DÍA 29 DE CADA MES CONSAGRADO A HONRAR AL DULCÍSIMO DOCTOR SAN FRANCISCO DE SALES
Tomado de “Tributo Amoroso a San Francisco de Sales” por Enrique de Ossó. Tipografía Católica, Barcelona, España. 1894
Por la Señal de la Santa Cruz…
ORACIONES PREPARATORIAS
AL MANSÍSIMO JESÚS
Señor mío Jesucristo, manso y humilde de corazón, que, para bien de las almas y gloria de la Religión, nos habéis dado a san Francisco de Sales como maestro y acabado modelo de la verdadera devoción y virtud; derramad, os rogamos, en nuestros corazones, toda la unción de su dulzura, todo el ardor de su caridad y toda la sublimidad de su profunda humildad, para que, imitándolo en sus virtudes, le acompañemos en la gloria eterna. Amén.
AL DULCÍSIMO SAN FRANCISCO
Padre y Protector mío dulcísimo san Francisco de Sales, que para la salvación de las almas os hicisteis todo para todos para ganarlos a todos al amor a Jesucristo; alcanzadnos, os rogamos, la imitación perfecta de vuestras hermosas virtudes que vamos a meditar, en especial la caridad, dulzura, humildad y modestia cristianas, y la gracia que deseo obtener en este día, a mayor gloria de Dios y bien de mi alma y de mis prójimos. Amén.
PARA LAS HIJAS DE LA COMPAÑÍA DE SANTA
TERESA DE JESÚS
Padre y Protector nuestro dulcísimo, san Francisco de Sales, que para la salvación de las almas os hicisteis todo para todos para ganarlos a todos al amor de Jesucristo; alcanzad, os rogamos, a todas las hijas de vuestra predilecta Santa y Madre amabilísima Teresa de Jesús, que formamos su Compañía y que os aclamamos por nuestro Protector y Padre, que crezcamos cada día en su espíritu, que es el vuestro, de caridad, celo, mansedumbre, humildad, modestia, afabilidad y fortaleza cristiana, para ser siempre las primeras en extender el reinado del conocimiento y amor de Jesús por todo el mundo, por los apostolados de la oración, enseñanza y sacrificio. Amén.
ORACIÓN
FINAL
Amabilísimo Santo mío, san Francisco de Sales, cuya divisa santa fue: O amar o morir: alcanzadnos, os pedimos con todas las veras de nuestro corazón, que vivamos o muramos en Jesús, por Jesús y con Jesús, que murió en la cruz para hacernos vivir eternamente en los brazos de su bondad, en los resplandores eternos de su gloria, después de haber pasado por el mundo haciendo bien a todos y a nadie daño, como Vos, cantando sin cesar el cántico de amor eterno: ¡Viva Jesús mi amor! yo amo a Jesús; soy toda de Jesús y mi Dios basta por toda la eternidad, Amén.
PRECES A SAN FRANCISCO DE SALES PARA
ALCANZAR LO QUE SE DESEA
Señor,
ten piedad de nosotros.
Jesucristo,
oídnos.
Espíritu
Santo, ten piedad de nosotros.
Santa
María, concebida sin pecado R/: rogad por nosotros.
San
Francisco de Sales, en la oración perfectísimo
San
Francisco de Sales, en la mortificación rigidísimos,
San
Francisco de Sales, en el trato del prójimo amabilísimo,
San
Francisco de Sales, en el amor de Dios encendidísimo,
San
Francisco de Sales, en el celo de las almas ardientísimo,
San
Francisco de Sales, en el amor de Jesucristo abrasadísimo,
San
Francisco de Sales, en la modestia ejemplarísimo,
San
Francisco de Sales, en la dulzura modelo acabadísimo,
San
Francisco de Sales, en la humidad profundísimo,
San
Francisco de Sales, en la paciencia heroico,
San
Francisco de Sales, en la prudencia y sencillez incomparable,
San
Francisco de Sales, en la conversación agradabilísimo,
San
Francisco de Sales, en la pureza angelical,
San
Francisco de Sales, en la presencia amorosa de Dios continuo,
San
Francisco de Sales, el más dulce de los hombres,
San
Francisco de Sales, el más amable de los Santos,
San
Francisco de Sales, cuya divisa era “o amar o morir”,
San
Francisco de Sales, Doctor de la Iglesia sapientísimo,
San
Francisco de Sales, director de las almas discretísimo
Jesús, oídnos Jesús, escuchadnos
L/:
Ruega por nosotros, san Francisco de Sales
R/: Para que seamos como Vos dulces y humildes de corazón.
ORACIÓN: Dios mío, que quisiste que tu confesor y pontífice, padre y protector nuestro, dulcísimo san Francisco de Sales, para la salvación de las almas se hiciese todo para todos para ganarlos a todos; concede propicio que, bañados en la dulzura de tu caridad, guiados por su doctrina y ayudados de sus méritos, consigamos los goces de la gloria. Amén.
Un
Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri
Colaboración de Carlos Villaman
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