lunes, 13 de abril de 2020

DEVOCIÓN A LA VIRGEN DE CHIQUINQUIRÁ





DEVOCIÓN DE LAS TRES AVE MARÍAS A LA INMACULADA MADRE DE DIOS DE CHIQUINQUIRÁ

Santa Fé de Bogotá, 1841

Antes de cada Ave María, se ha de decir una oración como sigue:


PRIMERA
Inmaculada Princesa
Del Eterno Padre hija,
Alegría de los santos,
Reina de las jerarquías.

Gózome porque os concede
La Majestad infinita
Ser de su mismo poder
La vice-Diosa divina.

y que los Ángeles todos,
y todos los Santos digan,
Que sois del poder de Dios
La más poderosa y rica.

Por esta merced, Señora,
Que de la mano divina
Es por vuestra santidad
Tan justa á vos concedida.

Humilde y devoto os ruego
Que en la postrera agonía
Que en el último remate
Tránsito y fin de mi vida.

Del demonio y su poder,
me libréis, y tiranía;
Pues que viviendo os saludo,
Diciendo:
Ave María


SEGUNDA
Dulcísima de Dios Madre,
Objeto de sus delicias,
Pues el Señor os crió
Para su Madre escogida.

Tela blanca de pureza
Que entre todas pura y limpia,
De ella el Verbo se vistió
Porque la vio sin mancilla.

Gózome, blanca paloma
Que quien Madre os apellida,
Con ser de su Eterno Padre
La misma sabiduría.

De su gloria y su saber
Tan altamente María,
os corone, que los cielos
Embelesados se admiran.

Mil parabienes os doy
Gozaos, princesa divina,
Y de mi muerte en el trance
Asistidme preciosa Niña.

Para librarme de errores,
De ignorancia y de insidias,
Y amparad a quien devoto
Os saluda:
Ave María


TERCERA
Del Espíritu de Amor
Aurora cándida y linda
Y de sus tiernos regalos
Esposa favorecida.

Regocijo de los cielos
Todos, Señora, os bendigan,
Os alternen parabienes,
Y enhorabuenas os rindan.

Porque vuestro dulce Esposo
El Espíritu de vida,
Mas que a toda criatura
Os hizo amable y benigno.

Purpúrea rosa: gozad
De mercedes tan subidas,
Y de angustias de mi muerte
Líbrame con vuestra vista.

Alcanzándome, Señora,
Que pase de aquesta vida
Haciendo un acto de amor
En vuestras manos benditas.

Y que a gozar de Dios vaya
Donde en vuestra compañía
Eternamente me goce
Porque os dije:
Ave María


OFRECIMIENTO
Purísima emperatriz de los cielos, yo humildemente bendigo, alabo y doy gracias a la Santísima Trinidad por todas las mercedes de la naturaleza, gracias a la gloria que os hizo, así Señora, como yo me alegro de vuestras excelencias, y por ellas os ofrezco estas alabanzas, así me seáis Madre y amparo en esta vida y en la hora de la muerte. Amén.



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