martes, 13 de octubre de 2020

MES DE OCTUBRE A SAN FRANCISCO DE ASÍS - DÍA TRECE


DÍA TRECE

Pureza de San Francisco

Virtud singularmente amada por aquel que “se apacienta entre lirios” y escogió por Madre a una virgen, vivió virgen y amó singularmente a las personas vírgenes, la pureza fue virtud amada y practicada por el Seráfico Padre. Sabía que este amor había de costarle la constante tortura del cuerpo, en penitencias increíbles, la cotidiana vigilancia sobre los sentidos, la dura lucha con el espíritu inmundo de las tinieblas… más no por eso se arredró ante estas dificultades. El cilicio, la disciplina, el agua helada, las punzantes espinas, las diarias vigilias, los continuos ayunos fueron fieles ayudas suyas en esta lucha contra si mismo, de la cual salió victorioso con perfecto dominio de sus pasiones… así, cercado de espinas de mortificación, creció el lirio de purea… ¡Oh, ejempla para nosotros que ansiamos ser puros sin mortificarnos!

 

Máxima: El enemigo más acérrimo del hombre es la carne.

 


 

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