lunes, 24 de agosto de 2020

CAMINATA DE LOS TRES LUNES A SAN NICOLÁS DE BARI

 

EJERCICIO DEVOTO EN HONOR DE SAN NICOLÁS OBISPO DE MIRA, CUYAS RELIQUIAS SE VENERAN EN BARI DE APULIA EN ITALIA

ABOGADO DE LA POBREZA Y EN LOS NEGOCIOS EDIFICARLES.

 

Práctica denominada comúnmente “Caminata” por la peregrinación que se hace al ir a visitar la imagen del Santo; puede practicarse en tres lunes consecutivos.

 

Impreso en la Tipografía Testamentaria de Antonio Vanegas Arroyo, Santa Teresa No. 40, año 1921. México.

 

CAMINATA

 

ORACIÓN PREPARATORIA

Creo fiel y firmemente en la Santísima trinidad, un solo Dios verdadero en tres personas distintas. Protesto vivir y morir en esta fe y dar por ella mi vida si necesario fuera, lo mismo que por todos y cada uno de los misterios en que cree y nos propone nuestra Santa Madre la Iglesia. Y humildemente sometido desde ahora, sin restricción ninguna a la divina voluntad, espero confiadamente en la misericordia de Dios Nuestro Señor que por los méritos de su siervo San Nicolás me ha de conceder lo que pido en este día si, como lo deseo y procuro, es su mayor gloria y no obsta el bien de mi alma. Amén.

 

 

ORACIÓN

¡Oh glorioso Santo!, a quien Dios enriqueció con tan admirables dones y entre otros, con el de una grande comprensión hacia los menesterosos y afligidos; yo vengo en este día a pedirte humildemente te dignes interceder ante el trono de la Santísima Trinidad de cuyo misterio fuisteis celosísimo defensor, por la integridad de nuestra santa fe, por las necesidades de nuestra madre la Iglesia, paz entre los príncipes cristianos, extirpación de las herejías, conversión de los infieles a nuestra santa fe, y de los pecadores a la verdadera penitencia, por la perseverancia de los justos, por el descanso de las almas del purgatorio,  y por el remedio de mi presente necesidad que ahora te expongo … y cuyo favor espero lograr por tu poderosa intercesión, conformándome, sin embargo, con lo que sea del agrado de Dios. Amén.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria y el siguiente:

 

Ya que feliz en el cielo

A Dios contemplando estás

Glorioso San Nicolás

Se nuestro amparo y consuelo.

 

Más en tanto el Creador

Te dice benignamente

“ven siervo fiel y prudente

Al gozo de tu Señor”

Y en el deífico amor

Hallas la gloria del Cielo.

Glorioso San Nicolás

Se nuestro amparo y consuelo

 

 

EN MEDIO DEL TEMPLO

Milagroso San Nicolás a quien Dios dotó de una tierna caridad para con los pobres, renovando en vuestras manos el prodigio de la multiplicación de los panes, para socorrer la necesidad de una multitud de gente, próxima a perecer por falta de alimento, y que para librar del peligro de perder su alma a que estaban expuestas tres jóvenes por no tener el dote suficiente según su calidad, lo depositaste secretamente en su casa; te suplico, Santo mío, te dignes interceder por mí a fin de verme libre de esta necesidad que ahora me atormenta, siempre que sea para gloria de Dios y salvación de mi alma; más si lo que ahora te pido no se dirige a conseguir esto, alcanzadme la resignación suficiente para conformarme con la voluntad de Dios que deseo se cumpla perfectamente en mí y en todo lo que a mí me pertenece. Así sea.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria y la siguiente:

 

 

Al mirarte coronado

Con la diadema de gloria

Cantando ya tu victoria

Sobre el mundo y el pecado.

No te muestres descuidado

De nuestra aflicción y duelo.

Glorioso San Nicolás

Se nuestro amparo y consuelo

 

 

AL LLEGAR AL ALTAR DONDE SE VENERA LA IMAGEN DEL SANTO

¡Oh caritativo San Nicolás!, mi corazón se llena de gozo, porque la majestad soberana de nuestro Criador y Señor te hizo tan gran santo adornándote con tantas prerrogativas, por todas las cuales doy a la Santísima Trinidad repetidas gracias y a ti ¡oh San Nicolás!, multiplicados parabienes. Dígnate, oh esclarecido santo, desde aquella mansión de gloria donde te encuentras seguro ya de las asechanzas del demonio y de las tribulaciones de este destierro, dirigir una mirada de compasión hacia nosotros que caminamos por este valle de lágrimas; con el corazón destrozado muchas veces por la angustia, a quien pues, sino a ti que por experiencia sabemos que atiendes a los que confían en tu protección. Aquí, pues nos tienes postrados ante tu imagen, implorando el poder que te dio Dios para socorrer al necesitado, proteger al débil y consolar al triste, no desoigas nuestras preces que confiadamente te dirigimos en nuestra presente necesidad, bien conocemos ser indignos de recibir tus favores, pero nos alienta el considerar que siendo vuestro corazón tan compasivo al ver la pena que sufrimos no podrá menos de conmoverse e impartirnos el remedio de ella. Amén.

 

Tú que atiendes presuroso

Al que te invoca ferviente

Y luego el influjo siente

De tu auxilio poderoso

Impártenos generoso

De caridad el celo.

Ya que feliz en el cielo

A Dios contemplando estás

Glorioso San Nicolás

Se nuestro amparo y consuelo.

 

ORACIÓN

¡Oh Dios!, que en el alma bendita de tu siervo San Nicolás Obispo infundiste una inquebrantable confianza en tu poder y tu bondad, y con ella obró tantos milagros a mayor gloria tuya bien y en bien de sus prójimos: te suplicamos rendidamente, Señor, que por sus ruegos y merecimientos te dignes infundirla en nosotros para que como él te sirvamos y nuestras palabras, obras y pensamientos vayan todos enderezados a confiar en Ti, y a esperar que por tu inagotable bondad y tu infinita misericordia, nos des tu santo temor con el que sirviéndote en estado de gracia, merezcamos ir a gozarte en su compañía en la gloria. Amén.

En memoria de la fe ardiente con que el Santo defendió el misterio augusto de la Santísima Trinidad, se rezarán aquí tres Padres Nuestros y tres Ave Marías, gloriados.

 

ORACIÓN

¡Oh Padre de las misericordias y Dios de todo consuelo!, que honraste al glorioso San Nicolás, Obispo de Mira, con el don de insignes milagros; y que por medio de sus reliquias providencialmente trasladadas a Bari de Italia, sigues dispensando continuamente tus favores, concédenos por intercesión de tu siervo el remedio en nuestras necesidades y que, al salir de esta vida, nos veamos libres de los tormentos eternos. Por Jesucristo tu hijo, Señor nuestro, que contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

 

ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DEL SOCORRO

¡Virgen del Socorro!, ¡Qué advocación tan propia para dilatar y fortalecer nuestra confianza! ¡Ella expresa la solicitud maternal con que acudes a favorecernos en los lances críticos de la vida! Paloma inmaculada que aportaste el ramo de oliva, señal de eterna paz; Vara de José en que la virginal flor se conservó más bella y fragante al fructificar y en ella nos muestra al fruto bendito de tu vientre, a Jesús, yo te saludo. Por la excelencia a que te sublimó la maternidad divina empuña tu diestra el cetro del poder como Hija del Padre; ciñe tu frente la corona de tu excelsa dignidad como madre del Hijo; te circunda el esplendor de inmensa gloria como Esposa del Espíritu Santo. Reina de los Ángeles, Madre de los hombres, Emperatriz del Universo. ¿Quién se ha acogido jamás a tu protección que no le hayas abrigado con tu manto? ¿Quién ha solicitado tu auxilio que no haya experimentado tu ayuda oportuna y eficaz? ¿Quién ha pedido tu socorro y ha visto fallida su esperanza? Protección que nos libra de nuestros enemigos, auxilio que nos da sobre ellos la victoria, socorro que subyuga a toda la indigencia humana; has venido dispensando de generación en generación a los hijos de Adán. “Sólo se pierde quien a Ti no recurre”. Oye nuestro doloroso clamor; inclina a nuestra plegaria los oídos de tu piedad, fija sobre nuestras calamidades los ojos de tu misericordia y atendiendo al valimiento de tu siervo San Nicolás, alcánzanos “primero el reino de Dios y su justicia”, que está en la gracia y en las buenas obras; y después, “por añadidura” el remedio de la presente necesidad. Amén.

 

 

PRIMER LUNES

ORACIÓN AL PADRE ETERNO

Padre Eterno, Dueño y Señor de todo lo creado, humildemente os ruego que acojas misericordioso las fervientes súplicas que te presento por manos de tu fidelísimo siervo San Nicolás, y, para más conmover a tu paternal corazón, te ofrezco con los merecimientos de tu divino Hijo Nuestro Señor Jesucristo, la sangre que por nosotros derramó y los dolores que quiso padecer por nuestro bien. Mira, Padre mío, mira a Jesús sudando sangre en el Huerto de los Olivos, mírale con las espaldas desagarradas por los azotes, perforada la cabeza con punzantes espinas, oprimido y llagado el cuerpo con el peso de nuestros pecados que simboliza la cruz; mírale estremecido de dolor caer en tierra; mírale crucificado con las manos y pies taladrados por los clavos, abierto el divino pecho para darnos hasta la última gota de sangre y aplacar tu inexorable justicia, mírale por fin, yerto en el regazo virginal y contempla la aflicción y amarga soledad de su bendita Madre, María Nuestra Señora. Conmuévate esa sangre preciosa, apiádente de nosotros esos dolores que nos merecieron tu gracia y concédenos el favor que te pedimos, si conviene a nuestra salvación. Amén.

 

En seguida se dice tres veces: San Nicolás ruega por nosotros:

 Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, en los cielos, en la tierra y en todo lugar. Amén.

Termina este día con las siguientes décima y oración:

 

DÉCIMA

San Nicolás, padre amado

Siervo de Dios justo y fiel

Sé mi abogado con El

En este trance apurado.

Tú que jamás has negado

De tus devotos el ruego

Y en tu corazón el fuego

De la caridad no muere,

Has que mi oración prospere

Porque en tus manos me entrego.

 

ORACIÓN

¡Oh San Nicolás bendito!, ya que tu humildad ha conquistado la predilección de Dios, acoge benigno la súplica que te hago en esta necesidad y preséntala a Cristo Nuestro Señor. Amén.

 

 

 

 

SEGUNDO LUNES

Después de rezar las ORACIONES del primer día, se dice tres veces: San Nicolás, ruega por nosotros.

 

Y las siguientes DÉCIMA Y ORACION:

 

DÉCIMA

Glorioso San Nicolás,

Taumaturgo santo mío,

En tus bondades confío

Que mi ruego atenderás.

Espero que rogarás

Por este gran pecador,

Y que a mi acerbo dolor

Impartirás el consuelo;

Porque gozas en el Cielo

De gran poder y favor. 

 

ORACIÓN

Beatísimo y perfecto modelo de virtudes, San Nicolás glorioso, no desoigas mi llamamiento y auxíliame en el trance en que me hallo, interponiendo en mi favor tus grandes méritos ante Cristo nuestro Señor. Amén.

 

 


 

TERCER LUNES

Después de rezar las oraciones del primer día, se dice tres veces: San Nicolás, ruega por nosotros.

Y las siguientes décima y oración.

 

DÉCIMA

Lleno de dulce esperanza

Hoy vengo a ti santo mío

Porque en tu bondad confío

Encontrar mi bienandanza.

Bien se yo que mi confianza

No ha de salir defraudada;

Que será bien despachada

Mi ferviente petición

Y cesará la aflicción

De mi alma atribulada.

 

ORACIÓN

Gloriosísimo San Nicolás, humilde y virtuoso Obispo de Mira, que atiendes piadoso a cuantos solicitan tu protección, intercede por mí con Dios Nuestro Señor para que me conceda la gracia que con tanta instancia he pedido. Así lo espero de tus ruegos eficaces y de la bondad infinita de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

 


DEPRECACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN DEL SOCORRO

Madre Santísima del Socorro, Vos que sois el amparo, el consuelo y la protectora de los pobres necesitados; rogad por nosotros a vuestro Santísimo Hijo, a fin de que nos conceda lo que le hemos pedido por intercesión de su siervo San Nicolás. Amén.

 

Se termina con el septenario de San Nicolás en sufragio de las almas del purgatorio.

 

Ya que feliz en el cielo

A Dios contemplando estás

Glorioso San Nicolás

Se nuestro amparo y consuelo.

 

A.M.D.G. ET. D.N.

Colaboración de Carlos Villaman

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