NOVENA DE LA PRODIGIOSA IMAGEN DE NUESTRA
SEÑORA
CON EL TÍTULO
DE
CONQUISTADORA
Que se venera en el Convento de las Llagas
de N. S. P. S. Francisco de la Ciudad de la Puebla. Cuya protección es
especialísima para libertarse de Pestes y Fiebres malignas.
DISPUESTA
Por un Religioso de dicho Convento.
REIMPRESA
A expensas de varios Bienhechores
año de 1704
ADVERTENCIAS
Primeramente, se han de
persignar para entrar en la Novena, purificando sus almas, y limpiándolas de
toda culpa é imperfección, confesando y comulgando el primero y ultimo día; y
si acaso tuvieren licencia de sus Confesores podrán comulgar los demás días:
Procuren, en honra y gloría de mi Señora, evitar estos nueve días
conversaciones, logrando la virtud del silencio, y ocupar el corazón en sus.
divinas alabanzas, aquellas en. que sintieren más ternura sus almas, y si fueren
personas espirituales distribuirán en estos nueve días algunas mortificaciones
más que las ordinarias, añadiendo un cuarto más de oración a la continua de
todos los días, en que podrán considerar las muchas gracias, excelencias y
prerrogativas con que Dios adornó a esta Divina Reina, y los muchos favores que
todos debemos a su protección.
MODO DE HACER
Después de persignarse,
decir la Oración preparatoria, que sirve de Acto de Contrición, la cual acabada
se ha de decir la Oración del día, con nueve Ave Marías, y cerrar con la
Oración petitoria y final; de suerte, que a todos los nueve días ha de preceder
la primera Oración preparatoria, y ha de finalizar la segunda, que es la
última.
ORACIÓN PREPARATORIA
Dios
y Señor mío, Criador de Cielo y Tierra, Fuente inagotable de todos los bienes:
os damos infinitas gracias por las qué depositasteis en vuestra Purísima Madre
y mi Señora la Virgen María, para que como Tesorera de vuestras inestimables é
infinitas riquezas, las repartiera a las almas: conceded, Señor, por vuestra
preciosísima Sangre, que derramasteis por la salud del género humano, a todos
los, que de corazón imploramos la protección de vuestra Purísima Madre, un dolor
verdadero de nuestras culpas, para que, arrepentidos y compungidos en lo más íntimo
del pecho, queden nuestras almas limpias, y sean restituidas al candor de la
inocencia, libres de la fealdad del pecado: muera yo, Señor, mil veces, antes
que cometa una culpa; padezca mil infiernos, antes que pierda vuestra gracia; solo
a vos quiero, Jesús mío, solo á vos amo, Dios mío, y así me pesa de haberos
ofendido, solo por ser vos quien sois: no el temor del Infierno, ni otro ningún
temor me mueve a pediros misericordia, sino solo vuestra bondad infinita; esta
me obliga, está sola me persuade á aborrecer la culpa: no miréis, Señor, mi
ingratitud, que esta no merece perdón; mirad, para concederme vuestra gracia,
los méritos de vuestra Divina Madre María Santísima, debajo de cuya sombra
respiramos los que en este valle de lágrimas vivimos fuera de nuestra patria. Y
vos, Divina María, que para remedio del hombre repartisteis en vuestras sagradas
Imágenes tantas excelencias y prerrogativas, para que dé más cerca
experimentáramos los benignos influjos de vuestro patrocinio, inclinad los
oídos de vuestra clemencia a mis humildes súplicas; y pues vinisteis a este
nuevo Mundo en la Sagrada Copia y pequeña Imagen, con el título de Conquistadora,
a desterrar las tinieblas de la idolatría, iluminad mi alma, é ilustradla con
los rayos de vuestra gracia, para qué libre de la cadena y esclavitud del
Demonio, camine en seguimiento dé vuestras luces a la tierra
prometida
del eterno descanso. Amén Jesús.
PRIMER DIA
Dulcísima
María, centro de perfecciones, abismo de humildad, pues se ostenta toda la
grandeza y soberanía en vuestra pequeña Imagen Conquistadora, así como en el título
de Esclava del Señor, reluce todo el piélago insondable de vuestras
prerrogativas; os pido, Señora, admitáis este vuestro Siervo humilde que de
corazón se dedica a vuestro servicio, para que con vuestro favor alcance
aquella humildad que sabe despreciar las vanidades de esta vida y que solo
aprecié el renombre de Esclavo vuestro, con cuyo título espero merecer las
benignas atenciones de vuestra piedad. Amén Jesús. Nueve Ave Marías con
Gloria Patri.
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Soberana
Emperatriz, Madre de pecadores, yo el mayor de todos postrado ante el
acatamiento de vuestra soberana grandeza, os presento esta Novena en que os
pido con rendimiento de siervo humilde, y con afecto de hijo tierno, llenéis mi
petición, siendo de vuestro agrado, y voluntad de Vuestro Santísimo Hijo, cuya
honra y gloria es el primer móvil de mi súplica, juntamente os ruego, Madre
amantísima, que inflaméis mi corazón con la llama de vuestro amor para que
ardiendo en incendios de caridad, ame a Dios, sirva a Dios, busque a Dios, y
viva en Dios eternamente. Amén Jesús.
SEGUNDO DIA
Poderosísima
María Madre de piedades que de la Corona con que os adornan los Cielos, nos disteis
en vuestra Imagen fija para norte de nuestros pasos: dirigid, Señora, mis obras,
palabras y pensamientos por rumbo tan celestial, para que arrebatado de tan
superior influjo toque el verdadero desengaño de la inconstancia de este Mundo,
y anhele a los más finos y estables bienes de la Patria. Amén Jesús. Nueve
Ave Marías con Gloria Patri.
TERCER DIA
Soberana
Princesa de los Cielos, y fuente perenne de dulzuras; pues son en la tierra
vuestras sagradas Imágenes los manantiales por donde comunicáis los copiosos
beneficios de vuestra misericordia enviadme por el celestial venero de vuestra
Imagen Conquistadora, las aguas saludables y dulcísimas de vuestra divina
gracia, para que no guste mi alma de las, amarguras de la culpa y de las aguas salobres
del pecado: saciad, Madre mía, la sed que tengo de serviros ahora, concededme la
felicidad de gozaros siempre. Amén Jesús.
Nueve
Ave Marías con Gloria Patri.
CUARTO DIA
Amantísima
María firme esperanza nuestra; que jara mayor seguridad de nuestra salvación,
en este proceloso mar del Mundo, nos habéis dado las áncoras firmes de vuestras
Sagradas Imágenes: afianzad, Señora, la vacilante navecilla de mi alma al
áncora segura de vuestra Imagen Conquistadora para que no fluctúe en las
inquietudes dé esta vida, sino que libre de riesgos llegue a gustar las
tranquilidades de vuestra vida, en el puerto dichoso de la Gloria. Amén Jesús. Nueve
Ave Marías con Gloria Patri.
QUINTO DIA
Amorosísima
María; Vara verdadera del poder divino, pues bastó vuestra sombra allá en el Desierto
a sacar dé la dureza de las piedras, golfo de líquidos cristales: sea vuestra Imagen
Conquistadora, Vara prodigiosa, que a golpes de auxilios ablande la dureza de
mi pecho, para que vierta por los ojos copiosas y abundantes lágrimas de
ternura, que borren las feas manchas de mis delitos, y purifiquen mi alma de
las heces asquerosas de los, vicios; y así pueda, la que no está digna de
vuestros ojos, llegar limpia a vuestra presencia. Amén Jesús. Nueve Ave
Marías con Gloria Patri.
SEXTO DÍA
Soberana
Emperatriz del Cielo y Tierra, Arca soberana del Testamento, que guardasteis
las leyes sin tocaros, por haberos prevenido, de la justicia original el
Todopoderoso: asistidme, Señora, por vuestra Imagen Conquistadora, para que
guarde yo con puntualidad la Ley de Dios, y cumpla con las obligaciones de mi
estado, arreglándome a la más pura observancia: y que sean tan inviolables en
mí los preceptos divinos, que no me aparte un punto de su ejecución, por
vuestro amor. Amén Jesús. Nueve Ave Marías con Gloria Patri.
SÉPTIMO DIA
Señora
y Madre mía, Iris de paz entre el Cielo y la Tierra, por quien celebra Dios las
amistades con el hombre: pues es vuestra Imagen Conquistadora signo y divisa de
confederación en este nuevo Mundo, os pido rendidamente, que por su medio se
serenen las tempestades con que el fiero enemigo combate mi espíritu, y que se
reconcilie mi alma, para que, dejando de ser enemiga de Dios, aspire a su
amistad, sin los peligros y zozobras de volver a incurrir en su desgracia. Amén
Jesús. Nueve Ave Marías con Gloria Patri.
OCTAVO DÍA
Gloriosísima
María, vida y salud del género humano; pues se ha dignado vuestra Majestad de
poner en vuestra Imagen Conquistadora la singular excelencia de dar salud, así
como concedió Dios a aquella serpiente de metal, imagen de vuestro Hijo, la
misma virtud en el Desierto: os suplico, Señora, abráis los ojos de mi
entendimiento para que acierte a miraros con arrepentimiento y fervor, para que
libre de la peste de la culpa, logre mi devoción no solo la sanidad del cuerpo,
sino también la salud del alma. Amén. Nueve Ave Marías con Gloria Patri.
NOVENO DÍA
Reina
de los Ángeles, Señora nuestra, amparo de los afligidos: ya que se ah dignado
vuestra soberana grandeza de conceder y repartir en vuestras imágenes, acá en
la tierra, los privilegios que gozáis allá en el cielo, para que hallen
especial asilo las necesidades de nuestra común miseria, a la sombra de vuestra
imagen Conquistadora me acoge, donde espero lograr el colmo de todos los
bienes, comunicadme por el sagrado conducto de tan divina copia, los rayos de
vuestra intercesión, las piedades de vuestra clemencia y las luces de vuestra
gracia. Amén Jesús. Nueve Ave Marías con Gloria Patri.
La
Sagrada Congregación de Indulgencias, por Decreto de 12 de mayo de 1742 concede
a todo fiel cristiano cien años de perdón por cada vez que dijere la siguiente:
SALUTACIÓN
Bendita sea la Purísima Inmaculada Concepción de la Bienaventurada
siempre Virgen María.
Y
nuestro SSmo. P. Gregorio XV concedió en 13 de abril de 1621 cien años de
Indulgencia a quien devotamente dijese la misma Salutación.
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