miércoles, 8 de abril de 2020

DIA TRES DE MES A SAN FRANCISCO JAVIER




DEVOCIÓN PARA EL DÍA TERCERO DE CADA MES EN HONOR DEL GLORIOSÍSIMO APÓSTOL DE LA INDIA
SAN FRANCISCO JAVIER


ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, mi Criador, mi Conservador, mi Redentor, mi Padre, a quien tantas veces he ultrajado con las más feas, torpes y abominables culpas: a mí me pesa, Señor, me pesa en el alma y con todo mi corazón haberos ofendido, no por miedo del Infierno, con que me podéis juntamente castigar, ni por amor de la Gloria, con que queréis premiarme si observo vuestros divinos mandamientos; sino única, sola y precisamente porque sois quien sois, tan bueno, tan Santo, tan amable y dignísimo de ser amado de tocias las criaturas. Confío, Padre amorosísimo, en vuestra misericordia infinita en los méritos de vuestra santísima vida, pasión y muerte, en la poderosa intercesión de vuestra Madre Virgen, mi muy amada Madre María Santísima, y en los ruegos de vuestro Apóstol San Francisco Xavier, me habéis de perdonar todos mis pecados, y dar gracia para perseverar en vuestro santo servicio, hasta el último instante de mi vida. Amén.

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Beatísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Dios uno en la Esencia y Trino en Personas, en quien creo, en quien espero, a quien amo y adoro: yo te doy gracias, y quisiera dártelas infinitas, por lo mucho que engrandecisteis a tu fiel Siervo San Francisco Xavier, comunicándole tu Poder, Sabiduría Amor con que ejecutó tantos prodigios, maravillas y milagros, para gloria tuya, y en beneficio de las almas y de los cuerpos. Suplicóte, Trinidad amabilísima, por la intercesión y méritos de éste tu amado Siervo, me concedas poder para resistir a las tentaciones de mi común enemigo el Demonio; sabiduría para conocer tus infinitas perfecciones, y amor ardientísimo para amarte sobre tocias las cosas en todos los instantes de mi vida; la que quiero y deseo emplear únicamente en tu obsequio, ejecutando tu voluntad santísima en la tierra, para ir después a verte, gozarte y alabarte eternamente en la Gloria. Amén.
Se rezan tres Padre nuestros y tres Ave Marías, con Gloria Patri.

ORACIÓN A SAN FRANCISCO XAVIER
Gloriosísimo Apóstol de la India San Francisco Xavier, a quien escogió Dios como a otro Pablo para Vaso de Elección que llevase su santo Nombre a les más remotos Países de la Gentilidad. Asombro de la gracia, portento de la naturaleza, obrador de prodigios, maravillas y milagros; salud de los enfermos, resucitador de muertos, amparo de los pobres, Maestro de los ignorantes, celador ardentísimo de la honra y gloria de Dios, Ángel en la pureza, Querubín en la sabiduría, Serafín en el amor, que deseoso de que en los hombres todos se lograse la Sangre preciosísima de Jesús, padeciste hambres, sedes, cansancios fatigas, trabajos, en tan peligrosas, largas y continuas peregrinación así por tierra como por mar, hasta dar la vida en la Isla de Sanchon, en la mayor pobreza y desamparo, destituido de todo humano socorro; pero lleno de consolaciones celestiales, repitiendo muchas veces el Nombre dulcísimo de Jesús. Suplícote, Santo mío, me alcances de Dios un deseo grande de mi eterna salvación, que me estimule a practicar todos los medios conducentes para alcanzarla, por arduos y difíciles que sean, o me parezcan; como también el remedio de la necesidad presente que me aflige, si ha de ser para mayor gloria de Dios, honra tuya, y provecho de mi alma. Amén.
Se hace la petición, se reza una Salve, y se concluye con esta:


ORACIÓN A MARÍA SANTÍSIMA
¡Oh Purísima Virgen María Madre admirable de Dios, Consuelo de los afligidos y Reyna de todos los Santos! A la sombra de vuestra gran protección se acoge la criatura más miserable del Mundo, solicitando de vuestra maternal piedad el remedio de todos sus males. Acordaos, Virgen benignísima, misericordiosísima y clementísima, que ninguno que ahora, de cuantos han acudido a valerse de vuestro socorro, ha salido desconsolado: en esta confianza ocurro á Vos {¡o Virgen de las Vírgenes!) y con el mayor afecto de mi atribulado corazón, os suplico me alcancéis de vuestro preciosísimo Hijo, un dolor verdadero de todos mis pecados, el perdón general de todos ellos y la gracia santificante para vivir en lo que me resta como corresponde a un hijo vuestro. Ruegoos Cambien, Señora y Madre mía, me ayudéis y favorezcáis en la hora de mi muerte, defendiéndome de las asechanzas del Demonio, y que acabe mi vida como terminó la suya San Francisco Xavier, invocando el Nombre Dulcísimo de Jesús y vuestro Santísimo Nombre María. Últimamente, os pido por nuestro Sumo Pontífice, por los Eminentísimos Cardenales, por Nuestro Ilustrísimo Prelado y demás Prelados Eclesiásticos; por nuestro Católico Monarca y demás Reyes y Príncipes Cristianos; por la exaltación de nuestra Santa Fé católica, conversión de los Infieles y Herejes á el gremio de la Iglesia, y de todos los pecadores á verdadera penitencia, por las Almas del Purgatorio, a fin de que salgan de sus penas; por toda esta Ciudad y Reyno Americano, lo libres de terremotos, pestes, guerras, inundaciones, tempestades y demás infortunios con que Dios castiga nuestros pecados; sino que logremos de toda felicidad en esta vida, para ir después a gozar una eternidad dé Gloria. Amén.




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