sábado, 4 de julio de 2020

OFICIO PARVO A SEÑORA SANTA ANA, MADRE DE LA VIRGEN MARÍA


OFICIO PARVO DE SANTA ANA

 

Tomado del libro “Devotion a Sainte Anne et a Saint Joachim. Considerations, priéres et cantiques”. Por un devoto Padre de la Sociedad de Hijos de María Inmaculada. Imprenta de Vincent Forest, Place du Commerce No. 1, Nantes, Francia, año 1860

 

Este oficio, autorizado por primera vez por Alejandro VI, y enriquecido con una indulgencia de cien días, luego fue confirmado por Clemente VIII, quien adjuntó a su recitación una nueva indulgencia de treinta días. Para la primera impresión hecha en Francia, utilizamos la copia que envió el Soberano Pontífice a María de Medici.

 

 

A MAITINES

L/: Señor abre mis labios

R/: Mi boca anunciará tus alabanzas.

 

L/: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

R/: Como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

Aleluya; o: Alabanza a Ti, Señor Rey de la eterna Gloria.

 

HIMNO

Alégrate, Madre de la Madre de Jesús, cuyo oído recibió con tanta alegría el mensaje sabio del Padre celestial.

Alégrate, esposa estéril de Joaquín por la fecundidad que el Señor te ha concedido.

Alégrate, porque la criatura que llevas en tu seno no conoce la mancha original, ella es Inmaculada.

Alégrate, porque has dado a luz a Aquella que será para los hombres un vaso de perfume exquisito, una fuente de salvación, un tesoro de inocencia.

Alégrate, porque amamantaste con tanta alegría a Aquella que será la estrella del mundo y el tabernáculo del Rey de reyes.

Que por Ella nos sea dado contemplar, en eterna gloria, el suave resplandor de su rostro y los esplendores que la coronan.

 

L/: Ruega por nosotros, bienaventurada Santa Ana.

R/: Para que podamos ser liberados de todos los males.

 

OREMOS: Oh Dios, que te dignaste llenar a Santa Ana con tantos favores, por los cuales pudo merecer llevar en su seno a la augusta María, tu Madre, concédenos, por intercesión de la Hija y la Madre, la abundancia de la misericordia, para que con la ayuda de sus oraciones y enriquecidos con los méritos de aquellos a quienes recordamos con tanto amor, podamos reunirnos con ellos en la Jerusalén celestial. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 

 

 

 

A PRIMA

L/: Dios mío ven en mi ayuda

R/: Señor apresúrate en socorrerme.

 

L/: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

R/: Como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

 

HIMNO

Ana, gloriosa hija de Jesé, brillas desde tu infancia con todas las virtudes; Oh tú, que nos diste a nuestra Reina, reconcílianos con el Rey de reyes.

 

L/: Santa Ana, madre de la Madre de Jesucristo,

R/: Aumenta en nosotros la esperanza de que tu Hija sea para nosotros el premio prometido.

 

OREMOS: Oh Dios, que te dignaste elevar a Santa Ana, la bendita madre de tu querida Madre, a la participación de la felicidad celestial, concédenos, por su intercesión, llegar también a la posesión de las alegrías eternas. Oh tú, que vives y reinas en los siglos de los siglos. Amén.

 

 

 

 

A TERCIA

L/: Dios mío ven en mi ayuda

R/: Señor apresúrate en socorrerme.

 

L/: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

R/: Como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

 

HIMNO

De la noble rama de Jesé sale una flor que extiende por todas partes el perfume más delicioso: Santa Ana es la rama; María, Madre de Dios, es su flor.

 

L/:  Ruega por nosotros, bendita Santa Ana

R/: Ahora y siempre y en la hora de nuestra muerte. Amén

 

OREMOS: Oh Dios, quien te dignaste elegir a Santa Ana como madre de Vuestra Madre, te suplicamos que, por los méritos de Ellas dos, encontremos un lugar en el reino celestial. Oh tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

 

 

 

 

A SEXTA

L/: Dios mío ven en mi ayuda

R/: Señor apresúrate en socorrerme.

 

L/: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

R/: Como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

 

HIMNO

Oh madre de la Madre del Redentor, gloriosa Santa Ana, ahora reinas con los Ángeles, coronada de gloria; Apiádate de nosotros, oh buena santa Ana, y haz que estemos para siempre, en el cielo, unidos a tu sagrada Familia.

 

L/: El rocío celestial se extendió sobre Santa Ana,

R/: Y ella nos dio a la misericordiosa María.

 

OREMOS: Escúchanos, oh Dios, autor de nuestra salvación, para que el ejemplo de las virtudes de Santa Ana tenga tanta influencia en nosotros como su memoria tiene para nosotros tanto afecto. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 

 

 

 

 

A NONA

L/: Dios mío ven en mi ayuda

R/: Señor apresúrate en socorrerme.

 

L/: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

R/: Como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

 

HIMNO

Te saludo, piadosa madre Santa Ana, cuyo nombre es tan dulce para nuestros labios; Ana significa gracia, por lo tanto, gracias te damos por escuchar las oraciones que te dirigimos.

 

L/: Bienaventurada Ana, que tuviste a María por Hija!

R/: Bendita María, que tuviste a Santa Ana por madre!

 

OREMOS: Concédenos, Señor, Dios Todopoderoso, sentir la protección de Santa Ana con tanta eficiencia y abundancia como nos alegra honrar su memoria. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 

 

 

 

 

VÍSPERAS

Bendita sea Santa Ana, madre de María, quien nos presentó la promesa de la salvación eterna.

 

L/: Dios mío ven en mi ayuda

R/: Señor apresúrate en socorrerme.

 

L/: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

R/: Como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

 

HIMNO

Te saludo, raíz de Jesé, cuya flor perfuma y siempre perfumará la tierra con su aroma dulce y celestial.

Te saludo, oh Vos, por quien brilló la Estrella del Mar, y que ahora contemplas en gloria a la Madre del Rey de reyes.

¡La tormenta nos golpea, nos arranca de su furia sacándonos de nuestro exilio y nos reúne con los coros de los bienaventurados!

Oh tú, que solo merecías ser la madre de María, acepta, recibe, contesta nuestras oraciones.

Y para asegurar su éxito, recomiéndanos al Rey y a la Reina del cielo, a Jesús a través de María.

 

L/: Santa Ana, haz que Jesús nos sea propicio.

R/: Y que María ruegue por nosotros.

 

OREMOS: Oh Dios, que te dignaste llenar a Santa Ana de favores, para que ella no fuera indigna de llevar a tu bendita Madre en su seno, concédenos, a través de la madre y la Hija, la abundancia de tu propiciación, de modo que aquella cuya memoria es tan querida por nosotros, nos ayude con sus oraciones y nos enriquezca con sus méritos, para que lleguemos a la Jerusalén celestial. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 

 

 

 

A COMPLETAS

 

El rocío celestial se extendió sobre Santa Ana, y ella nos dio a la Virgen María. ¡Oh Santa Ana, después de María, bendita entre todas las mujeres! ¡Oh bendita entre todas las madres! Conviértenos, oh Dios, autor de nuestra salvación, y aparta tu ira de nosotros.

 

L/: Dios mío ven en mi ayuda

R/: Señor apresúrate en socorrerme.

 

L/: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

R/: Como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

 

HIMNO

Oh Santa Ana, madre de María, que es en el cielo la Reina de la Gloria, y la Madre de la Misericordia en la tierra; de María, que brilla ante Dios como la perla de la corona de los elegidos, nuestro amor por tu hija nos llena de amor por ti.

 

L/: Dios amó a Santa Ana,

R/: Y estaba enamorado del resplandor de sus virtudes.

 

OREMOS. Oh Dios, que te dignaste otorgarle a Santa Ana el gran honor de dar a luz a la Madre de tu Unigénito Hijo, sé nos propicio y concédenos ser presentados ante Ti por Aquella cuya memoria honramos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 

Colaboración de Carlos Villaman

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