lunes, 23 de marzo de 2020

DECENARIO AL CORAZÓN DE JESÚS



DECENARIO A LAS CUATRO INSIGNIAS DEL CORAZÓN DE JESÚS PARA IMPLORAR LA DIVINA CLEMENCIA EN TIEMPO DE CALAMIDADES

Alabada sea la Santísima Trinidad. Amén.

Por la señal de la Santa Cruz, etc.

L/: Venid, fieles, con viva fe, á implorar la divina piedad.
R/: Poniendo por medianero al Corazón santo, templo de la Trinidad.

L/: Al Padre Eterno supliquemos que el azote quiera retirar.
R/: Por el Corazón de su amado Hijo, que por nosotros se quiso, sacrificar.

L/: Al Hijo divino recordemos con profunda humildad.
R/: Que su Corazón por nosotros arde amante en caridad.

L/: Y al Espíritu Santo unánimes clamemos, diciéndole con verdad.
R/: Nos dé su paz y demás dones; por aquel Corazón, víctima de caridad.


ACTO DE CONTRICIÓN
Santísima é inefable Trinidad: henos aquí en tu presencia humildemente postrados ante el trono de tu incomprensible Majestad, desnudos de méritos y cargados de delitos, por los que estamos experimentando los azotes con que tu justicia nos aflige y tu misericordia nos llama; más estando ciertos de que jamás desecharás de ti al corazón contrito y humillado te pedimos perdón de nuestras culpas y de pecados de todo el mundo. ¡Oh Majestad divina! Quisiéramos derramar lágrimas de sangre en prueba de nuestro dolor, y que éste fuese tan agudo que quebrantase nuestro corazón. Pero no mires, Señor, a nuestra vileza y deméritos; mira sólo al rostro de tu Hijo, y oye la voz de su abrasado Corazón, que en lo más vivo de sus penas te pedía por los mismos que le crucificaban, diciéndote: «Padre, perdónalos, pues no saben lo que hacen» y perdónanos también a nosotros. Amén.

ANTÍFONA:  Misericordiosísima Trinidad: según la muchedumbre de tus misericordias, y por los méritos infinitos de Jesucristo, cuyo Corazón dulcísimo se ofreció por la redención del linaje humano, no nos castiguéis según lo merecen nuestros pecados.
Un Padre nuestro, Ave María y tres Gloria Patri.

SÚPLICA A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
Sagrada Emperatriz del cielo y tierra, Reina poderosísima de las angélicas jerarquías, Corredentora con Cristo, tu Hijo, y amabilísima Madre de los hombres. ¿Quién, sino tú, ¡oh misericordiosísima Señora, llena de gracia y virtudes, podrá pedir por los hombres, y aplacar la ira del Señor, cuyo poderoso brazo vemos armado de nuevo con aquellas lanzas encendidas con que en otra ocasión se manifestó enojado para acabar con los ingratos pecadores? ¡Oh Virgen inocentísima! ruega por nosotros, é intercede a fin de que cesen tantos males. Presenta a la Santísima Trinidad el precioso tesoro del Corazón de tu amado Hijo Jesús, objeto de las delicias del Eterno Padre; ofrece ese Corazón divino, víctima de la caridad, sobre el purísimo altar de tu ternísimo Corazón, para que, a vista de sacrificio tan santo en ara tan digna, se mueva Su Divina Majestad a tener misericordia de nosotros. No deseches, Señora, nuestros ruegos en medio de tantas necesidades; antes bien, líbranos de los peligros que nos rodean, y condúcenos en paz y caridad a la vida eterna. Amén.

PRIMERA DEPRECACIÓN
Invocación a la Cruz
Humildísimo Corazón de Jesús, crucificado por la redención del hombre; sé nuestro abogado en la presencia de tu Eterno Padre, y por tu Cruz santísima líbranos de la justa venganza que nuestras culpas merecen. Amén.
Padre nuestro y Ave María.

L/: Bendigamos de corazón a la Santísima Trinidad
R/: Y humildes imploremos su divina piedad.
(Dícese ahora diez veces.)

L/: Misericordia, Dios Padre; misericordia, Dios Hijo; misericordia, Dios Espíritu Santo.
R/: Por el Corazón de Jesucristo, nuestro medianero Santo.


SEGUNDA DEPRECACIÓN
Invocación a la corona de espinas
Pacientísimo Corazón de Jesús, coronado con las crueles espinas de nuestros pecados; ruega al Padre por nosotros, y por tu lastimosa coronación haz que cesen los castigos que sufrimos por nuestros pecados. Amen.
Padre nuestro y Ave Marta.

TERCERA DEPRECACIÓN
Invocación a la llaga
Amorosísimo Corazón de Jesús, con una cruel lanza herido y traspasado, cuya llaga manifiesta la ingratitud de los hombres; habla por boca de ese abierto costado, é impétranos del Padre y del divino Espíritu luz a nuestros entendimientos, gracias a nuestros corazones para sufrir con mérito las penas con que nos vemos afligidos por nuestros delitos. Amén.
Padre nuestro y Ave Marta.


CUARTA DEPRECACIÓN
Invocación a las llanas que rodean al Corazón divino
Dulcísimo Corazón de Jesús, fino amante de los hombres, que por ellos vives ardiendo en llamas de caridad; pide a la inefable Trinidad que nos mire compasiva, y que por los tormentos y penas de tu dolorosa Pasión renueve el mundo con su santa bendición. Amen.
Padre nuestro y Ave Marta.


ANTÍFONA: Recurramos confiados a la Trinidad misericordiosa, que no desprecia los ruegos de los necesitados; supliquémosle, por el Sagrado Corazón de Jesús, nos libre de toda adversidad, y nos de su paz, unión y santa caridad. Amén.


ORACIÓN
¡Oh Sagrado Corazón de Jesús, templo augusto de la Beatísima Trinidad, manantial de misericordia, y tesoro inagotable de riquezas celestiales, poderoso abogado y medianero de los hombres, Redentor y Salvador de todos! ¡Oh Corazón adorable, delicias de la Trinidad Beatísima! Consuélanos entre tantas tribulaciones; presenta a las tres divinas Personas tu Sangre preciosa e inocente, que clama perdón para tus redimidos. ¡Corazón compasivo! fe encomendamos a nuestra Madre la Santa Iglesia, y su suprema Cabeza; a nuestra nación, en otro tiempo tan dichosamente fiel y católica, y ahora tan conturbada, agitada y dividida por los esfuerzos de la impiedad. Haz, Corazón amoroso, pues tienes poder absoluto en el cielo y en la tierra, que se conviertan los corazones de los hombres, apartándose de la senda extraviada de los vicios, para que, cesando los pecados, cese también el azote de la divina Justicia. Así te lo pedimos, Corazón deifico. Por las entrañas de fu misericordia, protégenos, ampáranos é ilumínanos en medio de nuestras tinieblas, para conocer en toda tu voluntad y cumplirla; para vivir en tu gracia, morir en tu amor, y llegar puros a tu presencia, a fin de alabarte por toda la eternidad. Amén.

Jesús. Aplaca, Señor, tu enojo, tu justicia y tu rigor.
Dulce Jesús de mi vida, misericordia, Señor.
Un Credo







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