lunes, 6 de julio de 2020

MARTES A SEÑORA SANTA ANA


DEVOCIÓN PARA HONRAR A SEÑORA SANTA ANA LOS MARTES, EN MEMORIA DE SU TRÁNSITO Y NACIMIENTO QUE SE REZA CON UNA VELA ENCENDIDA 

Imprenta de Don Antonio Vanegas Arroyo,

Calle de Santa Teresa núm. 1,

México, año 1905.

Se rezan tres Padrenuestro y Avemarías a la Santísima Trinidad con Gloria y luego se dice lo siguiente:

 

Señora Santa Ana,

una limosna te pido,

y por tu Nieto querido,

dame para la semana.

 

ORACIÓN

¡Oh dichosísima y felicísima Señora Santa Ana!, que mereciste ser escogida, enriquecida y adornada de virtudes por el Altísimo, tal cual convenía a la que debía ser Madre de María Santísima, destinada para Madre de Dios, la cual desde tu santo vientre trajo a luz las virtudes que, como hija de tan Santa Madre, y privilegiada como Madre de Dios, practicó toda su vida la Purísima Virgen María. Yo te ofrezco estos tres Padrenuestros y Avemarías, para que se los presentes a la Santísima Trinidad, en acción de gracias por los privilegios con que enriqueció a tu santa y venerable familia, y en memoria de tu tránsito y nacimiento, yo adoro tan soberanos misterios, reverencio y agradezco con humildad de corazón tantas maravillas que fueron el principio de nuestra redención.

Señora Santa Ana, patrona y abogada mía, mi Madre, mi amparo y consuelo, yo te suplico me alcances de la Santísima Trinidad que ilumine mi entendimiento y enseñe mi corazón para que yo aprenda a amar y a servir a tu Santísimo nieto nuestro Señor Jesucristo, a ti pido por el amor que le tienes, seas mi guía y me enseñes la perfecta caridad para con mis prójimos.

Te pido por la salud espiritual y temporal de toda mi familia, especialmente de N., que los colmes de bendiciones, que por tu intercesión se aumenten sus bienes, así como la gracia y virtudes, la paz y la tranquilidad, siendo todo para honra y bendición tuya y gloria de Dios.

Te pido por las necesidades de la Santa Iglesia, por nuestros gobernantes, que los dirijas por la senda del bien; pide, Señora, para todos, la luz del Espíritu Santo; especialmente para nuestros confesores, el perdón de nuestras culpas, aborrecimiento a todas ellas, el amor a la virtud, luz y acierto para confesarnos bien, perdón para nuestros bienhechores y las gracias necesarias para una buena vida y una dichosa muerte, hasta ir a acompañarte en la gloria. Amén.

 

Señora Santa Ana, alcánzame gracia para esta semana.

 

Dios te salve, Ana divina,

Que guardaste diligente,

Perla de tan alto Oriente,

Graciosísima y muy fina.

 

A ti Concha peregrina,

A ti pido, mujer fuerte,

Sagrada Patrona mía

Que con Jesús y María

Tú me asistas en mi muerte.

 

Dios te salve, Ana divina,

Que guardaste diligente,

Perla de tan alto Oriente,

Graciosísima y muy fina

 

Ana que por tu constancia

Eres la mejor Aurora,

Alcánzame, gran Señora,

El don de perseverancia.

 

Dios te salve, Ana divina,

Que guardaste diligente,

Perla de tan alto Oriente,

Graciosísima y muy fina

 

ORACIÓN

Gloriosísima Señora Santa Ana, arca milagrosa donde se depositó por la divina Omnipotencia, la joya más preciosa, María, que produjo la rosa más delicada del Paraíso, Cristo Jesús.

Felicísima Señora Santa Ana, concha inmejorable que encerró la margarita más hermosa, la Madre de Dios, a ti bendicen eternamente los ángeles, por el dichoso momento en que después de tu larga esterilidad concebiste a la agraciada Niña María, que para salvar al mundo dio a luz a nuestro Redentor.

Yo en unión de los coros angélicos, glorifico y alabo al Todopoderoso por los grados de perfección a que te sublimó, y te pido humildemente enciendas tu devoción en mi corazón y me asistas en la vida y en la hora de mi muerte. Amén.

 

Pues eres, ¡oh Santa mía!,

De Cristo abuela dichosa,

Dame el pan de cada día

Y una muerte venturosa.

 

Inmensa fue la alegría

Que a tu alma bella inundó,

Cuando el Ángel te anunció

La venida de María;

Y pues fuiste tan dichosa

Santa y abogada mía.

 

Margarita eres preciosa,

Joya de inmensa valía,

Mujer que Dios bendecía

Con su diestra poderosa;

Por dicha tan portentosa

Que en vida te poseía.

 

Eres la planta frondosa

Que en su fruto nos dio un día

El de más grata ambrosía

La Madre de Dios piadoso;

Por gracia tan asombrosa

Que el Creador te concedía.

 

Se en mis pesares consuelo,

En mi vida norte y guía,

Fuerte apoyo en mi agonía,

Mi protectora, mi anhelo,

Y pues eres prodigiosa

A ti aclamo con fe pía.

 

 

Una deprecación por quien da esta devoción.


Colaboración de Carlos Villaman

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