SIETE PRIVILEGIOS
DEL
SEÑOR SAN JOSÉ
POR LOS QUE SE LE PIDE LA GRACIA DE LA BUENA
MUERTE
I.
Yo
os saludo con todo mi corazón ¡Oh José! padre estimativo
de Jesús, y castísimo esposo de María, y por el privilegio que os concedió Dios
por ser guía de su unigénito hijo, y de su santísima madre en todos sus
viajes y caminos, os suplico me alcancéis de su misericordia, que el que yo he
de hacer de esta vida para la eterna, tenga tiempo de purificar mi alma en el
santo sacramento de la penitencia.
II.
Yo os saludo con todo mi corazón, ¡Oh José!
padre estimativo de Jesús, y castísimo esposo de María, y por el privilegio que
os concedió Dios de guardar y defender de las manos de Herodes
para beneficio de todo el mundo, a Jesucristo, verdadero pan de vida, os suplico
me alcancéis que antes de morir, le reciba yo por viático y prenda de la vida
eterna.
III.
Yo os saludo con todo mi corazón, ¡Oh José!
padre estimativo de Jesús, y castísimo esposo de María, y por el privilegio que
os concedió Dios de ser fortalecido en el cuerpo y santificado
en el alma, con el frecuente contacto de su unigénito Hijo, os suplico me alcancéis
que antes de morir, sea yo armado con el último sacramento de la extremaunción,
cuya virtud es aliviar el cuerpo de la enfermedad, y sanar el alma de los
pecados.
IV.
Yo os saludo con todo mi corazón, ¡Oh José!
padre estimativo de Jesús, y castísimo esposo de María, y por el privilegio que
os concedió Dios de creer con fé firme y constante, que el
hijo que pariría María vuestra esposa, virgen y preñada, era concebido por el
Espíritu Santo, os suplico me alcancéis que antes de morir, pueda yo renovar
con toda fe y devoción la protestación de la santa fé católica.
V.
Yo
os saludo con todo mi corazón, ¡Oh José! padre estimativo de Jesús, y castísimo
esposo de María, y por el privilegio que os concedió Dios de tener en vuestro
feliz tránsito, por custodio al mismísimo Jesús, ángel del gran consejo, os
suplico me alcancéis que, en mi tránsito, tenga yo a mi ángel custodio, propicio
y favorable.
VI.
Yo os saludo con todo mi corazón, ¡Oh José!
padre estimativo de Jesús, y castísimo esposo de María, y por el privilegio que
os concedió Dios de llevar al limbo de los santos padres, la
alegre nueva de la venida del Redentor, y de morar tan poco tiempo en aquel
obscuro seno privado de la vista de Dios, os suplico me alcancéis sea yo preservado
de las penas infernales merecidas por mis gravísimos pecados, y salga cuanto
antes de las temporales del purgatorio, con el beneficio de vuestras
aflicciones, atesoradas en la Iglesia con las de Jesús y de María, y de todos
los demás santos.
VII.
Yo
os saludo con todo mi corazón, ¡Oh José! padre estimativo de Jesús, y castísimo
esposo de María, y por el privilegio que os concedió Dios de que gozaseis,
siendo viador, de la vista de aquel Señor, que hace bienaventurados a los
ángeles y a los santos en el cielo, y de resucitar juntamente con él, y de
acompañarle en su gloriosa ascensión, os suplico me alcancéis, que en el
tránsito de mi alma, me halle en estado de entrar en posesión de aquel reino y
gloria de que vos gozáis, para alabar, bendecir y dar gracias eternamente a
Jesucristo con el Padre y con el Espíritu Santo. Amén.
Padre
nuestro, Ave María y Gloria.
ANTÍFONA
Dios
te salve, honra de los patriarcas y protector de la santa Iglesia de Dios, que
conservaste el pan de vida y el trigo de los escogidos.
L/:
Ruega por nosotros ¡Castísimo José!
R/:
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo
ORACIÓN
¡Oh
guardador de las vírgenes y padre santo José! A cuya fiel custodia fueron
encargados Jesús y la Virgen de las Vírgenes, María, por una y otra de estas
tus amadísimas prendas Jesús y María, te ruego y te suplico, que preservado yo
de toda inmundicia carnal, me hagas servir castísimamente a Jesús y María,
conservando siempre un alma limpia, un corazón puro y un cuerpo casto. Amén.
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