DÍA
SEIS
Conformidad
de San Francisco con la voluntad divina
La
santidad no consiste en otra cosa que en el cumplimiento de la divina voluntad.
Por eso Jesucristo, al mismo tiempo que nos invitó a todos a ser “santos como
el Padre celestial”, nos enseñó a orar pidiendo el cumplimiento de su voluntad
“así en la tierra como en el cielo”. El
mismo, enseñándonos prácticamente esta doctrina, en los momentos angustiosos de
Getsemaní oraba al Padre pidiendo “no se haga su voluntad, sino la vuestra”. San
Francisco, perfecto seguidor de Cristo, desde el primer momento de su entrega a
Dios, no buscó otra cosa que conocer la voluntad divina y seguirla. De ahí su
vida de oración continua, fuente de inspiración y de gracia… ¿Procurarás tu
conocer la voluntad divina, y conocida, la abrazas?
Máxima:
Cumplamos con solicitud la voluntad divina, agradándole en todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario