AFECTOS Y SUSPIROS A CRISTO CRUCIFICADO
Ay de mí yo soy el que os ofendí
Y sois Vos el que padecéis mi Dios.
Esa Cruz
Donde estáis mi bien clavado.
Es mi luz,
Aunque el Sol esté eclipsado
Ay dulce amado,
¡Si muriera yo por ti!
Tu prisión
La causó mi libertad,
Pues sin razón
Me arrojé tras la maldad;
y sin lealtad
Por un gusto le perdí.
Tus Heridas
Azotes y Bofetadas,
Fueron dadas
Por mis manos atrevidas
Y sufridas,
Manso Cordero por mí.
Tu Corona
Tejieron mis vanidades,
Y tú Persona
Llevó todas mis maldades,
Y tus Bondades
Cantaré diciendo así:
Las Espinas
Traspasaron tu Cabeza,
Y en esas minas
Hallo mi mayor riqueza,
Pues con largueza:
Diste tu sangre por mí.
La amargura
De tu boca en hiel bañada,
Fue dulzura
De mi alma regalada,
y pagada,
La fruta que yo comí.
Son tus manos.
Tus pies, y costado abierto,
Dulce Puerto
Donde nuestro bien hallamos
E inhumanos
¿Nonos mueve el verte así?
Los Baldones,
Las afrentas tan sin cuento.
Son Blasones
De mi alma, y mi contento;
Solo siento,
Que yo te los merecí.
Buen pastor,
Busca la Oveja perdida.
Pues tu vida,
La ofreciste por mi amor,
Gran dolor
Tengo, porque te perdí.
Los Dolores
De vuestra Madre afligida
Son amores,
Ofrecidos por mi vida;
Ay culpa atrevida,
Lloro, pues te cometí.
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