SEPTENARIO A SAN VICENTE FERRER

SEPTENARIO SAGRADO AL GLORIOSO PADRE SAN VICENTE FERRER 

ÁNGEL DEL APOCALIPSIS, APÓSTOL DE EUROPA Y GLORIA DE LA ORDEN DE PREDICADORES DE SANTO DOMINGO

Para que sus devotos alcancen del Santo todo consuelo, así en lo temporal, como en lo espiritual. 

Palma de Mallorca. 1817

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Dios у señor todo poderoso, de cuyas soberanas manos viene el ser a todas las criaturas; pues mediante la vuestra Divina Providencia, nos criasteis, y por la de vuestra infinita Misericordia nos redimisteis : Piadosísimo Padre, que para introducir en nuestros corazones el 'justo temor del tremendo Juicio, quisisteis que el mismo, que ha de venir a juzgarnos, movido de su amorosa clemencia, nos previniera, eligiendo por el Anunciador de aquel día, al bienaventurado San Vicente, señalándole para este empleo, con aquella mano poderosa, que tiene todos los tesoros de vuestra gracia; concedednos, Señor, por intercesión del mismo Santo, que esta sacratísima mano, que se dignó tocar el purísimo rostro de San Vicente, imprima también en nuestros corazones el debido respeto a vuestra Divina Majestad. Sea Omnipotente Señor, esta mano, la que nos contenga, para no caer en el precipicio de la culpa, la que nos ayude a levantar de la caída en ella; la que disipe los infernales enemigos de nuestra alma; la que nos aparte de las ocasiones de ofenderos; la que en nuestras debilidades nos sustente la que en el riguroso día del juicio nos salve, mereciendo oír de aquel benigno y misericordioso Juez: Venid benditos de mi Padre, a recibir la corona que es mi clemencia desde la Eternidad, que es la bienaventuranza de la Gloria Celestial, en que vivís y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

 

DÍA PRIMERO

ORACIÓN

Oh Glorioso San Vicente, Fénix de la humildad, que, por el don de la sabiduría, alcanzaste tan alto conocimiento de Dios y de vuestra nada, que con grande gusto te saboreabas en la humildad propia, alcanzadme del Señor la gracia, de que sienta siempre humildemente de mi mismo, siendo mi sabiduría el procurar en todo su mayor honra y gloria. Amén.

Se rezan cinco padres nuestros, aves maría y glorias

ORACIÓN

Amantísimo Padre San Vicente, vos sabéis la necesidad que padece mi alma, y el consuelo que necesita según os clama y pide mi corazón, aplicad delante de Dios vuestra poderosa intercesión, para que, por vuestros méritos y gran valimiento, alcances de la Divina Piedad esta gracia (Pida la gracia) que pretendo a Gloria de Dios, y para más amarle y servirle. Amén.

GOZOS

Pues gozáis supremo honor

por tu virtud eminente

Sed Apóstol San Vicente

nuestro amado protector.

 

El Cielo antes de nacer

tu santidad pronostica

y con milagros publica

los prodigios que has de hacer

de la virtud superior

fue el indicio más patente.

 

Valencia en tu nacimiento

se explicó con alborozo

adelantándose el gozo

para aplaudirte portento

hizo inmortal su esplendor

con las luces de tu oriente.

 

Predicador soberano

quiso constituirte el Cielo

siendo esfera a tus desvelos

el cielo dominicano

con este predicador

te instituyo propiamente.

 

Su mano el verbo encarnado

en tu mejilla imprimió

conque al mundo le dejo

predicador señalado

predicando con fervor

lo mostrabas claramente.

 

Que eras Ángel persuasivo

predicaste con acierto

haciendo tu voz que un muerto

diese testimonio vivo

fue tu crédito mayor

con el milagro presente.

 

Lo que un idioma hablabas

entendían las naciones

oyéndose tus sermones

aunque ausente predicabas

sin ser para oír el clamor

la distancia inconveniente.

 

Por tres días sin cesar

desde un lienzo retratado

se oyó tu imagen sagrada

con gran fruto predicar

a todos causo temor

oír tu voz elocuente.

 

Con portentos singulares

de infieles y hombres perdidos

fueron por ti convertidos

para Dios muchos millares

confesando con dolor

sus culpas públicamente.

 

Por suplir la Eucaristía

los panes multiplicasteis

y con quince alimentaste

dos mil de tu compañía

imitando al Redentor

en obra tan excelente.

 

Si alguna vez fatigado

de hacer milagros cesabas

para hacerlos le prestabas

la facultad al prelado

este admirable primor

en ti se vio solamente.

 

A tu piedad peregrina

concurrían los mortales

porque hallaban en sus males

universal medicina

con tu presencia el rigor

cesaba en todo accidente.

 

Domingo te visito

y con su hábito sagrado

fuiste en todo asemejado

a esa luz que te alumbro

Cristo Apóstol y Doctor

te constituyo eminente.

 

A hacer milagros tocaban

y acudían los dolientes

y de varios accidentes

al instante los curabas

este admirable primor

en ti se vio solamente.

 

En los partos favoreces

á estériles habilitas

a cincuenta resucitas

y a los pobres enriqueces

tu nombre ahuyenta el furor

y astucias de la serpiente.

 

Faltando predicador

para el día de tu fiesta

bajas del Cielo a Plasencia

a ser de ti el orador

de admiración y terror

llenaste toda la gente.

 

Ángel Profeta y Doctor

Virgen y Apóstol te llaman

y tu patrocinio claman

los devotos con fervor

imploran tu gran favor

para morir felizmente.

 

De tu virtud cada día

ve milagros la experiencia

siendo especial tu asistencia

en el mal de alferecía

dándote por tal favor

las gracias continuamente.

 

Lunática una mujer

mato a un hijo que tenia

con fiera y tenaz porfía

que lo había de comer

más vos lleno de dolor

diste vida de repente.

ORACIÓN

¡Oh glorioso taumaturgo San Vicente, elegido por Dios para avivar la fe en las almas, levantar hasta el cielo los vuelos de la esperanza e inflamar en los corazones el divino fuego de la caridad! Ya que con tanta fidelidad desde la misma infancia cooperasteis a la gracia del Altísimo, por cuyo amor tantas almas convertisteis y edificasteis, siendo honor insigne del Clero y del estado religioso, os suplicamos nos alcancéis de la Divina Majestad una gran pureza de intención, continua victoria contra las tentaciones, gran afición a las cosas santas y un constante pensamiento de que Dios está presente a todas mis acciones, para que, imitándoos en vida, logre bendecir a Dios en vuestra compañía en la gloria. Amén.

DÍA SEGUNDO

ORACIÓN

Oh milagroso Apóstol San Vicente, que con el Don de Entendimiento alcanzaste tanta luz, y conocimiento de los Misterios Divinos, y de lo temporal y eterno, que despegado de todo lo terreno anhelabais solo a lo Сеlestial y Divino; alcanzadme del Rey de las virtudes esa luz eficaz, у don de Entendimiento, con la cual acierte yo a despreciar los bienes caducos у perecederos de este mundo, y con todas mis fuerzas aspire al Reino de Dios y eterna Bienaventuranza. Amén.

 

DÍA TERCERO

ORACIÓN

Purísimo Ángel San Vicente, que fuiste de tal modo dotado del Don de la Divina Ciencia, que vuestra lengua destilaba dulzuras de espíritu, que hacían aborrecer las delicias de la carne у producir flores de pureza: Alcanzadme del Señor un total desapego de las cosas sensuales; y que así sepa amar a Dios de tu corazón y alma‚ que llegue a gozar las verdaderas del Cielo. Amén.

 

DÍA CUARTO

ORACIÓN

Oh Celestial Vicente, que, por el Don de Consejo, fuiste segura guía de los mayores príncipes y sabios: Alcanzadme del Señor este don divino, para que en todas mis obras acierte el medio de la virtud, que más agrede al Señor, y siendo guía de otros, lleguemos todos al Cielo. Amén.

 

DÍA QUINTO

ORACIÓN

Oh Vicente sagrado, que, por el don de Piedad, fuiste amado de Dios y de los hombres, alcánzame del Divino Espíritu este don importantísimo, para que, con el sirva el Señor, a mis mayores y prójimos como debo, y es del agrado, y así logre el premio eterno. Amén.

 

DÍA SEXTO

ORACIÓN

Oh Ángel virtuosísimo San Vicente, que por el don de fortaleza, perseveraste siempre constante en el servicio del Señor, y en el ministerio de procurar la salud espiritual de las almas, logre yo por vuestra intercesión esta salud, y el don de Fortaleza, de modo que corresponda fiel a las inspiraciones Divinas, y destierre toda tibieza de mi alma, y sea digno de gozar el descanso de la Celestial Patria. Amén.

DÍA SÉPTIMO

ORACIÓN

Oh Víctima Sagrada de la Caridad, Glorioso San Vicente, hecho todo para todos, con el don sagrado del Temor de Dios y Filial, y con la plenitud admirable de todos los dones y gracias del Espíritu Santo: Alcánzame del Señor este don suavísimo, para que, perseverado en el hasta la muerte, siempre adore, tema y ame a este dador de todos los bienes, y eternamente le goce en vuestra compañía por eternidades de la gloria. Amén.