miércoles, 4 de marzo de 2020

GRADAS DE LA PASIÓN DE CRISTO



GRADAS DE LA PASIÓN

¡Oh dulcísimo Jesús! por tu agonía, por la sangre que sudaste y por la tristeza y temor que tuviste en el huerto cuando hacías oración a tu Padre. Ten misericordia de nosotros.

¡Oh dulcísimo Jesús! que fuiste entregado en manos de tus enemigos por medio de un ósculo traidor: preso y atado como ladrón, y abandonado de tus discípulos. Ten misericordia de nosotros.

¡Oh dulcísimo Jesús! que fuiste aclamado reo de muerte por el impío tribunal de los judíos, conducido a Pilato como malhechor, despreciado y burlado por el inicuo Herodes. Ten misericordia de nosotros.

¡Oh dulcísimo Jesús! que fuiste despojado de tus vestiduras y cruelmente azotado atado a la columna. Ten misericordia de nosotros.

¡Oh dulcísimo Jesús! que fuiste coronado de espinas, herido con una caña y abofeteado; vendado, vestido por burla de púrpura, escarnecido de muchas maneras y saturado de oprobios. Ten misericordia de nosotros.

¡Oh dulcísimo Jesús! que fuiste pospuesto á Barrabas, ladrón facineroso, reprobado por los judíos y condenado injustamente a muerte de cruz. Ten misericordia de nosotros.

¡Oh dulcísimo Jesús! que cargado con el leño de la Cruz fuiste conducido al lugar del suplicio como cordero a la muerte. Ten misericordia de nosotros.

¡Oh dulcísimo Jesús! que fuiste puesto en medio de dos ladrones, abrevado con vinagre y hiel, blasfemado y burlado y atormentado desde la hora de sesta hasta la de nona. Ten misericordia de nosotros.

¡Oh dulcísimo Jesús! que después de muerto fuiste atravesado con la lanza en presencia de tu afligidísima Madre y derramaste sangre y agua. Ten misericordia de nosotros.

¡Oh dulcísimo Jesús! que herido de pies a cabeza, señalado con cinco llagas y ungido con preciosos aromas fuiste puesto en el sepulcro. Ten misericordia de nosotros.


ORACIÓN
Miradme ¡Oh mi amado y buen Jesús! postrado en vuestra santísima presencia. Os ruego con el mayor fervor imprimáis en mi corazón los sentimientos de fe, esperanza y caridad, dolor de mis pecados y propósito ele jamás ofenderos, mientras que yo, con todo el amor y con toda la compasión de que soy capaz, voy considerando vuestras cinco llagas, comenzando por aquello que dijo de vos, ¡o mi Dios! el santo profeta David: "Han taladrado mis manos y mis pies, y se pueden contar todos mis huesos."

Estos afectos se pueden repetir siempre que el alma quiera recordar la pasión santísima de nuestro Señor Jesucristo; pero especialmente será mui provechoso que se digan a la hora de la muerte por los que asisten al moribundo.


OFRECIMIENTO
Soberana Reina y excelsa Se ñora: nosotros os ofrecemos humildemente ésta santa corona para que unida con la preciosísima Sangre de vuestro santísimo Hijo, sea de más valor, y la presentéis ante el acatamiento del Padre Eterno: para mayor honra de toda la Beatísima Trinidad, de la humanidad sacrosanta de vuestro santísimo Hijo, y de vuestra Majestad: en honra y gloria de todos los coros de Ángeles, Arcángeles, Querubines, Serafines y de todos los Bienaventurados: en recompensa de nuestras culpas y pecados, y de los pecados de nuestros padres, hermanos, parientes, amigos, enemigos, bienhechores, y personas que se han encomendado en nuestras oraciones y hacen particular memoria de nuestras almas. Es nuestra intención, gran Señora, ganar todas las indulgencias que han concedido los sumos Pontífices, y rogar por su intención: en especial por el feliz estado de nuestra santa madre la Iglesia; unión, paz y concordia entre los príncipes cristianos; extirpación de tocias las herejías, errores y pecados mortales; conversión de los infieles, conquista de la Tierra santa; vida y salud a los que gobiernan; buen puerto a los navegantes; salud a los enfermos; consuelo á los afligidos; descanso a las almas del Purgatorio, y a nosotros perseverancia en este santo ejercicio, para que unidos y congregados nos veamos en la Gloria y bienaventuranza eterna. Amen.




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