GEMIDO DEL ALMA DIRIGIDO AL SAGRADO CORAZÓN
DE JESÚS
POR EL TRIUNFO DE LA IGLESIA
HIMNO
Cautivo el Padre Santo y la Iglesia perseguida
Contempla el fiel cristiano y al mundo sin virtud:
El Corazón divino al llanto nos convida,
Y el pecador llorando en El busca salud.
CORO:
Perdón, Jesús, perdón
Implora arrepentido,
Perdón clama afligido
Mi tiste corazón.
Ensalza a nuestro Pontífice
Oh, dale tu victoria,
Llena de luz y de gloria
La santa Religión.
¡Cuán largos son Dios mío, los días del pecado!
¡Cuán fieros son y cuantos los males del error!
¡Ah! todo mueve a llanto en tiempo tan malvado:
¡Oh! todo está perdido; ¡apiádate, Señor!
Yo abandoné tus dones, de engaños seducido;
A ti, Religión santa, causé amargo pesar:
¡Oh si borrar pudiera, de veras convertido,
¡Tantas culpas que fueron y que hoy me hacen llorar!
Dadme, Señor aliento en tanta desventura;
Por mí sufrió el gran Pio, vicario de mi Dios;
Por mi gimió llorando en halles y amargura:
Jesús benigno, atiende a mi doliente voz.
Oh Dios, que el Pontífice nos diste para el trono de
Pedro,
Infúndele la fuerza del rayo y huracán;
Que a su palabra tiemble el orgulloso cedro,
Y se hunda en el abismo la gloria de Satán.
Ya siento de tus iras rugir el ronco trueno,
Y el grito de la guerra despavorido oí:
La Europa estremecida revuélvase en su seno,
Y sangre pide y muerte; ¡ay! ¿qué será de mí?
¡Oh! que tarde advierto que el grande Pio nono
Avisos daba al mundo de fraternal unión:
Y ahora el Pontífice, coronado en su trono,
La misma voz repite de paz y de perdón.
¡Oh Corazón divino, salud de los mortales!
Tú solo eres el centro de la deseada paz:
Las lágrimas vertidas en tan porfiados males,
Conviértelas en gozo, en júbilo y solaz.
Escucha nuestras preces y da benigna vida
Al que herido cae del vicio y del error:
Sí; tú, amante del alma con humildad rendida,
Levántale, le dices, yo soy tu bien, tu amor.
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