martes, 9 de junio de 2020

SEPTENARIO A SAN NICOLÁS DE BARI



SEMANA DEVOTA EN HONOR DEL GLORIOSO SAN NICOLÁS DE BARI

Consagrada a la piedad de los devotos

Valencia, 1757


DOMINGO

L/: Alabemos con acorde Lira

R/: Al gran Pontífice de Mira


L/: San Nicolás mi voz atienda,

R/: Y de toda culpa me defienda.


L/: Gloria sea dada al Padre, gloria al Hijo y al Espíritu Santo también

R/: Así como en la eternidad sin fin, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

 

HIMNO

Salve Nicolás, Milagro

De los prodigios de Dios

A quien corazón y vos

Con toda el alma consagro.

 

Salve, de Bari portento

Salve, Neptuno del Mar,

Salve, alivio del pesar

Slave, del triste, contento.

 

Gloria al Padre en tu memoria

Y gloria al Hijo también,

Gloria al Espíritu, quien,

Por ti nos de gracia y gloria. Amén.


Antífona: Oh Piadoso Padre San Nicolás, obispo y patrón de Bari, regla y canon de la fé, fiador de la esperanza, incendio de la caridad, humilde, el más excelso, pobre, el más rico, y el más vigilante pastor, sea nuestro legado, para con Cristo Crucificado, porque así nuestras almas merezcan ser salvas. Amén.


SALMO

Nicolás el Magno, amigo de Dios

Grande Arzobispo de Mira, cuya devoción es aliento,

Con que todo viviente respira.

Desde el vientre de su madre,

Fue de Dios electo

Santo desde Niño, y siempre muy perfecto.

Nació de las gracias tan mellizo hermano,

Que con el salió a la luz

La virtud en traje humano.

Recién nacido se puso en pie

Para pisar el suelo,

Cruzó las manos al pecho, fijo los ojos al cielo.

Hombre con aspecto de Ángel

Y Ángel de parecer tan peregrino, que,

Siendo humano, tenía semblante divino.

Gloria sea dada al Padre, gloria al Hijo, y al Espíritu Santo también, así como en la eternidad sin principio, ahora y siempre, sin fin, por todos los siglos de los siglos. Amén.


Antífona: Oh Piadoso Padre San Nicolás, obispo y patrón de Bari, regla y canon de la fé, fiador de la esperanza, incendio de la caridad, humilde, el más excelso, pobre, el más rico, y el más vigilante pastor, sea nuestro legado, para con Cristo Crucificado, porque así nuestras almas merezcan ser salvas. Amén.

 

L/: Ruega por nosotros San Nicolás, Obispo.

R/: Y gozaremos todos la paz de Cristo.


L/: Atiende mi Jesús a mis gemidos

R/: Y llegue mi clamor a tus oídos.


ORACIÓN: Oh Soberano Dios, que al bienaventurado San Nicolás, glorioso confesor y pontífice, lo condecoraste con innumerables milagros, y no cesas de honrarle cada día con nuevas maravillas, rogámoste Señor, rendidos, que, por tu intercesión y méritos, seamos libres de los incendios del infierno y de todos los peligros de esta vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

L/: Atiende mi Jesús a mis gemidos

R/: Y llegue mi clamor a tus oídos.


L/: Y las almas fieles descansen en paz

R/: Por los merecimientos de San Nicolás. Amén.

 

 

 

LUNES

L/: Alabemos con acorde Lira

R/: Al gran Pontífice de Mira

 

L/: San Nicolás mi voz atienda,

R/: Y de toda culpa me defienda.

 

L/: Gloria sea dada al Padre, gloria al Hijo y al Espíritu Santo también

R/: Así como en la eternidad sin fin, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

 

HIMNO

Salve, Querubín de ciencia,

En quien Dios quiso poner

Trono que pudiese ser,

Digno Trono de tu esencia.

 

Salve, hombre, casi Dios,

Salve León vigilante

Salve, buey en lo constante

Salve, águila veloz.

 

Gloria al Padre en tu memoria

Y gloria al Hijo también,

Gloria al Espíritu, quien,

Por ti nos de gracia y gloria. Amén.

 

Antífona: San Nicolás el Magno, Obispo, Maestro de niños en la buena crianza, ejemplar de mancebos en la templanza, espejo de Vírgenes en la pureza. Modelo de ancianos en la entereza, a quien niños y mancebos, vírgenes y ancianos a competencia, celebran de noche y de día, Milagro de Patará, Portento de Bari, Prodigio de Mira.

 

SALMO

El gran Nicolás, gloria del mundo,

Veneración del anciano, honra

Del Sacerdote, lustre del Pontificado.

Buscaba en la Iglesia el reír del día,

En Cristo, su maestro, la Vida

Verdad y guía.

Desde niño como Samuel

Educado en el altar, aprendió

A obedecer, orar y mandar.

Para alimento de su vida, tales ayunos observabas

Que no satisfecho

Con los ordinarios de pan y de agua

Hambreaba.

Segundo inocente Abel,

En amoroso sacrificio, el no padecer

Por Cristo, fue su mayor suplicio.

Gloria sea dada al Padre, gloria al Hijo, y al Espíritu Santo también, así como en la eternidad sin principio, ahora y siempre, sin fin, por todos los siglos de los siglos. Amén.


Antífona: San Nicolás el Magno, Obispo, Maestro de niños en la buena crianza, ejemplar de mancebos en la templanza, espejo de Vírgenes en la pureza. Modelo de ancianos en la entereza, a quien niños y mancebos, vírgenes y ancianos a competencia, celebran de noche y de día, Milagro de Patará, Portento de Bari, Prodigio de Mira.


L/: Ruega por nosotros San Nicolás, Obispo.

R/: Y gozaremos todos la paz de Cristo.

 

L/: Atiende mi Jesús a mis gemidos

R/: Y llegue mi clamor a tus oídos.

 

ORACIÓN: Oh Soberano Dios, que al bienaventurado San Nicolás, glorioso confesor y pontífice, lo condecoraste con innumerables milagros, y no cesas de honrarle cada día con nuevas maravillas, rogámoste Señor, rendidos, que, por tu intercesión y méritos, seamos libres de los incendios del infierno y de todos los peligros de esta vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

L/: Atiende mi Jesús a mis gemidos

R/: Y llegue mi clamor a tus oídos.

 

L/: Y las almas fieles descansen en paz

R/: Por los merecimientos de San Nicolás. Amén.

 

 

 

MARTES

L/: Alabemos con acorde Lira

R/: Al gran Pontífice de Mira

 

L/: San Nicolás mi voz atienda,

R/: Y de toda culpa me defienda.

 

L/: Gloria sea dada al Padre, gloria al Hijo y al Espíritu Santo también

R/: Así como en la eternidad sin fin, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


HIMNO

Salve, Sacrosanto marte,

Salve, mercurio del cielo,

Que piedad, paz y consuelo

A los cristianos reparte.

 

Salve, en mar serenidad

Salve, en achaques salud,

Salve, un todo virtud,

Salve un nada en humildad.

 

Gloria al Padre en tu memoria

Y gloria al Hijo también,

Gloria al Espíritu, quien,

Por ti nos de gracia y gloria. Amén.

 

Antífona: Nicolás, arca mística, en que el mancebo Adeodato su devoto, cautivo, navegó por el aire en su día festivo, desde la mesa del Rey moro, a quien una copa de agua servía, hasta la Iglesia de Mira, donde su padre, el Santo, lo pedía: y Arca también del Testamento Sempiterno, en quién depositó nuestro Dios eterno la ley que dirige, el maná que sustenta y la vara que rige.


SALMO

Doctor acérrimo, fue Nicolás

De la Divinidad del Verbo,

Pues la defendió siempre

Contra Arrio protervo.

Mártir constante

Que las persecuciones del bárbaro Licinio

Resistió con fé viva

Y valor Divino.

Apóstol generoso, que, a la espada de Pablo,

Condujo tantos trofeos,

Cuantos a las llaves de Pedro

Católicos empleos.

Evangelista Milagroso, a quien

De su libro de Evangelios,

Desposeído, entregó otro libro evangélico

Del Cielo traído.

Gloria sea dada al Padre, gloria al Hijo, y al Espíritu Santo también, así como en la eternidad sin principio, ahora y siempre, sin fin, por todos los siglos de los siglos. Amén.


Antífona: Nicolás, arca mística, en que el mancebo Adeodato su devoto, cautivo, navegó por el aire en su día festivo, desde la mesa del Rey moro, a quien una copa de agua servía, hasta la Iglesia de Mira, donde su padre, el Santo, lo pedía: y Arca también del Testamento Sempiterno, en quién depositó nuestro Dios eterno la ley que dirige, el maná que sustenta y la vara que rige.


L/: Ruega por nosotros San Nicolás, Obispo.

R/: Y gozaremos todos la paz de Cristo.

 

L/: Atiende mi Jesús a mis gemidos

R/: Y llegue mi clamor a tus oídos.


ORACIÓN: Oh Soberano Dios, que al bienaventurado San Nicolás, glorioso confesor y pontífice, lo condecoraste con innumerables milagros, y no cesas de honrarle cada día con nuevas maravillas, rogámoste Señor, rendidos, que, por tu intercesión y méritos, seamos libres de los incendios del infierno y de todos los peligros de esta vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


L/: Atiende mi Jesús a mis gemidos

R/: Y llegue mi clamor a tus oídos.


L/: Y las almas fieles descansen en paz

R/: Por los merecimientos de San Nicolás. Amén.




MIÉRCOLES

L/: Alabemos con acorde Lira

R/: Al gran Pontífice de Mira


L/: San Nicolás mi voz atienda,

R/: Y de toda culpa me defienda.


L/: Gloria sea dada al Padre, gloria al Hijo y al Espíritu Santo también

R/: Así como en la eternidad sin fin, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


HIMNO

Salve, Mar, estanco y fuentes

De milagros, que adorarlos,

Pueden todos, más contarlos

A ninguno le consiente.

 

Tan milagroso que está

La piedad para creer

Que en ti milagros no hacer

Mayor milagro será.

 

Gloria al Padre en tu memoria

Y gloria al Hijo también,

Gloria al Espíritu, quien,

Por ti nos de gracia y gloria. Amén.


Antífona: Nicolás Virgen y Mártir, Redentor de Vírgenes con largueza, pues con tres tiros de oro, ganó tres castillos de pureza, muro inexpugnable de la Fé católica, que entró por el oído, pues por hermosearla, padeció se acotado, afeado y denegrido.


SALMO

Nicolás, Mercurio celestial,

Embajador del Espíritu Divino,

para enseñar,

A los hombres con lenguas de fuego

El seguro camino.

Valeroso atlante de la ley de Cristo

Eterno coloco,

Por astros, despojos que quitó el infierno.

Esforzado mártir, que

Armado de caridad y fé que profesó,

En el bautismo,

Introdujo esperanza de gloria

En las que fueron posesiones del abismo.

Astro propicio, que el cielo dio a Bari,

Mira a la Iglesia,

Y Patará al mundo, para que,

Patará, Mira y Bari, se librasen del profundo.

Gloria sea dada al Padre, gloria al Hijo, y al Espíritu Santo también, así como en la eternidad sin principio, ahora y siempre, sin fin, por todos los siglos de los siglos. Amén.


Antífona: Nicolás Virgen y Mártir, Redentor de Vírgenes con largueza, pues con tres tiros de oro, ganó tres castillos de pureza, muro inexpugnable de la Fé católica, que entró por el oído, pues por hermosearla, padeció se acotado, afeado y denegrido.

 

L/: Ruega por nosotros San Nicolás, Obispo.

R/: Y gozaremos todos la paz de Cristo.

 

L/: Atiende mi Jesús a mis gemidos

R/: Y llegue mi clamor a tus oídos.

 

ORACIÓN: Oh Soberano Dios, que al bienaventurado San Nicolás, glorioso confesor y pontífice, lo condecoraste con innumerables milagros, y no cesas de honrarle cada día con nuevas maravillas, rogámoste Señor, rendidos, que, por tu intercesión y méritos, seamos libres de los incendios del infierno y de todos los peligros de esta vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

L/: Atiende mi Jesús a mis gemidos

R/: Y llegue mi clamor a tus oídos.

 

L/: Y las almas fieles descansen en paz

R/: Por los merecimientos de San Nicolás. Amén.

 

 


 JUEVES

L/: Alabemos con acorde Lira

R/: Al gran Pontífice de Mira

 

L/: San Nicolás mi voz atienda,

R/: Y de toda culpa me defienda.

 

L/: Gloria sea dada al Padre, gloria al Hijo y al Espíritu Santo también

R/: Así como en la eternidad sin fin, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

 

HIMNO

Nicolás, Norte del Mar,

Es cierto y soberano,

Pues a quien amparó tu mano

nunca se vió peligrar.

 

Neptuno el más favorable

Te aplauden los navegantes,

Por quien ciertos y levantes

Son viento saludable.

 

Gloria al Padre en tu memoria

Y gloria al Hijo también,

Gloria al Espíritu, quien,

Por ti nos de gracia y gloria. Amén.


Antífona: Doctor y Apóstol de la Iglesia, católico antídoto contra el mortal veneno que abortó a Arrio en el Concilio de Nicea, y diestro componedor del Credo, que, en la Iglesia, el sacerdote canta, cuando después del Evangelio la voz levanta.


SALMO

Noé segundo, en quien

Los diluvios descansaron, como en Arca

Inocentes vidas, ya

Entregadas a la parca.

Gran Padre Abrahán, cuando

De tu Patria retirado:

Padre de los creyentes, cuando Arzobispo

De su Iglesia desterrado.

Obediente Isaac, oblación voluntaria

En tantos martirios y dolores,

Cuantos acrisolaron

El oro de tus ardentísimos amores.

Desvelado Jacob,

En el cuidado de sus ovejas y rebaño,

Porque del lobo infernal,

No reciben algún daño.

Próvido José, remedio único

De todas las necesidades, que,

Como en Egipto,

Padecían de Licia las Ciudades.

Gloria sea dada al Padre, gloria al Hijo, y al Espíritu Santo también, así como en la eternidad sin principio, ahora y siempre, sin fin, por todos los siglos de los siglos. Amén.


Antífona: Doctor y Apóstol de la Iglesia, católico antídoto contra el mortal veneno que abortó a Arrio en el Concilio de Nicea, y diestro componedor del Credo, que, en la Iglesia, el sacerdote canta, cuando después del Evangelio la voz levanta.

 

L/: Ruega por nosotros San Nicolás, Obispo.

R/: Y gozaremos todos la paz de Cristo.

 

L/: Atiende mi Jesús a mis gemidos

R/: Y llegue mi clamor a tus oídos.


ORACIÓN: Oh Soberano Dios, que al bienaventurado San Nicolás, glorioso confesor y pontífice, lo condecoraste con innumerables milagros, y no cesas de honrarle cada día con nuevas maravillas, rogámoste Señor, rendidos, que, por tu intercesión y méritos, seamos libres de los incendios del infierno y de todos los peligros de esta vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


L/: Atiende mi Jesús a mis gemidos

R/: Y llegue mi clamor a tus oídos.

 

L/: Y las almas fieles descansen en paz

R/: Por los merecimientos de San Nicolás. Amén.




VIERNES

L/: Alabemos con acorde Lira

R/: Al gran Pontífice de Mira

 

L/: San Nicolás mi voz atienda,

R/: Y de toda culpa me defienda.

 

L/: Gloria sea dada al Padre, gloria al Hijo y al Espíritu Santo también

R/: Así como en la eternidad sin fin, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

 

HIMNO

Salve Maná celestial,

Salve, todo para todos,

Salve, igual en varios modos

Para librarnos de mal.

 

Sabes todo lo que alcanzas,

Y consigues cuanto sabes,

Para que sean suaves

Todas nuestras esperanzas.

 

Gloria al Padre en tu memoria

Y gloria al Hijo también,

Gloria al Espíritu, quien,

Por ti nos de gracia y gloria. Amén.


Antífona: Nicolás, maná milagros, que, a todo condescendiente, cuanto el enfermo y necesitado pretende, padece la mujer, dolores de parto, y con el maná de Nicolás se mitigan, los achaques todos se curan, las fiebres y dolencias no fatigan: virtudes del maná copia su virtud, pues todos para todos es remedio y salud.


SALMO

Columna de nube y fuego, que

Al pueblo de Dios

Cuando peregrina

Ampara con su sombra, y

Con su luz encamina.

Mística piedra del desierto de quien

Agua dimana,

Porque la sed del incrédulo se mitiga

Y el enfermo sana.

Vice Dios, Moisés, confusión

Del egipcio,

Guía de Israel, con vara alta de milagros,

Para redimir cautivos en Argel.

Celoso Elías en carro de ardiente amor

Arrebatado,

Vibrando espada de fuego,

Contra el hereje osado.

Eficaz taumaturgo, que, en milagros,

Y conversiones de almas,

Tiene la palma en su mano, y

La mano del poder en sus palmas.

Gloria sea dada al Padre, gloria al Hijo, y al Espíritu Santo también, así como en la eternidad sin principio, ahora y siempre, sin fin, por todos los siglos de los siglos. Amén.


Antífona: Nicolás, maná milagros, que, a todo condescendiente, cuanto el enfermo y necesitado pretende, padece la mujer, dolores de parto, y con el maná de Nicolás se mitigan, los achaques todos se curan, las fiebres y dolencias no fatigan: virtudes del maná copia su virtud, pues todos para todos es remedio y salud.


L/: Ruega por nosotros San Nicolás, Obispo.

R/: Y gozaremos todos la paz de Cristo.


L/: Atiende mi Jesús a mis gemidos

R/: Y llegue mi clamor a tus oídos.


ORACIÓN: Oh Soberano Dios, que al bienaventurado San Nicolás, glorioso confesor y pontífice, lo condecoraste con innumerables milagros, y no cesas de honrarle cada día con nuevas maravillas, rogámoste Señor, rendidos, que, por tu intercesión y méritos, seamos libres de los incendios del infierno y de todos los peligros de esta vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


L/: Atiende mi Jesús a mis gemidos

R/: Y llegue mi clamor a tus oídos.

 

L/: Y las almas fieles descansen en paz

R/: Por los merecimientos de San Nicolás. Amén.




SÁBADO

L/: Alabemos con acorde Lira

R/: Al gran Pontífice de Mira

 

L/: San Nicolás mi voz atienda,

R/: Y de toda culpa me defienda.

 

L/: Gloria sea dada al Padre, gloria al Hijo y al Espíritu Santo también

R/: Así como en la eternidad sin fin, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


HIMNO

Si seguro, y riesgoso son,

Dos contrarios, y sin paz,

Peligro, y con Nicolás

También es contradicción.

 

Y así se deduce a pari,

Que para su fiel devoto

Es en mar diestro piloto,

Nicolás Patrón de Bari.

 

Gloria al Padre en tu memoria

Y gloria al Hijo también,

Gloria al Espíritu, quien,

Por ti nos de gracia y gloria. Amén.


Antífona: Nicolás el Magno, a quien gusta Dios que todos los elementos obedezcan, pues la tierra hace que sus trigos en los navíos de Alejandría y Sicilia se multiplicasen, y crezcan, el agua eleva, y cara una columna de mármol desde Roma a Mira, el fuego templa sus llamas en su más ardiente pira, y el aire en su esfera la capa de Nicolás suspende, cuando el resplandor del sol al Emperador ofende.


SALMO

Nicolás, emulación de Patriarcas,

Y de Dios,

Tesorero igual a los Profetas,

Y de los Ángeles compañero.

Querubín del Paraíso,

Plenitud de la sabiduría, con alcance

De fuego,

Victorioso de toda herejía.

Serafín humano, fabricado de Espíritus Soberanos,

Para inflamar en amor de Dios,

Los corazones humanos.

Norte fijo de navegantes, cuando vivo,

Y cuando muerto,

Que a todos muestra rumbo,

Y guía al Puerto.

Plenipotenciario de Dios en milagros,

Y portentos,

Con superior dominio del Altísimo,

En todos los elementos.

Gloria sea dada al Padre, gloria al Hijo, y al Espíritu Santo también, así como en la eternidad sin principio, ahora y siempre, sin fin, por todos los siglos de los siglos. Amén.


Antífona: Nicolás el Magno, a quien gusta Dios que todos los elementos obedezcan, pues la tierra hace que sus trigos en los navíos de Alejandría y Sicilia se multiplicasen, y crezcan, el agua eleva, y cara una columna de mármol desde Roma a Mira, el fuego templa sus llamas en su mas ardiente pira, y el aire en su esfera la capa de Nicolás suspende, cuando el resplandor del sol al Emperador ofende.


L/: Ruega por nosotros San Nicolás, Obispo.

R/: Y gozaremos todos la paz de Cristo.

 

L/: Atiende mi Jesús a mis gemidos

R/: Y llegue mi clamor a tus oídos.


ORACIÓN: Oh Soberano Dios, que al bienaventurado San Nicolás, glorioso confesor y pontífice, lo condecoraste con innumerables milagros, y no cesas de honrarle cada día con nuevas maravillas, rogámoste Señor, rendidos, que, por tu intercesión y méritos, seamos libres de los incendios del infierno y de todos los peligros de esta vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


L/: Atiende mi Jesús a mis gemidos

R/: Y llegue mi clamor a tus oídos.


L/: Y las almas fieles descansen en paz

R/: Por los merecimientos de San Nicolás. Amén.


ORACIÓN

Oh Piadoso Padre, glorioso San Nicolás, defensor heróico de la fé, ejemplo de mansedumbre, cándido lirio de pureza, consuelo de afligidos y milagroso con todos: interceded con Dios, para que use de piedad benigna para con nosotros, y nos conceda su gracia, para que con ella desee ardientemente las cosas agradables,  a su Majestad Divina, las busque con solicitud, y las cumpla perfectamente, alcanzadme el buen orden de mi estado, y lo que Dios me pide que haga, rogad me de luz para que lo entienda, y fuerzas para que lo cumpla, así mismo, como viene para su santo servicio y salvación de mi alma. Alcanzadme verdadero amor de Dios, para que a nadie desee dar gusto, ni tema enojar a otro que, a Dios mismo, desprecio de cosas temporales y aprecio de las Divinas. Intercede para que logre una fé firme, una esperanza cierta, y una caridad ardiente, una humildad profunda, la alegría sin distracción, la verdad sin doblez, la castidad sin torpeza, el temor sin desesperación. Alcanzadme Santo mío, un corazón vigilante, que ninguna cosa le aparte de Dios, un corazón noble, que ningún bajo pensamiento le cautive, un corazón valeroso que ningún trabajo le quebrante, un corazón libre que ninguna pasión le fuerce, un corazón recto, que ninguna mala intención le doble. Alcánzame finalmente, entendimiento, con que a Dios conozca, cuidado que le busque, vida que siempre le agrade, y perseverancia que confiadamente logre. Amén.



GOZOS

Pues Padre y Pastor, tu anhelo

Al mundo socorrió tanto,

Válganos, Nicolás Santo,

Ahora tu amparo y consuelo.

 

Nicolás noble, y piadoso,

Patará patria os ha dado,

Y el Cielo os hizo Primado,

Vuestras virtudes glorioso:

Sois Tesorero del Cielo,

Y así te pido y te canto;

 

Rayo de amor sin segundo,

En caridad encendido,

Como del Cielo has venido 

Para remedio del mundo;

Huyendo el baño del suelo,

Vas hacia el Cielo otro tanto;

 

A penitencia metido,

Recién nacido ayunabas, 

Pues si tan justo te hallabas,

¿Por qué estás arrepentido?

Esto es exceder tu celo

Desmedido un tanto cuanto;

 

Prelado ilustre y paciente,

Pasando al Templo a dar gracias,

De aquel éxtasis a instancias,

Sol te publica en tu Oriente:

Quitó a lo futuro el velo,

Y de tu virtud dio un tanto.

 

Tierra, Fuego, Vientos, Mares,

Naufragios, pestes, dolencias,

Todas rinden obediencias

Con prodigios singulares:

Si tú quieres, no habrá duelo,

Pena, zozobra o quebranto;

 

Cuantas veces tu presencia

En Mira y Mares se hallaba,

Socorriendo al que lloraba

En su naufragio tu ausencia:

Llenaste de horror y celo

Aun el Reino del espanto;

 

La Cruz, signo soberano,

¿Qué muertos no resucita?

¿A qué enfermos no les quita

El mal como por tu mano?

Sanos quedan sin recelo,

Veneradores de tu encanto;

 

Tu predicación valiente

Lograste en el más perdido,

El hereje arrepentido

Y el pecador penitente:

Cobra de uno y de otro el Cielo

Alegría en tierno llanto;

 

En triste cárcel, cerrado,

Tirana perfidia fiera,

Quiso a partido se diera

Vuestro espíritu esforzado:

Pero la rindió tu celo,

Librando a otros entre tanto;

 

Tus prodigios soberanos,

El contarlos nadie intenta,

Mil a mil salen en cuenta,

En cada acción de tus manos:

Su gran suma aplaude el Cielo,

Y la tierra hace otro tanto;

 

Triunfos tu vida sagrada

Dio a la tierra de esta suerte,

Gozos al Cielo tu muerte,

En el Cielo festejada:

Tiene tu virtud el Cielo

Con luz escrita en su manto.


Antífona: Sacerdote y Pontífice, y Obrador de Virtudes, Buen pastor del pueblo, ruega por nosotros ante el Señor.

 

L/: Lo amó el Señor y lo adornó.

R/: Lo revistió con una estola gloriosa.


ORACIÓN: Oh Dios, que al bienaventurado San Nicolás pontífice hiciste ilustre por un gran número de milagros, concédenos por sus méritos e intercesión, la gracia de librarnos de las llamas eternas. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.


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