OFICIO PARVO A LA SANTÍSIMA VIRGEN DEL
PERPETUO SOCORRO
Devoción de: Iván Arellano
MAITINES
R/: El Perpetuo Socorro de María
Gloria
al Padre del que es Hija
Gloria
al Hijo del que es Madre
Gloria
al Espíritu Santo
Que
halló esta esposa inefable.
INVOCACIÓN
Desde que salga la aurora
Hasta que se ponga el día
Me tendrás Madre amorosa
Ante tus plantas benditas.
Quiero que todas mis horas
Sean un arpa davídica
Que se desparrame en notas
Frescas, suaves y divinas.
Mi vida será dichosa,
Por entre penas y dichas
Porque junto a ti se acortan
Mis jornadas peregrinas.
Como la planta que brota
Al empuje de la brisa
Así crecerá mi amor
Al calor de tus caricias.
FLOR
L/: Flor eres, Madre, que mi dicha colma
R/: Y tu fragancia en mi
sendero brota.
L/: Recibe Madre, dentro de tu alma
R/: El perfume filial de mi
plegaria.
¡Oh tierna Madre del
Perpetuo Socorro, la mas hermosa entre todas las hijas de Jerusalén, escogida
del Padre, glorificada por el Hijo y predilecta por el Espíritu Santo! Mírame
como a hijo que arrobado ante tanta belleza no puede a menos exclamar: ¡Que
hermosa eres Oh María, que hermosa eres! Si, hermosa te proclamó tu Creador, tu
Dios, y al mismo tiempo tu Hijo, hermosa te proclamó también la Santa Iglesia,
y tu divina Imagen del Perpetuo Socorro, fue proclamada por Lucía, la vidente
de Fátima, como la más semejante a la Madre de Dios y Madre nuestra, que esta
en los cielos en cuerpo y alma. Yo, pobre pecador, también desde hoy te proclamo
por mi Perpetuo Socorro y te pido lo seas siempre en mi vida, en mi muerte y
por todos los siglos, y adornes mi alma con la joya celestial de tu hermosura
sin mancha. Amén.
R/: Que del fondo de mi alma te dirijo.
L/:
Acógelos, oh Madre, cariñosa
R/: Y a la Deidad preséntalos, Señora.
Por
siempre sea bendita
Socorro
y Perpetuo Amparo,
Con
el Padre, con el Hijo,
Con
el Espíritu Santo. Amén.
LAUDES
R/: El Perpetuo Socorro de María
Gloria
al Padre del que es Hija
Gloria
al Hijo del que es Madre
Gloria
al Espíritu Santo
Que
halló esta esposa inefable.
INVOCACIÓN
En los múltiples peligros
De esta procelosa vida,
Cuando en lóbrega noche
Me venga a hurtar mi sonrisa
Cuando los ataques fuertes
De la tentación me visitan
En intentan oscurecer
El resplandor de mis dichas.
Cuando el demonio y el mundo
Y la carne me persigan
Y el mar de las tentaciones
Me quiera hundir en sus simas,
Sé mi Perpetuo Socorro
Sé mi segura barquilla
En todas mis tentaciones
No me dejes Madre mía.
FLOR
L/: Broté como acueducto de la altura
R/: Y mis corrientes tu
cercado inundan.
L/: Recibe, Madre, dentro de tu alma
R/: El perfume filial
de mi plegaria
¡Oh tierna Madre del
Perpetuo Socorro, la más hermosa entre todas las hijas de Jerusalén, escogida
del Padre, glorificada por el Hijo y predilecta por el Espíritu Santo! Mírame
como a hijo que arrobado ante tanta belleza no puede a menos exclamar: ¡Que
hermosa eres Oh María, que hermosa eres! Si, hermosa te proclamó tu Creador, tu
Dios, y al mismo tiempo tu Hijo, hermosa te proclamó también la Santa Iglesia,
y tu divina Imagen del Perpetuo Socorro, fue proclamada por Lucía, la vidente
de Fátima, como la más semejante a la Madre de Dios y Madre nuestra, que está
en los cielos en cuerpo y alma. Yo, pobre pecador, también desde hoy te proclamo
por mi Perpetuo Socorro y te pido lo seas siempre en mi vida, en mi muerte y
por todos los siglos, y adornes mi alma con la joya celestial de tu hermosura
sin mancha. Amén.
L/:
Estos son, Madre mía, los suspiros
R/: Que del fondo de mi alma te dirijo.
L/:
Acógelos, oh Madre, cariñosa
R/: Y a la Deidad preséntalos, Señora.
Por
siempre sea bendita
Socorro
y Perpetuo Amparo,
Con
el Padre, con el Hijo,
Con
el Espíritu Santo. Amén.
PRIMA
R/: El Perpetuo Socorro de María
Gloria
al Padre del que es Hija
Gloria
al Hijo del que es Madre
Gloria
al Espíritu Santo
Que
halló esta esposa inefable.
INVOCACIÓN
Si alguna vez el pecado
Llega a empañar mi conciencia,
Y sus espinas se clavan
En la flor de mi pureza,
Y sus espinas se clavan
En la flor de mi pureza,
Si he tenido la desgracia
De sucumbir a la prueba,
Dejando entrar en mi alma
La serpiente astuta y fiera,
Si el huracán de los vicios
Arrebató mi belleza
Y tengo el alma dormida
Como una apagada estrella,
Oh mi Perpetuo Socorro
Se la palanca que mueva
Este peso del pecado
De mi cadáver conciencia.
FLOR
L/: Como lirio fragante y entre espinas
R/: Así entre todas es la
amada mía.
R/: El perfume filial de mi plegaria.
ORACIÓN
¡Oh tierna Madre del
Perpetuo Socorro, la más hermosa entre todas las hijas de Jerusalén, escogida
del Padre, glorificada por el Hijo y predilecta por el Espíritu Santo! Mírame
como a hijo que arrobado ante tanta belleza no puede a menos exclamar: ¡Que
hermosa eres Oh María, que hermosa eres! Si, hermosa te proclamó tu Creador, tu
Dios, y al mismo tiempo tu Hijo, hermosa te proclamó también la Santa Iglesia,
y tu divina Imagen del Perpetuo Socorro, fue proclamada por Lucía, la vidente
de Fátima, como la más semejante a la Madre de Dios y Madre nuestra, que esta
en los cielos en cuerpo y alma. Yo, pobre pecador, también desde hoy te proclamo
por mi Perpetuo Socorro y te pido lo seas siempre en mi vida, en mi muerte y
por todos los siglos, y adornes mi alma con la joya celestial de tu hermosura
sin mancha. Amén.
L/:
Estos son, Madre mía, los suspiros
R/: Que del fondo de mi alma te dirijo.
L/:
Acógelos, oh Madre, cariñosa
R/: Y a la Deidad preséntalos, Señora.
Por
siempre sea bendita
Socorro
y Perpetuo Amparo,
Con
el Padre, con el Hijo,
Con
el Espíritu Santo. Amén.
TERCIA
R/: El Perpetuo Socorro de María
Gloria
al Padre del que es Hija
Gloria
al Hijo del que es Madre
Gloria
al Espíritu Santo
Que
halló esta esposa inefable.
INVOCACIÓN
Cuando escuche la sirena
De los placeres prohibidos
Y el mundo con sus halagos
Y el demonio con sus guiños,
Y la vanidad me llamen
Con persistentes silbidos
Y lecturas dañinas
Y los perjuros amigos
Y las locas compañías
Y vedados compromisos
Con reclamos insistentes
Golpeen en mis oídos
Oh Madre, se mi Socorro
Y en tan inmensos peligros
No permitas que arrastren
Estos lazos al abismo.
FLOR
L/: En mi están los tesoros de la gracia
R/: Y en mí, el camino fiel
de la esperanza
R/: El perfume filial de mi plegaria.
ORACIÓN
¡Oh tierna Madre del
Perpetuo Socorro, la más hermosa entre todas las hijas de Jerusalén, escogida
del Padre, glorificada por el Hijo y predilecta por el Espíritu Santo! Mírame
como a hijo que arrobado ante tanta belleza no puede a menos exclamar: ¡Que
hermosa eres Oh María, que hermosa eres! Si, hermosa te proclamó tu Creador, tu
Dios, y al mismo tiempo tu Hijo, hermosa te proclamó también la Santa Iglesia,
y tu divina Imagen del Perpetuo Socorro, fue proclamada por Lucía, la vidente
de Fátima, como la más semejante a la Madre de Dios y Madre nuestra, que está
en los cielos en cuerpo y alma. Yo, pobre pecador, también desde hoy te proclamo
por mi Perpetuo Socorro y te pido lo seas siempre en mi vida, en mi muerte y
por todos los siglos, y adornes mi alma con la joya celestial de tu hermosura
sin mancha. Amén.
L/:
Estos son, Madre mía, los suspiros
R/: Que del fondo de mi alma te dirijo.
L/:
Acógelos, oh Madre, cariñosa
R/: Y a la Deidad preséntalos, Señora.
Por
siempre sea bendita
Socorro
y Perpetuo Amparo,
Con
el Padre, con el Hijo,
Con
el Espíritu Santo. Amén.
SEXTA
R/:
El Perpetuo Socorro de María
Gloria al Padre del que es Hija
Gloria al Hijo del que es Madre
Gloria al Espíritu Santo
Que halló esta esposa inefable.
INVOCACIÓN
Cuando mi vida cristiana
Degenere en la tibieza,
Mezclando el calor, el frio
Y la luz y las tinieblas…
Donde no baja ni sube
La tensión de mis arterias
Porque mi vida interior
Es una triste flojera
Cuando el letargo, el hastío,
La languidez y pereza
Dominen mi voluntad
Y mi espíritu adormezcan…
Tu Madre, nunca permitas
Que esta enfermedad me venza,
Y haz que venga cuanto antes
El fervor a mi conciencia.
FLOR
L/: Mi cabeza cubierta está de escarcha
R/: Pues descansó en
los brazos de mi Amada
R/: El perfume filial de mi plegaria.
ORACIÓN
¡Oh tierna Madre del
Perpetuo Socorro, la más hermosa entre todas las hijas de Jerusalén, escogida
del Padre, glorificada por el Hijo y predilecta por el Espíritu Santo! Mírame
como a hijo que arrobado ante tanta belleza no puede a menos exclamar: ¡Que
hermosa eres Oh María, que hermosa eres! Si, hermosa te proclamó tu Creador, tu
Dios, y al mismo tiempo tu Hijo, hermosa te proclamó también la Santa Iglesia,
y tu divina Imagen del Perpetuo Socorro, fue proclamada por Lucía, la vidente
de Fátima, como la más semejante a la Madre de Dios y Madre nuestra, que está
en los cielos en cuerpo y alma. Yo, pobre pecador, también desde hoy te proclamo
por mi Perpetuo Socorro y te pido lo seas siempre en mi vida, en mi muerte y
por todos los siglos, y adornes mi alma con la joya celestial de tu hermosura
sin mancha. Amén.
L/:
Estos son, Madre mía, los suspiros
R/: Que del fondo de mi alma te dirijo.
L/:
Acógelos, oh Madre, cariñosa
R/: Y a la Deidad preséntalos, Señora.
Por
siempre sea bendita
Socorro
y Perpetuo Amparo,
Con
el Padre, con el Hijo,
Con
el Espíritu Santo. Amén.
NONA
L/: Sin cesar ensalcemos, lengua mía
R/: El Perpetuo Socorro de
María
Gloria al Padre del que es Hija
Gloria al Hijo del que es Madre
Gloria al Espíritu Santo
Que halló esta esposa inefable.
INVOCACIÓN
Si mi espíritu agotado,
Ya no sonríe ni canta
Porque espinas de dolor
Hasta el fondo se le clavan
Si mi horizonte se tiñe
Con nubes densas y cárdenas,
Porque el trabajo y las penas
Son dos cruces muy pesadas,
Si me ves caido a veces
En mi penosa jornada
Sin que ningún Cirineo
Me ayude a llevar la carga,
Se tu Madre, bondadosa,
Esa fiel samaritana
Que al pasar junto a este enfermo
Se acerca a curar sus llagas.
FLOR
L/: Mi corazón prendiste, amada mía.
R/: En el tuyo que amor
destila
L/:
Recibe, Madre, dentro de mi alma.
R/: El perfume filial de mi plegaria.
ORACIÓN
¡Oh tierna Madre del
Perpetuo Socorro, la más hermosa entre todas las hijas de Jerusalén, escogida
del Padre, glorificada por el Hijo y predilecta por el Espíritu Santo! Mírame
como a hijo que arrobado ante tanta belleza no puede a menos exclamar: ¡Que
hermosa eres Oh María, que hermosa eres! Si, hermosa te proclamó tu Creador, tu
Dios, y al mismo tiempo tu Hijo, hermosa te proclamó también la Santa Iglesia,
y tu divina Imagen del Perpetuo Socorro, fue proclamada por Lucía, la vidente
de Fátima, como la más semejante a la Madre de Dios y Madre nuestra, que está
en los cielos en cuerpo y alma. Yo, pobre pecador, también desde hoy te proclamo
por mi Perpetuo Socorro y te pido lo seas siempre en mi vida, en mi muerte y
por todos los siglos, y adornes mi alma con la joya celestial de tu hermosura
sin mancha. Amén.
L/:
Estos son, Madre mía, los suspiros
R/: Que del fondo de mi alma te dirijo.
L/:
Acógelos, oh Madre, cariñosa
R/: Y a la Deidad preséntalos, Señora.
Por
siempre sea bendita
Socorro
y Perpetuo Amparo,
Con
el Padre, con el Hijo,
Con
el Espíritu Santo. Amén.
VÍSPERAS
R/: El Perpetuo Socorro de María
Gloria
al Padre del que es Hija
Gloria
al Hijo del que es Madre
Gloria
al Espíritu Santo
Que
halló esta esposa inefable.
INVOCACIÓN
Cuando mi vida se encuentre
Al término del camino,
Y en mi lecho de agonía
Espere el postrer suspiro
Cuando ya mi corazón
Tenga pausado el latido,
Y por mis huesos discurra
Un sudor pesado y frío,
cuando la luz se obscurezca
en mis ojos y sentidos,
y la noche con sus sombras
me arrastre hacia el infinito
cierra tú, Madre mía, mis ojos
y toma en tus manos mi espíritu
y haz que muera pronunciando
tu nombre santo y bendito.
FLOR
L/: Como el siervo suspira por la fuente
R/: Así, Oh María, mi alma
anhela verte.
R/: El perfume filial de mi plegaria.
ORACIÓN
¡Oh tierna Madre del
Perpetuo Socorro, la más hermosa entre todas las hijas de Jerusalén, escogida
del Padre, glorificada por el Hijo y predilecta por el Espíritu Santo! Mírame
como a hijo que arrobado ante tanta belleza no puede a menos exclamar: ¡Que
hermosa eres Oh María, que hermosa eres! Si, hermosa te proclamó tu Creador, tu
Dios, y al mismo tiempo tu Hijo, hermosa te proclamó también la Santa Iglesia,
y tu divina Imagen del Perpetuo Socorro, fue proclamada por Lucía, la vidente
de Fátima, como la más semejante a la Madre de Dios y Madre nuestra, que está
en los cielos en cuerpo y alma. Yo, pobre pecador, también desde hoy te proclamo
por mi Perpetuo Socorro y te pido lo seas siempre en mi vida, en mi muerte y
por todos los siglos, y adornes mi alma con la joya celestial de tu hermosura
sin mancha. Amén.
L/:
Estos son, Madre mía, los suspiros
R/: Que del fondo de mi alma te dirijo.
L/:
Acógelos, oh Madre, cariñosa
R/: Y a la Deidad preséntalos, Señora.
Por
siempre sea bendita
Socorro
y Perpetuo Amparo,
Con
el Padre, con el Hijo,
Con
el Espíritu Santo. Amén.
COMPLETAS
L/: Sin cesar ensalcemos, lengua mía
R/: El Perpetuo Socorro de
María
Gloria al Padre del que es Hija
Gloria al Hijo del que es Madre
Gloria al Espíritu Santo
Que halló esta esposa inefable.
INVOCACIÓN
Cuando mi alma este bogando
Hacia las eternas playas
Donde el juez soberano
Ha de esperar mi llegada,
Cuando mi vida y pecados
Se inclinen ante sus plantas
Para escuchar de sus labios
Las decisivas palabras.
Cuando no haya intercesores
Que ante el defiendan mi causa
Y el peso de mis maldades
Ponga en duda la balanza…
En tu Perpetuo Socorro,
Madre mía soberana,
En tu Perpetuo Socorro
Pondré toda mi esperanza.
FLOR
L/: Ábreme ya la puerta, hermosa mía
R/: Que la noche de
escarcha me lastima.
L/: Recibe, Madre, dentro de mi alma.
R/: El perfume filial de mi
plegaria.
ORACIÓN
¡Oh
tierna Madre del Perpetuo Socorro, la más hermosa entre todas las hijas de
Jerusalén, escogida del Padre, glorificada por el Hijo y predilecta por el
Espíritu Santo! Mírame como a hijo que arrobado ante tanta belleza no puede a
menos exclamar: ¡Que hermosa eres Oh María, que hermosa eres! Si, hermosa te
proclamó tu Creador, tu Dios, y al mismo tiempo tu Hijo, hermosa te proclamó
también la Santa Iglesia, y tu divina Imagen del Perpetuo Socorro, fue
proclamada por Lucía, la vidente de Fátima, como la más semejante a la Madre de
Dios y Madre nuestra, que está en los cielos en cuerpo y alma. Yo, pobre
pecador, también desde hoy te proclamo por mi Perpetuo Socorro y te pido lo
seas siempre en mi vida, en mi muerte y por todos los siglos, y adornes mi alma
con la joya celestial de tu hermosura sin mancha. Amén.
L/: Estos son, Madre mía, los suspiros
R/: Que del fondo de mi alma
te dirijo.
L/: Acógelos, oh Madre, cariñosa
R/: Y a la Deidad
preséntalos, Señora.
Por siempre sea bendita
Socorro y Perpetuo Amparo,
Con el Padre, con el Hijo,
Con el Espíritu Santo. Amén.
OFRECIMIENTO FINAL
Prosternado ante tu Imagen
Que bondadosa me mira
Te consagro, Madre mía
Estos momentos de dicha.
A ti, Madre, los ofrezco
Con todas sus alegrías,
Porque solo tu comprendes,
El valor de estas visitas.
Por siempre, Madre, por siempre
Se mi aurora matutina,
Con la estrella de tu frente,
Que alumbre mi travesía.
Mírame con esos ojos
Y esa tu amable sonrisa,
Y tu bendición de Madre
Sea nuestra despedida. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario