón, y a la que debía vivir reconocido;
pero ay de mi cuando veo lo ingrato que he sido y lo olvidado que he vivido a
esta tan grande beneficio, ofendiéndote con tantas culpas, las detesto Señor,
y, las aborrezco por las ofensas de tu infinita bondad, y me pesa en el alma de
haberos ofendido, por ser quien sois, propongo con tu divina gracia la enmienda
de mi vida, y morir antes que volverte a ofender; espero el perdón de todos mis
pecados, el que te pido por tu sangre preciosa, y por las amarguras que María Santísima
tuvo en el monte calvario, y en su tristísima soledad. Amen.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Dios te
salve Madre mía María Santísima de la Bala que para manifestarnos que sois la
nube prodigiosa que defiendes a los mortales de la ira de Dios irritada por
nuestras culpas, tolerasteis vos el fiero golpe de una bala, la que quedo a tus
plantas para perpetua memoria de tu amor y piedad, pues quien devotos te busca,
encuentra en ti la vida, con o la halló a aquella mujer que a tu presencia resucitó
luego que entrasteis en el hospital de San Lázaro: yo te suplico, Señora,
presentes tus poderosos ruegos, ante el Padre de las misericordias y Dios de todo
consuelo, para que defienda a la Iglesia santa de todos los enemigos, que la
persiguen; dé consuelo a nuestro sumo Pontífice, acierto, a nuestro Ilustre Prelado,
libertad a muestro Católico Monarca, fortaleza, y esfuerzo a los que pelean en
defensa de nuestra santa fe, resucitéis a la vida la gracia a los que están muertos
por la culpa, y a todos nos conceda el vínculo precioso de la paz para que
unidos con la caridad amemos y sirvamos al que nos dio por Madre, para gozarle
eternamente. Amén.
DIA PRIMERO
Oh Virgen Santísima Señora nuestra, tu sola, aunque pura
criatura, fuisteis adornada con la plenitud de los, Dones, de tu divino Esposo,
el Espíritu Santo y à tí, te concedió con eminencia, el de Sabiduría, pues en
ti descansó la increada que es el Verbo, por los que con la Iglesia te llamamos
asiento de la Sabiduría: yo te suplico, Señora, me concedas el favor que te
pido en esta novena; y también el precioso don de Sabiduría, para que conociendo
a Dios nuestro Señor, y amándole en esta vida consiga gozarle eternamente,
Amen.
Pues
se ve tan irritada
ya
la justicia de Dios,
Virgen Santa de la Bala
ruega
Señora por nos.
Cuando
el hombre le tiró
á
su Mujer el balazo,
por
vuestro divino brazo,
la
misma, iba la torció,
y
a tus, plantas se quedó,
por
patrocinio de vos.
Tres
veces fuiste rifada,
y
en todas tres sucedió
que
a este Hospital se inclinó
vuestra
Pureza sagrada,
y
en elegirlo morada,
se
ve el grande amor de vos.
Cuando
entraste conducida
en
este Hospital Señora,
te
mostraste como aurora
dando
a una muerta la vida
mostrando
que en tu venida
venia
el remedio con vos.
Pues
Reyna de cielo y tierra,
y
abogada sois del Mundo,
y
tu nombre sin segundo
a
los demonios aterra,
tengan
victoria en la guerra
ya
los cristianos por vos.
Pues
nos hemos alistado
debajo
de tu estandarte,
líbranos
de Bonaparte
también
de todo pecado,
no
quedando un obstinado
sin
que se convierta a Dios.
Al
Pontífice Romano
que
entre enemigos se ve,
rogamos,
Señora, qué
lo
libres de ese tirano;
y
defienda vuestra mano
toda
la Iglesia de Dios.
Por
el Séptimo Fernando,
que
es nuestro benigno Rey,
también
por toda la grey
pues
todos te están amando,
te
pedimos suspirando
que
los ampares por Dios.
Por
nuestro Ilustre Pastor,
y
también por su Excelencia,
pedimos
a tu clemencia,
que
los mires con amor,
que
a tanto llega su ardor
que
quieren morir por Dios.
Por
nuestro Ilustre Pastor,
y
también por su Excelencia,
pedimos
a tu clemencia,
que
los mires con amor,
que
á tanto llega su ardor
que
quieren morir por Dios.
Gran
Señora, es vuestro anhelo
el
favorecer al mundo,
pues
tu poder sin segundo
á
todos les da consuelo,
con
grande confianza apelo
y
recurrimos a vos.
Lleguemos
à merecerte
que
seas nuestra intercesora,
Madre
dulcísima ahora
y
en la hora de nuestra muerte,
para
poder ir a verte
en
el empíreo con Dios.
Amén
Divina María,
Amén
estrella del mar,
pues
tu hermosura sin par
nos
ampara noche y día,
y
pues eres norte y guía,
llévanos
a ver a Dios.
ORACIÓN A SAN LÁZARO
Gloriosísimo
Mártir de Cristo San Lázaro, que habiéndote Dios destinado para
Apóstol
y primer Pastor de la Ciudad de Marcella, y en ella consiguió tu ardiente celo
convertir a tantas almas a la fe de Jesucristo, y en menos de un año
estableciste la Religión cristiana, y no temiendo las amenazas del Procónsul
Tirano, toleraste ser despedazado con látigos, atravesado con flechas, y que te
cortaran la cabeza, con lo que diste gustoso la vida por la fe de Jesucristo; y
pues sé lo mucho que puedes con Dios, te suplico te intereses con su Majestad
para que por los ardores que tu cuerpo sintió cuando fue abrasado con las
planchas ardiendo que en él te aplicaron, les concedas a los pobres enfermos alivio
y tolerancia en sus ardores, salud y gracia a los bienhechores del Hospital, y a
todos nosotros la fortaleza necesaria, con la que despreciando los bienes de la
tierra, estemos prontos a dar mil vidas antes que faltar a lo que prometimos en
el santo Bautismo, que es guardar la fe y creencia de todos los Misterios que
nos ha revelado, y por este medio consigamos amarle y servirle en esta vida, para
después gozarle en la otra. Amén.
DIA SEGUNDO
Oh Virgen Santísima Señora nuestra que, siendo
concebida en gracia desde el momento de tu Purísima Concepción, fué tu divino
entendimiento libre de los errores y tinieblas de la ignorancia, y alumbrado
con una luz anticipada, con lo que recibiste de tu Divino Esposo el Espíritu
Santo el Don de Entendimiento, en grado tan perfecto, que más que todos los Ángeles
y hombres entendisteis las palabras de Dios, y penetrasteis los secretos
sentidos de la Escritura divina: por lo que te pido me alcances el favor que
pretendo y el precioso Don de Entendimiento para que entendiendo las verdades
de nuestra Sagrada Religión, viva según ellas me enseñan, y así consiga agradar
a Dios en esta vida y gozarle eternamente en tu compañía. Amen.
DIA TERCERO
Oh
Virgen Santísima Señora nuestra que habitando en la mente de Dios desde su
eternidad, fuisteis desde entonces la primogénita del Padre, y también la Madre
del Consejero Cristo Jesús, cuando asistida del Espíritu Santo deliberaste y
consultaste el consentir que el hijo de Dios se hiciera hombre en tu purísimo
vientre, con lo que seguiste el mejor consejo que fue cumplir la voluntad de
Dios quedando llena de este precioso Don y pues por tu intercesión todo se alcanza,
te suplico me consigas el favor que te pido y el Don de consejo, para que buscando
en todas las cosas la voluntad de Dios, que es lo más acertado, consiga
agradarle en esta vida y después gozar le en tu compañía. Amen.
DIA CUARTO
Oh
Virgen Santísima Señora nuestra que desde el momento mismo en que fuisteis
concebida, tu alma purísima fue adornada con el preciosísimo Don de ciencia, la
que manifestasteis en los pasos todos y operaciones de tu santísima vida,
huyendo siempre del mal y practicando el bien, obedeciendo a la divina Ley, con
lo que en cada instante se aumentaba más en vos este Don celestial y pues
conoces lo falta que mi alma está de esta ciencia, te suplico me la alcances de
tu Divino Esposo el Espíritu Santo, para que obedeciendo a la Divina Ley, que
debe ser la regla y norma de todas mis acciones, huy a del mal, practique el
bien, y así consiga el favor que te pido, y agradar a Dios en esta vida y
gozarle en la Gloria. Armen.
DIA QUINTO
Oh
Virgen Santísima Señora nuestra que prevenida con el Don de fortaleza en una
edad tan tierra dejaste la dulce compañía de tus amados padres, y renunciasteis
las comodidades de tu casa presentándote en el Templo para dedicarte toda al
Señor que te crio, y para prevenir tu corazón para los trabajos, tribulaciones
y cruces, que habías de padecer con tanta fortaleza desde el momento en que por
nuestro amor se hizo hombre el hijo de Dios en tus purísimas entrañas, hasta
que lo sacrificaste en el monte Calvario: por lo que te suplico me alcances de tu
divino Esposo el Espíritu Santo el precioso Don de fortaleza, con el que venciendo
mis pasiones, y negándome a mí mismo, y tolerando los trabajos que por mis
culpas tengo merecidos, consiga el favor que te pido, y agradar a Dios en esta
vida para gozar le en la gloria. Amen.
DIA SEXTO
Oh
Virgen santísima Señora nuestra que habiéndote escogido el Todo-poderoso para
obrar en ti y por ti los más altos misterios de nuestra santa fé, y sagrada religión,
y para que trataras tan familiarmente con el Verbo Eterno, tocaras con tus manos,
llegaras a tus pechos su humanidad sacrosanta, fué conveniente que el Espíritu
Santo te llenase de tanta piedad cuanta pudo caber en una pura criatura, y
quanta era necesaria para cumplir los oficios de Madre de Dios, y Madre de los
pecadores; por lo que te suplico, me alcances del Espíritu Santo el Don divino
de piedad, para que reconociendo a Dios lo respete, adore y reverencie con los
verdaderos cultos que son los de nuestra santa religión, con lo que consiga el
favor que te pido, y agradar al Señor en esta vida para adorarle en la gloria.
Amen.
DIA SEPTIMO
Oh
Virgen santísima Señora nuestra, que habiendo encontrado delante de Dios la
gracia y precioso Don del divino temor, temiste tanto por tu humildad ser exaltada
a la dignidad de Madre de Dios, y reconociendo este beneficio vivió siempre cuidadoso
tu corazón en guardar la Ley divina, y de agradar en todas las cosas al Señor único
de tu alma, de quien te confesabas esclava: por lo que te suplico me alcances
de tu divino esposo el Don de su santo temor, para que atravesado con él mi corazón
tema sus altos juicios, y aborrezca y evite toda culpa, más por su infinita
bondad, que por su justicia, para que de esta suerte logre en esta vida la misericordia
que tiene prometida a los que le temen; el favor que te pido, y la
perseverancia final en su gracia, para gozarle en la gloria. Amen.
DIA OCTAVO
Oh
Virgen santísima Señora nuestra, Madre fecunda de los gozos espirituales,
¿quién podrá explicar los que sintió tu santísima Alma y dulce corazón en ser
Madre de Dios, con la honra de Virgen, pues concibiendo en tu virginal vientre
al Unigénito del Padre por obra del Espíritu Santo, pariste sin detrimento de
tu pureza virginal, siendo Virgen antes del parto, en el parto y después del
parto, por lo que te suplico que por estos singulares gozos que recibisteis de
la infinita liberalidad del Todopoderoso, me alcances de Dios nuestro Señor el
gozo de una buena conciencia y de un corazón puro y limpio de toda culpa, para
que con esto pueda tolerar las tribulaciones y trabajos, que como descendiente
de Adán debo padecer en esta vida, y que este sea el camino para alcanzar el
remedio que solicito, y después de esta vida entrar en los eternos gozos de la
gloria. Amen.
DIA NOVENO
Virgen
santísima Señora nuestra, que desde el momento de tu Purísima Concepción fuisteis
llena de tanta gracia y paz, cual no se puede concebir, pues
desde
entonces descansó en tu alma el divino Espíritu con todos sus Dones, siendo la única
que entró en el mundo en paz con Dios y lograsteis la felicidad de tener por
nueve meses en tu purísimo Vientre á el Príncipe de la paz y pacificador
nuestro, Cristo Jesús: por lo que te suplico me alcances de Dios nuestro Señor
el favor que te pido en esta novena, y también la paz de mi espíritu y corazón
para con Dios, con mis prójimos, y conmigo mismo, y conservándola en medio de
las borrascas; y tentaciones que a cada paso me acometen en el mar tempestuoso
de este mundo, con ella consiga la serenidad en la muerte para llevar seguro al
puerto de la gloria. Amén.
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