MARTES CONSAGRADO AL GLORIOSO SAN ANTONIO DE PADUA
DEPRECACIÓN
Salúdote Antonio Santo, en quien especialmente resplandeció la Omnipotencia de Eterno Padre en las innumerables maravillas con que favoreces y has favorecido á tus devotos, por la gran confianza que tengo en tu intercesión, te suplico con humilde corazón, intercedas por mí, con nuestro gran Dios Criador y Señor del cielo y de la tierra, me conceda la gracia que deseo, y que se haga su santa voluntad, a la cual me remito totalmente por la salud de mi alma. Padre Eterno, Omnipotente Señor y Criador de cielo y tierra a quien humilde y contrito pido misericordia, socorred a esta criatura hechura de vuestras manos; oíd mis ruegos y los de vuestro amado San Antonio de Padua por cuyos méritos os pedimos el remedio de nuestras almas, la grama particular que solicito, y que se haga en toda tu santísima voluntad. Amén.
Padre nuestro, Ave María y Gloria.
Salúdote Antonio Santo, en quien especialmente resplandeció la sabiduría del Hijo de Dios en la enseñanza, predicación y conversión de herejes y pecadores: por la gran confianza que tengo en tu intercesión, te suplico con humilde corazón intercedas por mí con nuestro gran Dios, de quien espero me has de alcanzar la enseñanza, dirección de mi entendimiento y la gracia particular que solicito, cumpliéndose en toda su santa voluntad, a la cual me remito para la salud de mi alma. Jesús Eterno é infinitamente sabio, a quien humilde y contrito pido misericordia, socorred a esta criatura hechura vuestra, alumbrad mi entendimiento, oíd mis ruegos y los de vuestro amado San Antonio, por cuyos méritos os pedimos el remedio de nuestras almas, la gracia particular que solicito, y que se haga en todo vuestra santísima voluntad. Amén.
Padre nuestro, Ave María y Gloria.
Salúdote Antonio Santo, en quien especialmente resplandeció el amor y caridad del Espíritu Divino, llevándote los afectos de todos, por lo mucho que amaste y estás amando a los fieles, por la grande confianza que tengo en tu intercesión, te suplico con humilde corazón intercedas por mí con nuestro gran Dios, Espíritu consolador, quien os concedió el nombre de Santo por antonomasia, por el cual eres conocido en Padua; y de quien espero me haz de alcanzar un verdadero amor suyo y la gracia particular que solicito, conformándome en todo con su santísima voluntad, a la cual me remito para la salud de mi alma. Espíritu Santo, amantísimo Consolador universal de nuestras almas, a quien humilde y contrito pido misericordia, socorred a esta hechura de vuestras manos, oíd mis ruegos y los de vuestro amado San Antonio de Padua, por cuyos méritos os pedimos el remedio de nuestras almas, la gracia particular que solicito, y que se haga en todo vuestra santísima voluntad. Amén.
Padre
nuestro, Ave María y Gloria.
Si buscas milagros, mira:
muerte y error desterrados,
miseria y demonio huidos,
leprosos y enfermos sanos.
El mar sosiega su ira,
redimense encarcelados,
miembros y bienes perdidos
recobran mozos y ancianos
El peligro se retira,
los pobres van remediados;
cuéntenlo los socorridos,
díganlo los paduanos.
El mar sosiega su ira,
redimense encarcelados,
miembros y bienes perdidos
recobran mozos y ancianos.
L/: Ruega a Cristo por nosotros, Antonio
glorioso y santo,
R/: Para que dignos así de
sus promesas seamos.
ORACIÓN: Haced,
¡oh, Señor!, que la intercesión de vuestro confesor y doctor San Antonio llena
de alegría a vuestra Iglesia para que siempre sea protegida por los auxilios
espirituales y merezca alcanzar los eternos goces. Por Cristo nuestro Señor. Amén
Pues vuestros santos favores
dan de quien sois testimonio
humilde y divino Antonio
rogad por los pecadores.
Vuestra palabra divina
forzó a los peces del Mar
que salieran a escuchar
vuestro sermón y doctrina
y pues fue tan peregrina
que extirpo dos mil errores.
En Roma y otras naciones
predicasteis a Latinos
Españoles peregrinos
Alemanes y eslavones
y todos muy claramente
oyeron vuestro favores.
Vos sois de tempestad
el amparo milagroso
del incendio rigurosos
agua de la claridad
puesto de seguridad
del mar y de sus rigores.
Sanáis mudos y tullidos
paralíticos leprosos
endemoniados furiosos
restituís los sentidos
volvéis los bienes perdidos
y curáis todos dolores.
Sanáis de gota Coral
Ciegos contrahechos llagados
consoláis desconsolados
y curáis de cualquier mal
cual médico celestial
a quien hace Dios favores.
De tres días ahogados
resucitasteis diez niños
y dos cual bellos armiños
de sinceros desastrados
porque sus padres amados
lloraban por sus amores.
De Sena que no creía
que la perdonase Dios
tomasteis vos sobre vos
la pena que merecía
y al tomarla el mismo día
la hizo Dios mil favores.
Vos libráis a cualquier reo
de los grillos y cadenas
si el que os clama se enajena
del pecado sucio y feo
y pues sois divino Orfeo
de Jesús flor de las flores.
A la que con santo celo
y fervorosa oración
el fruto de rendición
os pide por su consuelo
vos se la alcanzáis del Cielo
y aun otras cosas mayores.
Sois de Jesús tan amado
que a solas con El jugáis
haciéndoos porque le amais
su profeta regalado
y luz de los confesores.
ORACIÓN: Dios
y Señor mío, alegra a tu Iglesia la deprecación votiva de San Antonio tu
Confesor, para que siempre se halle fortalecida con socorros espirituales y
merezca alcanzar los gozos eternos por los merecimientos de Nuestro Señor
Jesucristo que con el Padre y el Espíritu Santo, vive y reina por todos los
siglos de los siglos. Amén.
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