DEVOCIÓN
DE LOS VEINTIÚN DÍAS A SANTA ÚRSULA Y COMPAÑERAS
PARA
ALCANZAR DE DIOS UNA BUENA MUERTE
RESPONSORIO
Oh
ustedes, vírgenes gloriosas,
cumplan
ahora mi deseo,
y
cuando llegue la hora de la muerte,
apresúrense
en mi ayuda:
estén
presentes en ese momento terrible
y
defiéndanme del asalto de los demonios.
Que
no falte ninguno de vosotros;
ven
con la Virgen Madre a tu cabeza.
Si
algún remanente de pecado todavía se me pega
y
me ensucia con su mancha,
quítalo
con tu oración.
Deja
que el enemigo se dé cuenta de tu presencia
y
lamente su propia confusión.
L/:
Rueguen por nosotros ¡Oh Santa Úrsula y compañeras!
R/: Para
que seamos dignos de las promesas de Cristo
ORACIÓN: Por los méritos de nuestro Señor Jesucristo, acepta, oh Dios, las oraciones que se te ofrecen por intercesión de Santa Úrsula, Fiel imitadora de las virtudes del Corazón de tu Hijo, y concédenos los favores que confiadamente pedimos. Amén.
SÚPLICA
Oh
gloriosa santa Úrsula, ¡bendita Mártir de Jesucristo! Virgen invencible y
fuerte, que, despreciando las riquezas y dignidades de este mundo por amor a
Dios, fuiste tan feliz como para dar tu vida por El, ayuda a los que con fe
recurrimos a ti, ayuda a tus devotos en la vida y en la muerte, acógeme bajo tu
poderosa protección y líbrame de los peligros del mundo. Santa Úrsula bendita, que
guiando a once mil vírgenes hacia un destino incierto y no deseado, infundiste
esperanza en sus corazones atribulados y animada de un valeroso espíritu y fervoroso
celo, supiste resistir las amenazas del tirano y preferiste el martirio cruel y
la muerte antes que faltar a fe de tu divino Esposo, concédeme encontrar la
felicidad que ansío, intercede, te ruego, ante el trono de Dios y preséntale
mis suplicas, para que me auxilie y me alcance lo que hoy tanto preciso: (hacer
la petición) ¡Oh gloriosa mártir santa Úrsula! cuya muerte fue un acto
de la caridad más perfecta, ruega por mi ante el Señor y consigue que mis
peticiones sean atendidas, pídele que me favorezca en mis necesidades amorosas que
alivie mis penas y sufrimientos, y que, en su misericordia, me alcance lo que a
bien convenga a mi alma en esta vida, y por la gloria de los cielos en la otra.
Amén.
L/: ¡Oh Santa Úrsula y compañeras!
R/: Rueguen por nosotros
Padre nuestro, Ave María
y Gloria.
L/:
¡Oh Santa Úrsula y compañeras!
R/: Rueguen
por nosotros
Padre
nuestro, Ave María y Gloria.
L/:
¡Oh Santa Úrsula y compañeras!
R/: Rueguen
por nosotros
Padre
nuestro, Ave María y Gloria.
GOZOS
Santa
Úrsula bendita,
virgen
invencible y fuerte,
ayudad
a vuestros devotos
en
la vida y en la muerte.
De
vuestro real nacimiento
heredaste
en juventud
mayorazgo
de virtud,
limpieza
y recogimiento:
guió
el cielo vuestro intento,
porque
con su luz se acierte:
Vuestra
hermosura dichosa
prendió
un infiel tirano,
negasteis
vos la mano,
para
darla a Dios por esposa:
por
El fuisteis más hermosa,
y
de más dichosa suerte:
Con
espíritu divino,
once
mil doncellas fueron
las
que por vos conocieron
el
verdadero camino:
de
este escuadrón peregrino
fuisteis
capitana fuerte:
Con
tan lucido escuadrón
surcáis
de Bretaña el mar,
para
mejor enseñar
la
cristiana perfección:
de
cuya predicación
mayor
fervor se despierte:
A
las riberas famosas
de
Colonia os echó el mar,
donde
quiso Dios trocar
las
azucenas en rosas;
porque
del martirio hermosas
ricas
guirnaldas concierten:
Ante
el conspecto adorable
de
Dios fueron ofrecidas
con
la vuestra, once mil vidas
en
sacrificio admirable:
de
la pena intolerable
en
corona se convierte:
Pues
en la suprema esfera
gloriosamente
triunfáis,
y
entre los santos gozáis
paz
segura y gloria entera:
en
la hora postrimera
alcanzadnos
buena suerte:
L/:
Ruega por nosotros ¡Oh Úrsula Bendita!
R/:
Para
que seamos dignos de las promesas de Jesucristo
ORACIÓN: Oh Dios, que has concedido a las vírgenes dignamente consagradas a Ti, el valor para enfrentar, con Úrsula como líder, una lucha maravillosa por la cual por la palma del martirio alcanzaron la gloria de la contemplación celestial, te suplicamos que nos ayudes con la oración de aquellos que en este día después de pasar por las puertas de la muerte, Tú has hecho triunfar en el Cielo. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
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