sábado, 25 de julio de 2020

MES DE JULIO A SAN IGNACIO - DÍA VEINTICINCO


DIA XXV.

Santísimo Patriarca San Ignacio: Juntamente con la obediencia ciega a mis superiores, os suplico en este día, me alcancéis del Señor una total sumisión a todas sus divinas disposiciones; esto es, una perfecta conformidad con la voluntad de Dios, en todo lo que dispusiere de mí y de cuanto me pertenece. Esta es la virtud, que me puede hacer bienaventurado anticipadamente en la tierra, haciéndome de este modo superior a todos los desprecios, persecuciones, enfermedades y a cuantos otros males pueden acaecerme en esta vida miserable. Esta fue la virtud que a Vos os hizo santamente sordo a las injurias y calumnias; mudo a las excusas y defensas, y muerto al mundo; pero vivo a solo Dios, cuyo santísimo beneplácito fue siempre el norte de todos vuestros viajes, empresas y trabajos. Ella os hizo fuerte e imperturbable en todas las adversidades, en tanto grado, que, aunque se deshiciera la Compañía, que tanto amabais, como la sal en el agua, dijisteis que os hubiera bastado un cuarto de hora de oración, para serenaros y no sentir pesar alguno, conformándoos plenamente con la voluntad de Dios, que así lo habría permitido. Hasta del cielo bajasteis para ensenar esta virtud a una persona muy atribulada, animándola a llevar con alegría cuantos males le sucedían; porque Dios que la amaba mucho, veía y sabía bien todo lo que entonces padecía. Santo Padre mío, esforzad hoy mi alma con estos heroicos sentimientos, para que ella, que no sabe distinguir bien entre lo conveniente y lo dañoso, este siempre contentísima con todo aquello que le enviare el Señor; pues solo el conoce perfectísimamente nuestro verdadero bien, y nos ama con amor perfectísimo.

Padre nuestro, Ave María, Gloria.

 


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