TRIDUO A LA VIRGEN DE SAN LUCAS

TRIDUO EN HONOR DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE SAN LUCAS

COMPUESTO POR LA SRA. MARÍA GUADALUPE LÓPEZ CARRILLO

ADVOCACIÓN QUE SE VENERA EN EL SANTUARIO Y PARROQUIA DE SAN LUCAS, DIÓCESIS DE CIUDAD ALTAMIRANO, GUERRO, MÉXICO.

Por el Arq. Rodrigo Samael Gutiérrez

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Ante tus plantas, Virgen Santísima de San Lucas, se encuentra una de tus más indignas criaturas, una de las más pobres e ingratas, que no encuentra palabras para implorar tu perdón.  Olvida Señora, mis pasados extravíos, mi indiferencia, mi pereza en la oración, y recibe mis lágrimas como testimonio de mi arrepentimiento. Se mi abogada ante tu divino Hijo, y pídele, por sus llagas sacrosantas, que escuche la petición que solicito en este triduo, y me bendiga para que pueda obtener la gracia de la perseverancia final. Amén.

(se hace la petición)

DÍA PRIMERO

Madre idolatrada, convierte este corazón tan apegado a las cosas mundanas, haz que siempre esté encendido por el amor hacia tu Santísimo Hijo, con tu interés de Madre, arranca mis oídos, envidias, rencores y todas las malas inclinaciones, mira como me encuentro en las tinieblas del pecado, y ansío de nuevo la luz vivía de la fé, que me guíe por los senderos peligrosos de esta vida ¡Que yo tenga una fé cada día más grande en la Providencia de Dios y en tu solicitud de Madre!  ¡Que yo tengo tal fé y confianza en vuestro poder, que eso me anime a ser cada día mas solícito en el servicio de Dios! Amén.

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Virgen Santísima de San Lucas, como madre amantísima y compasiva, recibe mis plegarias, no me castigues con tu olvido, que tanto merezco, por lo contrario, con esa ternura que siempre has prodigado a tus hijos, enjuga mis lágrimas de quien ahora reconoce a tus plantas que se ha revelado muchas veces contra Dios. Perdón Madre Santísima, que en adelante tu sonrisa de bondad me ilumine mi vida y en medio de las tempestades de mi vida, seas tu mi arco iris de paz y mi estrella salvadora. Amén.

Tres aves marías.

DÍA SEGUNDO

Madre humildísima, tus ojos están contemplando al mundo enloquecido de ambición y de soberbia, ciego por el placer y la lujuria, tu estas viendo ese ejercito incontable de cabezas altivas que no quieren someterse al dulce yugo del Reino de Cristo, tu también lloras con tantas almas huérfanas y viudas, víctimas de una guerra que ha encendido la ambición humana. Tu protección maternal, debe salvar al mundo de una nueva catástrofe. Defiende y salva a México, tu pueblo predilecto. Yo también quiero que me concedas una humildad verdadera, para que siempre, ante la voluntad de Dios, pueda decir como tú: He aquí la esclava del Señor, hágase en mí, según tu palabra. Amén.  

DÍA TERCERO

Virgen Santísima, por tu inagotable caridad, que no me falte lo necesario para vivir, no te pido desordenadamente lo que excede a mi estado y condición, no quiero tener una solicitud superflua por los bienes de la tierra, que nunca sacian nuestra voracidad y nos hacen difícil la entrada al reino de los cielos. Antes que todo esto, quiero tener el hambre del pan eucarístico y de la palabra de Dios, pero también tengo confianza para pedir para mí y los míos el pan de cada día con la confianza de un hijo, que se dirige a una Madre como tú, que supiste lo que hace falta en el hogar.