domingo, 5 de julio de 2020

NOVENA A SAN SERAFÍN DE ASCOLI


NOVENA A SAN SERAFÍN DE ASCULI

De la Religión de Capuchinos

Protector especial de la cabeza

Compuesto por el Rev. P. Fray Lamberto de Zaragoza, Ex Lector de Teología de la misma Orden.

Año de 1787

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Omnipotente Señor de todo lo creado, Rey Inmortal e invisible a los siglos, a quien solo es debido el honor y la gloria por todas las eternidades, que elegisteis a vuestro Siervo San Serafín, para abatir, y confundir la arrogancia de los mundanos; y para ostentar, que la humildad y la paciencia arrebatan con poderosa dulzura la atención de vuestros ojos y la fineza de vuestro amor; prometiendo por esto a este Serafín humano, concederle cuanto os pidiese. Yo adoro vuestra grandeza con la sumisión mas profunda, y espero con la confianza más firme, que por la intercesión de vuestro amado siervo, habéis de escogerme por objeto de vuestra infinita misericordia, dirigiéndome seguramente al logro de mi último fin, que sois vos, guardándome hasta el mas leve pecado, contra el furor del infernal enemigo; Oh Inmenso bien mío, no lo merezco yo, pero os presento los infinitos méritos de Jesucristo, vuestro Unigénito, los de María Santísima, su Madre Inmaculada, y los de todos los Ángeles y Santos; y especialmente los de vuestro amado San Serafín; y os pido, que yo j muera con el don de vuestra Divina gracia, para que por el medio de una preciosa muerte logre veros, y alabaros en el dichoso seno de vuestra gloria. Amén.

 

 

DÍA PRIMERO

ORACIÓN

Devotísimo Serafín, que para subir à la cumbre a la perfección, os aplicasteis con la mayor ternura a la devoción de la Reyna de los Ángeles, y Madre del Amor hermoso, Mística Ciudad de Dios, a quien baña el impetuoso raudal de las delicias celestiales: que os mostró en un prodigioso rapto todo el inmenso piélago de gloria, que goza en centro de la Divinidad: os suplico, que me alcancéis del Hijo Divino, que fue fruto sus purísimas entrañas, la devoción , y amor a esta Señora que cómo señal de predestinación, llene mi Alma de consuelo, con la esperanza de ver la en la luz de Dios en la Gloria; y asimismo la gracia, que pido en ésta Novena, si ha de ser para mayor gloria suya, y bien de mi Alma. Amen.

 

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Glorioso San Serafín, que viviendo en la tierra, concedisteis vuestra asistencia a los necesitados, a los afligidos, a los enfermos, y a los moribundos, como una Madre cariñosa lo hace con sus hijos, y continuáis estos preciosos oficios desde el Trono distinguido que poseéis en el Cielo: os pido con la mayor humildad y confianza, que si ha de ser para mayor gloria de Dios, y vuestra, me alcancéis la gracia que espero, para bien de mi Alma, que sirva y ame a mi Di hasta el último instante de mi vida, para gozarlo en la eterna. Amén.

 

 

GOZOS

Pues llegan vuestros honores

á ser Serafín del Cielo;

alcanzad todo consuelo,

á quien os pide favores.

 

Que más prueba de humildad

ser Beato Serafín,

que dende la cuna al fin

no conoció vanidad:

Exáltese con loores

su mansedumbre del suelo:

 

El Cielo en prodigios mil

descubre vuestra humildad;

que no es tanta austeridad

de rustico, y albañil:

Fue el palomar que labrasteis

de tal candidez modelo:

 

Quien duda que fue divino

el arco de la doncella,

despidiendo una centella

que os metió Capuchino:

Por vivir entre menores

con devoto, y santo celo:

 

Águila de Juan ligera

vistiendo luz se levanta,

á registrar gloria tanta

cual otro Pablo tuviera:

Vos sois Serafín de amores,

que subís al mayor vuelo:

 

Del Hijo y Madre acredita

de que tenéis revelado

lo que es presente y pasado

al frecuentaros visita:

En premio de los sudores

de penitencia, y desvelo:

 

Tan armado de pasión

sois contra injurias guerrero

que el sufrimiento es acero,

y el Rosario munición:

Para los perseguidores

este aplica vuestro anhelo:

 

De los demonios feroces

erais tanto aborrecido

que lleva vais perseguido

azotes, golpes atroces:

Mas entre tantos dolores

los provocabais al duelo:

 

La Virtud agigantada,

que alcanzasteis ante Dios

os mereció tener Vos,

cualquiera gracia ganada

De milagros los mayores,

obráis (digo sin recelo)

 

Dios por vuestra caridad

os promete agradecido,

cuanto le sea pedido

a en cualquier necesidad:

Cesen todos los clamores

del Orbe en tal paralelo:

 

L/: Ruega por nosotros ¡Oh Serafín!

R/: Para que seamos dignos de las promesas de Cristo

 

ORACIÓN: Padre de bondad, que en el bienaventurado Serafín, lleno de los dones del Espíritu, nos dejaste un testimonio admirable de las riquezas del corazón de Cristo, concédenos la gracia de tu sabiduría y vivir en plenitud el Evangelio que nos anunció tu Hijo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 

 

DÍA SEGUNDO

ORACIÓN

Piadosísimo Serafín, siendo elegido de Dios para alivio de los desconsolados, amparo de los desvalidos, y socorro de los Pobres, empleasteis todo en ardor dé vuestra caridad en asistirlos, mientras vivisteis en la tierra, obrando innumerables milagros, para favorecerlos en sus necesidades, y volasteis desde el Cielo al Mundo, como el Serafín que asistía al Divino Trono de Dios, para remediar a los enfermos y necesitados, alcanzadme de Dios un corazón compasivo, para ejercitar la caridad con mis prójimos, y que sea semejante al vuestro, y la gracia que pido en esta Novena, si ha de ser para mayor gloria suya y bien de mi alma. Amén.

 

 

DÍA TERCERO

ORACIÓN

Humildísimo Serafín que abatiéndoos hasta lo ínfimo de la tierra, os reputasteis por el mayor de los pecadores, siendo tan admirable la pureza de vuestra alma, que en toda vuestra vida no cometisteis un pecado mortal sobresabido de ello, y por eso merecisteis ser colocado en el cielo entre los serafines, al lado de vuestro Seráfico Padre San Francisco, con envidia y vergüenza del demonio, conseguidme de Dios, que yo sea humilde de corazón, como lo fue mi Redentor y Maestro, a quien imitasteis en tan sublime grado; y la gracia que pido en esta Novena, si ha de ser para mayor gloria suya y bien de mi Alma. Amén.

 

 

DÍA CUARTO

ORACIÓN

Purísimo Serafín, que tierno amante de la dulcísima flor de la castidad, debisteis; al Cielo la singularísima prerrogativa de no percibir los asaltos de este halagüeño enemigo, ni por el sentido, ni por la fantasía, ni por el pensamiento, asemejándoos al Cordero de Dios, que es el Espejo sin mancha, y la Hostia inmaculada, à quien sigue el hermoso Coro de las Vírgenes en el Paraíso de los Celestiales deleites: alcanzadme de Dio la apreciable virtud de la Castidad, con que venza al contrario impuro, que enciende al Mundo en esta torpe llama; y la gracia que pido en esta Novena, si ha de ser para mayor gloria suya y bien de mi Alma. Amén.

 

 

DÍA QUINTO

ORACIÓN

Pacientísimo Serafín, que siendo blanco de persecuciones, golpes é injurias, los recibisteis, no solo con tolerancia, sino con alegría, logrando que el mismo Cristo, desde el Trono del Sacramento del Altar, os hablase, y alentase a padecer, ilustrando vuestro entendimiento y dando una constancia invencible a vuestro corazón, para que,  lo siguieseis con resignación heróica por el camino de Cruz: conseguidme de Dios virtud de la santa paciencia en los trabajos enfermedades e injurias; para que así camine por el monte de la mirra, como la Esposa amada de Dios; y gracia que pido en esta Novena, si ha de ser para mayor gloria de Dios, y bien de mi Alma. Amén.

 

 

DÍA SEXTO

ORACIÓN

Penitentísimo Serafín, que vestido de un grosero saco, y ceñido de cruelísimos silicios, a manera del sol que vió San Juan, castigasteis vuestro inocente cuerpo, en imitación de la Majestad de Cristo, por los pecados y desordenes del mundo, ensangrentándolo con disciplinas armadas de agudas puntas de hierro, y mortificándolo con rigurosa abstinencia y continuos ayunos, alcánzame de Dios valor y animosidad para poner freno a mis pasiones, y hacer penitencia por mis pecados, con que logre el perdón del que es rico en misericordias; y la gracia, que pido en esta Novena , si ha de ser para mayor gloria suya , y bien de mi Alma. Amen.

 

 

DÍA SÉPTIMO

ORACIÓN

Celosísimo Serafín, que armado de la es pada de fuego del Querubín del Paraíso, la esgrimisteis con celo ardiente contra las diabólicas diversiones, que disipan el espíritu, bajando desde el Cielo, a exterminarlas, lleno de gloria, y haciendo siempre invencible frente contra los pecados, mirasteis continuamente por el honor del Criador Eterno, que hizo el mundo de la nada, y lo conserva con su bondad, sabiduría y omnipotencia, conseguidme que yo le sacrifique todas las cosas terrenas, y me niegue a todos los desordenes y profanidad, como lo ofrecí en el bautismo, para que renunciando a Satanás y sus pompas, consiga que pido en esta Novena , si ha de ser para mayor gloria suya , y bien de mi Alma. Amen.

 

 

DÍA OCTAVO

ORACIÓN

Fervorosísimo Serafín, que corriendo pon pasó® de gigante por la senda de la santidad más heróica, os dedicasteis a una continua oración, en la cual iluminabais á la noche con toda la luz, que atroja el Sol al medio día, llenando de terror, y escarmiento a los demonios, que rabiosos os miraban arrebatado en el aire, todo coronado de rayos, a cuyo fuego gritaban enfurecidos, alcanzadme de Dios el espíritu de la oración, con que adore a la Divinidad continuamente, así como lo conseguisteis para muchas almas, cuando vivías en la tierra, y apartad de mi a los espíritus infernales, que quieren perder mi alma, concediéndome así mismo la gracia que pido en esta novena, si ha de ser para mayor gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.

 

 

DÍA NOVENO

ORACIÓN

Amantísimo Serafín, que encendido el amor de los en vuestro corazón, fuisteis el vivo altar, en que nunca faltaron las mayores llamas de este Divino incendio, y herido vuestro pecho como con una lanza, se asemejó al del Redentor, padeciendo muchos años un dolor agudo, que os hizo participante de la amarga Pasión de Cristo acreditando la fineza de vuestro amor con la tolerancia, con el silencio: os pido que abraséis con este amor mí el corazón, para que ame á Dios sobre todas las cosas , aborrezca al pecado, y a todos los encantos del Mundo y que me consigáis de Dios la gracia qué espero en esta Novena, si ha de ser para mayor gloria suya y bien de mi alma. Amén.


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