miércoles, 3 de junio de 2020

SIETE VIERNES A JESÚS NAZARENO DE TRINITARIAS



EJERCICIO DE LOS SIETE VIERNES EN HONOR A JESÚS NAZARENO

Devoción dedicada al Señor Jesús Nazareno Cautivo de la Iglesia San Miguel Arcángel y Monasterio de Madres Trinitarias. Impreso en Lima, Perú, 1953

 

ORACIÓN PREPARATORIA

Dulcísimo Jesús Nazareno, Divino Redentor de las almas, yo, humilde criatura vuestra, postrada a vuestros sagrados pies, adoro vuestra Santísima Pasión y con especialidad los pasos que representa esa vuestra venerable y milagrosa imagen rescatada. Suplícote, adorable Señor, por esas vuestras santísimas penas y terribles dolores me deis una fe viva con que crea en Vos como en mi Dios, una firme esperanza con que solo estriben en Vos mis deseos y una ardiente caridad con que os ame sobre todas las cosas y al prójimo por vuestro amor. También os pido me concedáis el favor especial que por este devoto ejercicio suplico si ha de ser para vuestra mayor gloria y bien de mía alma. Amén.

 

PRIMER VIERNES

JESÚS DIVINA EUCARISTÍA

Amabilísimo Jesús Nazareno, por aquella ardiente caridad con que quisisteis, la víspera de vuestra Pasión, instituir la Divina Eucaristía para quedaros con nosotros hasta la consumación de los siglos, y alimentarnos con vuestra misma carne y sangre preciosísima, os suplico que inflaméis mi corazón con la llama de vuestra ardiente caridad. Amen.

Se rezarán tres Padres Nuestros a la Santísima Trinidad, solicitando la gracia que se desea alcanzar.


ORACIÓN FINAL

Amorosísimo Jesús Nazareno, compadeceos de mí y olvidad mi ingratitud. Mis pecados han sido la causa de vuestra Pasión dolorosísima y afrentosa muerte. Yo los detesto a vuestros pies y los abomino pidiéndoos perdón por ellos. Os prometo con vuestra gracia no pecar más y amaros a Vos sobre todas las cosas. Y Vos, Virgen dolorosísima, interceded por mí y no permitáis jamás me aparte de vuestro santísimo Hijo por el pecado; y pedidle también tenga piedad de mí en la gran aflicción porque atravieso, concediéndome el favor que solicito si fuere para su gloria y bien de mi alma. Amen.

(Se rezará cada viernes la oración preparatoria y la oración final, tal como el primer viernes.)

 

SEGUNDO VIERNES

CAUTIVO, CÁLIZ DE SALVACIÓN

Afligidísimo Jesús Nazareno, por aquella tristeza profunda que oprimió vuestra humanidad santísima en el Huerto de los Olivos, y por aquella agonía mortal que experimentasteis y copioso sudor de sangre que brotó por todo vuestro cuerpo virginal, a la consideración de la eterna ruina de tantos cristianos ingratos y rebeldes, os suplico me concedáis profundo dolor, para que, llorando mis pecados, evite la eterna condenación de los réprobos. Amen.

 

TERCER VIERNES

JESÚS NAZARENO, MANSÍSIMO CAUTIVO

Mansísimo Jesús Nazareno, por aquel amargo dolor que acongojó vuestra alma, cuando el pérfido Judas, por un vil interés, os entregó a los ministros de la impía Sinagoga con un beso sacrílego, y por los desprecios y malos tratamientos que padecisteis cuando los soldados se arrojaron sobre vuestra adorable persona, cargado de cadenas, como a un malhechor; os suplico no permitáis que os no traicione por alguna cosa del mundo, ni que jamás os reciba en mi corazón manchado. Amen.

 

CUARTO VIERNES

HUMILDÍSIMO CAUTIVO, JESÚS DE LA SENTENCIA

Humildísimo Jesús Nazareno, por la pena desgarradora que sufristeis cuando arrastrado ignominiosamente a los tribunales de Jerusalén, oísteis las acusaciones más injustas, y escuchasteis con inalterable resignación la inicua sentencia que pronunciaron ante Vos los magistrados judíos; concededme, os ruego, una cristiana humildad y mansedumbre, para que sufra por vuestro amor todas las afrentas, injurias y adversidades de esta miserable vida. Amen.

 

QUINTO VIERNES

JESÚS NAZARENO, MISERICORDIA ETERNA

Misericordiosísimo Jesús Nazareno, por aquella pena que os causó la injusticia de Pilatos y las burlas atroces del impúdico y sanguinario Herodes y por el amargo dolor que despedazó vuestra alma a ver la muerte infeliz del pérfido Judas, miradme, os ruego, con ojos de misericordia, como mirasteis al Apóstol Pedro, a fin de que, enternecido mi corazón, deteste y llore todos mis pecados, y llegada la hora de mi muerte, merezca la muerte de los penitentes. Amen.

 

SEXTO VIERNES

CAUTIVO, CORONADO DE DOLOR

Bondadosísimo Jesús Nazareno, por aquella confusión que cubrió vuestro rostro virginal al veros desnudo y atado como vil esclavo, a una columna y por el dolor que sufristeis en la cruel flagelación y en la horrorosa coronación de espinas, os ruego infundáis en todos mis sentidos vuestro santo temor, y en mi entendimiento pensamientos santos y profunda humildad, a fin de que nunca me deje dominar por la pasión nefanda, ni por el orgullo y la vanidad. Amen.


SÉPTIMO VIERNES

JESÚS NAZARENO, CRUZ DE REDENCIÓN

Angustiado Jesús Nazareno, por aquel amargo dolor que os martirizó al ver que los ingratos judíos, olvidados de todos los beneficios con que vuestra bondad los había favorecido, os pospusieron al homicida Barrabás, y por la inicua sentencia que el cobarde Pilatos pronunció contra Vos, condenándoos a la ignominiosa muerte en la cruz; concededme, os ruego, un deseo vivo de mostradme siempre agradecido a los innumerables beneficios que habéis derramado sobre mí, y haced que despreciando todo respeto humano, esté siempre dispuesto a perderlo todo en esta vida, antes de perder vuestra gracia con el maldito pecado mortal. Amen.

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