DÍA
VEINTE
Oración
de San Francisco
“La
oración es la llave del cielo que abre el tesoro de las gracias” dice San
Agustín. Esta llave nos la entregó el Rey de la gloria, Jesucristo, al
decirnos: “Orad siempre. Pedid y recibiréis, llamad y se os abrirá.” San
Francisco no desoyó el divino consejo, pues toda su vida fue altísima y
continua oración. Según dice San Buenaventura, “dentro y fuera del convento,
andando y sentado, trabajando y descansando, tenía siempre su espíritu en el
cielo.” Así explica su admirable santidad, por la incesante, íntima y
devotísima comunicación con Dios. “Sin la oración, decía, no pueden obtenerse
de Dios las gracias particulares, ni hacer progresos en el servicio divino. La
oración purifica nuestra alma, nos une a Dios, nos consolida en la virtud” … no
olvides tu este ejemplo: sin oración, no podrás santificarte y salvarte.
Máxima:
No se extinga en vosotros el espíritu de la Santa Oración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario