miércoles, 25 de diciembre de 2019

DIA VEINTICINCO DE MES AL NIÑO DE PRAGA




DÍA 25 DE MES
CONSAGRADO AL SANTO NIÑO JESÚS DE PRAGA

ORACIÓN PREPARATORIA
Dulcísimo Niño Jesús de Praga, que por amor a los hombres descendiste de los cielos para tomar la flaca naturaleza humana y compartir con ella todos los peligros a que está sujeta, principalmente en los tiernos años de la infancia. Concédeme, ¡oh divino Niño! que yo me aproveche de la contemplación de los adorables misterios que se verificaron en tu augusta persona durante los primeros años de tu vida en la tierra, de las sublimes enseñanzas que nos diste para bien de nuestras almas y ejemplo de todos los cristianos. Y Tú, dulcísima Madre mía, ilumina mi entendimiento y enciende mi corazón para que dignamente pueda adorar y contemplar los misterios sacrosantos de tu divino Hijo. Amen.


PRIMER MISTERIO
Dulcísimo Niño Jesús, que bajaste del cielo a las purísimas entrañas de María, tomando, por virtud del Espíritu Santo, la forma de esclavo: ten piedad de nosotros:
Ave María y Gloria Patri.



SEGUNDO MISTERIO
Dulcísimo Niño Jesús, que llevado por vuestra Madre a visitar a Santa Isabel, llenaste del Espíritu Santo a tu precursor San Juan Bautista, santificándole ya en el seno de su madre: ten piedad de nosotros.
Ave María y Gloria Patri.




TERCER MISTERIO
Dulcísimo Niño Jesús, que durante los nueve meses que permaneciste en el seno virginal de tu Madre, inflamaste en tu amor los corazones de María y de José: ten piedad de nosotros.
Ave María y Gloria Patri.



CUARTO MISTERIO
Dulcísimo Niño Jesús, nacido en Belén de María Santísima, envuelto en pobres pañales, acostado en humilde pesebre, cantado por los ángeles y visitado por los pastores: ten piedad de nosotros.
Ave María y Gloria Patri.



QUINTO MISTERIO
Dulcísimo Niño Jesús, que a los ocho días de nacer te sometiste a la dolorosa ceremonia de la circuncisión y tomaste el nombre glorioso de Jesús: ten piedad de nosotros.
Ave María y Gloria Patri.



SEXTO MISTERIO
La adoración de los Reyes Magos Dulcísimo Niño Jesús, que te dignaste anunciar tu nacimiento a los Reyes Magos por medio de resplandecientes estrellas, y ellos, respondiendo a tu llamamiento, te ofrecieron oro, incienso y mirra: ten piedad de nosotros.
Ave María y Gloria Patri.



SÉPTIMO MISTERIO
Dulcísimo Niño Jesús, a quien María presentó en el templo y Simeón tomó en sus brazos y Ana profetisa reveló al pueblo judío: ten piedad de nosotros.
Ave María y Gloria Patri.



OCTAVO MISTERIO
Dulcísimo Niño Jesús, que fuiste salvado de la muerte de Herodes por la huida a Egipto y glorificado más tarde por la sangre de los Santos Inocentes: ten piedad de nosotros.
Ave María y Gloria Patri.



NOVENO MISTERIO
Dulcísimo Niño Jesús, que, durante tu permanencia en Egipto, pronunciaste las primeras palabras, diste los primeros pasos y obraste las primeras maravillas: ten piedad de nosotros.
Ave María y Gloria Patri.



DÉCIMO MISTERIO
Dulcísimo Niño Jesús, que tantas fatigas padeciste a tu regreso después de la muerte de Herodes: ten piedad de nosotros.
Ave María y Gloria Patri.



UNDÉCIMO MISTERIO
Dulcísimo Niño Jesús, que viviste en una humilde casa de Nazaret en pobreza, trabajo y obediencia: ten piedad de nosotros.
Ave María y Gloria Patri.



DUODÉCIMO MISTERIO
Dulcísimo Niño Jesús, que a la edad de doce años disputaste con los doctores en el templo, donde te encontraron tus padres después de haberte llorado tres días perdido: ten piedad de nosotros.
Ave María y Gloria Patri.



ACTO DE CONSAGRACIÓN AL NIÑO JESÚS DE PRAGA
Divino Niño Jesús de Praga, belleza inefable, bondad infinita, encanto de mis ojos y alegría incomparable de mi alma. Aquí vengo a postrarme a tus pies, a rendir homenaje a tus excelsas virtudes y a tu divinidad sacrosanta; aquí vengo a consagrarme todo entero a Ti: mis pensamientos, palabras y obras, todo cuanto soy y tengo, hasta los más secretos y estimados afectos de mi corazón. Todo, Jesús mío, todo te lo consagro, todo te lo dedico para que tú lo guardes, y lo santifiques. Haz, Niño mío, que yo sea dócil y rendido a tus suavísimas inspiraciones, que sea yo uno de tus principales amadores, que no te ofenda nunca y que siempre te ame. Te lo pido por tu humildísimo padre San José, por tu dulcísima madre María, a quienes en unión tuya profesaré siempre particularísima devoción y afecto. Amen.

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