EJERCICIO DE LOS SIETE
VIERNES EN HONOR A JESÚS NAZARENO
Devoción dedicada al Señor Jesús Nazareno Cautivo de la Iglesia San Miguel Arcángel y Monasterio de Madres Trinitarias. Impreso en Lima, Perú, 1953
ORACIÓN PREPARATORIA
Dulcísimo Jesús Nazareno, Divino Redentor
de las almas, yo, humilde criatura vuestra, postrada a vuestros sagrados pies,
adoro vuestra Santísima Pasión y con especialidad los pasos que representa esa
vuestra venerable y milagrosa imagen rescatada. Suplícote, adorable Señor, por
esas vuestras santísimas penas y terribles dolores me deis una fe viva con que
crea en Vos como en mi Dios, una firme esperanza con que solo estriben en Vos
mis deseos y una ardiente caridad con que os ame sobre todas las cosas y al prójimo
por vuestro amor. También os pido me concedáis el favor especial que por este
devoto ejercicio suplico si ha de ser para vuestra mayor gloria y bien de mía
alma. Amén.
PRIMER VIERNES
JESÚS DIVINA EUCARISTÍA
Amabilísimo Jesús Nazareno, por aquella ardiente caridad con que quisisteis, la víspera de vuestra Pasión, instituir la Divina Eucaristía para quedaros con nosotros hasta la consumación de los siglos, y alimentarnos con vuestra misma carne y sangre preciosísima, os suplico que inflaméis mi corazón con la llama de vuestra ardiente caridad. Amen.
Se rezarán tres Padres Nuestros a la
Santísima Trinidad, solicitando la gracia que se desea alcanzar.
ORACIÓN FINAL
Amorosísimo Jesús Nazareno, compadeceos de mí y olvidad mi ingratitud. Mis pecados han sido la causa de vuestra Pasión dolorosísima y afrentosa muerte. Yo los detesto a vuestros pies y los abomino pidiéndoos perdón por ellos. Os prometo con vuestra gracia no pecar más y amaros a Vos sobre todas las cosas. Y Vos, Virgen dolorosísima, interceded por mí y no permitáis jamás me aparte de vuestro santísimo Hijo por el pecado; y pedidle también tenga piedad de mí en la gran aflicción porque atravieso, concediéndome el favor que solicito si fuere para su gloria y bien de mi alma. Amen.
(Se rezará cada viernes la oración
preparatoria y la oración final, tal como el primer viernes.)
SEGUNDO VIERNES
CAUTIVO, CÁLIZ DE
SALVACIÓN
Afligidísimo Jesús Nazareno, por aquella
tristeza profunda que oprimió vuestra humanidad santísima en el Huerto de los
Olivos, y por aquella agonía mortal que experimentasteis y copioso sudor de
sangre que brotó por todo vuestro cuerpo virginal, a la consideración de la
eterna ruina de tantos cristianos ingratos y rebeldes, os suplico me concedáis
profundo dolor, para que, llorando mis pecados, evite la eterna condenación de
los réprobos. Amen.
TERCER VIERNES
JESÚS NAZARENO, MANSÍSIMO
CAUTIVO
Mansísimo Jesús Nazareno, por aquel amargo
dolor que acongojó vuestra alma, cuando el pérfido Judas, por un vil interés,
os entregó a los ministros de la impía Sinagoga con un beso sacrílego, y por
los desprecios y malos tratamientos que padecisteis cuando los soldados se
arrojaron sobre vuestra adorable persona, cargado de cadenas, como a un malhechor;
os suplico no permitáis que os no traicione por alguna cosa del mundo, ni que
jamás os reciba en mi corazón manchado. Amen.
CUARTO VIERNES
HUMILDÍSIMO CAUTIVO,
JESÚS DE LA SENTENCIA
Humildísimo Jesús Nazareno, por la pena
desgarradora que sufristeis cuando arrastrado ignominiosamente a los tribunales
de Jerusalén, oísteis las acusaciones más injustas, y escuchasteis con
inalterable resignación la inicua sentencia que pronunciaron ante Vos los
magistrados judíos; concededme, os ruego, una cristiana humildad y mansedumbre,
para que sufra por vuestro amor todas las afrentas, injurias y adversidades de
esta miserable vida. Amen.
QUINTO VIERNES
JESÚS NAZARENO,
MISERICORDIA ETERNA
Misericordiosísimo Jesús Nazareno, por
aquella pena que os causó la injusticia de Pilatos y las burlas atroces del
impúdico y sanguinario Herodes y por el amargo dolor que despedazó vuestra alma
a ver la muerte infeliz del pérfido Judas, miradme, os ruego, con ojos de
misericordia, como mirasteis al Apóstol Pedro, a fin de que, enternecido mi
corazón, deteste y llore todos mis pecados, y llegada la hora de mi muerte,
merezca la muerte de los penitentes. Amen.
SEXTO VIERNES
CAUTIVO, CORONADO DE
DOLOR
Bondadosísimo Jesús Nazareno, por aquella
confusión que cubrió vuestro rostro virginal al veros desnudo y atado como vil
esclavo, a una columna y por el dolor que sufristeis en la cruel flagelación y
en la horrorosa coronación de espinas, os ruego infundáis en todos mis sentidos
vuestro santo temor, y en mi entendimiento pensamientos santos y profunda
humildad, a fin de que nunca me deje dominar por la pasión nefanda, ni por el
orgullo y la vanidad. Amen.
SÉPTIMO VIERNES
JESÚS NAZARENO, CRUZ DE
REDENCIÓN
Angustiado Jesús Nazareno, por aquel amargo dolor que os martirizó al ver que los ingratos judíos, olvidados de todos los beneficios con que vuestra bondad los había favorecido, os pospusieron al homicida Barrabás, y por la inicua sentencia que el cobarde Pilatos pronunció contra Vos, condenándoos a la ignominiosa muerte en la cruz; concededme, os ruego, un deseo vivo de mostradme siempre agradecido a los innumerables beneficios que habéis derramado sobre mí, y haced que despreciando todo respeto humano, esté siempre dispuesto a perderlo todo en esta vida, antes de perder vuestra gracia con el maldito pecado mortal. Amen.
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