DÍA VEINTE Y DOS DE CADA MES CONSAGRADO A
VENERAR Y REVERENCIAR A LA GLORIOSA ESPOSA DE JESUCRISTO SANTA RITA DE CASIA
Imprenta de Luis Abadiano y Valdés, Calle 1ra De Santo Domingo, Núm. 12, México, año 1845.
Bendito seas para siempre, Señor y Dios mío, que, obrando como Padre de misericordia, nos franqueas tus Santos moradores del Empíreo, abogados que hablen por nosotros en el tribunal de tu justicia. Bendita sea tu bondad, que para hacernos ver que nada hay imposible al que cree y confía como debe en ti, pusiste en tu iglesia a tu querida esposa Santa Rita, y la honraste con el particular privilegio de atender a sus clamores, aun en los lances más desesperados a la humana necesidad. Yo te doy por ellos las más rendidas gracias, y animado de la fe y esperanza que debo poner en tus promesas, vengo a implorar su patrocinio. Aparta, Señor, los ojos de mi indignidad y ponlos en esa sierva tuya, que no alega a mi favor si no la sangre preciosísima de mi Señor Jesucristo y las lágrimas de María Santísima mi Señora. Amén.
ORACIÓN A SANTA RITA
Gloriosísima
Santa Rita: ejemplar de casadas, modelo de viudas, dechado de prudencia, espejo
de humildad, pasmo de sufrimiento y de paciencia: ¡Con cuánta confianza debo llegar
a acogerme a tu sombra, cuando contemplo que estas heroicas virtudes que te
hicieron en el mundo agradable a los ojos de Dios, hacen tus ruegos bien oídos
y despachados en el cielo! Qué esperanzas tan bien fundadas de lograr lo que te
pido, y que me alcances de Dios nuestro Señor el alto honor de imitarte y
desempeñar las obligaciones de cristiano, como tú desempeñaste las obligaciones
de casada, de viuda y de esposa de Jesús. Y pues nada hay imposible para la
divina Omnipotencia, ni cosa reservada a tu piadosa intercesión: intercede por
mí y alcánzame lo que te pido. Mira que es honor tuyo vencer los imposibles, y
que no he de quedar burlado en la esperanza que he concebido de lograr por tu
medio el buen despacho a mi petición. Amén.
Se
rezan tres Padrenuestros y tres Ave Marías, a honor de la Santísima Trinidad.
Purísima Reina de los Ángeles María Santísima; ¡a qué grado tan alto de grandeza te ha sublimado tu humildad! Tú eres la mayor de todas las criaturas, la más perfecta, la más santa, y por el lazo que te une con tu Hijo Divinísimo, casi tocas la esfera de Divina. Bendita la mano del artífice que te hizo tan hermosa, tan agraciada y tan santa y bendita también, porque juntó en tu corazón tanta grandeza, con tanta benignidad: la majestad de Reina, con las entrañas de Madre. Gózate en hora buena, con felicidad tan alta, pero acuérdate que eres consuelo de afligidos; oye los clamores con que la Iglesia todos los días te apellida: Consolatrix aflictorum, y dame el consuelo que te pido y que necesito por tu Hijo Santísimo y mi Señor. Amén.
BENDICIÓN DE LAS ROSAS DE SANTA RITA
Para que secas o molidas se den en agua o alimento a los enfermos por espacio de nueve días.
Adjutorum, etc.
Dominus, etc.
OREMUS:
Trementes et suplices, Domine deprecamur, per magnam misericordiam, et pietatem
tuam, pero amorem omnium Sanctorum tuorum praesertim per amorem et sanctitatem
Beatissimae Ritae: ut bene + dicere, et sancti + fiacre Rosas istas, ut sint
remedium salutare Generi humano: et praesta, pero invocationem tui Sanctissimi
Nemnis, et Beatae Ritae: ut quicumque ex eis sumpserit, aut gustaverit,
corporis sanitatem, et animae tutelam suscipiat. Per Christum Dominum Nostrum.
Amen.
Aspergantur
aqua Benedicta.
LAUS DEO.
El Eminentísimo Señor D. Fr. Gaspar de Molina, del Orden de N. P. S. Agustín, Obispo de Málaga, Comisario General de la Cruzada, Presidente del Consejo Real de Castilla y Cardenal de la Santa Iglesia de Roma, concedió cien días de Indulgencia a cualquiera que hiciere esta Novena; y el Ilmo. Sr. Belaunzarán, 200 días de Indulgencia por cada palabra.
Colaboración de Carlos Villaman.
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