jueves, 23 de abril de 2020

ROSARIO DE LOS MIL JESÚS






EJERCICIO PIADOSO DE LOS MIL JESÚS

Esta devoción consiste en invocar el Nombre de Jesús mil veces para derrotar de las casas a las huestes del mal. Como testimonio del triunfo del bien sobre el mal se hace una cruz de madera o de ramos de olivo o utilizamos alguna que tengamos en casa. El poder de intervención y la majestad de este Nombre es milagroso, porque está sobre todo nombre y ante el cual se arrodilla todo ser, en los cielos, en la tierra y en los infiernos. Para venerar este Nombre Sagrado, se hace un altar pequeño, con una cruz en el medio, dos velas, flores y un poco de agua bendita. 

Podemos rezar los mil Jesús de la siguiente manera:

Por la señal de la Santa Cruz...

ACTO DE CONTRICCIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; porque eres infinitamente bueno y digno de ser amado. Propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita, que los perdonareis, por los méritos de vuestra preciosísima sangre, pasión y muerte, y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro santo amor y servicio, hasta el fin de mi vida.
Amén.

Rezar el Padrenuestro.

Al empezar la decena se dice:

Santísima Cruz, mi abogada has de ser, en la vida y en la muerte me has de favorecer. Si a la hora de mi muerte el demonio me tentare, le diré: Abominable Satanás, en mi poder no tendrás, porque en el día de la Cruz dije mil veces Jesús.

Se pasan todas las cuentas del rosario diciendo Jesús, Jesús, Jesús... (50 veces) y cuando haya terminado de contar un rosario completo se dice un Gloria, un Padrenuestro y la oración final. 

Cuando se hayan contado los 20 rosarios, se terminan los mil Jesús. 

ORACIÓN FINAL
Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos,
que, por tu Santa Cruz, redimiste al mundo.
Jesús, Jesús, Jesucristo.
Jesús, mi Jesús por siempre.
Jesús, Jesús en mi vida, Jesús, Jesús en mi muerte.
Dulce Jesús, sé mi Jesús y sálvanos.

Oremos: Oh, Dios, que, al recordar hoy el descubrimiento de la verdadera cruz, renovaste los milagros de tu pasión, concédenos que por el valor de aquel sagrado leño de vida alcancemos eficaz socorro y ayuda del cielo para la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.



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