domingo, 12 de abril de 2020

DÍA OCHO A SAN JUAN DE DIOS




VISITA PARA EL OCHO DE MES EN REVERENCIA DEL GRAN PADRE DE LOS POBRES Y SANTÍSIMO PATRIARCA SAN JUAN DE DIOS

Por un sacerdote devoto del mismo Santo.

ACTO DE CONTRICIÓN
Trinidad Santísima, Dios de mi corazón y Criador de mi alma. Yo que nunca más fuera de mi juicio, que cuando tan gravemente te ofendí, me postro humildemente ante el tribunal de tu amor, con el corazón verdaderamente adolorido de tantas ofensas, dándote Señor, firme palabra de la seria enmienda de mi vida, y pidiéndome mil perdones de tantos miles de culpas que contra tu Inmensa Bondad he cometido. Misericordia Señor, Misericordia.


ORACIÓN A DIOS PADRE
Eterno Padre, Soberano de las luces, por los excelsos méritos de tu Benjamín San Juan de Dios, que por tu amor quiso ser tenido por loco, te ruego con viva fé, no me prives jamás de las luces naturales de la razón en castigo de mis culpas, sino que me des las luces eficaces de tu gracia para enmendar los desordenes y locuras de mi vida. Y de los que estando en pecado mortal, han perdido el juicio, te apiades, Misericordioso Padre, volviéndolos al uso natural de su razón, para que arrepentidos y confesaos, se restaures a la filiación sobrenatural de tu Divina Gracia. Amén.
Padre nuestro, Ave María y Gloria.


ORACIÓN A DIOS HIJO
Eterno Hijo, Verbo Divino humanado, por mi amor hecho hombre y oprobio de los hombres por salvarme, y por la misma causa tenido por fatuo en el tribunal de Herodes, te pido con gran confianza por los grandes méritos del compañero de tus injurias San Juan de Dios, que fue castigado de los hombres, como loco, que no descargues sobre mi el castigo de el gran mal de la demencia, sino que con las cadenas de tu santo temor, amarres mis potencias y sentidos para que jamás incurran en las locuras del pecado, y de los que en estado de pecado mortal han perdido el juicio, te compadezcas, volviéndolos a su acuerdo y a tu gracia, para que en el tremendo día del juicio no perezcan. Amén.
Padre nuestro, Ave María y Gloria.


ORACIÓN A DIOS ESPÍRITU SANTO
Espíritu Santo, Consolador y Santificador de las Almas, fuego divino de los corazones, que a los Apóstoles encerrados en el cenáculo abrasaste en tu amor. Te suplico Divino Espíritu con amorosos ruegos de una ardiente caridad, que por la intercesión de San Juan de Dios, que encerrado en una cárcel por loco, se encendió más en tu amor, me libre de la gravísima enfermedad de la demencia, y en lo que me resta de vida, sepa yo emplear mi juicio en amarte, y a los que perdieron al tiempo, que habían perdido tu gracia, los consuelos, sanándolos, y los justifiques de modo que vivas y mueran en tu gracia. Amén.
Padre nuestro, Ave María y Gloria.


ORACIÓN A SAN JUAN DE DIOS
Santísimo Patriarca San Juan de Dios, remedio universal de los enfermos, bien sabes que la enfermedad de la demencia, es entre todas las naturales la mayor, porque privando del juicio, priva también de disponer para la muerte. Y pues el mal es tan grave, tu intercesión ha de ser la de el mayor empeño, pidiendo a la Trinidad Misericordiosísima, derrame sobre mí alma el mar de sus misericordias, no castigándome con el mal tan grave, y dando a los pobres dementes, remedios tan eficaces, que, con ellos sanos ya en cuerpo, aseguren el alma por una eternidad. Amén.
Tres padres nuestros, Aves Marías y Glorias.


ORACIÓN A MARÍA SANTÍSIMA
Santísima Virgen María, refugio de pecadores, luz clarísima de los entendimientos, desconcertados con las tinieblas de la culpa, yo mas que todos, frenético por mis pasiones he agraviado a mi Dios, Trino en la Personas, Uno en esencia, con mis muchas culpas.  Pero ya vuelo en mí y reconozco mi ingratitud, y así esperando en tus purísimas entrañas, el remedio imploro, tu amparo. Oh bellísima María, para convertirme a Dios de todo corazón, y desde ahora para todos los días de mi vida, y para la hora de mi muerte, te ofrezco mis potencias y sentidos con toda mi alma y cuerpo. Y pues te dignas, Señora, el ser mi Madre, guárdame como a cosa tuya y no permitas que mi alma se mancha, o este en mi cuerpo o de el se aparte en pecado mortal, sino antes muera, como sea en gracia de tu Hijo Santísimo, mi Dios y Señor, en quien creo y en quien espero y a quien amo y deseo amar por toda la eternidad. Mas si acaso por justos juicios de Dios, mi última enfermedad fuere frenesí, maña, delirio, demencia u otro accidente, que me prive del uso de los sentidos, estando en pecado mortal, tu maternal intercesión ha de ser alcanzarme perfecta contrición, y que vuelva al uso de mis sentidos para recibir la saludable medicina de la penitencia y la Sagrada comunión del Cuerpo y Sangre Sacramentado de tu Hijo Jesús, por cuyo amor lo espero conseguir de tu piedad. Y con la misma confianza te pido, el que ejecutes tu piedad y grande misericordia con todos los que en este día, y en todo el mundo se hallan privados del juicio, y con riesgo de perderse en ellos el valor de la Sangre de Cristo Jesús, por estar sus almas manchadas con la culpa grave, sea esmero de tu clemencia el volverlos a su juicio, y de acuerdo, para que reciban los santos sacramentos, y puestos en gracia de Dios se logré en ellos el fruto de la Sangre de Nuestro Redentor Jesucristo, quien por intercesión y amparo nos conceda a mi y a todos, vivir y morir en gracia suya, y que nuestras almas sean presentadas por tus soberanas manos en el tribunal de Dios. Amén.




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