jueves, 15 de octubre de 2020

MES DE OCTUBRE A SAN FRANCISCO DE ASÍS - DÍA QUINCE


DÍA QUINCE

Humildad de San Francisco

“Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón” decía el divino Maestro. En esta escuela aprendió San Francisco aquel profundo y admirable conocimiento de si mismo, que le hizo ser el santo por antonomasia humilde. “Cada cual es lo que ante Dios y no otra cosa”, decía y apoyado en esta máxima, que Santa Teresa tradujo por aquella otra, “la humildad es la verdad”, veíase, aunque lleno de dones celestiales, tan pobre y miserable, que pasaba las noches exclamando: “¿Quién sois vos Dios mío, y quien soy yo? ...” De esta comparación brotaba su humildad profunda… si pensara yo frecuentemente en estas máximas del Santo, ¡Cuánto me corregiría de mi soberbia!...

 

Máxima: No olvidemos nunca que de nosotros mismos solo tenemos viejos y pecados.

 


 

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