NOVENA A SANTA MARGARITA DE ALACOQUE

NOVENA A SANTA MARGARITA MARÍA ALACOQUE

Con licencia de la Autoridad Eclesiástica

Año de 1893

Estando de rodillas delante de una imagen de la Beata Margarita María Alacoque, se hará el Acto de contrición en la forma siguiente:

 

ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío Jesucristo, Dios con el Padre y con el Espíritu Santo, en quien creo, en quien espero y a quien amo con toda mi alma y corazón, y me pesa haberos ofendido, por ser infinitamente bueno y mi Sumo Bienhechor, confiando que como mi Divino Redentor y Salvador piadoso me habéis de perdonar y salvar, prometiéndoos, asistido de vuestra gracia, no volver a faltar, sino serviros y amaros toda mi vida. Amén.

 

 

ORACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Oh Corazón amantísimo de Jesús, Redentor del linaje humano, que os ofrecisteis en sacrificio en la Cruz por salvarle, y elegisteis con una predilección admirable, a vuestra amada sierva Margarita María de Alacoque para que ofreciese vuestros méritos al Eterno Padre, a fin de obtener el perdón de sus culpas, y penetrando en el interior de vuestro Corazón, gustase las dulzuras de vuestra inmensa caridad en su propia fuente, y difundiese entre los hombres esta devoción divina, de la que sois el origen y objeto, así como es su fin amaros y desagraviaros de las ofensas que se cometen contra Vos, siendo ella como sin esfuerzo de vuestro infinito amor en los últimos tiempos, en que la caridad tanto se ha resfriado, eligiendo a vuestra humilde esposa por instrumento para que le diese a conocer, y que las aguas de dulzuras que sacó de vuestro costado abierto se derramasen por toda la tierra, y lavados los mortales en ese Océano insondable, se hiciese en ellos una fuente de agua viva que saltase hasta la vida eterna; y con la Sangre que salió de la herida de vuestro Corazón se encendiese en los suyos y los abrasase en el fuego divino de vuestro purísimo amor: yo os suplico que por los méritos de vuestra amante Margarita me concedáis participar de tantos bienes, sirviéndoos fielmente en esta vida para gozaros en la eterna. Amén.

 

PRIMER DÍA

ORACIÓN

Oh predilecta Margarita, esposa amada y amante del Corazón Sagrado de Jesús, quien os favoreció con una angelical pureza y encendido amor, prefiriéndoos entre millares para ser la confidente de sus secretos celestiales, y confiaros la sublime comisión de dar a conocer su voluntad a los hombres, de que honrasen su divino Corazón con culto público, y expusiesen en los altares este Divino objeto, siendo el miembro más interesante de su sagrado cuerpo, por ser el santuario de la Divinidad y el volcán de los afectos de su alma santísima, en el que se fraguaron los beneficios dispensados a la humanidad; y presentándoos su Corazón radiante rodeado con la corona de espinas, y encima la Cruz, cercado de llamas, os dijo: «Este es el Corazón que tanto ha amado a los hombres, y nada ha omitido para hacerse amar de ellos, pero no es correspondido sino con ofensas o ingratitudes; más yo te prometo que colmaré de gracias inmensas a los que abracen esta devoción, amándome y desagraviándome por las injurias que me hacen.» Obtenedme, sierva fiel del Corazón Divino, que yo no sea del número de los ingratos, sino que, unido a vos, ame y venere el Corazón dulcísimo de Jesús durante mi vida, y después os acompañe a bendecirle eternamente en la gloria. Amén.

Se rezará un Credo al Sacratísimo Corazón de Jesús y un Padre nuestro y Ave María a la beata Margarita de Alacoque, pidiendo al Señor por su intercesión lo que cada uno desee conseguir por medio de esta Novena, y hecha una breve pausa, se concluirá con la siguiente:

ORACIÓN

Oh Dios, que por una bondad inefable quisisteis manifestar a los hombres los inmensos bienes que en tiempo y eternidad conseguirán por la devoción al Corazón de Jesucristo vuestro Divino Hijo, y os valisteis de vuestra sierva la beata Margarita María para darla a conocer; os suplico me concedáis por su intercesión que yo la practique amando y desagraviando al Corazón Divino, para que, sirviéndoos fielmente durante mi vida, logre poseeros en la Bienaventuranza, donde vivís y reináis con el Hijo y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.

 

 

DÍA SEGUNDO

ORACIÓN

Olí privilegiada Margarita, que fuisteis prevenida con especiales gracias del Sagrado Corazón de Jesús, para ser su reparadora por las ofensas de los hombres que tanto hieren a este Deífico Corazón, ordenándoos vuestro Divino Esposo que al daros a conocer los pecados que ellos cometían, os presentaseis ante la santidad de justicia, hicieseis varios ejercicios de penitencia y humildad, y le recibieseis en la Sagrada Comunión, ofreciéndole sus virtudes contrarias a los pecados que ellos cometían, mayormente los sacrilegios y desacatos al Sacramento de su amor, con especialidad por las personas que le estaban consagradas, para reparar por todas ellas, y obtenerles el dolor y perdón de sus culpas. Yo os suplico que igualmente reparéis por mis infidelidades; y me alcancéis la gracia de no cometer falta alguna con advertencia, y arrepentido de mis culpas pasadas, le sirva, ame y repare en lo que me sea posible mis ofensas y las de mis hermanos. Amén.

 

 

DÍA TERCERO

ORACIÓN

Oh seráfica virgen Margarita, a quien destinó Jesucristo para que fueseis continua adoradora de su Deífico Corazón, que os manifestó resplandeciente como el sol, y como un horno encendido, e introduciendo allí el vuestro, que veíais por su herida hecho una llama, os dijo al devolvéroslo purificado, que él contenía una centella de su puro amor, en que viviríais abrasada, habitando en él, de donde asegurasteis no haber salido jamás y allí hicisteis una vida celestial, siendo el vuestro el animado altar de los perfumes donde el fuego sagrado ardía, y arrojabais en él los inciensos de vuestros ardientes afectos y alabanzas, en unión con los Serafines, a los que os asoció el Divino Corazón para rendirle continuos homenajes, entonando ellos este motete: «El amor triunfa, el amor goza, el amor solo en Dios se regocija,» supliendo por vos sus adoraciones delante del Santísimo Sacramento cuando no podíais hacerlo, si bien velaba vuestro corazón aun durmiendo; alcanzadme, virgen prudente, que mi corazón sea purificado, para que sin cesar adore, ame y bendiga con vos las excelencias infinitas del Corazón Sagrado de Jesús. Amén.

 

 

DÍA CUARTO

ORACIÓN

Oh estática virgen Margarita, que fuisteis la víctima pura del Corazón Sagrado de Jesús, no habiendo perdido la gracia bautismal, y consagrándole vuestra virginidad a la edad de cuatro años, quien os acrisoló con toda especie de tribulaciones y enfermedades, é inspiró la práctica de grandes austeridades, sacrificándoos en las aras de la religión con los sagrados votos de obediencia, castidad y pobreza, y de obrar lo que conocéis ser más perfecto y glorioso a su Divino Corazón, haciéndole cesión de vuestros propios méritos y de todo vuestro ser, no reservando sino la facultad de amarle intensamente, imprimiendo en vuestro pecho con el hierro y el fuego el santísimo nombre de Jesús, y este Divino y eterno Sacerdote consumó en vos el perfecto holocausto con el fuego de su purísimo amor, subiendo hasta el trono divino en olor de suavidad: obtenedme, esposa amante de Jesús, que yo le sacrifique cuanto de mí exija, y que practicando fielmente las virtudes propias de mi estado, consiga serle agradable durante mi vida, y logre poseerle en la eterna, Amen.

 

 

DÍA QUINTO

ORACIÓN

Oh bienaventurada Virgen, que sois la preciosa Margarita de inapreciable valor, y fuisteis hallada en el místico campo de la Orden de la Visitación de María Santísima, siendo la hija predilecta de esta Señora, quien os concedió la salud milagrosamente, favoreciendo Jesucristo a este instituto con la gracia sin igual de ser la cuna de la devoción a su Divino Corazón, como lo había ya revelado a su fundador San Francisco de Sales, quien os ordenó entraseis en él, para que se cumpliese el designio del Señor de que la dieseis a conocer, quedando este riquísimo legado a la Visitación, la cual tiene la gloria de ser titulada por Jesucristo su amada, y a sus miembros las hijas de su Corazón, cuyos tesoros puso en vuestras manos (y en las suyas) para que los repartieseis con profusión a todos los fieles, eligiéndoos por celadora y promotora de sus intereses, y después de vos a todas las hijas de la Visitación, sin que perdonase diligencia para extender su conocimiento y culto: alcanzadme, dichosa criatura, del Corazón Sagrado, que os imite y procure que todos abracen esta devoción, practicándola yo con el fervor que me sea posible. Amen.

 

 

DÍA SEXTO

ORACIÓN

Oh angelical Margarita, que ardiendo en vivos deseos de que no se perdiese ninguna alma, no cesabais de pediré impetrar por ellas a vuestro celestial Esposo, quien os destinó para ser una continua suplicante y mediadora en beneficio suyo, poniendo a vuestra disposición los tesoros que contiene su Divino Corazón, los que nunca os faltarían para obtenerles la gracia eficaz y la correspondencia que ella exige para ser purificados de sus culpas y amar a su Divino Corazón, prometiéndoos, que cuantos practicasen esta devoción serían enriquecidos con abundantes bienes, y los libraría de innumerables males, haciendo el Señor extensa esta gracia a las almas del Purgatorio, comprometiéndoos a padecer por ellas para alcanzarles la posesión de la gloria: yo os empeño me obtengáis del Sagrado Corazón la caridad con mis prójimos, a fin de hacerles cuantos bienes espirituales y temporales me sean posibles para obtener su misericordia y gracia. Amén.

 

 

DÍA SÉPTIMO

ORACIÓN

Oh querúbica Margarita, a quien eligió el Divino Corazón de Jesús por su querida discípula, ilustrándoos con un destello de su divina sabiduría, dándoos las más sublimes lecciones de perfección, a la que llegasteis con tan celestial magisterio, practicando todas las virtudes en el grado más eminente y heroico, para cuyo efecto os abrió el libro de su Sagrado Corazón, y que en este divino original aprendieseis y practicaseis la humildad y mansedumbre de las que es modeló, siendo por esta causa tan amada suya, pues tuvisteis muchas ocasiones en que ejercitarlas, enseñándolas en vuestros celestiales escritos y consejos, y aunque fuisteis ilustrada por; el mismo Jesucristo, sometíais vuestras luces a las del V. P. La Colombiere, que os destinó el Señor para ser vuestro cooperador en esta devoción, así como os sujetabais á vuestras superioras en cuanto os ordenaban, como al mismo Jesucristo; obtenedme, o bienaventurada virgen, estas virtudes enseñadas por vuestro Divino Maestro, para que consiga la posesión de la eterna bienaventuranza. Amén.

 

 

DÍA OCTAVO

ORACIÓN

Oh humildísima virgen Margarita, a quien escogió el Divino Corazón de Jesús para honrar su vida oculta, humillada y paciente, mayormente en su Pasión y Muerte afrentosa, haciéndoos participante de su agonía, en el Huerto y en la Cruz, y la que continúa en el Santísimo Sacramento, donde nada se descubre sino las especies sacramentales, estando allí prisionero de amor, de cuyo amoroso cautiverio os dio a gozar aprisionándoos en su Corazón, en el que desfallecíais de amor y de dolor, viéndole en este Augusto Sacramento blasfemado y hollado por los herejes, y lo que es peor de los malos cristianos; más este Señor se indemnizaba con las humillaciones que por su amor sufríais, de las que estabais siempre sedienta, así como de ser desconocida de todos, ordenándoos este Divino Corazón lo recibieseis los primeros viernes de cada mes, y el inmediato a la octava del Corpus, que destinaba para su culto: conseguidme del Corazón Divino que yo sufra con paciencia y aun con gozo cuanto su Providencia permita, siendo como vos participante de sus padecimientos. Amén.

 

 

DÍA NOVENO

ORACIÓN

Oh gloriosa Margarita, que, habiendo imitado a vuestro Divino Esposo, cumpliendo sus altos designios, os enriqueció desde vuestra infancia con dones sublimes aumentándose estos toda vuestra vida con altísima contemplación, íntimas comunicaciones y unión divina, revelándoos los más altos y ocultos misterios, y dotándoos con el don de milagros y el de profecía, mayormente do que se propagaría con entusiasmo en todo el orbe la de adoración a su Divino Corazón, descubriendo las sublimes gracias con que os enriqueció; en fin, depuesto el peso de la mortal vida os elevó a su gloria, para ser colmada del torrente de delicias que sale de su Divino Corazón, donde bebéis aquella virtud, con la cual, a semejanza suya, aliviáis los dolores de los mortales, curando sus enfermedades y dispensándoles vuestra poderosa protección, por cuyos admirables hechos el oráculo infalible de la Santa Iglesia os ha elevado a los altares, para que los fieles os den culto, y glorifiquen en vos al Divino Corazón, cuya devoción triunfa en vuestra beatificación; ahora, que gozáis de la visión beatífica, entonando dulces melodías con los moradores del cielo, colocada en el coro de las hijas de la Visitación, poseyendo de lleno el Corazón Divino, mayormente con aquellas que os han sucedido en promover su culto, siendo el gozo y corona de vuestros fundadores Francisco de Sales y Santa Juana Francisca; dispensad vuestra protección a los que peregrinamos en este destierro, para que después de él os acompáñenlos en alabar y magnificar las misericordias del Señor. Amén.