viernes, 13 de diciembre de 2019

NOVENA A LA VIRGEN CONQUISTADORA








NOVENA DE LA PRODIGIOSA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA
CON EL TÍTULO
DE
CONQUISTADORA
Que se venera en el Convento de las Llagas de N. S. P. S. Francisco de la Ciudad de la Puebla. Cuya protección es especialísima para libertarse de Pestes y Fiebres malignas.
DISPUESTA
Por un Religioso de dicho Convento.
REIMPRESA
A expensas de varios Bienhechores
año de 1704

ADVERTENCIAS
Primeramente, se han de persignar para entrar en la Novena, purificando sus almas, y limpiándolas de toda culpa é imperfección, confesando y comulgando el primero y ultimo día; y si acaso tuvieren licencia de sus Confesores podrán comulgar los demás días: Procuren, en honra y gloría de mi Señora, evitar estos nueve días conversaciones, logrando la virtud del silencio, y ocupar el corazón en sus. divinas alabanzas, aquellas en. que sintieren más ternura sus almas, y si fueren personas espirituales distribuirán en estos nueve días algunas mortificaciones más que las ordinarias, añadiendo un cuarto más de oración a la continua de todos los días, en que podrán considerar las muchas gracias, excelencias y prerrogativas con que Dios adornó a esta Divina Reina, y los muchos favores que todos debemos a su protección.


MODO DE HACER
Después de persignarse, decir la Oración preparatoria, que sirve de Acto de Contrición, la cual acabada se ha de decir la Oración del día, con nueve Ave Marías, y cerrar con la Oración petitoria y final; de suerte, que a todos los nueve días ha de preceder la primera Oración preparatoria, y ha de finalizar la segunda, que es la última.


ORACIÓN PREPARATORIA
Dios y Señor mío, Criador de Cielo y Tierra, Fuente inagotable de todos los bienes: os damos infinitas gracias por las qué depositasteis en vuestra Purísima Madre y mi Señora la Virgen María, para que como Tesorera de vuestras inestimables é infinitas riquezas, las repartiera a las almas: conceded, Señor, por vuestra preciosísima Sangre, que derramasteis por la salud del género humano, a todos los, que de corazón imploramos la protección de vuestra Purísima Madre, un dolor verdadero de nuestras culpas, para que, arrepentidos y compungidos en lo más íntimo del pecho, queden nuestras almas limpias, y sean restituidas al candor de la inocencia, libres de la fealdad del pecado: muera yo, Señor, mil veces, antes que cometa una culpa; padezca mil infiernos, antes que pierda vuestra gracia; solo a vos quiero, Jesús mío, solo á vos amo, Dios mío, y así me pesa de haberos ofendido, solo por ser vos quien sois: no el temor del Infierno, ni otro ningún temor me mueve a pediros misericordia, sino solo vuestra bondad infinita; esta me obliga, está sola me persuade á aborrecer la culpa: no miréis, Señor, mi ingratitud, que esta no merece perdón; mirad, para concederme vuestra gracia, los méritos de vuestra Divina Madre María Santísima, debajo de cuya sombra respiramos los que en este valle de lágrimas vivimos fuera de nuestra patria. Y vos, Divina María, que para remedio del hombre repartisteis en vuestras sagradas Imágenes tantas excelencias y prerrogativas, para que dé más cerca experimentáramos los benignos influjos de vuestro patrocinio, inclinad los oídos de vuestra clemencia a mis humildes súplicas; y pues vinisteis a este nuevo Mundo en la Sagrada Copia y pequeña Imagen, con el título de Conquistadora, a desterrar las tinieblas de la idolatría, iluminad mi alma, é ilustradla con los rayos de vuestra gracia, para qué libre de la cadena y esclavitud del Demonio, camine en seguimiento dé vuestras luces a la tierra
prometida del eterno descanso. Amén Jesús.


PRIMER DIA
Dulcísima María, centro de perfecciones, abismo de humildad, pues se ostenta toda la grandeza y soberanía en vuestra pequeña Imagen Conquistadora, así como en el título de Esclava del Señor, reluce todo el piélago insondable de vuestras prerrogativas; os pido, Señora, admitáis este vuestro Siervo humilde que de corazón se dedica a vuestro servicio, para que con vuestro favor alcance aquella humildad que sabe despreciar las vanidades de esta vida y que solo aprecié el renombre de Esclavo vuestro, con cuyo título espero merecer las benignas atenciones de vuestra piedad. Amén Jesús. Nueve Ave Marías con Gloria Patri.


ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Soberana Emperatriz, Madre de pecadores, yo el mayor de todos postrado ante el acatamiento de vuestra soberana grandeza, os presento esta Novena en que os pido con rendimiento de siervo humilde, y con afecto de hijo tierno, llenéis mi petición, siendo de vuestro agrado, y voluntad de Vuestro Santísimo Hijo, cuya honra y gloria es el primer móvil de mi súplica, juntamente os ruego, Madre amantísima, que inflaméis mi corazón con la llama de vuestro amor para que ardiendo en incendios de caridad, ame a Dios, sirva a Dios, busque a Dios, y viva en Dios eternamente. Amén Jesús.


SEGUNDO DIA
Poderosísima María Madre de piedades que de la Corona con que os adornan los Cielos, nos disteis en vuestra Imagen fija para norte de nuestros pasos: dirigid, Señora, mis obras, palabras y pensamientos por rumbo tan celestial, para que arrebatado de tan superior influjo toque el verdadero desengaño de la inconstancia de este Mundo, y anhele a los más finos y estables bienes de la Patria. Amén Jesús. Nueve Ave Marías con Gloria Patri.


TERCER DIA
Soberana Princesa de los Cielos, y fuente perenne de dulzuras; pues son en la tierra vuestras sagradas Imágenes los manantiales por donde comunicáis los copiosos beneficios de vuestra misericordia enviadme por el celestial venero de vuestra Imagen Conquistadora, las aguas saludables y dulcísimas de vuestra divina gracia, para que no guste mi alma de las, amarguras de la culpa y de las aguas salobres del pecado: saciad, Madre mía, la sed que tengo de serviros ahora, concededme la felicidad de gozaros siempre. Amén Jesús.
Nueve Ave Marías con Gloria Patri.


CUARTO DIA
Amantísima María firme esperanza nuestra; que jara mayor seguridad de nuestra salvación, en este proceloso mar del Mundo, nos habéis dado las áncoras firmes de vuestras Sagradas Imágenes: afianzad, Señora, la vacilante navecilla de mi alma al áncora segura de vuestra Imagen Conquistadora para que no fluctúe en las inquietudes dé esta vida, sino que libre de riesgos llegue a gustar las tranquilidades de vuestra vida, en el puerto dichoso de la Gloria. Amén Jesús. Nueve Ave Marías con Gloria Patri.


QUINTO DIA
Amorosísima María; Vara verdadera del poder divino, pues bastó vuestra sombra allá en el Desierto a sacar dé la dureza de las piedras, golfo de líquidos cristales: sea vuestra Imagen Conquistadora, Vara prodigiosa, que a golpes de auxilios ablande la dureza de mi pecho, para que vierta por los ojos copiosas y abundantes lágrimas de ternura, que borren las feas manchas de mis delitos, y purifiquen mi alma de las heces asquerosas de los, vicios; y así pueda, la que no está digna de vuestros ojos, llegar limpia a vuestra presencia. Amén Jesús. Nueve Ave Marías con Gloria Patri.


SEXTO DÍA
Soberana Emperatriz del Cielo y Tierra, Arca soberana del Testamento, que guardasteis las leyes sin tocaros, por haberos prevenido, de la justicia original el Todopoderoso: asistidme, Señora, por vuestra Imagen Conquistadora, para que guarde yo con puntualidad la Ley de Dios, y cumpla con las obligaciones de mi estado, arreglándome a la más pura observancia: y que sean tan inviolables en mí los preceptos divinos, que no me aparte un punto de su ejecución, por vuestro amor. Amén Jesús. Nueve Ave Marías con Gloria Patri.

SÉPTIMO DIA
Señora y Madre mía, Iris de paz entre el Cielo y la Tierra, por quien celebra Dios las amistades con el hombre: pues es vuestra Imagen Conquistadora signo y divisa de confederación en este nuevo Mundo, os pido rendidamente, que por su medio se serenen las tempestades con que el fiero enemigo combate mi espíritu, y que se reconcilie mi alma, para que, dejando de ser enemiga de Dios, aspire a su amistad, sin los peligros y zozobras de volver a incurrir en su desgracia. Amén Jesús. Nueve Ave Marías con Gloria Patri.


OCTAVO DÍA
Gloriosísima María, vida y salud del género humano; pues se ha dignado vuestra Majestad de poner en vuestra Imagen Conquistadora la singular excelencia de dar salud, así como concedió Dios a aquella serpiente de metal, imagen de vuestro Hijo, la misma virtud en el Desierto: os suplico, Señora, abráis los ojos de mi entendimiento para que acierte a miraros con arrepentimiento y fervor, para que libre de la peste de la culpa, logre mi devoción no solo la sanidad del cuerpo, sino también la salud del alma. Amén. Nueve Ave Marías con Gloria Patri.


NOVENO DÍA
Reina de los Ángeles, Señora nuestra, amparo de los afligidos: ya que se ah dignado vuestra soberana grandeza de conceder y repartir en vuestras imágenes, acá en la tierra, los privilegios que gozáis allá en el cielo, para que hallen especial asilo las necesidades de nuestra común miseria, a la sombra de vuestra imagen Conquistadora me acoge, donde espero lograr el colmo de todos los bienes, comunicadme por el sagrado conducto de tan divina copia, los rayos de vuestra intercesión, las piedades de vuestra clemencia y las luces de vuestra gracia. Amén Jesús. Nueve Ave Marías con Gloria Patri.



La Sagrada Congregación de Indulgencias, por Decreto de 12 de mayo de 1742 concede a todo fiel cristiano cien años de perdón por cada vez que dijere la siguiente:

SALUTACIÓN
Bendita sea la Purísima Inmaculada Concepción de la Bienaventurada siempre Virgen María.

Y nuestro SSmo. P. Gregorio XV concedió en 13 de abril de 1621 cien años de Indulgencia a quien devotamente dijese la misma Salutación.



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