martes, 2 de junio de 2020

NOVENA A SANTO TOMÁS DE AQUINO



NOVENA AL QUERÚBICO SANTO TOMÁS DE AQUINO

Compuesta por D. Felipe Lesmes

Lérida. 1864

 

ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío Jesucristo, mi Padre, mi Criador y mi Redentor, en quien creo, en quien espero y a quien amo sobre todas las cosas, tened compasión de mi miserable pecador, y concededme por vuestra bondad un verdadero arrepentimiento de todos mis pecados. Lo siento de veras por ser Vos quien sois, me pesa de haber ofendido con ellos a un Padre tan bueno, que sois todo amor. Perdonadme, Padre misericordiosísimo, y concededme la gracia de morir mil veces antes que volver a pecar.

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Dios y Señor de las ciencias, Padre Omnipotente, cuya voz fecunda en si misma hizo venir al ser todas las cosas, cuya providencia se extiende a todas ellas, cuya bondad se ostenta particularmente en la efusión de vuestra gracia, que dais a cada uno según la medida de la donación de Cristo Señor nuestro Salvador divino de nuestras almas, y fundador prudentísimo de nuestra Religión, que disteis a unos Apóstoles, a otros Profetas, a otros Evangelistas, y otros Pastores y Doctores para la consumación de los Santos en la obra del ministerio, para edificación de vuestra Iglesia Santa y para que no fluctuáramos como niños, arrebatados de todo viento de doctrina por la malignidad de los hombres, que engañan con astucia en el error, sino que siguiendo la verdadera Fe animada de la Caridad,, creciéramos por todas las cosas en Vos, que sois nuestra cabeza: Espíritu divino, que siendo uno y el mismo en todos los siglos comunicasteis vuestros dones y gracias ti tantos Doctores y Maestros , dividiéndolas á cada, uno según vuestra santísima voluntad, y enriquecisteis abundantemente con la efusión de todas ellas la bendita alma de nuestro Angélico Maestro Santo Tomas, haciéndole como un depósito general de la santa doctrina, y padre de una posteridad numerosa de verdaderos sabios, nosotros, humildes siervos vuestros y discípulos indignos suyos, apoyados en vuestra infinita misericordia, y en la intercesión de este glorioso Doctor y Maestro nuestro, acudimos al trono de vuestra gracia é imploramos vuestro patrocinio. Elegidos para sucesores suyos en tan glorioso ministerio, nos vemos rodeados por todas partes de las tinieblas y corrupción de tantas sectas, reunidas contra la verdad en estos días desgraciados, necesitamos más que nunca de la suavidad de vuestros dones para preservarnos de la seducción, y conducir por los pastos saludables vuestra grey. Nuestras culpas nos han hecho acreedores al mayor de los castigos, que es la privación de vuestras luces; más constituidos en tan miserable situación, no hallamos otro recurso que levantar los ojos a Vos ¡oh Padre de las luces I de quien viene toda dádiva buena y todo don perfecto; a Vos, sabiduría increada, que elegisteis lo débil para confundir lo fuerte, y lo ignorante para desvanecer la ciencia altanera de este siglo ; á Vos, Espíritu consolador, enviado para enseñar toda verdad, y dirigirnos en nuestra peregrinación . Venid, Espíritu divino, é iluminad nuestro entendimiento con la sabiduría celestial, que concedisteis a nuestro Santo Maestro ; venid, distribuidor de los dones, y enriqueced nuestra voluntad can los que tan abundantemente derramasteis sobre la suya; venid, luz de los corazones, y disipad del nuestro las tinieblas de los vicios, preparándole como Moisés en otro tiempo las tablas, para que vuestro dedo divino grabe indeleblemente sobre la ley santa que prometisteis en otro tiempo escribir sobre los corazones de los nuevos fieles; haced que profesemos siempre una veneración suma a los libros Santos inspirados por Vos, seamos depositarios fieles de la Tradición, hijos dóciles de la Iglesia católica, ovejas sumisas a la voz de los pastores, súbditos rendidos del Romano Pontífice sucesor de San Pedro, y cabeza visible de la Iglesia, religiosos defensores de la doctrina de los Santos Padres, discípulos constantes de los Doctores y Maestros fieles, que nos han precedido, emuladores de sus hechos de nuestra Religión, y cautivadores de toda ciencia natural en obsequio de la fé. Estas virtudes, con que enriquecisteis a nuestro Angélico Maestro, elevándole por ellas al alto grado de sabiduría, que le ha hecho en todos tiempos el consuelo de la Iglesia, oráculo de los Concilios, guía de las Escuelas, y asombro de sus mismos enemigos, son las que rendidamente os pedimos por su intercesión en esta Novena que consagramos gustosos a su culto en agradecido recuerdo a su protección. Comunicádnoslas, Señor, para que, siendo imitadores de sus virtudes, e hijos de su sabiduría celestial, merezcamos instruir en la salud a muchos durante esta vida, y resplandecer en la otra por perpetuas eternidades. Amén.

 

DÍA PRIMERO

ORACIÓN

Glorioso Maestro y Protector mío, Varón bienaventurado, que ni os dejasteis llevar del consejo de los impíos, ni corristeis el camino de los pecadores, ni os sentasteis jamás en la cátedra pestilencial del error, sino que fijando vuestra voluntad en la ley santa del Señor pasabais los días y las noches en su meditación, creciendo como árbol plantado a las corri3ntes de tan saludables aguas, para dar frutos sazonadísimos de doctrina en todos los siglos; por la singular ternura y veneración que profesasteis siempre A las sagradas letras, y por los heroicos actos de virtudes que en su lectura practicabais, os suplicamos nos alcancéis del Señor odio eterno A la lectura de obras impíos, y un amor decidido al estudio de la palabra divina, acompañado de la sencillez de intención y pureza de afecto que requiere. No permitáis, Maestro gloriosísimo que nuestra soberbia convierta en lazos el camino de la verdad; no muramos en la letra, seamos vivificados con el espíritu; conozcamos con el Apóstol San Pedro, que su inteligencia no pende de la interpretación propia de cada uno, sino que habiendo hablado por inspiración del Espíritu Santo los hombres santos escogidos por Dios para órganos suyos, a este Espíritu residente en la Iglesia Católica es a quien toca la interpretación de sus palabras : haced que siguiendo siempre, a imitación vuestra, esta regla infalible de la verdad, y animados del mismo espíritu en su lectura, salgamos de ella hechas unos hombres de Dios, instruidos para toda obra buena en esta vida y dignos del premio prometido en la eterna. Amén.

Ahora se pedirá a Dios el buen uso de este lugar, por la intercesión del santo Doctor.

 

ORACIÓN MARÍA SANTÍSIMA

Santísima Señora, concebida sin pecado Aurora deseada por tanto tiempo, que por vuestra profundísima humildad merecisteis ser Madre de la Sabiduría increada, disipando como tal las tinieblas del mundo, y destruyendo las herejías en todos los siglos; por la singular ternura con que miráis a los que aspiran a ser algún día evangelizadores de la paz, y por el cariño especial con que distinguisteis a nuestro Angélico Maestro el Señor Santo Tomas, siendo su guía y protectora en los estudios, os suplicamos no desamparéis a los que siguiendo su doctrina desean juntamente imitarle en la práctica de las virtudes, singularmente en la tierna devoción para con Vos Recibid, Madre dulcísima, la ofrenda que os hacernos de nuestro corazón, entendimiento, talentos y estudios: dilatad sobre vuestra Academia el manto real de vuestra augusta protección, para que trabajando a la sombra de tan benignos auspicios, crezca más en virtud y letras, evitemos los escollos que nos cercan por todas partes, y rotos los lazos de la impiedad, brillemos con una humilde sabiduría, y recibiendo la aureola preciosa de Doctores en la otra, cantemos vuestras misericordias los siglos de los siglos. Amen.

 

DÍA SEGUNDO

ORACIÓN

Angélico Maestro y Protector mío, Timoteo fiel, que, evitando las novedades profanas de las voces, y la ostentación orgullosa de la ciencia de falso nombre, que ha hecho naufragar a tantos acerca de la Fe, guardasteis con escrupuloso desvelo el depósito sagrado de la Tradición. Beseleel ingenioso, que sin alterar ni corromper el tesoro de las verdades católicas recibidas de nuestros Padres, supisteis adornarlas, ilustrarlas y engarzarlas en la cadena de oro de vuestros escritos, para que eslabonadas así pudieran más fácilmente transmitirse de generación en generación hasta el fin de los siglos; por la adhesión constante de vuestro entendimiento a esta regla infalible de la verdad, y por la veneración profunda que profesasteis siempre en este depósito sagrado, os suplico humildemente nos alcancéis del Señor una aversión filme toda novedad, luz y humildad para conocer sus atractivos, destreza en desbaratar sus sofismas, un ánimo constante para hacer frente a su seducción y una voluntad decidida para la Ley Santa del Señor, para que enriquecido nuestro corazón con tan saludables aguas podamos algun dia derramarlas sobre los pueblos, confiarlas a otros que las enseñen en lo sucesivo, y preservados por vuestra intercesión de todo error en esta vida, seamos gozo y corona vuestra en el Señor por los siglos de los siglos. Amén.

 

DÍA TERCERO

ORACIÓN

Angélico Maestro y Protector mío, Moisés iluminado de Dios que huyendo de la casa de Faraón, y prefiriendo a los tesoros del Egipto de este mundo el improperio de Jesucristo Señor nuestro, fuisteis elegido para guía del Pueblo Santo precediendo la columna luminosa de la Iglesia corno antorcha resplandeciente entre las tinieblas del error, y nube que os defendía de los ardores de una curiosidad indiscreta; para que ni anduvierais errante en la variedad de las sectas, ni os oprimiera la gloria y resplandor de los misterios más profundos de la Religión: por la humilde docilidad con que seguisteis siempre este norte seguro de la verdad, os pedirnos humildemente nos alcancéis del Señor la sencillez de pequeñuelos; para que como recién engendrados en Cristo, racionales, sin dolo ni malicia alguna, apetezcamos la leche pura de la doctrina, y arrojados en los brazos de esta Santa Madre, columna y firmamento de la verdad, crezcamos en edad y sabiduría delante de Dios y de los hombres, nos levantemos como hijos fieles, y la hagamos predicar bienaventurada en esa vida, y ser alabada de su Esposo celestial en la otra por los siglos de los siglos. Amén.

 

DÍA CUARTO

ORACIÓN

Angélico Maestro y Protector mío, humilde Pablo, que en medio de las extraordinarias luces y singulares favores de Dios, que os había escogido para vaso de elección que dilatara su nombre por todos los siglos, nivelasteis siempre vuestra doctrina por la de los Sagrados Concilios, no sea que corrierais en vano, o hubierais corrido; por la sumisión profunda que tuvisteis a la voz de los Pastores, oyendo en ellos la de Jesucristo, Maestro y. Redentor nuestro, os pedirnos humildemente nos alcancéis del Señor una humilde desconfianza de nosotros mismos, un ánimo rendido a la determinación de los Sagrados Concilios legítimamente celebrados, la inteligencia de sus Cánones, y una voluntad pronta en el cumplimiento de ellos, para que siguiendo este camino real de la verdad, sin declinar a la derecha ni a la izquierda, evitemos los escollos y precipicios del error, seamos buen olor de Jesucristo en nuestras costumbres, y guiando con el ejemplo y doctrina a los pueblos por el desierto de esta vida, merezcamos entrar con ellos en la tierra de Promisión de la gloria, donde os acompañemos por los siglos de los siglos. Amén.

 

DÍA QUINTO

ORACIÓN

Angélico Maestro y Protector mío, Samuel obediente, que llamado de Dios para ser uno de los más célebres Doctores de la Iglesia, y enriquecido de preciosos tesoros de sabiduría celestial, acudisteis siempre al Supremo de los pastores deseando recibir de su boca la doctrina, y evitar por este medio las ilusiones del espíritu del error, transfigurado en Ángel de luz para nuestra ruina: por la prudentísima sumisión y obediencia ciega a la Silla Romana, que formó vuestro carácter y distintivo dejándola como en herencia a vuestros verdaderos discípulos, os suplicamos humildemente nos alcancéis del Señor gracia con que despreciemos las inicuas fábulas de los enemigos de esta Santa Madre, un amor tierno al Vicario de Jesucristo y Sucesor de San Pedro, y una adhesión constante a su Catedra y doctrina, para que fundados sobre esta piedra, y cimentados en ella, seamos superiores é los asaltos del Infierno, formemos un rebaño bajo la dirección de un Pastor en esta- vida, y muriendo en el seno de la Iglesia Católica, pasemos a triunfar con Vos en la Jerusalén celestial por los siglos de los siglos. Amen.

 

DÍA SEXTO

ORACIÓN

Angélico Maestro y Protector mío, José precioso enviado por Dios al Egipto de este inundo para acumular pastos abundantes de doctrina, y alimentar las escuelas en la grande hambre que había de venir sobre la tierra; hijo creciente, siempre exasperado por vuestros hermanos, cuyo arco no se sentó en la fortaleza, y cuyos lazos fueron desatados por mano del poderoso Jacob, saliendo de allí para Pastor y piedra de Israel: Nazareno escogido, en cuya cabeza descansaron las bendiciones de vuestro Padre, confirmadas con las bendiciones de los suyos; por la piadosa aflicción, y singular destreza con que manejasteis sus obras de estos órganos de la verdad, mirandolos como depositarios dela doctrina de la Iglesia, consultándolos en vuestras dudas, y reuniéndolos en vos como un un foco, donde reconcentrados en uno, redujeran a polvo las más obstinadas herejías; os suplicamos humildemente nos alcancéis del Señor la veneración debida a sus talentos y virtudes; una fortaleza invicta en confesar, y no esconder ni negar A nuestros Padres en la Fe; luz y acierto en el manejo de sus escritos, y que fundados en estos montes santos, y enriquecidos con las saludables aguas que se desprenden de su eminente santidad, aprendamos a despreciar la novedad de los sectarios, sigámoslo en la Fe y pureza de la vida, logrando acompañarlos por eternidades en la gloria. Amén.

 

DÍA SÉPTIMO

ORACIÓN

Angélico Maestro y Protector mío, Escriba docto en el Reino de los Cielos, que sacando del tesoro de vuestra celestial sabiduría lo nuevo del método, sin dañar a la antigüedad de la doctrina, presentasteis como un escuadrón bien ordenado los dogmas de la Religión, haciendo formidable su aspecto a los enemigos de la verdad en todos los tiempos: Aod ambidextro, que manejando igualmente los primores de la Teología y del Derecho Canónico, atravesasteis con esta espada de dos filos A los opresores del Pueblo santo: por la singular destreza con que manejasteis las verdades de la Religión, y por el nervio, orden, claridad, y precisión en enseñarlas que os han granjeado el renombre glorioso de Doctor Angélico, Oráculo de los Concilios, y Sol de las Escuelas, os suplicamos humildemente nos alcancéis del Señor una adhesión constante a vuestra doctrina, la estimación y precio debido al método escolástico, horror a las calumnias y burlas de la impiedad conjurada contra este antemural precioso de la Fe, y la gracia que necesitamos, para que armados con este escudo peleemos las batallas del Señor en esta vida, y triunfando del error, seamos en la otra coronados por los siglos de los siglos. Amén.

 

DÍA OCTAVO

ORACIÓN

Angélico Maestro y Protector mío, Jepté esforzado, que puesto al frente de los Reales del Señor revolvíais cuidadosamente los fastos de la Religión para animaros con sus ejemplos, y rebatir las calumnias y falsedades de tantos Amonitas empeñados en corromper sus hechos y denigrar el buen nombre de nuestros mayores: por la sencillez santa con que como abeja solicita corristeis este jardín, hermoso en todos los siglos, sacando de sus flores miel con que alimentar nuestro espíritu, y cera con que alumbrar el Santuario, os suplicamos humildemente nos alcancéis del Señor acierto para evitar tantos lazos y sombras esparcidas en este campo de la literatura, prudencia sencilla con que huyamos los artificios de una crítica vendida de la impiedad, y una discreción segura, para que separando lo precioso de lo vil, seamos como la boca del Señor en este siglo, imitando los hechos gloriosos de nuestros Padres, mereciendo ser compañeros , suyos en la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

 

DÍA NOVENO

ORACIÓN

Angélico Maestro y Protector mío, David magnánimo, que animado del celo del Señor despojáis á la Filosofía terrena de los tesoros de ciencia que detenía en la mentira, santificándolos con vuestro estudio y consagrándolos al servicio de la Religión: Salomón magnifico, que acumula dos muchos tesoros de conocimientos humanos, fabricasteis de ellos un templo majestuoso donde descansara la ciencia de las ciencias, recibiendo el homenaje y obsequio de todas ellas: por la sobriedad santa con que manejasteis sus luces sin dejaros arrebatar de una curiosidad vaga, ni seducir de los atractivos de la soberbia, os suplicamos humildemente nos alcancéis del Señor una prudente cautela con que ni despreciemos las verdaderas luces que la Re ligion Santa no terne, ni abracemos las falsas que cubiertas bajo la apariencia de verdaderas preparan los caminos al error, fomentan la insubordinación de nuestro espíritu, y le arrastran miserablemente a la impiedad. Haced, Santo mío, que penetrados de un sólido amor a la sabiduría merezcamos el renombre glorioso de Filósofos, envilecido en estos días por tantos profanadores de esta ciencia ; venguémosla por vuestra intercesión de sus insultos, apréndalos en ella á humillar nuestra razón bajo el peso de tantos misterios naturales, elevémonos de su contemplación a la de un Dios, autor un mismo tiempo de la gracia, para que cautivando á imitación vuestra todo entendimiento en obsequio de la Fé, hagamos racional nuestro obsequio, despojemos al Egipto que es la Filosofía de este mundo de sus tesoros, enriquezcamos con ellos al pueblo del Señor, y cortándoles uñas y cabellos A esta esclava, la introduzcamos al tálamo de la Religión, hagamos triunfar la verdad en esta vida, y merezcamos verla cara a cara en la otra por los siglos de los siglos. Amén.

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